René capítulo 9
Noche de padre e hijo.
Diego
Voy llegando a la cabaña después de terminar la pileta y René de esta con los hijos de David después de su visita al médico
-Sí, dijo que estoy muy sano y dio esto para ti – es un disco – es un vídeo que debes ver sobre mi examen
-Lo vemos en la noche, vamos a darnos prisa que tengo hambre
René y yo limpiamos algo la casa, comemos y voy a tomar un baño en lo que René lee un libro que compré para él de cuentos
-Báñate
René entra al baño y aprovecho para poner el vídeo en lo que me seco, me siento en la cama e inicio a reproducir parece vídeos como los que hacen a las embarazadas, ultrasonidos
-No tiene sonido
Veo con atención, estoy por quitar cuando veo que algo se mueve, al poner atención otra cosa entra e inicia a moverse, parecen dedos. ¿De dónde es el vídeo? Se supone que es su barriga, entonces cómo llegaron esos dedos
-Qué más
Los dedos salen y a los pocos minutos algo más grande va abriéndose paso. No hay duda, esa forma es de una verga, quiere decir que René y el médico
-Ya termine papá
Viene desnudo y eso me impresiona, mi niño es muy pudoroso. Sube a la cama a mi lado y mira el vídeo, toma mi brazo y lo quita para abrazarme
-¿Te gustó la visita al médico? – mira el vídeo y sonríe
-Papi te quiero – se sienta en mí
-¿Mucho?
-Muchísimo- mira fijamente mi rostro, se acerca- te amo
Sin previo aviso pega sus labios a los míos es la primera vez que toma la iniciativa para besarnos, pongo mi mano en su cintura y profundice el beso
Con mi lengua explore su boca y él trata de seguir mi ritmo. Con mi mano sujeto su cuello y con la otra acaricio sus nalgas y piernas
-Te amo, hijo – me giro para quedar encima- eres hermoso, lo más hermoso que tengo
-Ah… papá… um
Se retuerce y toma mis cabellos al sentir mis labios sellar sus pezones, muevo de un lado a otro con mi lengua, doy ligeras mordidas que provocan gritos y succiono con fuerza. Ambos pezones reciben mi tratamiento por más de cinco minutos
-Papá… eres mi macho, ¿verdad?
-Sí, amor. Tú eres mi hembra
Dicho eso pongo boca abajo separando sus cachetes y me lanzo a la lucha contra su esfínter que se retrae, no importa, es más divertido
-PAPÁ
Grita de placer al sentir mis dientes morder su anillo, mi lengua sube, baja, en círculos por todo su anito. Disfruto de su sabor como un loco presa del placer
Mi niño no para de gemir y trata de separarse, pero mi fuerza es mayor y sigo con mi ataque hasta que veo como se retuerce símbolo del éxtasis
Sin medir palabras, coloco mi glande y presiono con fuerza hasta reventar ese anillo qué se ajusta de manera fuerte a mi glande parece querer asfixiar a mi verga
-Duele – avanzo- ay, papito
Eso me prende y doy una ligera estocada, mi niño derrama algunas lágrimas, entonces dejo caer mi cuerpo sin meter la verga
-René, te amo como hijo y hembra
-Yo igual – sus ojitos llorosos me invitan a romper su orto nuevamente- siempre vas a quererme- sonrío y meto más centímetros- me gusta tu verga – me sorprende sus palabras- está muy caliente y tiembla -mejor dicho, palpita
-Mi verga ama tu culito mucho. Resiste- asiente
-AY – Le guarde el resto de la verga
-Ya campeón, ya entró toda
Me quedo quieto besando su cuello, mi pecho pegado a su espalda y nuestras caderas conectadas
-Ah… ay, um. Papá… duele
-¿Quieres que pare?
Niega y sigo con mi faena me muevo encima dejando sienta mi cuerpo cubrir el suyo y las embestidas son lentas para disfrutar al máximo
Me doy cuenta que fija sus ojos en el video del doctor. Entonces, me siento al borde de la cama y él empalado en mi verga de frente a mí
-¿Te gustó la verga del doctor?
