REGRESÉ
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por xalpas.
Regresé
Llegue a casa directo al baño, mi cuerpo a aceite, a pecado, a sexo, a semen, ¡olía a él! Necesitaba un baño urgente quitarme esos olores, esa sensación, quería quitarme todo rastro, estar limpio, olvidar todo, pensar que nada había sucedido.
La realidad era otra, al desnudarme note húmeda mi ropa interior, de mi culo seguía brotando su semen y sangre, prueba inequívoca que no había sido un mal sueño y que todo era una cruda realidad, que agua y jabón eliminarían de mi ropa pero no de mi mente ni de mi cuerpo, abrí la llave del agua, espere que saliera caliente y entre en ella con mi ropa interior para lavarla, mientras esperaba contemplaba la mancha de humedad me hizo recordar todo, vergüenza, humillación, dolor no cansaba de decirme lo tonto que había sido, que nunca debió de haber sucedido y que nunca jamás volvería a suceder.
Una fuerza extraña me hizo acercar mi ropa a mi nariz su aroma me embriago de nueva cuenta, la acerque mas y volví a aspirar, una nueva ola de recuerdos golpeo mi mente, el placer, excitación, satisfacción borraban los recuerdos anteriores.
Saque mi lengua y lamí mi ropa interior, su viscosidad y sabor fueron el detonante la metí en mi boca y la mantuve ahí hasta quitarle todo el sabor, reviví todo lo experimentado mi pene creció, me masturbe eyaculando una gran cantidad de semen que cayó en el piso lejos del área que mojaba la regadera, retiré de mi boca mi ahora desabrida ropa interior me puse en cuatro y me puse a limpiar con mi lengua todo lo manchado, sabía que no estaba, nadie me veía y nadie se lo iba a contar, pero sentía la necesidad de complacerlo, aun en su ausencia.
Los siguientes días fueron normales, novia, familia, compromisos, deporte, etc.
, la mayor parte del tiempo no recordaba lo sucedido pero al final de la jornada, aun después de una placentera sesión de sexo con mi novia, estando solo en la cama me venia a la mente y terminaba haciéndome una paja.
Mis pajas anteriores habían sido pensando en mujeres, penetrando mujeres, terminando en su cuerpo, llenándolas de mi semen, haciéndolas gritar de placer, pero desde ese día, no me llenaban esos pensamientos y para tener un verdadero final feliz invariablemente era pensando en la experiencia vivida.
Yo acostumbraba a jugar los Lunes, Miércoles y Viernes por la noche dos horas a partir de las 19:00 horas y el Lunes y Miércoles no fueron la excepción misma hora mismo lugar y casi los mismos contrincantes, todo normal pero el gusano seguía lucubrando en mi mente, llegó el viernes y todo parecía que sería normal no tenia pensado romper la rutina, llegue a la cancha y uno de los habituales había llegado con invitados que lo fueron a visitar, el número de participantes era demasiado por lo que decidí retirarme e irme a casa, iba en camino cuando recordé el nuevo deportivo, gire para allá y llegue a buena hora todavía, llegue a la cancha y había jugadores, todo perfecto, tres partidos, ganado, perdido, ganado y todo terminado, fui al vestidor un vapor, un baño y a casa.
Después de unos minutos en el vapor sacando las toxinas de la semana, el baño con agua fría me hizo reaccionar, me sequé, ajuste la toalla a mi cintura y me dirigí al vestidor.
– Buenas noches, otra vez por acá
Gire la cabeza en dirección a la voz, era él.
– Buenas noches.
¿cómo ha estado?
– Bien gracias, tu que tal ¿ya te retiras, no gustas un masaje de relajación?
– Si me visto y me retiro, gracias en otra ocasión aceptaré la oferta
– ¿Tienes compromiso?
– No, noche libre, solo que ya es tarde y supongo que ya termino su jornada y no quisiera ser imprudente.
– Acaba de terminar, pero siempre es estimulante atender a un cliente
– No se, considero que es inoportuno hacerlo regresaría
– Para nada todo lo contrario, todo es mas tranquilo ya que nadie interrumpiría
– Uhmmm, deja lo pienso
– No lo pienses acepta, veras como será mas relajante, agradable y profundo que el anterior, terminarás mas… relajado que la vez anterior te iras completamente lleno… de satisfacción a casa.
