REENCONTRÉ A MI VECINO EN LA UNIVERSIDAD
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola, todos usan el nombre falso de Ángel, así que así es como me llamaré, soy de México, súper varonil, nadie sospecha que soy gay, alto, guapo, piel blanca, tengo 20 años, esto sucedió hace como un año más o menos.
Hace tres años salí de mi lugar natal, un pueblo pequeño, para venir a la Universidad a la capital del estado, una año antes se vino también a estudiar un chavo que le llamaré Tadeo. De niños Tadeo y yo eramos vecinos, nos llevábamos bien, salíamos a jugar las típicas escondidillas, los encantados, construir casitas y tener clubes secretos, como a los 7 años, cambiamos de casa, pero en el mismo pueblo, de ahí en adelante perdimos completamente el contacto, acudiamos a escuelas diferentes, amigos diferentes, el era un año más grande que yo. Pasaron los años y ni por mínima circunstancia nos volvimos a tratar.
Al llegar a la Capital, y al estar en misma universidad, tocó que de repente nos encontrábamos y pues por cortesía al ver una cara conocida nos saludábamos de Hola y Adiós.
Cierta ocasión salí con unos amigos a tomarnos unas cervezas a un bar al que van mucho los estudiantes porque es barato, me senté en la barra y estaba platicando, diciendo bromas y bailando con algunas de mis amigas que fueron, cuando me siento puse atención a la voz de la persona que tenía a mis espaldas, extrañamente se me hizo conocida, volteé y era Tadeo, el giró casi al mismo tiempo, y me dijo:
– ¡Qué onda wey! le respondí de la misma forma, y cómo todos saben, en la peda (borrachera) todos somos amigos, pues empezamos a brindar, diciendo "salud", luego a hechar fondos, total que ya éramos los mejores amigos otra vez, el venía con otro amigo de la universidad, al que yo también conocía de vista. Y el otro amigo le dijo a Tadeo que tenían que irse a otra fiesta a la que ya estaban invitados. Tadeo me invitó y yo dejando atrás a mis otros amigos acepté. Tadeo siempre ha sido un chavo muy masculino, se le han conocido muchísimas novias, con las que dura años, dado que es guapísimo, tiene una voz muy varonil, se viste con las mejores tendencias de moda masculina, es más bajo que yo, pero tiene un cuerpazo, como quien dice "si para el tráfico".
Pues nos fuímos a la fiesta, era en una casa con montón de universitarios y universitarias, compramos alcohol y estábamos pisteando agusto, de repente salió a la plática que alguien de los que estaba ahí era gay abiertamente, y le estaban diciendo muchas bromas, a las que el entraba gustoso, por eso no me molestó. Al ir pasando el tiempo nos fuímos emborrachando y a mi me estaba gustando mucho el amigo de Tadeo, dado que en Tadeo no pensé jamás en que pudiera ocurrir algo, lo veía la cosa más imposible del mundo, y aparte en una ocasión que el chavo que era gay se fue al baño, lo seguí, lo agarré y le dije a ver putito ven para acá, le agarre la cara, lo jalé hacia mí y le dí un beso como de 15 segundos, me calenté muchísimo, pero como lo hice por desmadre nada más, dado que no me gustaba, lo dejé todo caliente ahí en el baño y me regresé a dónde estaban todos.
Al regresar mis nuevos amigos (Tadeo y su amigo), ya se estaban despidiendo, yo ya estaba súper caliente y pensé que no tenía mucho tiempo para convencer al amigo de Tadeo de hacer algo, así que estaba pensando algo rápido, en eso estaba cuando íbamos saliendo y yo iba atrás de todos, cuando el chavo gay me cierra el camino y me propone que me quedara con él, que le encantaba, que porfavor; lo pensé un momento dado que veía ya lo otro muy imposible, pero lo que mi boca dijo fue, lo siento chavo pero a mi no me gustas, Nos vemos, lo tomé y le di un beso de pico en la boca y me fuí a tomar Taxi con mis cuates.
