Relatos de un desastre – Preguntas sin respuesta
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por ojosdevidrio.
Habían pasado dos meses y con Leo todo iba de maravilla, cada día a su lado era vivir una experiencia distinta, cada día me aferraba más a él, aprendí a quererlo muy fácilmente, a veces pensaba que tanta perfección en mi vida acabaría tarde o temprano, me angustiaba pensar en ello, me angustiaba más que Leonardo se fuera y me dejara porque eso me dolería mucho.
Nuestros días continuaban igual en el colegio, para todos eramos los mejores amigos, solo eso.
Seguíamos compartiendo con Anna, Alan y Daniel,como habitualmente lo hacíamos, aunque por obvias razones se hacia notar que la empatia entre Leonardo y yo era mayor que entre cualquiera, pero no afectaba en nada a los demás.
Ya estabamos en la últimas semanas de clases por ese lapso, saldríamos de vacaciones por el mes de diciembre, por esto habíamos decidido ir al cine en grupo, pues tendríamos mucho tiempo libre.
Terminamos nuestra semana normal, llego el día de la salida, Leo pasaría por mi casa para irnos juntos, así que decidí ir lo mas arreglado posible, pero al parecer el también pensó lo mismo porque llego realmente guapo, aunque ninguno le hizo un cumplido al otro, por una especie de orgullo, era un juego interno que teníamos, era muy gracioso, porque fastidiaba que no te dijera nada y a la vez le fastidiaba que yo tampoco se lo dijera a él.
Bueno en el camino no ocurrió nada relevante llegamos y ahí ya estaban los muchachos, llegamos tarde como cosa rara en nosotros.
Ellos estaban haciendo la fila para comprar las entradas, nos hicieron señas a nosotros para que compráramos las cotufas, los refrescos y las golosinas, cuando estábamos caminando, observo algo y le digo a Leo que diéramos la vuelta, el había accedido un poco extrañado pero ya era tarde ya me habían visto, y tenia que continuar como si nada pasara.
Seguimos caminando a comprar cuando alguien se nos atraviesa y me dice -Hola- Aunque me costara mantener la mirada, levante mi cara y le vi a los ojos, arqueando una ceja, luego le guiñe un ojo, y conteste sarcásticamente- Hola, adios- Intente seguir caminando pero me detuvo con una mano en el hombro, la cara de Leonardo era un completo caos, obviamente no entendía nada.
Entonces el chico que me detuvo me dice -¿No dirás nada? ¿No harás nada?- respondí ironicamente- ¿Para qué? ¿Qué quieres que te diga? ¿Qué tan pendejo me sentí en ese tiempo? Espero que no esperes eso, ahora si me permites- mire su mano para que notara que quería que me soltará, pero no lo hizo, parecía que no notaba a Leonardo, pero si lo hizo- ¿Wow ahora aparte también eres mal educado, no presentas a tus amigos? Creía que te conocía, pero no cada vez conozco algo nuevo de ti.
– interrumpi, porque no quería seguir escuchandolo, no sabia a que se refería, con lo de ”creia que te conocía" tampoco quería averiguarlo en ese momento- Él no es un amigo- le dije, luego Leo le tendió la mano y le dijo- Soy Leonardo, su novio- Mi cara se debió poner roja como una fresa, no quería que dijera eso, solo quería dejar la intriga, pero ya Leonardo quería marcar territorio.
Él tomo la mano de Leo, pero no dijo su nombre, quedo como en shock, luego Leonardo lo soltó, y quito su mano de mi hombro.
Nosotros seguimos caminando, pero él se quedo allí, como si nada.
Su mirada era rara desde un principio, estaba distinto ¿Qué le habrá pasado? Me preguntaba.
Yo estaba en mi mundo meditando todo lo que pasaba, pero Leonardo me saco de mis pensamientos con la gran pregunta – ¿Quien era él?
No es momento de preguntas y de viejas historias, ahora no por favor- pedí lo que llevaríamos, estaba solo todo, así que solo llegamos pedimos y nos reunimos con los demás.
La estadía en la sala de cine fué un poco incómoda por lo acontecido, realmente no preste mucha atención a la película, solo quería salir de allí cuanto antes y reordenar mis ideas.
Al fin termino, cuando estábamos afuera mis amigos decidieron ir a comer, yo por obvias razones no acepte, Leo tampoco, nos fuimos y los dejamos allí.
Estábamos esperando un taxi, ya era un poco tarde, y el ambiente entre nosotros estaba un poco tenso, ninguno hablaba, como si estuvieramos peleados, era como una situación de incertidumbre, pues realmente no había sucedido nada como para no hablar.
Ya anteriormente habíamos quedado en que Leo se quedaría en mi casa, pero yo estaba en ese momento muy confundido así que no sabia si la idea seguía en pie o él había cambiado de opinión y estoy seguro que Leonardo estaba en la misma situación que yo, pero ninguno se atrevía a preguntar.
