Relato 001: Mi vecino (gaymercolima)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por gaymercolima01.
Hola, soy un chavo natal de la ciudad de Colima, MÉX. Tengo actualmente 19 años. Soy moreno, de complexión normal (ni flaco, gordo ni marcado/musculoso), estatura normal, cabello y ojos negros. Esto que les contaré paso hace casi 7 años, cuando yo iba en la secundaria.
En mi secundaria estudiaba un muchacho guapo, de piel blanca, complexión fornida (de esos gordibuenos fornidos que no están marcados pero no son gordos) y es súper varonil (hasta la fecha porque es mi vecino y aún lo contemplo), en esos tiempos yo ya había escuchado rumores de que él cogía jotos ("mayate"); era evidente que ese macho me excitaba bastante. En esos tiempos recién brotaba mi gusto por los hombres y era claro que, como era tiempos de secundaria, la calentura estaba a flor de piel.
Ese chavo, además de ser mi compañero de clases es mi amigo y mi vecino, por respeto a él no diré su nombre pero le pondremos "Fernando". Bueno, para no hacérselas tan larga. Un día, fui al ciber de por mi Colonia (en aquellos tiempos no tenía Internet) y ahí me encontré a Fernando, él estaba sentado hasta el último servidor y todas las computadoras estaban llenas. Tomé un banquito y me senté a un lado de él, después de un rato de ver cómo indagaba por Internet y revisaba su MetroFlog, vi que tenía una ventana oculta que era de pornografía, le pedí que la abriera, él sin pensarlo dos veces la abrió y comenzó a poner videos. Era pornografía heterosexual, obviamente. Yo, como aún era virgen, le preguntaba cosas de los videos, por ejemplo: "¿Apoco le entra toda?" "¿No les duele?", y cosas por el estilo (un poco tonto yo la verdad jaja). La temperatura subía y comencé a ver su bulto, el abrió sus piernas, me miro y con la mirada me indicó que lo tocará, le comencé a agarrar por encima de su short y a jugar con él. Al poco rato le dije: "¿Te la mamó?" A lo que él sorprendido respondió: "¿Aquí?". Y le dije: "Si, mira… hago como que se me calló algo al suelo, me agachó a recogerlo y te la mamo". Él accedió, se bajo su short y pude ver su puberta verga en crecimiento; erecta, dura como una piedra, como era de piel clara su verga era del mismo color, no circunsidada, con pequeños vellos en crecimiento, de tamaño normal (15-16 cm) y un grosos normal (lo que agarra mi mano). Al ver semejante obra de arte, comenzó el acto. No se la mamé mucho tiempo, fuero escasos minutos.
Calientes los dos, decidimos salir del ciber, a fuera me dijo: "Ve a donde tengo los caballos, estará la puerta abierta, te metes y ahí le continuamos" (él tenía amistades con caballos y tenía unos en una casa abandonada por nuestra cuadra).
Y sin pensarlo dos veces, deje que él se fuera primero y yo después de él. Al llegar a la casa, efectivamente, la puerta estaba entreabierta. Tímido yo (era mi primera vez con un hombre) entré y sin darme cuenta, él ya se encontraba con los pantalones abajo recostado en el suelo con un costal abajo de él. Cuando los dos cruzamos miradas él dijo: "Ven sírvete, esta calientita". Me acerqué a él y comencé a devorarme ese trozo suculento que comenzaba a supurar presemen. Tenía un sabor salado pero conforme pasaba el rato me encantaba su sabor. Mamaba la verga como loco, él solo gemía. Yo sabía que él era más experto sexual que yo, él había tenido novias y siempre contaba que cogía, era todo un Don Juan, y pues yo, era mi primera vez. Pero aún así veía que lo disfrutaba aunque yo mamará como un tonto (a comparación de hoy en día). Mientras yo le mamaba la verga y jugaba con su prepucio con mi lengua, él se sentó y me comenzó a agarrar el culo, lo frotaba al grado de bajarme el short y comenzarme a rozar con sus dedos.
Estaba que estallaba de la excitación. Después de unos minutos, comienza a introducir sus dedos. Yo temeroso me detuve, me levanté y le dije que me daba miedo por el dolor. A lo que él me respondió: "Tranquilo, por eso comenzaré dedo por dedo para diltarlo, que se moje y ahora si, darte lo que quieres chiquito". Confié en él, seguí mamando, él comenzó a introducir su grueso dedo, dediaba lentamente y yo me sentía en el cielo. Y sin darme cuenta, tenía tres dedos de él dentro de mi. Él se levantó y me dijo que ya estaba yo listo para resivirlo, se puso atrás de mi, yo en posición de cuatro patas (perrito) y comenzó a metermela lentamente, mientras lo hacía, sentía el cómo escupía en su tronco para que estuviera más lubricado (lo sentía porque a veces no le atinaba a que callerá la saliva en su verga y caía en mi culo) y de unos pugidos tenía toda su verga dentro de mi. Me cogío de manera rápida pero sabrosa, sentía su verga como se movía adentro de mi, después de un rato, cuando todo estaba dilatado completamente hizo un mete y saca para gozar, la metía y sacaba toda, todo el rato en esa posición, y solo escuchaba al macho gemir y gemir, me dio unas nalgadas y después colapsó en mi ano. Jamás creí que él ya eyaculaba, y así fue, me llenó de su semen en mi culo. Con su verga aún adentro me decía: "¿Te gustan mis mecos en tu culo?" y yo no podía hablar, estaba cansado. Me sacó su verga y se dirigió a mi boca, la abrí con un último aliento y se la limpié: tenía residuos de sangre y semen a la vez, y un prepucio rico por no tener circunsición. La mamé hasta déjarsela limpiecita.
Me sonrió, me dijo que me había portado bien y que no sería la última vez que pasará eso. Y así fue, no fue la última vez, hubo muchas más que poco a poco se las iré contando. Actualmente ya no pasa nada entre nosotros, él ya no es más mayate, es más heterosexual que nada. Aunque aveces pienso: "¿Aún se animará a coger conmigo?".
Espero les halla gustado mi primer relato. Saludos desde Colima, MÉX. Buenas noches.
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