Reflexiones Sexuales.

Hola, quiero expresar a los lectores de esta página tan especial, una inquietud tengo desde que soy un adolecente, mi nombre no importa, aunque ya he escrito varios relatos vividos por mí y de los cuales he sido protagonista de manera activa y pasiva..
Hola, quiero expresar a los lectores de esta página tan especial, una inquietud tengo desde que soy un adolecente, mi nombre no importa, aunque ya he escrito varios relatos vividos por mí y de los cuales he sido protagonista de manera activa y pasiva.
De la ciudad y sobre todo de la zona donde nací y viví durante casi 20 años, era una zona rural, donde los habitantes la gran mayoría teníamos carencias, el cerro donde nací y me crie no contaba con mucho alumbrado eléctrico en los caminos, algunas casas carecían de todos los servicios y muchas eran solo un cuarto donde dormían todos los miembros de la familia. En nuestro caso era mas holgada la situación, papa siempre se preocupó por darle privacidad a nuestros espacios, ha principio éramos solo mis dos hermanos mayores y yo, papá y mamá dormían en el mismo cuarto, pero separados por una pared de cartón, nosotros no sabíamos cuando ellos tenían relaciones sexuales. Pero en otros ranchos la situación era otra, dormían todos en el mismo cuarto, hembras y varones e incluso los padres y en la misma con algún bebe pequeño y no tan pequeño. Eso hoy para mi deja claro porque era tan precoz el sexo en nuestros tiempos de niños, yo por ejemplo cuando tenia unos 6 años mama me dejaba a cargo de una vecina cuando tenia alguna tarea en la calle, mis hermanos mayores estaban en edad escolar y papa trabajaba todo el día.
Una mañana mi mama me dejo donde aquella vecina y como aun no eran las 8:00 am, la señora me mando a acostarme con uno de sus hijos que aun dormía, recuerdo que se llamaba Eduardo, yo hice caso, pase al cuarto y me metí en la cama de Eduardo, comencé a tener sueño y me dormí, Eduardo tenía unos trece años, flaco muy alto para comparar conmigo, cuando ya estaba dormido comencé a sentir que me bajaban el short y el interior y que me sobaban las nalgas y luego sentí algo en la entrada de mi culo, aquello me hizo despertar, era Eduardo que estaba excitado y ya tenía su pene en mi agujero, cuando hice movimiento para saber que tenía atrás, el me tapó la boca y sujeto mis manos y en voz baja me dijo al oído, quédate quieto que te va a gustar, recuerdo que mi corazón se quería salir de mi pecho, dicho aquello Eduardo comenzó a empujar hacia dentro de mi culito virgen, aquello me dolió un poco, pero me gusto y me quede quieto, el siguió su trabajo de penetrar y logro meter su verga en mi culo, solté unas lágrimas y seguí aguantando, Eduardo al ver mi aceptación, comenzó su mete y saca, primero poco a poco, mi culito me ardía y a la vez me gustaba, cuando ya tenía rato con su mete y saca lento, fue acelerando sus embestidas hasta que sentí algo caliente dentro de mis tripas, había llegado, me abrazo y nos quedamos así un buen rato, hasta que se le bajo la hinchazón de su palo, me lo saco se limpió y limpio mi rajita y seguimos durmiendo. Cuando nos levantamos yo tenía ganas de hacer pupú, el mismo me llevo al baño, espero a que terminara y me lavo y me seco, ese era trabajo de su mama, imagino que lo hizo para que su mama no notara lo que había botado de mi culo. Eso se repitió varias veces, mientras yo no iba a la escuela y si mama me dejaba a cargo de su mamá, fueron pocas veces.
Cuando ya yo tuve conciencia de lo que era coger, tendría unos 9 o 10 años, cuando jugábamos con las niñas del barrio, uno no perdía la oportunidad de tantear el terreno, jugando rozábamos a las niñas y a los niños por sus partes íntimas, si se dejaban y les gustaba, esa era la próxima víctima, así vivimos incluso hasta grandes, yo perdí la cuenta de cuantas veces metí dedos en las cuquitas a las niñas, dedos a los niños y cuantas veces me cogí a cada niña y niño que se dejaban, también debo reconocer que en muchas oportunidades era sodomizado por algún amigo o algún nuevo que llegara al barrio, algunas veces eran ellas y ellos los que proponían los encuentros y precisamente se trataba de aquellos que Vivian y dormían en los mismos espacios que sus padres.