– Ok, acepto.
– Sígueme
Lo seguí, abrió, entramos, prendio unas luces y cerro la puerta poniendo nuevamente seguro
– Para que no nos interrumpan
– Si esta bien
Compuso la mesa de masaje y me pidió que me subiera en ella “boca abajo”, lo hice sin quitarme la toalla que llevaba en la cintura, mientras tanto el se descalzo, quito la playera y pantalón, quedando desnudo completamente, tomo un frasco con aceite y se acerco a la mesa, tomo mi toalla y la quito de un jalón
– Ya nos conocemos, no es necesario taparse
– Esta bien.
Puso aceite sobre sus manos las froto y comenzó por mi cabeza, suavemente froto mi pelo, metiendo por momentos sus dedos en mis orejas, lo que me daba placenteras sensaciones, paso al cuello y a mis hombros.
– ¿No habías venido?
– No, juego en otra cancha pero hoy estaba llena, por eso vine para acá
– Uhmmm, lastima, pensé que habías regresado por un masaje ¿No te gusto como te atendí?
– Si, fue de mi agrado, solo que ya tengo varios años jugando allá.
– Tendré que esforzarme mas en este masaje para que regreses mas a menudo
– No es necesario la verdad lo disfrute mucho.
(disfrutar creo que no fue la palabra correcta)
– Uhmmmm lo disfrutaste entonces, que bueno me quitas un peso de encima, pensé que no había sido de tu agrado y que ya no regresarías.
– Si lo disfrute, pero fue algo nuevo para mi
– Lo se me gusto haber sido el primero en tu vida
– No se si pudiera decir lo mismo, era algo que no pasaba por mi mente ni remotamente
– Pero lo disfrutaste y si me das oportunidad hoy será mejor que la ves anteriores
– Verás que si, solo dejate llevar y disfruta de todo.
– Ok, pero si me duele en algún momento paras por favor.
– No te lo prometo, solo te puedo garantizar que sentirás mas placer que la vez anterior.
Sus manos recorrían ya mi espalda desde los hombros hasta los glúteos, haciendo poniendo especial atención en esta zona separando en cada pasada mis nalgas y rosando “sin querer” un agujero trasero, mi excitación iba en aumento y esto no escapa, dejo caer un poco de aceite en medio de mis nalgas llegando rápidamente a mi ano y continuando su camino hacia mi escroto, con un dedo recogió un poco y comenzó a hacer círculos al rededor de mi culo, con su otra mano giro mi cabeza a un lado, acercándose me dijo al oído.
– ¿Quieres ser mi puta?
– Estas loco, como crees
– Tu culo dice que si
Presiono un poco penetrando mi culo con la punta de su dedo, no mas de una falange tenia insertada en mi culo, gemí y mi culo que en un principio se cerro ante el invasor ahora aflojaba y apretaba acobijando al invasor.
– Tu culo tiene hambre, yo tengo carne y leche ¿Le doy de comer?
– No, por favor así esta bien.
Penetro un poco mas, lo estuvo girando y poco a poco comenzó a retirar al osado invasor, una sensación de vacío me empezó a invadir, mi ano se cerro en vano intento de que no saliera y mis nalgas recularon, pero todo había sido inútil, el invasor había salido, continuo con su masaje, rozando cada vez menos mis zonas erógenas, pero mi calentura no cedía, quería mas necesitaba al invasor pero me negaba a reconocerlo y pedirlo.
Lleve mi mano a su pene, lo tome estaba semierecto, lo acaricie con la esperanza de que su dedo regresara a mi culo, el siguió con su masaje sin exclamación alguna, su verga comenzó a cobrar dureza en mi mano, pero por poco tiempo continuo con su masaje dejando a mi mano también vacía.
Su manos llegaron a mis pantorrillas, yo las abrí un poco ofreciéndome, pero el las junto, un poco rechazándome, sus manos subían por el interior de mis piernas hasta el nacimiento de mis nalgas y bajaban por el lado exterior, yo volvía a separarlas ligeramente y el a volverlas a cerrar, este juego me estaba matando.
