Reencarnado en un niño de 4 años ( 5 )
Dieguito comienza a jugar nuevamente con su papito Raúl.
Después de esa noche con mi papa él se volvió retraído conmigo casi no me hablaba o me miraba y quedarse a solas conmigo era impensable para él, no me mencionó de guardar el secreto pero yo obviamente no diría nada, desde que comencé a tener sexo, cada mujer que me decía que me bañaría le decía que no que yo me bañaba solo, aunque mamá me vigilaba a ver si lo hacía bien, no podía dejar que me revisaran mi culito pues se notaría que ya estaba abierto y era un riesgo así que yo era renuente en eso, nadie más que mis amantes me revisaban mi culito.
Casi dos meses después de esa noche con mi papá, no lo soporte más y hablé con él, para asegurarle que nadie se enteraría jamás y que lo que le dije era verdad yo lo amaba y quería ser su mujer siempre que mamá no quisiera o no estuviera.
- Pero Diego, apenas tienes 5 años, que te volviste loco? No quiero que seas un marica y yo no soy marica
- No papi, no seré marica solo seré mujer para ti papi te amo
- Además como sabes todo esto quién abusó de ti?
- Fuiste tú papi esa noche yo sabía lo que tenía que hacer por ver revistas y películas y tú me lo metiste
- Yo no te metí nada, tu abusaste de mi
- Si papi pero no importa, no me dejes de querer sigue amándome papi por favor, no me rechaces yo te amo.
Mi drama al estilo telenovela mexicana dio resultado, mi papá lloro conmigo y me abrazo y yo aproveché para besarlo y a apretarme a él diciéndole que lo amaba y que siempre lo amaría hasta mi muerte, él me acepto pero diciéndome que no debía decirle a nadie pero que eso no sucedería muy seguido pues yo estaba muy chiquito y no quería hacerme daño, yo le dije que cuando él quisiera cogerme yo estaría dispuesto y cuando no me cogiera yo le mamaría la verga y me bebería su leche, antes de que dijera algo me fui corriendo para no ser interrogado.
Paso esa semana y nada sucedía, yo esperaba a mi papito totalmente desnudito y aseadito en mi camita pero él no llegaba, no hasta inicios de ese fin de semana, el sábado eran las 2 de la mañana cuando sentí manos sobre mi espaldita que me movían, me desperté para ver a ese hombre hermoso que me encantaba y que me excitaba en demasía, llevaba puesto un bóxer y una bata de dormir abierta que dejaba ver unas gruesas y fuertes piernas velludas y un pecho y abdomen trabajados adornado con una barba de un día o dos en su cara viril masculina.
- Hola piojito, oye recuerdas lo que habíamos hablado el otro día? Me dijiste que si no te follaba tú me la mamabas hasta que te diera lechita, era en serio?
- Si papi, quieres ahorita?
Él no respondió con palabras sino que se bajó su bóxer y me dejó ver aquel pene duro y caliente, lo tomé con mis manitas que apenas entre las dos podían abarcarlo y sacando mi lengua se la pase por la cabeza que sabía un poco a sudor y orine pero poco me importaba, el sabor de macho así me encantaba y más si era de él, el hombre perfecto, pase más de 15 minutos ahí abriendo mi boca lo más que pude mientras él estaba de pie frente a mí, luego se sacó la bata y el bóxer y se acostó a mi lado ofreciéndome con su mano su pene duro mirando al techo me senté sobre sus muslos y continúe mamándoselo mientras con mis manitas lo masturbaba fuerte para que me diera de esa lechita que deseaba, quería saber que tal era de sabor, consistencia y cantidad, de seguro era dulce.
- Ah si bebe sigue así y vas a conseguir pronto tu premio
10 minutos después de chupar esa cabeza y algo más me escupió 5 o 6 chorros de espeso semen, el más dulce y delicioso de todos, más abundante y más caliente, me lo trague completo y esas gotas que quedaron en su pene o se me escaparon de la boca, las recogí con mi lengua y me las bebí, no hubo gota blanca que no me bebiera, él me acaricio el cabello tomo sus ropas se las coloco de nuevo y se fue, yo estaba muy feliz de por fin ser buscado por mi padre, y dormí como en las nubes con mi estomaguito llenito de lechita deliciosa, y no solo fue esa vez, cada dos o tres noches mi papi me iba a visitar para darme a beber su lechita, y deseaba que me penetrara pero él debía desearlo también.
A las dos o tres semanas después, él duró como 3 días sin visitarme y yo estaba preocupado, al cuarto día se abrió mi puerta yo lo vi entrar con su ropa interior y después de cerrar la puerta con seguro, se la quitó ahí mismo, yo me quité las sábanas mostrándole mi disposición estando desnudito para él, cómo cada noche, él se acostó en mi cama abrazándome con sus enormes y fuertes brazos de macho velludo, yo pasaba mis manitas por sus brazos, pecho, abdomen, cara, era el amor de mi vida, él se colocó boca arriba poniéndome sobre él y dándome piquitos en los labios, yo saqué mi lengua y la metí en su boca siendo la primera vez que daba un beso a otro ser humano, mi papá se volteó dejándome debajo de él y aplastándome con su enorme cuerpo pero a mí eso me gustaba, viéndonos de cualquier ángulo yo no era ni un ápice del enorme tamaño que él tenía pues yo apenas estaba alrededor de un metro mientras el media el 1.80 cm, yo era muy delgado y el súper ancho, mientras me besaba fue recorriendo mi cuerpo con sus labios y lamiéndome y yo usaba mis manitas para acariciarlo y sentir el calor de su piel con la palma de mis manos, estuvimos así por un tiempo no demasiado prolongado hasta que le pedí que me diera su pene para mamarla.
