Sala de juegos recreativos III.
Le dije que al principio me daba algo de miedo, pues le veía cara de hijo puta pero que me había hecho gemir y retorcer de gusto, que hasta me había hecho correrme sin tocarme..
Ese Domingo cuando desperté, todavía recordaba lo del día anterior, recordaba la tremenda follada que me habían dado los 2 hombres que llevaban la sala de juegos, me habían dicho de que esperaban que volviera y la verdad es que lo estaba deseando, pero quería ver a mi amigo y hablar con él, quería que me contara más cosas de aquella sala de juegos recreativos, me había dejado intrigado el día anterior, quería saber más, así que decidido me levanté, fui a desayunar y seguido me metí al baño. Luego de hacer mis cosas y ducharme, salí de casa, aún no eran las 10 de la mañana, iba a ir al colegio Peña redonda, era donde iban a jugar al fútbol y hockey sala. Ahí iba mi amigo todos los domingos a jugar la mayoría de las veces al hockey sala, yo ya iba preparado, me había puesto un pantalón de deportes y un chándal y calzando unas zapatillas de deporte. Palo de hockey, no tenía, pero sabía que varios monitores llevaban palos para los que como yo no teníamos, así que vestido de esa manera y con una pequeña mochila donde llevaba la toalla y el jabón junto a la muda para luego cambiarme, fui a coger el bus que me llevaba a dicho colegio.
Cuando llegué ya habían dado las 10 de la mañana, ya estaban preparándose para jugar, ya vi a mi amigo vestido con su palo de hockey en la pista calentando.
Al verme, vino a junto mía, al igual que yo, estaba deseando verme para que le contara como me había ido después de que él se marchara con aquel fulano, quería saber igual que yo, solo que yo no conocía hasta ese día lo que pasaba en aquella sala de juegos recreativos.
Fuimos al vestuario donde dejé mis cosas junto al chándal y luego de conseguir un palo de hockey, salimos a jugar, eso sí, luego de contarle que me habían cogido ambos fulanos. Me preguntó si me había gustado y le dije que sí, que el que más me había gustado había sido el que llamaban Antonio. Le dije que al principio me daba algo de miedo, pues le veía cara de hijo puta pero que me había hecho gemir y retorcer de gusto, que hasta me había hecho correrme sin tocarme.
Es una maquina follando, me dijo mi amigo, si te folló, es porque le gustaste, tienes suerte pues es el que manda, el otro hace todo lo que dice él.
Salimos a jugar pues ya nos estaban esperando, luego tendríamos más tiempo para hablar de aquello.
A las 12:30, ya estábamos saliendo del colegio, íbamos a coger el bus para ir al centro de la ciudad, los 2 estábamos deseando ir a la sala de juegos recreativos, los 2 andábamos calientes con ganas de verga.
Nada más llegar a la sala de juegos, nos pusimos como el día anterior, mi amigo fue a hablar con los hombres que había encargados de la sala, viniendo el tal Antonio, Dios de verdad que tenía cara de hijo puta, mirar para él me daba vergüenza, veía como me miraba con aquellos ojitos y es como si me estuviera desnudando, joder aquel hombre me turbaba, me ponía nervioso, hasta el estómago se me encogía, era incapaz de aguantarle la mirada. Aquel hombre no solo me turbaba y ponía nervioso, es que me excitaba y empezaba a poner caliente, vamos que me hacía estremecer y a la vez me daba algo de miedo.
Por supuesto que mi amigo al verme la cara se dio cuenta de lo nervioso que me había puesto, vio también como me había mirado Antonio a mí, por eso me dijo cuando nos activó las maquinas y nos dejó solos, joder vas a tener suerte, viste como te miraba Antonio, estoy seguro de que le gustas, seguro que te tiene ganas, lo debiste dejar bien contento ayer.
Yo no sabía que decirle, miraba para mi amigo como si no entendiera lo que me decía, pero en mi fuero interno, sabía que tenía razón, aquel hombre con solo la mirada me desarmaba, me hacía temblar como un corderito recién nacido.
Cuando ya llevábamos varias partidas jugadas, fue cuando se acercó un hombre de mediana edad, miraba como jugaba mi amigo, no se separaba de él, cuando de pronto veo como lo estaba acariciando el culito. Dios, el fulano le estaba metiendo mano descaradamente y mi amigo ni mu decía, cuando de pronto veo como se le acerca al oído diciéndole algo. Veo que mi amigo mueve la cabeza en señal de afirmación, como el fulano le manosea el culito y se aparta yendo para donde estaban los encargados, habla con ellos y se va para los aseos.