– Quiero, exclamen suavemente
Continuo su labor como si no hubiese escuchado nada
– Quiero, exclame un poco mas fuerte
– ¿Que quieres? Sin dejar su labor
– Ser su puta, susurré
– ¿No te escucho?
– ¡Quiero ser su puta!, exclame a punto de gritar.
Abrí mis piernas lo mas que podía para sostener con el culo lo que mi boca acababa de pronunciar, ya no las cerró, llevó ambas manos hasta arriba y con sus dos dedos pulgares empezó a frotar mi culo, un placentero uhmm salio de mi boca, lo había convencido, estaba feliz, ágilmente se subió a la mesa en medio de mis piernas, sus manos abandonaron mis nalgas y se deslizaron por mi espalda sosteniendo su cuerpo que poco a poco se iba pegando al mio, su palpitante miembro se deslizo entre mis gluteos que yo levantaba buscando su encuentro, su pecho toco mi espalda y su boca llegó a mi oreja su húmeda y caliente lengua la penetró, haciéndome gemir de placer.
– ¿Quieres ser mi puta?
– Si, si quiero se su puta
– ¿Quieres que te llene el culo?
– Si por favor llénelo.
– ¿Quieres que te rompa el culo?
– No señor, duele mucho, solo llénelo pero no lo rompa por favor
– Mis putas no me dicen que no.
– Perdón señor pero es que duele mucho
Sentí como se empezaba a retirar de mi, su cuerpo dejaba de oprimir el mio una corriente de aire refrescaba mi espalda al retirar su caliente pecho.
– ¡No señor!
– ¿No señor que?
– No se vaya señor, soy su puta, no se vaya señor
– ¿Estas segura puta, no me gusta jugar y ya me hiciste enojar?
– Si señor, soy su puta rómpame el culo por favor.
– Lo haré mas fuerte que la vez pasada porque estoy molesto, muy molesto puta.
– Perdón señor, no quise hacerlo, solo es que me dolió mucho la primera vez.
– Por puta, a las putas como tu les debe de doler y tu eres una simple puta.
Se hinco, me tomo de las caderas y me levanto el culo, lo puso a la altura de su miembro.
– ¡Ya sabes que hacer, ofréceme tu culo puta!
Lleve mis manos a mis nalgas separándolas lo mas posible.
– Señor le ofrezco mi culo para que lo use a su antojo.
Colocó la punta en la entrada de mi orificio, y comenzó a penetrar suave pero firmemente, poco a poco iba cediendo mi culo y avanzando el intruso, tan pronto el camino estaba asegurado, de un solo golpe metió todo su estoque.
– ¡Ayyyyyyyyyyyyyyy!, grite fuertemente
– Calla puta
Mis gritos de dolor no cesaban, no podía zafarme, estaba firmemente sujeto por sus fuertes brazos, solo podía llorar y gritar, el dolor no cesaba, afortunadamente el no se movía, me tenia bien sujeto sin moverse un ápice, dando tiempo a que mi culo se acostumbrara al invasor, lentamente el dolor fue cediendo, callé mis gritos y mis lágrimas cesaron, note que algo caliente resbalaba por mis muslos, llevé una mano, me alarme al verla con sangre.
– Me rompió el culo
– Tal como me lo pediste puta, relajate, ya esta pasando el dolor, no tardaras en pedirme mas.
– No señor por favor sáquela me esta partiendo en dos
– No olvides que me ofreciste el culo para usarlo a mi antojo, se me antojó romperlo.
– Señor por favor ya lo hizo, sáquela por lo que mas quiera.
– Si la saco no la volveré a meter, la saco y te largas de acá puta llorona.
Lentamente de manera casi imperceptible se empezó a retirar y con el el alivio empezó a llegar, muy lentamente mi culo empezaba a descansar de ese terrible invasor, poco a poco iba saliendo dejando una sensación de alivio y de vacío, ¿vacío? ¿No es posible hace unos instantes sentía que me partía en dos y ahora me siento vacío? ¿Que me pasa? Mi cabeza era un mar de confusiones, no soy puto, mucho menos puta, no estoy a sus órdenes, que se acabe esto de una buena vez, su retirara era franca y mis pensamientos confusos.
