REGRESO A LOS BAÑOS DE VAPOR
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Alonso70.
Aunque sé que ahí me puedo bañar muy bien, acostumbro llegar muy limpio siempre que sé que voy a tener sexo, así que lo hago en casa, porque no solo me baño si no que me lavo el culito por dentro con un dildo largo y delgadito y un shampoo de frutitas que hace que el culito me huela muy rico, además reviso mi depilado y llevo una tanguita para meterme así a la sala de vapor que es un cuarto como de 6X6 metros, y tiene alrededor una banca de concreto y azulejo en donde varios se sientan a esperar su aventura, pedí permiso en la oficina para no ir a trabajar, llegue por ahí de las 10 am, había solo tres parroquianos, porque lo que fácilmente me quite la sabana que te dan al entrar y que traía atada a mi cintura, y la puse sobre una sección de la banca de concreto, y en vez de sentarme a esperar me acosté boca abajo solo con una tanguita blanca, el cuarto no tiene iluminación y solo se filtra la luz de afuera de los acrílicos translucidos, por lo que la iluminación es escasa, a eso hay que agregarle que con el vapor difícilmente puedes verle la cara a alguien salve que este prácticamente junto a ti, estaba acostado cerca de la puerta así que podía ver la silueta de quien entrara o saliera del vapor, estuve recostado como 10 minutos relajándome con el calorcito sin que pasara nada, de repente sentí el roce de una mano tratando de tocar los dedos de mis pies, no dije nada y por el contrario abrí mis piernas para que pudiera verme bien el culo enmarcado en esa tanga blanca, mis piernas y en general todo mi cuerpo está completamente depilado así que con el vapor se ve como si me acabara de untar aceite en el cuerpo, deje que tomara más confianza y tímidamente fue subiendo poco a poco por mis piernas hasta tocar plenamente mis dos nalgas, para después meter uno de sus dedos en mi culo,
respondí a su caricia, volteándome dejando que pusiera su verga a la altura de mi cara, sin levantarme seguí acostado solo que boca arriba con la verga de ese extraño en mi boca, era un tipo güero, con una verga muy delgada pero larga muy larga y aunque fácilmente me llegaba al fondo de mi garganta no me lastimaba por lo delgada que era, el seguía picándome el culo con uno de sus dedos a veces metía dos, así estuvimos un buen rato sin que nadie se acercar a nosotros, y cuando alguien lo hizo, el tipo se cohibió y bruscamente me separo de él, dejándome muy excitada y caliente, se hizo el disimulado mientras el otro tipo solo paso de largo, estuve así diez minutos más esperando a que el güero volviera a terminar lo que empezó, pero se salió del vapor y ya no vi que regresara seguramente se salió del local o había dado por terminada su visita.
Decidí entonces salir a refrescarme un poco a las regaderas, solo había un tipo ocupando una, al parecer iba llegando ya que se estaba enjabonando para entrar al vapor, yo no le di importancia, y me quite la toalla me pare en la plataforma de la regadera y empezó a salir el agua que cubría mi cuerpo, tome mi jabón y empecé a enjabonarme toda, sentí la mirada del tipo, y al voltear no me equivoque, me miraba de manera lujuriosa seguramente por que entre a la regadera con la tanga puesta, y al clavar la mirada en su pene pude ver una verga hermosa, gorda, morena, grade y cabezona que conforme se la frotaba le empezaba a crecer mas y mas, sin poderme contener, pase mi lengua por encima de mis labios como si me saboreara ese delicioso caramelo antes de comérmelo, él entendió, y sutilmente volví a encaminarme al vapor, sabiendo que detrás de mi venia él, hice lo mismo, me recosté en la banca con el culo hacia arriba, y él llego a sentarse del lado de mis pies, no pasaron ni diez segundos y sentí sus manotas masajeando mis pantorrillas luego mis piernas para después estar apretando mis nalgas, luego las abrió y hundió su cara en mi culo haciendo que parara la cola y gimiera como una putita.
Haaaa que rico le dije, él no dijo nada siguió comiéndose mi culo por unos minutos más, hasta que se levanto y se puso a la altura de mi cara, pude ver esa verga en todo su esplendor, quede maravillada, ¡Qué bonita! le dije y acto seguido la metí en mi boca, con mi legua lamia y hacia círculos en su cabecita, para después recorrerla desde la punta a la base sin meterla en mi boca solo con mi lengua, luego bajaba y lamia esos huevotes negros y robustos, mmmm que delicia, que se antojaban llenos de leche, me sentía en la gloria, otro tipo más se sentó junto a nosotros pero a diferencia de mi primer hombre del día, este no se intimido, y siguió metiendo su verga en mi boca, esta vez tomándome de la cabeza controlando las embestidas, llego hasta mi campanilla, los ojos me lagrimeaban y sentía que de un momento a otro podía vomitar, pero que rayos estaba riquísima esa vergota y quería disfrutarla, de repente me levanto, hizo que pusiera mis dos manos sobre la banca y quedara empinada frente a él dándole la espalda, después puso su enorme verga en la entrada de mi culo y la empezó a tallar en mi rayita, sentía riquísimo, pero aunque sentía delicioso jamás permito que me penetren extraños sin condón, por lo que suplicando voltee y le dije: ¡Por favor papi ponte un condón! Él tomo mi cara con sus manos y besándome en la boca se separo y me dijo: Solo déjame tallarme en tu culo mami, no te la meto.
