Rutina de gym con final feliz (mi primera vez)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por tonyslife.
Hola mi nombre es Anthony, tengo 22 años de edad y quiero comenzar a compartir algunas de mis historias sexuales, quiero empezar describiéndome para que así se hagan una idea de cómo me veo físicamente.
No soy un chico muy alto sin embargo creo que estoy dentro del promedio, mido 1.71 mts.
Piel bronceada casi morena, mi cabello es color castaño claro, ojos café que hacen juego con mi color de cabello, cejas gruesas y bien arregladas, labios carnosos y aunque quisiera tener algo de barba mi rostro permanece lampiño al igual que el resto de mi cuerpo.
Corporalmente estoy bastante bien, desde chico he practicado natación y aunque actualmente solo practico de vez en cuando debo admitir que estoy orgulloso del cuerpo que he logrado, pecho bien definido y abultado, espalda ancha y marcada, abdomen plano y duro aunque no tengo la tableta como me gustaría pero es bastante aceptable, bíceps y tríceps bien marcados y abultados, y piernas definidas.
Aparte de la natación también voy al gimnasio en lo cual si he sido más constante, y justamente en el gimnasio es donde ocurrió esta primera historia que quiero relatar; así que ya dejo de aburrirlos con mi descripción y paso a la acción, espero que disfruten tanto como yo este primer relato.
Hace 5 años atrás, cuando tenía 17 años y acababa de terminar el bachillerato tenía bastante tiempo libre a mi disposición mientras esperaba el inicio de las clases en la universidad, básicamente me dedicaba a dormir mirar la tv e ir al gimnasio, tengo que admitir que era muy perezoso para pararme temprano por lo tanto siempre iba al gym por las tardes, un día me desperté temprano porque tenía que hacer unas cosas que al final se cancelaron y decidí ir al gym en la mañana.
Me vestí con unos short negros, una camiseta de tirantes roja que se me pegaba bastante al cuerpo, y mis zapatos Adidas negros con blanco de entrenar.
Inicie mi rutina como siempre me coloque mis audífonos y comencé a reproducir la música desde mi Ipod mientras trotaba sobre la caminadora.
Ya llevaba varios minutos trotando cuando entró al gym un chico realmente sexy, hacia algunos meses ya había aceptado el hecho de que me sentía más atraído por los chicos que por las chicas.
El chico al que no podía dejar de mirar era en verdad hermoso; alto, de piel blanca, cabello negro un poco corto, además se le adivinaba una muy buena musculatura a través de la ropa que llevaba puesta y sus rasgos faciales lo hacían lucir tan sexy, a medida que se acercaba me deleitaba más con su físico, no sé si fue porque se dio cuenta que lo estaba mirando sin disimulo alguno pero cuando paso cerca de mi me miro directamente a los ojos lo que provocó que mi corazón se acelerara al ver sus ojos claros incluso me sentí avergonzado.
Aparte rápidamente mi mirada y me concentre en seguir corriendo sin mirar a los lados pero sin borrar de mi mente la imagen de ese apuesto chico, habrán pasado unos 2 minutos cuando noté que alguien estaba ocupando la caminadora que estaba junto a mí, para mi sorpresa era el mismo chico de antes, en mi mente solo repetía una cosa sin parar “No lo mires, no lo mires, no lo mires”.
Pero es obvio que no me pude contener y nuevamente voltee para mirar ese cuerpazo casi perfecto, ahora que estaba más cerca podía ver mucho mejor sus atributos, unas piernas de futbolista, un culazo redondo y perfecto, espalda ancha y abdomen marcado… tengo que admitir que me lo estaba pasando en grande, cuando llegue a sus rostro me di cuenta que nuevamente él me había descubierto mirándolo, y esta vez me sentí tan avergonzado que incluso me ruborice un poco.
Los siguientes minutos me los pase intentando no mirarlo, pero mi fuerza de voluntad era prácticamente nula, lo miraba de reojo y en varias ocasiones me di cuenta que él estaba mirándome, cuando reuní suficiente valor para mirarlo directamente nuestras miradas se volvieron a cruzar, me quede mirándolo durante unos segundos pero no pude escuchar lo que decía porque la música en mis auriculares estaba sonando muy fuerte.