– Señor
– Que pasa puta, ya no llores casi la saco toda
– Señor
– Aguanta puta ya falta poco
– Señor ¡No la saque se lo suplico!
Retrocedí mi cuerpo buscando al intruso que se retiraba, no era puto pero lo necesitaba, no era puta pero quería sentirlo en mis entrañas, no estaba a sus órdenes, pero lo obedecería ciegamente.
– ¿Que quieres puta?
– No quierooooooooo que la saque señor, la quiero toda adentro
– No puta ya me tienes cansado con tus niñerías
– Nooooooooooooo señor se lo supliiiiiiiiiico, hágame suya
Puso mis manos a ambos lados de mis nalgas, entendí, las abrí y él agarrándome por la cintura volvió a penetrarme hasta el fondo.
– Ayyyyyyyyyyyy volví a gritar
– ¿Que pasa puta, la saco?
– Me duele señor, pero no la saque por favor, se lo suplico, soy su puta, no la saque
– Bien dicho puta, eres mi puta y cada vez te haré mas puta.
– Si señor lo que usted me pida, me duele pero no la saque por favor
– Te rompí el culo puta, estas sangrando, ¿no quieres que la saque?
– No señor quiero complacerlo, soy su puta y si para complacerlo me debe de doler y debo de sangrar lo haré señor.
Llevo su dedo a mis muslos y recogió la sangre que tenia en ellos y lo llevo a mi boca.
– Lame puta
Me aplique a ello, lo lamí imaginando que lamia su pene, lo besé, lamí, chupe, adore como si mi vida dependiera de ello.
– Eres una puta en toda la extensión de la palabra
– No señor no lo soy (rastros de cordura existían todavía en mi)
– Si lo eres, no lo quieres reconocer pero lo eres, mira como mueves las nalgas, como devoras mi dedo, solo las grandes putas se esmeran tanto.
– No lo soy señor, no se que me pasa con usted, nunca me había pasado nada igual.
– Siempre has sido una puta, solo que no habías encontrado un macho, yo soy un macho y tu eres una puta, mi puta ya nada será igual para ti.
– No se señor
– Ya lo sabrás puta, a partir de que te hice mía piensas en verga no en vergas en verga en mi verga, en la verga que te rompió el culo por primera vez ¿o no es así?
– Si señor no he podido dejar de pensar en su verga, pero he estado con mi novia, hemos hecho el amor y todo es normal.
– Si pero cuando no estas con ella, cuando estas solo, cuando te masturbas ¿piensas en ella o en mi verga?
– En su verga señor, desde que me rompió el culo, desde que me hizo suya solo pienso en su verga señor.
– Lo ves eres puta, pero no lo sabías, pero ahora ya lo sabes, yo soy tu macho y tu mi puta cada vez te haré mas puta y cada vez lo disfrutarás mas ya lo veras.
– Soy su puta señor lo obedeceré en todo quiero hacerlo feliz.
– Lo se puta, desde que te vi hace una semana sabía que había conseguido una excelente puta para mi.
– Gracias señooooooooooooooooooooooor
Otra vez me había venido sin tocarme, no había dejado de lamer su dedo y de mover el culo durante todo este tiempo, el solo acompasaba el movimiento domándome con una mano en mi cabello y la otra en mi boca.
– Lo vez puta, te vienes sola, nadie ha tocado tu tripita y ya broto tu lechita, tendrás que aprender a que primero termino yo y después si te doy permiso terminas tu, ya lo iras aprendiendo.
– Siiiiiiiiii señooooooooooooooor, lo que usted me diga.
Me relaje un poco después de haber terminado, pero el en seguida tomo control de la situación, llevo sus manos a mi cintura y continuó penetrándome a su ritmo, no recuerdo cuanto tiempo continuo, se pierde fácilmente la noción del tiempo cuando el placer es inmenso, sacó su mástil de mi cuerpo, la sensación de vacío no tardo en aparecer y se bajo de la mesa.
– Hincate puta.