Yo ya había acordado con Tadeo que me quedaría en su casa, porque la mía quedaba retirada, así que como último recurso, les dije a los dos que si nos tomábamos otras cervezas en casa de Tadeo, a lo que los dos dijeron ¡VA!, pasamos a un auto servicio, compramos un six, y llegamos a la casa y nos pusimos a beber afuera, en plena banqueta, yo iba subiendo la plática de tono y ya estaba sacando trapitos al sol, pero ninguno me daba indicios de que hubieran hecho algo gay, así que estaba perdiendo todas las esperanzas, y las perdí por completo cuando el amigo de Tadeo cayó pedísimo y quedó bien dormido, lo llevamos al cuarto y como todavía quedaban 4 chelas, seguimos tomando con Tadeo, la plática se fue tornando más tierna, recordando la niñez, nuestras vidas, cuando acordé se habían acabado las cervezas y hasta ese momento yo no pensaba en Tadeo de una forma sexosa, o como se le pueda llamar.
Le dije que fuéramos por más chelas a lo que dijo va, pero él ya estaba muy pedo, y como fuímos caminando a mitad del camino se estaba cayendo por lo que hecho un brazo sobre mis hombros, y fue en ese momento que pude sentir sus musculosos brazos sobre mi piel, yo lo iba tomando de la cintura, y también sentí lo duro que tenía el abdomen, me estremecí de placer, tenía toda la noche caliente por culpa de su amiguito, que aquí fue cuando estaba apunto de explotar, pero no me atrevía a hacer nada más por miedo a que me rechazara o algo, así que seguimos en esa posición hasta el auto servicio, al llegar los que atendían estaban dormidos, así que no pudimos comprar más alcohol, nos regresamos de la misma forma y al llegar a la puerta de su casa, dije. ES AHORA O NUNCA.
Le tomé los dos brazos y los puse sobre mis hombros, para esto digo que el estaba plenamente consciente, seguiamos platicando y todo, pero entre risas y platica lo fui acercando a mi, le puse sus brazos sobre mí y quedamos abrazados un buen rato, después el me empezó a apretar con fuerza, lo que me puso súper caliente, en un momento ya nos estabamos tallando cuerpo contra cuerpo, en el abrazo en el que estábamos fundidos, lo único que pensé fue: YA ERES MÍO CHIQUITO, tomé sus manos que estaban abrazando mi espalda con fuerza y las bajé a mis nalgas, que les diré que tengo buen trasero, el empezó a acariciarlas y me aventó hacia un coche, para este momento las risas se habían acabado, eran solo suspiros y jadeos desesperados, el estaba con la cabeza sobre mi cuello dado que es más bajito y levantado su cabeza con mi cara, le fui buscando los labios, para esto el estaba temblando horrores, estaba nerviosísimo, yo igual estaba temblando pero no de nervioso, de caliente, iba a tener uno de los mejores machos de mi lugar de origen, y así moviendo los labios por sus mejillas, por su frente, por fin levantó la cara, y en ese momento, por fin, desde que esta odisea había comenzado, nos vimos directamente a los ojos, sin decir nada nuestros labios se acercaron y comencé a besarle desesperadamente, quería comérmelo entero, rápido, porque temía que en cualquier momento se arrepintiera, le besé el cuello, me tragaba su boca, el hacía lo mismo, mordía mi pecho como loco, mis labios, mis orejas, al igual yo las suyas, para ese momento yo también tenía las manos en su prominente culo, tenía un trasero enorme, se sentía genial tenerlo en mis manos. Y en un instante por el rabillo del ojo veo que se acercan unos faros de coche, por lo que súbitamente nos separamos y quedamos lado al lado los dos jadeando muchísimo, en ese momento pensé que ya había valido madre, que en ese momento razonaría y ya se acabaría todo, pero en cuanto pasó el coche volvió a mi se pegó otra vez como niño a su mamila y nos hundimos de nuevo en el placer de nuestras bocas, que a cómo besa el condenado, ese beso fue más glorioso que el anterior, los oídos me ardían, mi cara estaba al rojo vivo, mis piernas temblaban, hasta ese momento no me acordaba de mi pene, era de esas veces que no necesitas más, que de veras sientes que es amor lo que está pasando, que estás siendo envidiado por los mismos ángeles, pero lo sentí, en ese momento sentí como mi pantalón iba a explotar, como mis 19 cm estaban apunto de reventar mi bragueta.
