Sala de juegos recreativos IV.
bufff que vergüenza pasé en aquellos momentos, estaba claro que aquel joven sabía muy bien a lo que iba, de sobras sabía que iba para que me dieran por el culo, vamos que iba como las prostitutas con su cliente a dejarse follar..
Nada más entrar a la sala de juegos recreativos, ya veo a mi amigo saliendo acompañado de otro hombre. Al verme entrar me dijo que lo esperara a la vez que me echaba una sonrisa. Joder acababa de ser follado y ya iba con otro fulano, pero ahora salía de la sala de juegos, me quedé pensando a donde iría con aquel fulano, cuando veo que Antonio me hace señas para que me acercara.
¿Viste a tu amigo?
Sí le contesté a la vez que movía la cabeza en señal de afirmación.
Que lo esperaras nos dijo, va a atender un cliente, que luego vais a ir a comer a la hamburguesería.
¿Lo vas a esperar o te tienes que ir?
Quedé pensando unos segundos, no sabía que hacer, pero como no tenía problema por no ir a comer a casa, le dije que lo esperaba.
Bien, me parece muy bien porque entonces tienes otro trabajito, ¿Qué te parece? Me preguntaba el encargado de la sala de juegos recreativos, Antonio.
Me encogí de hombros diciéndole que bueno, todavía estaba empalmado de la follada que me acababan de dar y la verdad es que me apetecía que me siguieran follando.
Bien, pues vas a ir con José al hostal, la mochila la tienes aquí guardada, la puedes dejar o llevar contigo, me decía mientras el compañero se acercaba para que fuera con él.
La recojo después, le dije por la mochila y con la misma me giré para seguir al compañero.
Apuré el paso para ir al lado del tal José, era el que me había cogido el primer día, no era feo, estaba bastante delgado y la polla que tenía era de las que me gustaban, era de unos 15 o 16 centímetros, de grosor normal y lo que más me gustaba es que no estaba circuncidado y se le curvaba como si fuera una banana.
No sabía donde era el hostal, pero al momento ya llegamos, es aquí, me decía. Vamos que estaba pegado a la sala de juegos recreativos.
Nada más entrar ya estaba un pequeño mostrador donde estaba un joven que nada más ver al tal José, ya le dio una llave a la vez que se me quedaba mirando. Joder me escaneó de arriba abajo, bufff que vergüenza pasé en aquellos momentos, estaba claro que aquel joven sabía muy bien a lo que iba, de sobras sabía que iba para que me dieran por el culo, vamos que iba como las prostitutas con su cliente a dejarse follar.
Vamos, escucho que me dice el tal José, dejando que vaya yo delante. Íbamos por las escaleras, no sabía a que piso, cuando de repente noto como una mano me toca el culito y a la vez que me va empujando para que suba, me lo va magreando.
Tienes un culito que me vuelve loco, me gusta lo apretadito que lo tienes y lo redondito que se ve, ya verás como vas a disfrutar, me iba diciendo mientras íbamos subiendo las escaleras.
Si al joven de recepción le quedaba alguna duda, al escuchar lo que me decía y como me iba magreando el culito, ya no le quedaba duda alguna de a lo que íbamos. Estaba muy claro que allí los que iban la inmensa mayoría iban a follar, vamos que era un hostal de los que llaman, de habitaciones calientes, son hostales que alquilan habitaciones por hora, y que la mayoría son para ir a follar, vamos que viven de la prostitución.
Yo era la primera vez que iba a uno, e iba subiendo las escaleras y no se me iba de la cabeza el que estaba obrando igual que si fuera una prostituta, allí iba yo con un cliente para dejarme follar. Iba caliente como una perra en celo, pero fue el momento en que me di verdadera cuenta de lo que estaba haciendo, ahora ya estaba allí, pero a mi aquello no me gustaba, me daba mucha vergüenza, lo malo es que cuando andaba así de caliente, no pensaba mucho, solo quería que me dieran verga y no razonaba.