No se lo hice repetir, me imaginaba lo que venía, me hinque frente de el su palpitante verga estaba a escasos centímetros de mi cara, nunca me había fijado en un pene, los había visto pero nunca me habían llamado la atención, sin embargo este era diferente me atraía era grande, duro, palpitante no era enorme pero distaba mucho de ser pequeño algo mas grande y grueso que el mio pero no una enormidad estaba contemplándolo con verdadera adoración, su aroma invadía mi olfato y su precum no escapaba a mi vista, su orden me hizo volver despertar de mi ensoñación.
– Bien puta, las manos atrás, ahí las mantienes hasta nueva orden o te levantas y te vas puta.
– No señor, las mantendré atrás no me quiero ir sin complacerlo señor.
– Aprendes rápido perra, veamos si es cierto, ¡abre la boca!
Lo hice al instante, acercó su fierro a mi boca, sangre, aceite y precum lo cubrían, sin mas cortapisas lo introdujo en mi boca y rápidamente llegó al fondo de mi garganta y faltaba un buen pedazo por meter,
– uhmmmm
– ¿te gusta puta?
– uhmmmmmmmmm
Lo retiro un poco y fui tras el, no quería que abandonara mi boca, repentinamente volvió a embestir y al ir yo tras el la penetración fue mas fuerte y profunda, llegando a lastimar, pero antes de que pudiera quejarme se empezó a retirar y yo en pos del dulce manjar, la escena se repitió una vez mas y continuo así hasta que su pubis toco mi nariz, toda la extensión de su verga estaba dentro de mi boca y continuaba hasta mi garganta, me producía arcadas pero ya las controlaba, no quería que se saliera de mi boca, la quería toda dentro de mi.
– Que buena puta has salido, te la tragaste toda
– uhmmmm
Llevo sus manos a mi cabeza y empezó a cogerme, prácticamente a violarme, con un ritmo feroz entraba y salia de mi boca buscando su placer sin importale si me lastimaba, solo detenía un momento su frenético mete y saca estando su mástil hasta el fondo de mi ser y su pubis tan pegado a mi que me era imposible respirar, la sensación de falta de aire llegaba a niveles alarmantes y cuando pensaba que perdería el conocimiento se retiraba un poco momento que yo usaba para respirar profundamente intentando recuperar la vida que ya daba por perdida, continuo con su cogida/violación mucho tiempo mas, hasta que las palpitaciones de su verga y lo agitado de su respiración anunciaban que pronto culminaría, el primer chorro de semen caliente llegó a mi estómago estaba su verga tan dentro de mi que nada detuvo su avance, la sacó y el segundo latigazo callo en el fondo de mi boca, buena parte de el se fue directo a la garganta y de ahí a mi hambriento estómago, para el tercer lechazo ya solo tenia la punta de su verga en mi boca, por lo que cayo toda dentro de mi boca, el siguiente lechazo también fue directo a mi boca que se lleno y se empezaba a salir su elixir por la comisura de mis labios, la saco y los siguientes fueron directo a mi cara, dos o tres lechazos mas de menor cantidad y fuerza pero que llenaron mi cara con su marca de leche, tomo su verga que empezaba a perder su dureza y como si de una brocha se tratara pinto todo mi rostro con su semen esparciéndolo completamente.
– Ufff, que buena puta eres, todavía un poco llorona e indecisa, pero mejorarás, tienes mucho potencial como puta.
Asentí con la cabeza tenia la boca llena de su preciado líquido, tenía la boca llena, su sabor era muy agradable, pensé en un momento escupirlo, pero le estaba agarrando gusto y cada segundo que pasaba deseaba saborearlos por mas tiempo, como a una goma de mascar, tenerlo en mi boca mientras tuviera sabor.
– ¿A la puta le gusta mi semen?
Volví asentir con la cabeza.
– ¿Lo quieres escupir puta?
Rápidamente negué con la cabeza, no podía escupir ese manjar.
– Pero nos tenemos que ir puta, vete vistiendo, no te limpies la cara ni te tragues mi semen, dormirás con mi leche en tu cara y en la boca.
– Felizmente asentí.
Nos vestimos y salimos del deportivo, en el estacionamiento cada quien se fue a su auto.
Te veo pronto
Otra vez asentí muy feliz.
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