No le dije nada, pare mas mis nalgas ofreciéndome a él que seguía restregando su enorme trozo de carne en la entrada de mi culo, estaba al borde de la lujuria, casi por perder la voluntad, hasta que no se por que lo hice pero yo misma dirigí su verga en mi hoyito y me hice para atrás enterrándome la punta para después sentirla toda por completo en mi ano.
¡Que deliciaaa, que rica la tienes papacito!, ¡Que vergota, me llenas toda!, él tampoco se opuso a tenerme ensartada, y tomando mi cintura empezó a bombearme violentamente, mis gritos y gemidos se hicieron más fuertes y obvios
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– Haaaay Haaay que dura esta, que rico me rompes el culo amor, la tienes riquísima, no pares por favor, no pares, cógeme rico asiiii asiiiii hooo que vergotaaaaa
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-¿Te gusta mami? Se ve que te encanta la verga, desde que te vi en la regadera supe que eras una puta, gime putaaa suplicame que te la metaaa, ¿Te gusta ser mi puta?
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– Siiii siiii me encanta ser tu putaaa, asiiii usame asiiii ¡Que ricooo cabron, que rico me coges!
El tipo que estaba sentado junto a mi, separo mis manos de la banca para ponerse frente a mi, y con una de sus manos dirigió mi cabeza a su verga, era de tamaño normal, y por un momento ese tipo hizo que me callara, al mismo tiempo sentí como mi cogedor en turno me nalgueaba violentamente haciendo que mis gritos se escucharan en todo el cuarto de vapor y quizás afuera también, aunque de vez en cuando me sacaba el pene que tenia en la boca para decirle a mi negrito lo rico que me hacía sentir con su vergota, aunque muy caliente por la deliciosa cogida que me estaban dando, me preocupaba la osadía que acababa de cometer, así que suplicante le dije a mi negrito.
– Por favor papacito, no te vayas a venir dentro de mi.
Creí que haría caso omiso, pero tomando mi cabeza con una de sus manotas me volteo y me dijo al oído.
– No te preocupes putita cuando sienta que me voy a venir te lo saco y te los hecho en las nalgas.
Eso definitivamente me prendió mas, y moviendo mis caderas en circulo y apretando mi esfínter trate de hacerlo terminar, pero seguía bombeándome el culo como si nada, para ese momento ya teníamos publico viéndonos, pude distinguir a dos tipos que estaban parados junto a él, tocándome y masturbándose y dos más de mi lado pasaban sus manos por mi piel desnuda, recorrían mis piernas mi espalda y mis nalgas, y eso lejos de molestarme me prendía aun mas, acelere mis movimientos y quizás eso fue lo que motivo también a que mi negrito sujetara fuerte mis nalgas y gritándome: ¡ Ya Mami yaaaa, me voy a venir! Apenas y se salió y sentí su leche caliente en mi espalda, después en mis nalgas, y después su verga dándome golpecitos en las nalgas, embarrándome su néctar, el otro tipo tampoco aguanto y saliéndose de mi boca me los hecho en la cara, yo solo cerré los ojos y sentía leche por todas partes, ya que mas de dos de los cuatro tipos que estaban de pie también se vinieron en mi cuerpo, sentí las proyecciones de su esperma escurriendo por mi piel, apenas y me senté y le pedí a mi negrito me diera su maravillosa verga para limpiársela con mi boca, se puso de pie frente a mí y gustoso acepto, la metí recorriendo con mi lengua cada milímetro de esa maravilla que poco a poco perdía su majestuosa erección, así la tuve hasta que la deje limpia, los demás se alejaron y nos quedamos sentados, hasta ese momento me di cuenta que no traía ya mi tanguita, no supe cuando fue que la perdí, pero ya no la traía, trate de ver quien la había tomado y empecé a buscar, y entonces mostrándomela me pregunto: ¿Buscabas esto? lo mire y tome mi tanga y le dije: .
-Si, ¿En qué momento me la quitaste?
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-Vaya que estabas caliente, ¿No te diste cuenta que fue cuando te voltee y te empine en la banca? Cuando me empecé a tallar en tus nalgas te la baje, ¿De verdad no te diste cuenta?
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– No, estaba tan absorta en tu verga que se me olvido todo, sentía riquísimo como me estabas cogiendo, hace mucho que no me sentía así, gracias ha sido una de las mejores cogidas que me han dado en la vida.
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– No te creo pero fue un placer, eres una putita divina, mamas riquísimo y te mueves mejor, además tienes un cuerpo muy bonito, si no fuera por el pene, técnicamente serias una chica.
Nos acurrucamos un rato hasta que la respiración de ambos se estabilizo, después se despidió, me dijo que estuviera tranquilo que era un tipo sano y que esperaba que yo también lo fuera, intercambiamos teléfonos para estar en contacto y nos despedimos.
La mañana de hoy está igual a la de ayer, ya no puedo faltar otra vez al trabajo, pero igual que ayer se antoja estar calientito sintiendo el calorcito del vapor en mi piel desnuda y si además hay uno o más hombres disfrutando conmigo.
¡Que mejor!
Aly
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