Llegó el taxi, ambos nos subimos en la parte de atrás cada uno iba pegado a una puerta, yo siempre lo hago porque me gusta ir viendo por la ventana, más si esta lloviendo, pero en Leo era raro, ya estábamos por llegar cuando se acerca a mí y me toca una pierna en forma cariñosa eso me hacia saber que todo continuaba igual, yo me acerque más y coloque mi cabeza en su hombro, en ese momento no me importo, el taxista si estaba de acuerdo o no ó si le molestaba, solo quería estar bien en ese momento en fin, el Sr no dijo nada.
Llegamos a mi casa, al entrar era extraño que todo estaba solo, voy a la cocina a tomar agua y había una notita en la puerta de la nevera, "nos fuimos a casa de tu tía, volvemos mañana" era perfecto la casa solo para nosotros, llevo un vaso con agua para Leo, junto con la notita, le doy el agua y le coloco la notita en la mano guiñándole un ojo.
Ve la nota y sonríe mientras la lee, comienza a tomar agua y yo de manera juguetona le doy un golpe al vaso para que se le chorree el agua por la cara, después de hacer esto salgo corriendo a mi cuarto pero me tropiezo y me caigo, en seguida tengo a Leonardo sobre mi y me dice en tono burlón- querías jugar y ni siquiera puedes comenzar el juego- lo volteo para esta vez yo quedar arriba- lo admito Sr, correr no es lo mio- respondo.
Entonces.
Me dirás.
¿Quién era él?- me reclama Leonardo, dejándome sin palabras.
La casa esta sola para los dos, podemos hacer lo que sea y tu vienes con preguntas, Pensé que eras más inteligente y que preferias jugar que hablar- digo lo primero que se me pasa por la mente, tratando de que suene en un tono burlón, para mantener el sarcasmo, pues me dejo sorprendido con su pregunta – ¿O me equivoco?
¿Jugar?- Dice en tono sarcastico -No sabes cuanto lo prefiero.
Entonces- me acercó poco a poco, tomo sus manos y las coloco sobre su cabeza, teniendo claro lo que pasaría -¿jugamos?
Eso no se pregunta- comienza a acelerarse su respiración -¿Quieres jugar rudo?
¡Ja!- me burlo en tono retorico – Quiero verlo jugar rudo mi estimado señor.
¡Ah si!- se acerca a mi oído, provocandome un escalofrío -¿Con qué amaneciste como un niño juguetón?
Si- digo mordiéndole fuertemente el cuello y poniendome de pie para poder correr, pues el juego había comenzado -¡juguemos!
Comienzo a correr hasta mi cuarto para escapar por la ventana que es lo único que se me ocurre, solo era un piso que bajar y ya lo había hecho antes, sabia que no me daria tiempo pues Leo era más rápido que yo.
Cuando llego a las escaleras volteo y él venía detrás de mí.
Subo rápidamente a mi habitación, estaba por alcanzarme, cuando casi llego a la ventana, me hala del brazo y me pega a él yo de espaldas y pasa uno de sus brazo a la altura de mi estomago y con el otro me acaricia la cara, esto era muy excitante sentía su erección pegada a mí, me muerde lentamente en la oreja y en tono burlón pregunta-¿ Creía que podría escapar de mi Sr?- las sensaciones que experimentaba no me dejaban pensar nada.
Pasa su lengua por el borde de mi oreja, haciendo que una corriente atraviese mi columna- Tendremos sexo rudo, ese sera mi premio por atraparlo- dice esto en un tono muy bajo, que apenas escucho.
Me suelta para comenzar a quitar mi camisa y me lanza en la cama de espaldas, no podía ver bien lo que hacia, se coloca sobre mi casi sentado sobre mi trasero, se inclina colocando sus manos a los lados de mi cabeza, murmura- Provocas tanta excitación en mi- besa justo el centro de mi cuello y baja poco a poco por todo el centro de mi espalda, provocando una impresión en mi, se baja de mi, quita mi pantalón y mi ropa interior, dejándole a su voluntad, abre mis piernas y comienza con un fulminante beso negro, haciendo que me aferre a las sabanas, como si eso me ayudara en algo, pasaba su lengua y paraba, luego hacia un circulo, volvía a parar, pasaba la lengua, paraba y luego el círculo, repitió esto varias veces, quería hacerme explotar solo con esto, luego comenzó a lamer continuamente mi ano, trataba de hacer entrar su lengua lo mas que pudiera, me estaba matando con esta sensación, comenzó a meter dos dedos en mi- No creo que necesites mucha dilatacion- dice con un tono un poco sensual, causándome una carcajada- No se porque lo dices- le respondo tratando de sonar inocente.