Me acerqué lentamente a su oído y le dije, vamos a tu cuarto, el totalmente poseído sacó sus llaves y abrió, nos metimos lentamente tomados de la mano, callados porque había más gente en cuartos adjuntos, nos metimos al suyo y el otro amigo se encontraba muertísimo de pedo en una de las dos camas, por lo que no le dimos importancia, pero a mi me calentó muchísimo la idea de que hubiera alguien ahí, para presenciar, aunque fuese indirectamente, este acto de Dioses, lo tomé de nuevo, lo besé, lo acosté en la cama, le quité su camiseta, y oH era mejor de lo que esperaba, pezones rositas, six pack marcado, pectorales bien definidos. Me quité la mía y por fin pude sentir su piel contra la mía, lo abracé nuestros se quemaban uno contra el otro, estando así desabroché su pantalón, bajé con mi lengua experta hacia sus pezones, dure un rato en cada uno, bajé a su abdomen, a su ombligo, y con ayuda de mi nariz me fui hundiendo en su boxer, sentí el aroma de su sexo, era grandioso, olía a hombre, a macho, quité su pantalón de un tirón y bajé el boxer de manera lenta, tiene una verga gruesa, aunque no muy grande, pero su glande es color rosita, perfectamente alineada, completamente apetecible,
La hundí en mi boca de un tirón, y solo le dije, hoy vas a ver como la mama un hombre, chupé, lamí, mordí, como un loco desesperado, el estaba jadeando, casi gritando diciendo que le encantaba, a lo que yo tuve que mover una mano para taparle la boca, por miedo a que alguien nos escuchara, después de un rato bajé a sus gordos y peludos huevos, que se notaba que estaban apunto de explotar, repetí la misma táctica, y tirando una moneda al aire, dejando todo a la suerte, me atreví a bajar a su culo, no podía creer lo cerrado que se sentía ese hoyito tan hermoso, pasé una vez la lengua y Tadeo reaccionó, se asustó y muy despacio me dijo que haces, yo le dije: No te preocupes mi amor, te voy a hacer sentir lo mejor que te hayan hecho sentir, seguimos discutiendo unos momentos, pero yo ya estaba acariciando su hoyito, y el estaba comenzando a ceder, así que sin decir más, le comencé a hacer uno de los mejores besos negros que he hecho, y el otra vez estaba gimiendo de placer, para esto yo le decía que no tratará de contenerce, porque había gente muy cerca, en ese momento yo estaba solo en boxer, me lo quité y empecé a pasar mi pene por su rayita, me dio mucho miedo, era muy grande para su pequeño hoyito, estaba super cerrado y por más que lamía no cedía, por lo que comencé con los dedos, uno fue misión imposible, el me decía que le dolía, que no siguiera, pero yo ya estaba perdido en mi locura, le metí dos y fue mortal, casi lanza un grito, los saqué y volví a ensalibar mis dedos y su ano,
En esta segunda ocasión comenzaron a ceder, ya no recuerdo si gritó o que hacía, poco a poco fui metiendo mi pene y me perdí en eso, en ver como ese culito se estaba tragando mi verga, la metía cada vez más y más, hasta que choqué contra sus nalgas, lo volteé a ver, yo tenía sus piernas en mis hombros, le mire su carita, tenía dos lagrimas, pensé un segundo en declinar, le pregunté: ¿quieres que pare?, el me dijo no, quiero que sigas, nomas despacio porfa, yo le dije claro que si chiquito, y así comencé despacio hasta que su culo cedía un poco, iba aumentado el ritmo, le estaba bombeando duro, mis piernas chocaban con su culo, lo puse de perrito, misionero, le cerraba sus piernas para que su culo cerrara más, estuve como 15 minutos bombeandolo cuando de repente siento contorsiones en mi vientre, sentía que las piernas me iban a fallar y de un instante a otro, le estaba dejando en su culo una de mis mayores corridas, di como 6 chorros, y todavía me seguía saliendo leche, y sin sacar mi pene me incliné sobre su verga, no recuerdo de que forma lo pude hacer, y comencé a mamar esa verga tan chula, cuando en menos de dos minutos siento toda su leche en mi garganta, creo que eyaculó más que yo, tenía la boca llena de semen, pensé que lo regresaría, pero me sabía a gloria.
Me subo y sello nuestro acto con un beso, y así nos quedamos dormidos besándonos.
La mañana siguiente me levanté primero y por miedo a la reacción de él, me cambié y me fuí.
Me atrevo a contar esto porque ayer, después de un año lo encontré caminando en la universidad y como iba con otras personas que yo conozco, o no sé porque, me saludó en coro con los demás, deseen suerte para que sea una señal y vuelva a ocurrir pronto.
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