René capítulo 2
La historia de Diego y su hijo René continúa.
Ha pasado una semana desde que inició el entrenamiento de René ha mejorado mucho su técnica, succiona mi glande hasta sacar la última gota y su culito se ha vuelto más flexible gracias a mis atenciones diarias
– Umm
Es lo único que dice mientras mi lengua lucha contra su esfínter, abro sus nalgas y presiono con más fuerza, también doy mordidas ligeras que lo hacen brincar de placer
– Ya
Él sabe lo que sigue, apunto mi glande y presiono- relájate como ayer – mi objetivo es acostumbrar a mi glande que es muy grande, se puede decir que tengo cabeza de hongo, el culito de mi niño se expande a sus límites al querer dar acceso y se verá más presionado cuando se trague el resto de mis más de 22cm
– Ay… duele
– Ya casi, aguanta un poco más campeón
– Mi culito
– HA
– AY – tapo su boca para ahogar su grito
– Ya pasó, la tienes adentro
Estamos en la casa donde estoy trabajando convencí a Sofia de traer a René para que aprenda, no tiene idea que lo traje para reventar su culito a mi antojo
– Papá, duele… sacala
Dolerá más, espera unos minutos e irá pasando, además ya la tiene toda adentro
No he dejado que vea toda mi verga para que no se espante, él cree que mi glande es todo, mi dulce niño no tienes idea del tronco que estás por comerte
Doy besos en su espalda y cuello, juego con sus pezones que son muy sensibles, el objetivo es darle placer para que él pueda darme a mí
– Um – esa es la bandera de inicio
– Voy a salir
Muevo mi cadera hacía atrás, luego hacía adelante de forma lenta. Su culito está bien cerrado y no parece querer ceder, pero hay tiempo y no me rendiré
Dejo caer saliva para ayudar y vuelvo al ataque – voy a sacarlo
– Ay… dijiste que ibas a sacarlo- lo saque y volví a meter
– Lo hice, pero volvió a entrar, le gusta mucho tu culito- beso sus labios, está de espaldas a mí, pero la diferencia de alturas da cierta libertad- te dolió menos
– Sí, ya no me duele solo arde
– Entonces voy a seguir
El vaivén de mis caderas inicia, pero él se cansa, lo subo a unos costales de cemento para que esté a mi altura, debajo hay una toalla no quiero ensuciar
– Pon tus pies en mi pecho – no dan sus piernas para follarla patitas al hombro – voy a entrar, aguanta
– Ay
Esta vez metí con más fuerza para empujar algo más que mi glande, no deben ser más de dos centímetros, pero eso es suficiente
– Te amo
Empiezo a besarlo y acariciar su cuerpo, mi verga entra y sale, me cuesta mucho no empalarlo hasta los huevos y dejar mi leche dentro de él
– AH
– ¿Estás bien? – asiente – si duele, avísame
– Um – lamo su cuello, pero no deje marca o habrá problemas en casa – Ay
– Duele- niega – te quiero, amor
Tengo como quince minutos en esta misión imposible, pero tengo casi media verga dentro de mi hijo
– Ay… ah… um, um… papi… ay… siento…. Ay… um
No puede ni hablar
– ¿Te duele? – vuelve a negar y yo aumento la velocidad y sus gemidos aumentan
Milímetro a milímetro, centímetro a centímetro sigo avanzando
– ¿Te gusta? Dime – tiene su boquita abierta – ¿te gusta la verga de papá?
– Sí…me gusta… ah… ah… um
– Ay, mi amor tu culito es lo mejor, estás calientito por dentro- ya estoy embistiendo con fuerza – me estás estrangulando la verga – no miento me aprieta con fuerza – ¿quieres lechita?
– Sí- paso mis manos por debajo de sus hombros- Ay, ay, ay, ah, ya, no, ay, duele, ah, papá
Lo siento, no puedo parar su culito choca contra mis huevos y vellos púbicos, es tan maravilloso ver su culito rosa, bueno, rojo por la fricción, tragarse toda mi verga y ser sellado por mis pelos y huevos
Lo mejor de todo se trago mi verga sin chistar en cada beso, caricia, mamada de pezón empujé más hasta lograr mi objetivo. Tomó más de media hora, pero valió la pena por tenerlo empalado hasta las entrañas
– AY – empuje con todo
– AAHH Toma mi leche- mi cuerpo convulsiona tirando chorro tras chorro de leche, nunca había soltado tanto, si fuera mujer estaría embarazada sin duda – eres mío, completamente mío- su culito se contrae ordeñando hasta la última gota – te preñe – René parece casi inconsciente- cómo estás
– Siento caliente – toca su panza – y lleno
– Es la leche de macho la metí por tu culito
– Me gusta
Para qué dijo eso, ahí mismo lo puse de lado y reanude mi ataque a ese culito – súbete a papá- ensartado lo puse para cabalgar- quieres oler- sus ojos estaban clavados en mis axilas que están húmedas de tanto sudor también el vello de mi pecho – todo tuyo
No alcanzaba, entonces me senté con él y así pudo oler a sus anchas mientras yo seguía perforando su culito. Está tan agusto oliendo que ni le importa ser levantado, enrolla sus manos en mi cuello y piernas en mi cintura
– AH… AH… AH…
Sonrío al escuchar sus gemidos de placer, pero se niega a separarse de mi axila y me fascina eso
Le doy duro como a una hembra, porque ahora mi hijo es mi hembra y aguanta mi verga como campeón…
Gran relato, como sigue?
Que delicia, es un gusto disfrutar de una buena paja con un relato como este. Estoy deseando de que subas otra parte.
Como sigue…? Necesito más.
Menudo calentón traigo encima… Que fantasía de relato 💦 me encanta como escribes de verdad!!!
Como sigue…? Me encanta esta historia.
Ufff… Que paja me he hecho 💦💦 esta historia es una locura…
Exelente tu historia bro manda me un mensaje por correo [email protected] saludos. Y cuida a esa hembra pequeña me lo saluda.
Tercer capítulo