Al llegar a la primera planta me llevó por un largo pasillo y casi al fondo fue donde me dijo que era allí, había venido todo el trayecto manoseando el culito a la vez que me iba hablando de lo que me iba a hacer, de lo que me iba a hacer chillar y lo mucho que lo iba a disfrutar.
La verdad es que no sabía lo que me esperaba, lo supe nada más abrió la puerta y me hizo pasar. La verdad es que me quedé con la boca abierta sin saber que decir o hacer, allí delante de mis narices, en aquella cutre habitación, además de una cama, una mesilla y una silla, había un hombre de pie, completamente desnudo.
Si me dan 2 hostias, no hubiera reaccionado, se me pasó de todo por la cabeza en aquellos momentos, menos mal que no lo conocía de nada, si no me hubiera muerto de vergüenza.
El fulano no estaba mal, era más o menos como José con el que había subido a la habitación, eso sí, se veía mucho más fuerte y Dios, aquello que le colgaba del medio de las piernas asustaba, joder si parecía la trompa de un elefante. Y eso que aun no se le había puesto dura, todavía le colgaba del medio de las piernas.
¡Uy que cosita más rica, José! Escucho que dice al ver como me quedo embobado mirando para él sin poder decir ni hacer nada.
Es una nueva putita, es el segundo día que trabaja con nosotros, le suelta José, a la vez que me abraza por detrás y empieza a mordisquearme la oreja y cuello.
Tiene un culito de los que te va a gustar, es redondito y apretadito cómo te gustan a ti, y lo mejor es como gime, chilla y lo que disfruta cuando le dan verga, le decía empezando a aflojarme el cordón del pantalón de chándal, bajándomelo una vez deshizo la lazada del cordón con el que lo sujetaba.
Vi como mientras José me iba bajando el pantalón del chándal, el otro fulano se acerca por delante llevando sus manos a mi polla que sigue tiesa y dura como un fierro candente, me empieza a manosearla junto a los huevos a la vez que decía, ya veo que viene bien caliente, ¿tienes ganas de verga, verdad putita? ¿tienes ganas de macho, eh? Me decía mientras me acariciaba la polla y genitales, empezando luego a subir sus manos por mi abdomen subiéndome la camiseta que llevaba puesta.
¡Bufff que tetitas más ricas! Decía apretando los pezones a la vez que los pellizcaba, haciéndome retorcer de gusto a la vez que soltaba un leve gemido.
Mientras José me dejaba caer el pantalón del chándal y empezaba a acariciarme el culito, el otro fulano me empezaba a sacar la camiseta y una vez me la hubo quitado, empezó a comerme la boca, me mordía los labios, pasaba su lengua por ellos para finalmente meterme su lengua en la boca dándome un morreo que me dejaba sin aire.
Dios, aquello iba a acabar conmigo, José ya metía sus dedos por mi agujerito que todavía estaba dilatado de la follada que me acababan de dar en la sala de juegos recreativos, mientras el otro fulano no dejaba de comerme la boca, cuando de repente se empieza a escuchar unos gemidos que venía de la habitación de al lado, Dios, aquellos gemidos eran de mi amigo, se escuchaba claramente como gemía y pedía más, siií, siií, fóllame, fóllame. Lo estaban follando allí en la habitación de al lado, Dios que morbo el escuchar como gemía y gritaba que quería más, escucharlo me puso aun más caliente y excitado de lo que ya estaba.
Escucha como chilla y gime tu amigo pidiendo que lo follen, ¿ves lo bien que lo está pasando? Que putitas más viciosillas que nos hemos topado, ¿eh?
Claro que podía escucharlo y aquello me ponía aun más caliente, y si no se me escuchaba a mí, era porque me estaba comiendo la boca y ni respirar podía, cuando José me saca los dedos del culito, me quita las zapatillas de deporte y termina de sacarme por completo el pantalón del chándal.
Así maricón así, ahora vamos a encularte que ya tienes el culito bien dilatado y chorreando, te dejaron los mecos dentro, ¿eh? Ya te preñaron antes, ¿eh maricón?
