René capítulo 11
Diego y David siguen reforzando los lazos con sus hijos.
Diego
-Ah, ah, ha. Papá, ya… ah… duele… ah…
-¡Hasta ahí!.. Papá no… umm… no… ah… ay…
Manuel y René gimen mientras luchan contra nuestras vergas que no dejan de avanzar por sus rectos hasta ocupar cada espacio.
-HA
David cierra los ojos extasiado por el placer que el culo de su hijo está dando. Yo beso y chupo el cuello de René para que se relaje.
Sus protestas van disminuyendo. Desde que le dije que no tiene porque hacerse el fuerte, mi niño ya no oculta lo difícil que es soportar el vergon de su padre.
-Gracias. No había podido hacer nada en casa – habla sin dejar de embestir a Manuel- siempre hay alguien. Pero aquí puedo darle sin miedo.
-¡AY!
No quiero quedarme atrás. Tomo a René de la cintura y entierro toda mi verga. René arquea su espalda- AHH… PAPÁ…AH… DUELE- no paramos ante la protestas de estos culitos que rápidamente se transforman en gemidos de placer.
Los tenemos en cuatro sobre la cama dando sin piedad. El calor y olor a macho inunda la habitación. Para este punto los niños están fueras de sí, nuestras vergas han arrancado su voluntad y el olor de sus machos los tiene enloquecidos.
-¿Te gusta? ¿Te gusta como papá rompe tu culito?
-Sí… más… papi
Manuel con trabajo habla, el placer que siente y la verga se su padre lo tienen al límite.
-Cabalga a tu macho
-AH – Le saque la verga de golpe
Me acuesto al lado de nuestros invitados y pongo los brazos detrás de mi cabeza, mi verga sigue firme. René pone sus piernas a cada lado de mi cintura, toma mi verga y apunta mi enorme glande a su culito que inicia a tragar centímetro a centímetro conforme baja.
-Vamos, amor. Comete la verga de papá – hace muecas de dolor a medida que llega a la parte media – tu culito tiene hambre
-Es mucho- se detiene a la mitad- está muy grande
-Es tuya. Enséñame lo putito que eres, que la verga de papá te gusta- mis palabras lo alientan y se esfuerza más
-AY…Me rompí… mi culito – hizo mucho esfuerzo y se trago de golpe todo – me arde… papá…mi culito… ay – lo mejor que puedo hacer es ayudar. Lo embisto para que el placer llegué rápido- ah… papá…espera…ah…duele… AH
Las quejas van siendo sustituidas por gemidos y peticiones
-Más…sí…más
-Papá…duro
René no es el único en pedir más verga. David está embistiendo sin piedad el culo de su hijo. Se pueden escuchar el choque de pieles sudadas y los pujidos de estas hembras. Porque son hembras, están soportando la verga de dos machos desde hace casi una hora, sus culitos rebosantes de semen son prueba.
Ambos niños han probado las vergas de cada uno y sus culitos han servidos para mezclar nuestras leches.
-René no tan…
Me desobedece y cabalga con bastante fuerza provocando que mis huevos se contraigan junto con mi abdomen y mi glande vibre. Entonces lo tomo de la cintura y tiro con fuerza para clavar hasta lo más profundo de su culito.
-PAPÁAAAAAAA
Chorro tras chorro de semen van siendo depositados y mis huevos se bañan con el semen que va escapando del culito reventado de mi niño.
-Papá… aquí- toca su vientre bajo
-Aquí estoy
Debido a su conflexión esbelta. Si presionas bajo, puedes sentir mi verga pulsando mientras llenó a mi hijo con sus hermanos.
-Listo
David saca su verga y pone a Manuel a limpiar esta. Tuvo que venir a mi casa porque uno de sus hijos mayores, Solomon, vino de visita y eso resta libertad.
-Hola – David contesta una llamada- bien. No tardo. Debo irme. Voy a dejarte a Manuel- está muy agotado el niño y escurriendo semen- regreso en unas horas
-Yo te lo cuido – golpeo su culito
-Dale de comer algo más que verga- reímos- y de paso enseña a montar como el tuyo.