Al momento veo como mi amigo acaba la partida y me dice que luego viene y me suelta una sonrisa con la que me decía todo. Aquel hombre lo iba a coger y él iba encantado.
Yo que apenas podía creerlo, estaba alucinando de lo fácil que era el buscar quien te diera verga, pensaba en como no me había enterado antes de lo que se cocía en la sala de juegos recreativos donde tenía parado ya más veces y nunca me había percatado de nada. Si no llega a ser porque el día anterior había coincidido con mi amigo del instituto, ni cuenta me habría dado.
Estaba en esos pensamientos cuando de repente noto como me acarician el culito, fue algo muy suave, pero fue algo que me hizo estremecer y poner nervioso, no quería mirar para el que me había tocado muy sutilmente el culito, cuando escucho que me dicen que juego muy bien.
Dios, miré para él y vi a un hombre joven, no llegaba a los 40 años, alrededor de unos 35, era guapo el condenado, veía como me miraba y como me sonreía, cuando de pronto me suelta, ¿vienes?
Yo no sabía que decir o hacer, estaba desconcertado, miraba para él como un tonto sin saber que decir cuando me suelta a la cara, me gustas. Quedé mirándolo como un tonto cuando me di cuenta y moviendo la cabeza en señal de afirmación le digo que sí.
Veo como se marcha al igual que había hecho el que se había llevado a mi amigo, y luego de verlo hablar con Antonio, se gira hacia mí y me hace una seña en señal de afirmación.
Ya estaba, me estaba diciendo que sí, que fuera, veo como va al fondo de la sala y veo como me miraba Antonio, estaba esperando a que fuese a junto él, ya vi como me hacía señas para que fuera. Nada más llegar a junto él, salió del mostrador que allí había y me dijo, sígueme.
Eso fue lo que hice, allí iba yo detrás de aquel hombre que tan nervioso me ponía, a dejarme coger por aquel joven que se me había acercado mientras jugaba en la maquina recreativa.
Vi que pasábamos la puerta donde estaban los aseos que era a donde me llevaba, pero seguimos por el pasillo hasta llegar al fondo donde había otra puerta donde nos estaba esperando el joven.
Al llegar Antonio abrió la puerta con una llave y nos dejó pasar, diciéndole al joven, luego ya le dices tu por donde salir, este es novato y todavía lo estamos preparando.
Allí nos quedamos los 2 solos luego de que Antonio cerrara la puerta escuchando como pasaba de nuevo la llave, dejándonos allí encerrados.
El joven al momento ya me abrazó a él empezando a besarme, Dios ni siquiera había visto donde hostias estábamos y ya me estaban comiendo a besos.
Me gustas, me gustaste nada más verte entrar con tu amigo, ¿así que eres nuevo? Me decía mordiéndome el labio mientras sus manos me manoseaban por todas partes.
Yo no podía siquiera contestarle, me abrazaba a él mientras me dejaba besar y meter mano. No estaba mal el maricón aquel, además se le veía joven, cosa que me gustaba. Yo ya estaba caliente a tope y quería verga, estaba deseando verle la polla y cogerla con mis manos para acariciarla, así que mientras el me seguía comiendo la boca, yo empecé a palpar el bulto que se le notaba, se le veía que estaba empalmado, así que nervioso como estaba mientras me iba comiendo la boca, yo empecé a aflojarle la correa del pantalón, para seguido desabrocharle el mismo y poder meter mi mano para coger aquella verga que tanto estaba deseando.
Bufff, así que conseguí bajarle el pantalón y meter mi mano por el calzoncillo que llevaba, Dios, que polla mas caliente y tiesa tenía, el cabrón andaba más salido que yo. Ya tenía la polla toda pringada, era una polla algo más larga de la media, unos 16 o 17 centímetros, no era gruesa, el prepucio le recubría el glande que ya se le empezaba a descubrir, pudiendo vérsele un glande enrojecido e hinchado por donde se veía salir el líquido preseminal que le iba pringando toda la polla.
Como me gustas, me decía mientras me seguía comiendo la boca, ya me tenía los labios enrojecidos e hinchados de tanto morreo que me estaba dando cuando de repente me empieza a subir la camiseta que llevaba puesta, dejándome de cintura para arriba completamente desnudo.
Dios así que vio mis pequeñas tetillas, al momento ya llevó su boca a mis hinchados y erectos pezoncitos, empezando a morder uno mientras pellizcaba y retorcía el otro.