- Claro piojito ven, cómete la verga de papi como tú sabes
Yo lo tomé con mis manitas y lo engullí tanto como podía, mi mandíbula me dolía pero yo sentía la necesidad de comérmelo y logré meterlo hasta que toco mi campanilla, y solo ahí comencé a chupárselo bien fuerte, masturbando la parte que no me entraba que era bastante, como dije anteriormente, el pene de mi papi mide 22 centímetros, era delicioso el jugo que le brotaba de su vergota gruesa y grande y lo caliente que se le ponía cuando se lo chupaba duro, era un suplicio insoportable tener a ese hombre en casa y no podérmelo comer todo los días como deseaba.
Me separé de él y continué besándolo aprovechando la saliva que le quedo en la verga y diciéndole suave al oído “lo siento papi pero lo necesito” me senté en su vergota hasta clavar la mitad dentro de mí, sentí como se me salía una parte del alma y el dolor fue indudablemente el más grande hasta ahora pues no había tenido estimulación ni lubricación pero yo no dije nada y mi papá solamente pronuncio un “Aaaah bebe te vas a lastimar” a mí no me importaba lastimarme lo que fuera necesario con tal de ser poseído por ese hombre viril, ese macho hermoso, comencé a moverme sobre él sacándomelo y metiéndomelo de nuevo cada vez más profundo yo quería sentir los vellos púbicos de mi papito rozar mis nalgas, cuando lo tuviera todo adentro.
- Papi, papi, papi me gusta me gusta mucho
- De verdad piojito? Rayos como me has salido tan mariconsito? Pensé que eran hombresito, te gusta mucho la verga de papá?
- Si papi me gusta mucho la tienes súper enorme, la siento toda por dentro, métemela toda
- Métasela usted solito si la quiere tener toda dentro
No tuvo que pedírmelo dos veces, pujé como si estuviera en la taza y al mismo tiempo me senté completo sobre él clavándomela todita yo solito, fue una sensación increíble de verdad se sentía tenerla dentro hasta los intestinos y como palpitaba dentro de mí, era riquísimo, comencé a subir y bajar sobre él, cabalgando esa vergota sintiendo como sus bolas me chocaban en las nalgas, mi papá me tomó de mi caderita y haciendo como la primera vez, subió sus piernas y comenzamos a follar, él moviendo su cadera hacia abajo mientras yo me sentaba sobre él y posaba mi cabeza sobre su pechote, lamia sus tetillas, las chupaba y las mordí y eso a él lo llevaba al límite de placer haciéndolo darme más y más duro, los sonidos de nuestras pieles chocando se podría oír en toda la casa pero en aquella habitación bajo el secreto de oscuridad mi papá me estaba haciendo el amor.
Él me sacó de encima de si y me colocó de perrito casi con brusquedad, dejó caer saliva sobre su pene y abriéndome mis nalguitas, me lo clavó todo hasta el fondo nuevamente, de esa manera yo podía sentir aún más adentro su pene y él podía tomar el control total del acto sexual, me agarró de mi caderita y me apretaba hacia atrás chocando contra su pelvis haciendo que su pene se incrustara en mi hasta el mínimo milímetro, su cadera se movía fuerte contra mi dándome golpes muy duros sacándome gemidos de placer, de dolor, de satisfacción y queriendo cada vez más, cuando sintió que iba a eyacular sus movimientos se relajaron hasta quedarse inmóvil dentro de mí y me pidió que no me moviera pues aún no quería acabar, cuando la sensación se le pasó, volvió a moverse y continuó dándome como pistón de locomotora dentro de mí, me acostó boca arriba al borde de la cama y me levantó una piernita mientras él de pie sobre el piso me metió su pene hasta el final y se dejó caer sobre mí aplastándome con su peso mientras yo lo abrazaba con mis manitas y piernitas tanto como podía, su cadera se afincaba contra mí en una follada súper épica hasta que se vació en mí en medio de quejidos, gemidos y convulsiones dándome embestidas salvajes que fueron relajándose hasta que la última gota de leche quedo dentro de mí.
Mi papá estuvo un rato dentro de mí hasta que su pene quedo flácido totalmente, me lo sacó y me cargó hasta el medio de la cama en donde así como mi primo Carlos le gustaba dormirse, me abrazo por detrás estilo cucharita y nos quedamos dormidos, eran poco más de las tres de la madrugada y todo ese tiempo papi había estado cogiéndome bien rico.
Despertamos con el llanto de la bebé, yo estaba aún abrazado a mi papi Raúl pero frente a él con mi carita entre su brazo y sus costillas y mi manita sobre su pecho y una de mis piernas sobre su ingle y él tenía su brazo rodeándome la cadera, las sábanas lo cubrían hasta la cintura justo encima del pene pero a mí solo me llegaban hasta las rodillas, él se desperezó, al despertarse me dio un beso en los labios y se levantó, se colocó su interior y buscó en mi cajón un mono y franelilla y se lo colocó, no supe en que momento esa ropa llego a mi cómoda pero no me importo, cuando él se fue, seguí durmiendo sobre donde él estaba, sintiendo su calor, el olor que quedo de su sudor, recordando todo lo que sucedió, Dios amaba a ese hombre, amaba a mi papá, como quisiera que durara por siempre esto.
Me gusta! Continua!!! Papi tendrá amigos??? Seria lindo que la sienta hasta el estomago jiji