‘Mucho. Papá, quiero un video así- para mi sorpresa, René inicia a cabalgar – tuyo y mío, papá
-¿Por qué?
-Quiero ver tu verga dentro de mí y… tu leche de macho
-Está bien. No puedo negarte nada
Le tomé su cintura para ayudar en la cabalgata y no se cansé. En el video hay una parte donde la penetración para y se nota un fluido, es la leche del doctor llenando a mi chamaco
-Será un buen recuerdo- René sonríe- mira – señalo al espejo – es un truco de mago- le saco la verga hasta el glande – ahora la ves, ahora no
-Ay… es magia. Otra vez
Mi niño disfruta del show de magia mientras yo lucho por no llenar sus intestinos de mi semen. Por la posición puedo alcanzar su pecho con facilidad, sus pezones vuelven a recibir mi tratamiento especial y soy recompensado con fuertes contracciones de su anito en mi verga
-Papi… más… AH – tire de él con todas mis fuerzas y mi verga se entierra lo más profundo que puede
-Viene la leche de papá… aguanta, amor… HA
Me vengo como loco y el culito de mi niño aprieta con fuerza con la intención de no liberar mi verga hasta descargar la última gota
Me dejo caer en la cama con René encima de mí y mi verga clavada dentro de él, todavía pulsando los últimos chorros de leche caliente
Mi pecho y abdomen es recorrido por sus suaves manos y juega con mis vellos. Se endereza y de inmediato pongo mis brazos detrás de la cabeza para descansar y dar la oportunidad a mi niño de apreciar
-Papá, me gustan mucho tus pelitos – toca mis vellos púbicos- um… ah, ah – mi hembra se empala los últimos centímetros y mi verga se niega a perder erección
Empieza a cabalgar manteniendo sus ojos en mis axilas. Esta actitud es completamente nueva, René disfruta mi verga, pero nunca ha tomado la iniciativa o expresa sus gustos fácilmente, usualmente debo forzar con mi verga en su culito
-Hueles rico, papá- cierra sus ojos, aspira y brinca con más fuerza- tus pelitos de ahí me gustan muchísimo- se refiere a mis axilas
-¿Qué más te gusta?
-Tu verga en mi culito
-HA -René se mueve en círculos y mi verga agradece el trato
-Tu verga y leche me gustan Muchísimo
Este niño logra su objetivo: enloquecerme. Me giro para dejarlo debajo de mí, su cuerpo cubierto por el mío contrasta tanto; él es pequeño y lampiño, yo enorme y peludo. Estamos hechos el uno para el otro
Acomodo sus piernas a cada lado mío, lo tengo abierto como una hembra y mi verga conecta nuestros cuerpos. Sujeto su cintura y conecto nuestras miradas, quiero disfrutar de cada gesto: dolor, placer, lujuria, etc.
-AH… AH… UM, AH, PAPI, AHÍ…AH, MÁS
René está gritando como loco y yo gruño tan fuerte como puedo – ¿quieres verga?- asiente y yo aumento la fuerza. El sonido de nuestras pieles sudadas llenan el cuarto, mi sudor cae encima de él y su cuerpo se retuerce por la fuerza de mis embestidas, veo mi enorme verga salir casi por completo para volver a entrar con fuerza en ese culito rojo
Mis bolas golpean su culito queriendo entrar también- ¿te encanta la verga de papá?- grita a todo pulmón y yo acelero complacido al ver la saliva bajar por la comisura de sus labios y sus ojos adornados de lágrimas – ya viene, tus hermanitos. AH, PAPÁ VA A PREÑARTE – chorro tras chorro son depositados en sus entrañas y mi niño cae inconsciente, pero eso no me detiene de seguir preñando su culo durante tres rondas más, despierta por momentos para gemir como hembra en celo
-Duerme aquí
Levanto mi brazo y mi niño de forma instintiva entierra su carita, da una lámina y cae dormido de forma profunda
-Papá te ama – me abraza subiendo su pierna y veo como mi leche baja por su culo – mejor poner un tapón
Me entierro en su culito y me duermo confortado por la calidez de las entrañas de mi hijo
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