-Disculpa ¿decías algo?-.
Pregunté mientras me quitaba los auriculares.
-Te preguntaba si es tu primer día en este gym, no te había visto antes-.
-No, en realidad siempre vengo por las tardes.
Seguí trotando intentando disimular lo emocionado que estaba porque ese chico me hubiese hablado, hasta su manera de hablar era sexy.
Después de un rato me preguntó que musculo trabajaría ese día y al decirle que pecho y bíceps sonrió y me dijo que él también, y como si no fuese suficiente me propuso entrenar juntos lo cual acepté sin dudarlo ni un segundo.
Bajamos de la caminadora y fuimos al área de pesas, en el camino aprovechamos para presentarnos, me dijo que su nombre era Kevin y tenía 20 años.
Comenzamos ejercitando en el banco plano con la barra, Kevin levantaba más peso que yo y quería que le llevara el ritmo, yo por no quedarme atrás lo hacía y lo que más me encantaba de la situación es que cuando lo lograba él me daba una palmada en el pecho o en la espalda como motivación.
Seguimos entrenando y charlando y poco a poco íbamos entrando en confianza a mientras nos íbamos conociendo, yo no podía dejar de mirarlo y para este punto ya me había dado cuenta de que él también me estaba mirando mucho, incluso en una ocasión lo descubrí mirándome el culo mientras yo trataba de colocarle un disco a una de las maquinas de ejercicio.
Para terminar la rutina como siempre tocaba abdominales; para el último ejercicio literalmente no podía con mi alma, Kevin sí que entrenaba duro para tener ese cuerpazo.
En mis últimos diez abdominales cuando estaba por rendirme y no seguir Kevin se puso justo encima de mí con cada una de sus piernas a mis lados y me decía frases como “vamos tu puedes”, cada vez que subía me encontraba frente a frente con su paquete y debo admitir que se veía muy grande, este chico me estaba poniendo muy caliente.
Cuando terminé Kevin me dio la mano y me ayudo a pararme, nos quedamos un rato allí descansando un poco, ir al gym a esa hora estaba muy bueno ya que estaba prácticamente solo y todas las maquinas estaban a nuestra disposición.
Kevin me preguntó si me ducharía a lo que respondí que si y los dos nos fuimos a las duchas, llegué a mi locker privado y saqué mis cosas personales para ducharme y mi nuevo amigo hizo lo mismo.
En el área común mientras nos desvestíamos en uno de los bancos Kevin me pregunto si me había gustado el entrenamiento y le dije que si, él se saco su camiseta y pude ver su increíble torso, se notaba firme y musculoso, casi perfecto y algunos gotitas se sudor se dejaban ver por aquí y por allá; no debí disimularlo muy bien porque Kevin me sonrió y me preguntó si me gustaba.
Para tratar de no lucir tan obvio le respondí que quería tener mi cuerpo así, “pero tú no estás nada mal” dijo mientras se acercaba a mí, puso su mano sobre mi pecho que estaba duro por el entrenamiento, “estas muy bien de hecho”, dijo mientas mostraba una sonrisa picara; mi corazón se aceleró al máximo y nuevamente sentí como me ruborizaba, lo cual amplio más la sonrisa de Kevin.
“Bueno pero tu estas mejor” dije cuando logré recuperarme de mi ataque de timidez.
“me faltan años de entrenamiento para tener el abdomen como el tuyo” agregué, en respuesta Kevin bajo su mano hacia mi abdomen y lo recorrió de arriba abajo, yo me sentía avergonzado, tímido y creo que también asustado pero a la vez me encantaba el que un chico tan guapo me estuviera tocando.
“No creo que te falte tanto” dijo Kevin separándose finalmente, yo solamente me quede mirándolo unos segundos con ganas de poder tocarlo a él justo como él había hecho conmigo, pero no encontraba la manera, como su hubiese leído mi mente me pregunto ¿quieres comprobarlo? Yo asentí y toque lentamente su tableta de chocolate, estaba tan dura como si estuviese hecha de mármol.