Claro que ya me habían follado y bien que lo sabía, pero si antes estaba caliente, ahora andaba más salido que una perra en celo, estaba que me ardía todo el cuerpo, las orejas las debía tener al rojo vivo, los labios enrojecidos e hinchados de semejante morreo que me estaba dando aquel fulano, estaba tan caliente y desesperado que llevé mis manos a la enorme polla de aquel fulano, quería acariciarla y estrujarla con mis manos, Dios que tremenda polla, aquella verga si que me iba a hacer chillar cuando me la metiera por el culo, cuando de repente veo como el que me estaba comiendo la boca se sienta en la cama, me hace inclinar y así como me tienen, siento como la polla de José me empieza a entrar por el culo.
¡Ohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh ohhh! Chillo al notar como me entra la polla de José por el culo, clavándomela hasta la empuñadura.
Así maricón así, chilla, chilla que te escuche tu amigo, que oiga como disfrutas tú también.
Claro que chillaba y gemía como un loco, aquello me estaba volviendo loco de gusto, cuando el fulano que estaba sentado sobre la cama me hace agachar la cabeza llevándomela a su enorme polla.
Anda putita, a ver como te comes mi verga, anda que es toda tuya, hoy va a ser toda para ti, ya verás como te va a gustar cuando te la deje ir toda por el culo, ya verás como vas a chillar de gusto, me decía mientras me sujetaba la cabeza dejando que fuese yo el que llevase el ritmo de la mamada. Menos mal que no era muy gruesa, era grande la cabrona, pero no era de esas pollas enormes que tienen un glande descomunal.
Así, así, ¡ay que boquita tienes maricón! Así así, chúpala toda, gritaba el fulano mientras yo le chupaba la enorme polla a la vez que José me daba por el culo.
¡Ay que gusto! ¡ay que gusto! ¡ay que gusto! Gritaba José a la vez que no dejaba de encularme, pudiendo escucharse el golpeteo de su pelvis chocando con mi culito, plof, plof plof plof, plof, plof plof plof.
Yo estaba que sudaba por todas partes, mi pobre polla no dejaba de chorrear liquido preseminal, notaba como se bamboleaba con las enculadas que me daba y como no dejaba de gotear, cuando siento como las enculadas empiezan a ser más rápidas y profundas, como la polla de José se empieza a hinchar un poco más y de repente empieza a soltar trallazos de semen mientras el grita que se corre.
Me corro, me corro, me corro, ¡ohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto!
Me acababa de preñar, era la segunda preñada que me daban ese día, siento como José me tiene bien sujeto por las caderas, con su polla completamente enterrada en mis entrañas, como va recuperando la respiración a la vez que su polla iba soltando las últimas gotas de semen con el que me acababa de preñar.
¡Que culo más bueno tienes maricón! Me suelta a la vez que saca su polla y me da varias palmadas en el culo.
Yo estoy que me tiemblan las piernas, apenas doy chupado la polla del otro fulano, noto como me va escurriendo la corrida de José, como tengo el culito bien abierto, y de pronto el otro fulano se levanta de la cama sin soltarme, me hace poner de rodillas sobre la cama, me hace apoyar la cabeza y pecho sobre ella y así con el culito levantado se coloca detrás mía, lleva la cabeza de su polla a la entrada de mi abierto culito y tal como me tiene, me empieza a introducir su enorme verga por el culo.
¡Ohhh! ¡ooohhh!¡ooohhh ohhh! Empiezo a chillar notando como aquella polla que parecía la trompa de un elefante, me va abriendo el culo a la vez que se va introduciendo por él.
Chilla maricón, chilla para que te escuchen las otras putas, que todos sepan la putita que eres, si tienes el culito que te chorrea de lo caliente y puta que eres, te gusta maricón, te gusta que te den por el culo, mira como te retuerces de gusto y como chillas, me decía el fulano sujetándome por mis estrechitas caderas, ya me había introducido su enorme polla hasta la mismísima empuñadura.
Notaba su vello púbico pegado a mi culito, como sus dedos se clavaban en mis caderas y como tiraba de mí hacia él, a la vez que impulsaba su pubis, clavándome su enorme verga en lo más profundo de mi ser.