¡Ohhh! ¡ooohhh! Gemí yo mientras él mordía uno de mis pezoncitos, retorciéndome y pellizcando el otro.
¡Ay maricón que bueno estás! ¡Como me gustas! Gritaba él mientras me magreaba y mordía los pezoncitos que cada vez los tenía más hinchados y duros de lo excitado que estaba.
De repente me puso las manos sobre los hombros haciendo que me agachara, quería que le chupara la polla.
Anda, abre esa boquita que voy a follártela, me decía mientras se sujetaba la polla con una mano y con la otra apoyada en mi nuca, empujaba mi cabeza para que me tragara su tiesa y dura verga.
Vi como ya estaba toda pringada, no paraba de salirle liquido preseminal, cosa que no me importó nada porque al momento ya abrí la boca empezando a chupar aquel pringado y enrojecido glande. Tuve que sujetarle la polla con mis manos, pues el muy cabrón me la metía tan a fondo que me hacía abrir en arcadas, era demasiado larga aquella polla para que me entrase toda ella.
Así que pude empezar a chupársela sin que él empujase mi cabeza tratando de que me tragara toda aquella larga verga, fue cuando él viendo como yo agachado le chupaba la polla, se sacó la camisa que llevaba puesta mientras me iba diciendo de todo.
Así maricón así, abre bien esa boquita y chupa, chúpala bien que luego voy a darte por el culo, te la voy a meter hasta que te salga por esa boquita de mamona que tienes, te voy a hacer chillar de gusto, vas a querer que no te la saque, voy a hacer que me pidas que te folle y te haga mi hembrita.
El cabrón no paraba de meterme la polla haciendo que me abriera en arcadas cada vez que intentaba metérmela hasta la empuñadura. Yo ya estaba que no podía más, los ojos me lloraban y las babas me caían por las comisuras de los labios, pero él seguía follándome la boca como si fuera una taladradora.
Así maricón así, trágala toda, abre bien esa boquita de puta que tienes, así maricón así. Acaríciame los huevos, mira lo hinchados que los tengo, pálpalos bien y mira lo cargados de leche que están, ya verás cómo te van a dejar ese culito preñado de lechita.
Yo ya estaba por pedirle que parara, cuando de repente me levanta sujetándome por los sobacos, así cayéndome las babas por la comisura de los labios, empezó a morrear. Con una mano apoyada en mi nuca, me sujetaba la cabeza, mientras me iba comiendo la boca, con la otra mano empezó a deshacer el lazo que sujetaba mi pantalón de chándal, el cual una vez aflojado esté, empezó a tirar de él hacia abajo.
¡Ay maricón, vienes sin nada debajo del chándal, me decía una vez me tuvo bajado el pantalón del chándal, pues, aunque llevaba en la pequeña mochila una muda junto a la toalla, cuando nos cambiamos en el colegio, no me había puesto al final el slip! Mientras terminaba de bajarme el pantalón del chándal, me iba manoseando el culito a la vez que me comía la boca e iba diciéndome de todo.
Me gusta el culito que tienes maricón, te lo voy a follar y llenar de lechita, me decía dándome la vuelta dejándome cara a la pared de aquel bajo a donde nos había llevado Antonio el encargado de la sala de juegos recreativos.
Así maricón así, déjame ver el culito que tienes y que me voy a follar, me decía pegándome contra la pared a la vez que iba pasando su mano por toda la rajita de mi culito.
Noté como pasaba su mano y como sus dedos iban buscando mi agujerito, escucho como escupe en su mano volviendo a pasarla por mi agujerito, noto como presiona con sus dedos mi esfínter anal y como se va introduciendo uno de sus dedos por mi agujerito.
¡Ohhh! ¡ooohhh! Gimo a la vez que me estremezco al sentir como su dedo empieza a invadir mis entrañas.
Así maricón así, saca el culito para fuera, me decía mientras me iba dilatando mi agujerito. Volvió a escupir en su mano volviendo a pasarla por mi abertura, me inclinó poniéndome una mano sobre la espalda a la vez que me ordenaba que sacara más el culito, con su pie pegó en los míos haciendo que me abriera más de piernas y así como me tenía, siento como coloca la punta de su polla en la entrada de mi lubricado agujerito, como me sujeta por las caderas y a la vez que tira de mi hacia él, me da una embestida haciendo que su polla me entre por completo.