Mientras yo tocaba su abdomen Kevin comenzó a tocar mis bíceps que lucían muy abultados bajo mi piel bronceada, sentí como la erección en mis bóxers comenzaba a crecer y no podía detenerme era realmente excitante estar en esa situación.
Mi compañero se acerco lentamente a mí y por la diferencia de estatura tuvo que bajar un poco para quedar frente a frente llevo su mano a la parte trasera de mi cuello y me fue acercando a él para besarme.
Me quedé atónito por unos segundos cuando se separo de mí para mirarme fijamente a los ojos, pero después fui yo quien se acerco a él y lo besé salvajemente.
Él al notar que yo me estaba soltando un poco más me empujo hasta la pared más cercana y comenzamos a besarnos sin parar.
No sabría decir cuánto tiempo paso exactamente hasta que Kevin puso sus manos en mi culo y comenzó a apretarlo con ganas, con lujuria, eso me ponía muy caliente; cuando intento bajarme el bóxer hice que se separara de mi, jadeando y sonriendo por la acción le explique que me daba miedo que fuese a entrar alguien, así que me propuso ir a una de las duchas individuales las cuales están totalmente cerradas y no se podría saber que estamos los dos allí.
Recogimos nuestra ropa y la colocamos toda junta y completamente desnudos nos metimos en una de las duchas individuales.
Una vez adentro cerramos con seguro la puerta de la ducha, yo sonreía nervioso mientras Kevin se iba acercando a mí, antes de que estuviera completamente pegado a mi cuerpo lo detuve poniendo mi mano en su pecho, él me miro extrañado y yo en respuesta comencé a recorrer todo su cuerpo con ambas manos.
Recorrí cada centímetro de su blanca y pálida piel, sentí nuevamente sus pectorales abultados, toqué sus brazos fuertes, recorrí sus abdominales cuadrito por cuadrito deleitándome con el tacto de estos, seguí bajando guiándome por la línea que se dibujaba en la parte final de abdomen como una “V” indicándome el camino que debía seguir, y así lo hice hasta que me encontré con su miembro totalmente erecto.
Era bastante grande debo decir, lo tomé con ambas manos y Kevin con su mirada me invitaba a seguir adelante, al igual que el resto de su piel su pene era blanco, unos 19cm aproximadamente y una anchura proporcional, pude ver algunas venas a lo largo de su verga que la hacían lucir mucho más interesante, con mi mano derecha comencé a pajearlo lentamente.
Mi compañero se pego completamente a mí besándome salvajemente y yo seguí el beso gustoso, Kevin abrió el agua para amortiguar cualquier sonido, y poco a poco nos fuimos mojando, sentí como el agua tibia caía sobre mi cabeza e iba descendiendo por mis hombros, torso y piernas; mi cabello que estaba medio largo se pegaba a mi frente conforme el agua lo iba bañando, Kevin con su mano lo aparto para dejar mi rostro descubierto y siguió besándome.
Mientras nos besábamos sentía como su dura verga se apoyaba sobre la parte baja de mi abdomen y la mía que era de tamaño similar a la de él solo que menos ancha sobre su muslo por la diferencia de tamaño, nos separamos un poco y aproveche el momento para bajar quedando de frente con su pene, lo agarré con una mano y me acerque para llevarlo a mi boca.
Comencé lamiendo suavemente la cabeza de su miembro, para luego poco a poco ir avanzando chupándolo y lamiéndolo con suavidad, me introduje la mitad en la boca y comencé a hacer movimientos hacia adelante y hacia atrás, fui aumentando el ritmo y la profundidad mientras Kevin trataba de no gemir por el placer que le ocasionaba.
Mientras le hacia el sexo oral comencé a tocar su abdomen y sus piernas con mis manos, él entusiasmado comenzó a mover sus caderas para aumentar el ritmo, con un gran esfuerzo pude meterlo todo dentro de mi boca, sentía como palpitaba su enorme verga en mi boca, me lo estaba pasando en grande.
Así estuvimos durante varios minutos hasta que Kevin me hizo levantarme y de inmediato me puso de espaldas a él, con mis manos me apoyé de la pared, esta vez fue Kevin quien se arrodillo y comenzó a morder mis glúteos suavemente, con ambas manos los separo y comenzó a acariciar mi culo con su lengua, solté un jadeo por la sorpresa, el placer que sentí era inmenso y tuve que tapar mi boca con una mano para evitar los gemidos.