Se levanta vuelve a subirse en mi, sujeta mis manos.
Se coloca en posición para penetrarme, su pene en la entrada de mi ano y sujeta mis muñecas- ¿No es mucha experiencia para alguien de tu edad? -pregunto, mi vos es tan entrecortada como cuando hago educación física, pues no soy muy amigo del deporte -Algo, comencé a practicar cuando tenia 4 años menos que tú- Terminando de decir eso me penetra, haciendo que su pene entre por completo en mi, me toma por sorpresa y se percata de ello -Te dije que seria rudo- se burla, y saca su pene por completo, espera un momento para volverme a penetrar, hasta el fondo.
Con cada movimiento me hacia vibrar, nadie me había hecho sentir tanto placer.
Continua su penetración, un poco brusca, pero sin dejar de ser excitante, luego de esto me voltea colocandome boca arriba, ahora si podía verle abre mis piernas y me las flexiona de tal forma que tocaba mis axilas con mis rodillas, se coloca entre mis piernas, coloca sus brazos a modo de apoyo a los lados de mi cabeza y yo abrazo su espalda, wow esta posición era lo máximo, comienza a penetrarme, primero lento, luego rápido, volvía a bajar la velocidad, la subía de nuevo, estos cambios me mataban y él lo sabía, por suerte estábamos solos, porque de haber alguien en mi casa nos habría escuchado porque mis gemidos eran muy fuertes, la respiración de Leo era como la de un toro, en un momento comienza a besarme de una manera salvaje y yo le respondo de la misma manera, apretó su espalda y muerdo sus labios, aumenta la velocidad, se que esta por acabar, no me estoy tocando, pero mi pene esta a estallar, dejo de besarlo y levanto un poco mi cabeza, él comienza a besar mi cuello muy apasionadamente, eso era justo lo que necesitaba, mi exitacion subio a miles, estoy completamente extasiado, son muchas sensaciones justas, en un momento acabo sin tocarme, esto nunca había sucedido, al acabar mi ano se contrae haciendo que Leonardo apresure más sus embestidas, siento una ultima pero muy fuerte embestida y eyacula dentro de mi.
Esta exhausto y yo también, se tumba sobre mi, su respiración y la mía están entrecortadas, esto fue agotador.
¿Te gusto?- Pregunta, su pregunta me parece ridícula, acabe sin tocarme, eso no pasa si no estas realmente excitado.
-¿Realmente es una pregunta?- Le digo en tono sarcastico- Lo era, pero tu tono ya la responde, tranquilo- me responde, me besa en la mejilla.
Se baja para recostarse a mi lado, me doy media vuelta, y estamos frente a frente, ya nuestra respiraciones están controladas, lo veo a los ojos, él me ve a mi, ninguno emite ninguna palabra, si quiera un sonido, nuestras miradas hablan solas.
Lo quiero, realmente lo quiero.
Cierra los ojos y me besa, un beso muy tierno, muy diferente al acto un poco pervertido en el que ambos acabábamos de participar.
Me acerco más a él y lo volteo, para quedar sobre él y poder colocar mi cabeza sobre su pecho, comienza a acariciar mi cabello, me encanta que hagan eso y mas si es Leonardo quien lo hace.
Lo abrazo, me siento feliz, completo satisfecho.
Descanso en su pecho, esta parte de su cuerpo se ha convertido en una de mis favoritas.
Me acaricia el cabello, le gusta realmente hacerlo.
Poco a poco mi respiración se normaliza.
-tengo que decirte algo Chirs- me dice, su tono de vos es raro- claro, lo que usted quiera decir, ultimamente esta muy conversador – respondo.
Leonardo se queda callado, toma mi mentón, levanta mi cara y comienza a besarme lentamente, como si no quisiera separarse, es extraño, nunca me había besado así, es un beso largo, me gusta, mi cara esta entre sus manos- Te amo- le digo, se queda callado, algo pasa, pero nuestro beso continúa- Yo también te amo- responde y me separa.
Se sienta, coloco mi cabeza en sus piernas, me observa muy atento, sus ojos están vidriosos, como si quisiera llorar,nunca lo había visto así, ¿Qué es lo que sucede? Estoy muy confundido.
-¿Que te pasa Leo? ¿Sucedió algo? ¿Qué era lo que me ibas a decir?
No quiero que me odies Christian- dice, pero no entiendo porque lo odiaria -eso me doleria.
No podría odiarte Leo- beso una de sus piernas, el comienza a acariciar mis mejillas- ¿Por que lo dices?
No se como explicartelo- me levanta abre sus pierna y me hace señas para que me meta entre ellas, de espaldas a él, lo hago, me recuesto es su pecho, y el me abraza, así sentados los dos, comienza a besar mi cuello- no quiero lastimarte.
Continuara.
Espero les guste.
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