¡Ohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh ohhh! Chillo al notar como mi culito acababa de ser invadido. Suspiro a la vez que todo mi cuerpo se yergue mientras yo trato de aguantar la respiración. Que hijo puta, me acababa de ensartar toda la polla por el culo, me la había clavado hasta los huevos de una sola estocada.
Así maricón así, dame el culito me decía tirando de mis caderas para pegarme a él. No querías polla, pues ya la tienes toda dentro tuya, ya te la has tragado hasta las bolas, me decía pegándome a él mientras una de sus manos me sujetaba por las caderas y la otra iba palpando mi polla y huevos a la vez que me empujaba hacia él para tenerme bien ensartado.
Te gusta maricón, mira como tienes la polla de empalmada, me decía mientras me mantenía completamente pegado a él. Dio varias arremetidas tratando de hincarme su polla aún más profundamente en mis entrañas a la vez que me decía:
¡Ay maricón que cerradito estás, tu culito es bien apretadito, es como me gustan los culitos, decía sacándome por completo su polla y volviendo a meterla de una estocada!
¡Ohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh! Chillaba yo notando como su polla salía por completo y de repente volvía a introducirse por mi culito.
Así así, dame el culito y deja que te folle.
¿Te gusta? Me preguntaba, volviendo a sacar por completo su polla volviendo a meterla
por mi abierto culito.
Siií, le contestaba, pero métela toda, le pedía.
¿te gusta la polla maricón…? Me decía empezando con un salvaje mete y saca. Te gusta que te follen ¿eh?
Claro que me gustaba, por eso iba a la sala de juegos recreativos, me gustaba la polla y aquella me estaba haciendo gozar de lo lindo, notaba mi polla gotear pequeñas gotas de semen, como aquella polla que me metía por el culo una y otra vez me llegaba a lo más profundo de mis entrañas haciéndome poner de puntillas a la vez que chillaba de gusto. Sentía como su pelvis y huevos golpeaban una y otra vez mi culito a la vez que su polla se introducía una y otra vez por mi cada vez más abierto culito, aquel cabrón me estaba dando una espectacular follada.
Ya los 2 sudábamos por todas partes, mis gemidos y sus jadeos no dejaban de sonar en aquel cerrado bajo junto al golpeteo de su pelvis chocando con mi cada vez más abierto culito, plof, plof plof plof plof plof, plof plof plof plof, se escuchaba junto a mis gemidos y sus constantes jadeos.
Ya maricón, ya me voy a correr, donde quieres que te los eché, me preguntaba.
Córrete dentro le decía yo gimoteando.
Quieres que te preñe, ¿eh maricón?
¿Te gusta que se corran dentro tuya, ¿eh?
Siií, acerté a decirle al momento que noto como sus arremetidas eran más profundas a la vez que le escucho soltar un alarido.
¡Ahhh! ¡aaahhh maricón! ¡ay que gusto! ¡ay que gusto! ¡ay que gusto! Gritaba una y otra vez mientras su polla iba descargando todo el semen que sus huevos contenían, dentro de mi culito. Me estaba preñando con su semen.
Una vez terminó de correrse, mientras seguía pegado por completo a mí, con su polla todavía metida en lo más profundo de mis entrañas, giró mi cabeza a la vez que su boca buscaba la mía empezando a morder los labios y meter su lengua en mi boca.
Yo estaba que me temblaban las piernas, tremenda follada la que me acababa de dar aquel macho, me tenía en las nubes.
Una vez ya recuperados de la tremenda follada que me acababa de dar, él se separó de mí, se fue acomodando la ropa mientras veía como yo me iba vistiendo, había dejado la mochila en la sala de juegos por lo que no tenía con que limpiarme, pues allí era donde además del slip tenía la toalla, así que luego ya me limpiaría un poco cuando fuese a por ella.
En esos momentos fue cuando vi lo que había en aquel bajo a donde nos llevara Antonio, allí tenían más maquinas recreativas, así que seguramente era donde las arreglaban, fue lo que me pensé. Seguí al que me acababa de follar y fuimos a salir por otra puerta la cual daba a la calle de atrás donde estaba la sala de juegos.
Nada más salir mientras me daba una palmadita en el culito y magreaba el culo, se despidió hasta otra vez.
Ahí fue cuando yo viendo que el se iba en otra dirección, volví para la sala de juegos, quería ver a mi amigo, además que tenía que ir por la mochila y no sabía muy bien que hacer, caliente seguía estando, pues no me había corrido, pero se me estaba haciendo tarde para ir a comer, en eso iba pensando cuando volví a entrar en la sala de juegos.
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Un relato cachondo…, como casi todos los tuyos.