Aparte de unas pajas compartidas con unos amigos se podría decir que esta era la primera vez que tenía un encuentro sexual y sí que lo estaba disfrutando.
Cuando ya no podía contener mis gemidos Kevin se separó y se puso de pies detrás de mí, comenzó a acariciar mi cintura con una mano y con la otra seguía tocando todo mi culo, metió un dedo y sentí un extraña sensación pero poco a poco me fui acostumbrando, estando de espaldas a él intentaba mirarlo.
Sentí la presión en la entrada de mi culo, esta vez era su polla que intentaba entrar, Kevin ejerció más presión y sentí como entraba la cabeza de su polla y de inmediato sentí el dolor que provocaba así que me separé un poco asustado y un poco avergonzado.
-Espera, es solo que.
– intenté explicar.
-Es tu primera vez, lo sé no te preocupes te trataré con cuidado, es solo que me emocioné-.
Respondió él sonriendo suavemente para tranquilizarme.
Me volví a dar vuelta y lo deje hacer, traté de relajarme mientras sentía su verga abrirse camino dentro de mí, centímetro a centímetro muy lentamente, hubo momentos en los que pensé que no podría pero mi compañero me invitaba a seguir adelante, besando mi cuello y mi oreja me hacía olvidarme del dolor.
Cuando estaba todo dentro de mí Kevin dejo que me acostumbrara para comenzar a mover sus caderas de atrás hacia adelante lentamente, me seguí mordiendo la oreja lo que me hacia estremecer de placer, de vez en cuando me decía al oído lo mucho que lo estaba disfrutando.
Yo por mi parte me pajeaba mientras Kevin embestía una y otra vez aumentando el ritmo gradualmente.
El dolor fue desapareciendo hasta que solo podía sentir placer, para entonces ya Kevin mantenía un ritmo constante, sentía como entraba y salía su rica verga y ver su cara de placer me llevaba a las estrellas.
Le dije que quería de frente a él para verlo mientras lo hacíamos así que sin pensarlo se tendió sobre el piso quedando sentado y apoyando su espalda sobre la pared del costado, yo me subí sobre él cual jinete quedando frente a frente, nuevamente el guio su miembro dentro de mi esta vez con mucha facilidad y yo comencé a cabalgarlo.
Mientras el movía sus caderas para hacerse sentir dentro de mí nos besábamos con lujuria y el con su mano me pajeaba, en esa posición también podía ver su torso, como él agua resbalaba por su cuerpo creando pequeños riachuelos en los canales de sus músculos, se veía increíblemente sexy, no podía creer que estaba haciéndolo con este chico tan guapo, Kevin aumento el ritmo mientras yo me pajeaba a la misma velocidad, sentí esa corriente de placer en mi propia verga y note como comenzaba a palpitar, gemí audiblemente y luego enterré mi rostro en el cuello de mi compañero para ahogar mis gemidos, el placer aumente dentro de mí y Kevin seguía y seguía mientras apretaba con ambas manos mis glúteos, sin poderme contener un segundo más y con todo mi cuerpo contraído por el placer acabé.
Sentí como la leche manaba de mi polla sin parar estaba en la cima en ese momento, con mis ojos entrecerrados vi como el perfecto torso de Kevin se cubría con mi leche, vi el rostro de Kevin y supe que él también estaba muy cerca de acabar así que mordí sus rojos labios mientras aun sentía el placer de mi corrida, Kevin me alzo en sus brazos con una agilidad sorprendente, me pego a la pared contraria y continuó al mismo ritmo, unos segundos después era él quien intentaba contener los gemidos mientras se venía dentro de mí.
Después de besarnos un poco más no dedicamos a ducharnos, salimos por separado de la ducha por precaución pero seguíamos solos, así que nos vestimos y salimos juntos del vestuario.
Después de ponernos de acuerdo para vernos al día siguiente a la misma hora nos despedimos.
Si de algo estaba seguro es que valdría la pena cambiar mi horario de entrenamiento.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!