-No te preocupes. Yo te lo entreno
-Manuel has caso a Diego
-Sí, papi
David besa de lengua a Manuel con pasión. Puedes ver su lengua moverse y eso sirve para terminar de volver a Manuel dócil.
Yo me acuesto entre ambos niños. René de inmediato levanta mi brazo para exigir su premio y Manuel no se queda atrás. Estos niños todavía tienen mucha energía y si empiezo a cogerlos yo solo, voy a quedarme sin leche.
-René pasa mi teléfono.
Empiezo a mandar mensajes a la caballería. Le pido a Manuel lamer mi verga hasta dejar limpia, mientras beso a mi hembra. Me gusta darle trato especial para que sepa que él es primero.
El celular vibra indicando que está listo.
-Vamos a jugar algo – vendo los ojos de Manuel y René va a buscar a nuestro invitado en silencio – bien Manuel mama la verga
Se puso en cuatro a la orilla de la cama, toma la verga e inicia a mamar. A su lado estaba yo recibiendo la atención de la boca de René en mi verga.
Chema abrió el culo de Manuel e hizo señas de que lo había dejado roto y lleno de leche.
-¿Manuel quieres verga? – se saca la verga
-Sí, quiero
-Bien. Ponte en la orilla
Ni tarde ni perezoso, ese culito estaba ahí listo para recibir verga de la buena.
-Ah… sí… más…
No tuvo que repetir de una embestida reacomodaron sus órganos internos. Los gemidos de ambos niños reanudamos, René por mi verga morcillona y Manuel por
-Qué tal el culito, Chema
-Está bien. Aunque ya está todo roto y lleno de leche
-Dale las gracias a David y a esta
Señalo mi verga que entra y sale del culo de mi hijo, arrancando gemidos de placer. Manuel se quita la venda y observa con grades ojos como un nuevo oso tiene su verga enterrada en su culito.
-Espera…ah… no…
Chema embiste con fuerza callando las protestas de ese culito rebelde. Nos abrazamos con una mano y con la otra en la cintura de estos culitos hambrientos de verga
-Levantalo
Cargamos a los niños con nuestras vergas clavadas en sus culitos y piernas abiertas.
-Papá no… muy profundo- se están tragando hasta el último centímetro. Mis vellos púbicos golpean directo su culito- ya… me… AH
-Mi papá… ay… mi culito… ya…
Nos ponemos enfrente del espejo admirando como nuestras vergas desaparecen en el culo de estos niños. Suben y bajan con sus piernas abiertas, bocas abiertas gimiendo y escurriendo saliva del placer, lo mejor, es ver sus agujeritos chorreando semen.
Saco mi verga, Chema hace lo mismo.
-Miren
Los niños observan como nuestros glandes apuntan a sus culitos. Ellos pueden moverse o impedir entren, en su lugar, miran hipnotizado como nuestros glandes van presionando hasta entrar en estos hoyitos
-AAAAHHH
Gritan al ser perforados de golpe. Suben y bajan de forma rápida, nuestras vergas limando sus culitos al máximo. En el proceso sus espaldas se empapan con nuestro sudor.
-Listo putitos – Chema está bufando señal de que preñara a Manuel- vas a recibir tu enema de leche
-Agárrate
-Ah…sí… más… papi
-Me vengo. Papá va a preñarte, putito… AAHH
Mi glande se inflama y lanza el primer chorro seguido de otros dos. El cuerpo de Rene sudado y agitado es hermoso, contrasta contra el mío peludo, sudado y con mi verga ensartada en su culito
Chema y yo cambiamos de culito. Le doy las lecciones a Manuel de cómo cabalgar una buena verga y René está con las piernas abiertas recibiendo las embestidas de Chema
-Me enloquece tu culito- Chema succiona los pezones de René causando se retuerce del placer
-Vaya, vaya – David aparece- tenemos invitado
-Ya sabes estos niños iban a secarme las bolas. Manuel enseña a tu papá
-Acuéstate, papá. Voy a montarte
-Esa voz me agrada.
Nos pasamos las siguientes horas limando los culitos de nuestros hijos y preparando para hablar con el doctor Legrand…
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