Joder, tenía razón en que ya estaba bien abierto, llevaba toda la mañana caliente, hasta notaba como el culito se me mojaba y ahora luego de haber sido preñado en 2 ocasiones, ya lo tenía que me chorreaba, era como una perra en celo, pero joder, aquella era una polla bastante grande, en el glande era donde estaba más estrecha la polla, pero según iba hacia la base se iba haciendo cada vez más gorda. Nunca había visto una polla, así como aquella, por eso se me había figurado la trompa de un elefante, fue lo que me vino a la cabeza cuando lo vi desnudo delante de mí.
Ahora que ya me la acababa de meter por el culo, me sentía completamente lleno, hasta podía sentir como mi esfínter se abría a tope, aquella polla era muy gorda en la base, cada vez que movía su polla, yo chillaba como si me estuvieran abriendo en canal. Me temblaba todo el cuerpo, las piernas me titiritaban y no era precisamente de frío, era por la tremenda follada que me estaba dando aquel fulano.
No podía parar de lloriquear, eran unos gemidos mezclados con lloriqueos, pero la verdad es que estaba disfrutando, el cabrón aquel me tenía en el clímax del placer, escuchaba como me insultaba, como me llamaba de todo y como su pubis golpeaba una y otra vez mi culito, chof, chof chof chof chof, chof chof chof chof, se podía escuchar cada vez que su polla me entraba por el abierto y cada vez más dilatado culito.
Así maricón así, ves como te gusta, si tienes un culito que está hecho para follarlo, redondito y apretadito como me gustan a mí. Querías polla y ahora ya la tienes maricón, ahora es toda tuya, mira como tiemblas del gusto que te está dando, si tienes el culo que te chorrea, pedazo de maricón, tu si que podías ganar dinero si quisieras venirte conmigo, te llevaría para Londres, allí serías una putita muy solicitada, no tendrías que hacer nada, solo poner el culito para que te lo follaran y te garantizo que ibas a hacer dinero.
¿Eh, que te parece? Me preguntaba mientras me seguía dando por el culo.
Como yo no le contestaba, apenas podía hablar, insistió en el tema.
¿Qué dices, te interesaría venirte conmigo?
No sé, acerté a contestarle, todavía estoy estudiando, fue todo lo que le dije, pero no podía dejar de pensar en lo que me acababa de soltar. Quería llevarme para prostituirme y la verdad aquello no me gustaba, yo solo iba para dejar follarme, me gustaba, pero… eso de prostituirse no lo veía muy bien, no quería ser una putita, aunque realmente ya lo estaba siendo, solo que ahora no cobraba, lo hacía por gusto no por dinero, pero seguía siendo tan prostituto como el que más.
Estaba pensando en eso cuando de repente un tremendo gustazo me empieza a subir desde el culito y de pronto mi polla se pone a soltar trallazos de semen.
¡Ohhh!¡ooohhh! Me corro, me corro, ¡ay mi madre! ¡ay mi madre! ¡ooohhh! ¡ooohhh! Empiezo a chillar mientras alcanzo un tremendo orgasmo que me hizo soltar una tremenda corrida mientras estaba siendo enculado por aquella tremenda verga.
Así maricón así, mira como te corres de gusto, si ya sabía yo que tienes un culito que está hecho para follarlo, me decía mientras seguía dándome por el culo.
Yo ya estaba que no podía más, ya me había quedado como sin fuerzas y aquel fulano no tenía trazas de acabar, era todo un semental, el cabrón me iba a dejar para el arrastre, iba a acabar conmigo.
Ya las arremetidas que me daban eran cada vez más salvajes, ahora ya estaba siendo follado sin compasión, aquella enorme polla no dejaba de profanar mi abierto y dilatado culito, ya solo gemía dejando mi culito lo más elevado que podía, deseaba que me preñara y acabara de darme por el culo. Cuando escucho como empieza a gruñir, como su polla se empieza a hinchar un poco más y de pronto empieza a gritar que se corre.
