Relato 1: SALVADOR DE BAHÍA PARTE 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Garotinho.
Me subí arriba de él, se ensalibó la tranca, y me lubricó el culo con su saliba, metiendo sus dedos alternativamente hasta que metió dos y luego tres. Los sacó de un golpe y metió toda su virilidad dentro de mí que, a pesar de la noche que había tenido con esos dos negros tremendos, sentí un poco de dolor, pero no me quejé ni un poquito, solo podía agradecer tener esa suerte y, entre nos, no quería que terminara nunca.
Comencé la cabalgata y entre tanto movimiento despertamos al otro negro, que se levantó, nos sonrió y se fué al baño a mear, dejó la puerta abierta para vernos. Mi penetrador me lo sacó del culo, se levantó también, me llevó al baño, me arrodilló frente a ellos e hizo que el otro negro meara en mi cara, mi boca, mi pecho. Era una sensación extraña, pero muy placentera. Cuando terminó de mear, me hizo limpiarle el pene con mi boca y qué más daba si ya estaba meado entero, así que me puse a la labor, cada vez con más gusto. Mientras lo hacía nos acomodamos de tal manera que quedé a cuatro patas, con el culo expuesto, ofreciendoselo al que estaba cabalgando hace un rato, esperando que me lo metiera hasta el fondo. En vez de sentir su tranca en el hoyo, sentí un líquido caliente en mis nalgas y en el ano, luego en la espalda. Intenté mirar pero el negro no me dejó sacar su pico de la boca. Era obvio que me estaba meando el otro, yo estaba entregado, jamás había hecho ni la mitad de lo que había ocurrido desde hacía menos de 24 hrs.
Mojado así como estaba me metió la tranca hasta los huevos, mientras seguía mamandosela al otro. Estabamos en eso cuando sin previo aviso, el negro se corrió en mi garganta, sentía como se inundaba de leche bien caliente. El otro hizo lo propio en mi culo.
Nos duchamos los tres juntos y nos tiramos a la cama a descanzar. Entonces me dicen que se tenían que ir, porque cada uno tenía esposa e hijos. NO LO PUEDO CREER!!!
Quedé atónito y con un poco de susto por la noticia. Se fueron.
Pasó una semana desde aquel encuentro, en la cual yo andaba como en la luna, recordaba esos momentos de sexo intenso con dos negros fortachones y dotados y no podía evitar tener una erección. Un día estaba en mi depto teniendo esos recuerdos y me masturbé el culo con un dilo, que antes no lo usaba porque lo encomtraba muy grande, pero después de aquella experiencia, parecía insignificante. Estaba en la mejor parte del jugueteo con el dildo cuando suena el timbre. Dejé el dildo en la cama, me puse una sudadera y un pantalón para atender y, SORPRESA!!! Eran ellos. Entraron, me saludaron con un beso en la boca, muy apasionado, cada uno. Y comenzó el juego. Uno vio mi consolador y me sacö la ropa y comenzó a masturbarme el culo con él. Ya se imaginarán lo que sucedió a continuación.
Desde entonces nos juntamos en mi departamento todos los jueves a las 20 hrs en punto para una rica sesión de sexo. Sus mujeres no tienen por qué enterarse y es sólo eso, SEXO LUJURIOSO!!!
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