¡Ahhh maricón! ¡aaahhh que gusto! ¡ahhh que gusto! Ya maricón, ya me corro, ¡ahhh que gusto! ¡ahhh que gusto! Gritaba una y otra vez, mientras su polla iba soltando trallazos de semen dentro de mi culito.
¡Ay que gusto! ¡ay que gusto! Que culito más rico tienes maricón, que gusto da follarlo, me gritaba mientras su polla acababa de soltar los últimos borbotones de semen con el que me acababa de preñar. Si quisieras venirte conmigo ibas a ganar mucho dinero, ibas a ser la sensación de Londres, ibas a tener muchos clientes que te iban a hacer muy feliz, me decía una y otra vez, mientras me seguía sujetando por las caderas con su polla metida en lo más profundo de mis entrañas.
Poco a poco su polla se fue escurriendo, hasta que salió por completo, ahí ya me soltó y dejó que me tumbara sobre la cama, estaba agotado.
Mientras me recuperaba de la tremenda cogida que me acababan de dar, miraba para el fulano y veía la tremenda polla que le colgaba, Dios, veía aquella trompa de elefante y no podía creer que aquella cosa la acabara de tener dentro de mí, joder si parecía 2 veces mi polla. La verdad es que notaba el culito muy pero que muy abierto, notaba como me chorreaba y como lo tenía todo mojado y pringado. Antes de vestirme tendría que limpiarme un poco sino iba a pringar todo el pantalón del chándal, además que el slip lo había dejado en la mochila y así como estaba no podía vestirme.
Mientras él seguía tratando de convencerme para que me fuera con él, fui al baño y allí primero me limpié con papel higiénico y luego con la única toalla que allí había.
Nos vestimos los 2 a la vez y salimos ambos juntos, justo cuando lo hacíamos, salía mi amigo de otra de las habitaciones que allí había, no nos dijimos nada, nos sonreímos uno al otro, ya hablaríamos cuando estuviésemos los 2 solos. La verdad es que era mucho lo que teníamos que hablar, no solo por lo que me había propuesto el fulano que estaba conmigo, también de las tremendas folladas que nos acababan de dar, ya por los gemidos que se podían haber escuchado, los 2 sabíamos que nos habían follado salvajemente, vamos que nos habían tocado unos buenos sementales.
Cuando salimos de aquel hostal, cualquiera que nos viera, sabrían muy claramente de que acabábamos de salir de allí de ser follados. Ya no solo por vernos salir de donde lo hacíamos, es que incluso la compañía que llevábamos lo dejaba muy claro y por encima el que me acababa de coger a mí, antes de despedirse, me manoseó y magreó todo lo que quiso y más el culito, para terminar por darme una tarjeta donde tenía como se llamaba y un teléfono para contactarlo, estaba empeñado en llevarme con él.
Al quedar solos, entramos en la sala de juegos recreativos, fuimos por las mochilas luego de hablar con Antonio y quedar en volver por la tarde, íbamos a ir a comer unas hamburguesas, invitados por Antonio el de la sala de juegos recreativos, le dio dinero a mi amigo para pagar lo que comiéramos y bebiéramos, al parecer nos habíamos portado muy bien y eso lo tenía al parecer muy contento.
Fuimos a comer a la avda. de La Marina las hamburguesas, y ya por el camino nos íbamos riendo de la tremenda cogida que nos acababan de dar.
Como chillabas, me decía, ¿tan grande tenía la polla? Me preguntaba como si estuviera todo escandalizado.
Bufff, al principio nada más verlo desnudo, pensé en que era la trompa de un elefante. Pero no digas que yo chillaba tanto, porque tú si que chillabas y no dejabas de pedirle más.
Nos reímos y llegamos a la hamburguesería donde seguimos contándonos todo.
Si queréis escribirme o contactarme, podéis hacerlo a:
Muy buen relato, con ganas de leer más .
Gracias Nico, tienes más relatos de la sala de juegos recreativos en mi perfíl, sí pinchas en mi nombre puedes verlos. Espero que disfrutes como llegué yo a disfrutar en esa sala de juegos, lo mismo que disfruté al recordarlo mientras los escribía.