Salida forzosa del armario al ser pillado siendo enculado.
Bufff, tremenda sorpresa que me llevé cuando al llegar frente a las duchas, veo allí desnudos por completo a los 2 hombres de marras, el mayor de ellos le estaba dando por el culo al que parecía más joven y un poquito más bajo..
Aquel verano habíamos quedado en el mes de julio de ir de acampada mi primo, un amigo y yo, los 3 somos de más o menos la misma edad. Ya habíamos ido en varias ocasiones, solo que en esta ocasión queríamos que el lugar fuese al lado de la playa, en las otras ocasiones lo habíamos hecho en el bosque cerca del río. En esta ocasión lo haríamos en un camping, pues pretendíamos estar todo el mes de julio y íbamos a necesitar de un lugar donde poder asearnos.
La verdad es que pasar todo el mes de julio era toda una aventura, todo iba a ser de cuanto pudiéramos controlar el poco dinero del que disponíamos. Teníamos que sobre todo controlar el gasto en la comida, comida que íbamos a preparar nosotros, así que teníamos que economizar gastos y no pasarnos del presupuesto. Lo malo es que nuestros cálculos fueron muy optimistas, pues estando todo el santo día en la playa, el apetito que nos empezó a acechar desde el primer día, era veroz.
Ese primer día ya en la cena comimos más del doble de lo previsto y a la mañana siguiente, al desayuno pasó lo mismo, aún así nos habíamos quedado con hambre. A ese ritmo a los 15 días ya habríamos acabado con todo el presupuesto y eso haciendo grandes esfuerzos por controlar el hambre que teníamos.
A los 2 días de estar acampados, ya habíamos hecho buenas migas con varias familias, todos mucho más mayores que nosotros. Entre los que conocimos, había una pareja de hombres, uno tendría unos 40 años y el otro unos 35, los cuales al menos a mí, me cayeron muy bien.
Mi primo y amigo esa noche cuando estábamos en la tienda de campaña durmiendo, era una tienda canadiense de 4 plazas, dijo que aquella pareja creía que eran maricones, cosa que a nuestro amigo le pareció igual. Yo la verdad es que ni me había fijado, eso que yo ya sabía muy bien que me gustaban los hombres, vamos que me gustaban las pollas, ya había tenido varios encuentros sexuales donde me habían dado por el culo, vamos que ya no era virgen, ya mi culito había sido estrenado. Cosa que, por supuesto ni mi primo ni nuestros amigos sabían nada de eso, lo tenía bien oculto pues no quería que nadie lo supiese, todavía estaba en la negación de mi homosexualidad, por lo que procuraba ser muy discreto, cosa que ese verano iba a saltar todo por los aires e iba a quedar al descubierto mi homosexualidad., iban a descubrir de la peor manera que me gustaban las pollas, que me gustaba dar el culito para que me lo preñaran.
Por supuesto que yo cuando hablamos de aquella pareja de hombres, además de sorprenderme el que les hubiera parecido que eran maricones, cosa que yo ni por la cabeza se me había pasado, pensaba en que dirían si supieran que yo sí, que yo era un maricón. Que me dirían, que cosas pensarían de mí. Así que, hablando de aquella pareja, nos quedamos dormidos hasta bien entrada la mañana del día siguiente.
Cuando nos levantamos ya pasaban de las 10 de la mañana, ese día le tocaba hacer el desayuno para los 3 a mi primo. El desayuno consistía en un café con leche y unas tostadas de pan de molde, el cual tostábamos en el hornillo, luego le poníamos un poco de mermelada y listo, con aquellas 2 tostadas y el café con leche, teníamos que aguantar hasta la hora de la comida. Cada vez que veíamos a alguien comiendo un bocadillo, además de no poder dejar de mirar para ellos, nuestras tripas no dejaban de rugir.
Así pasó aquella mañana no muy soleada, pues el día todavía no acababa de abrir. Cuando llegó la hora de la comida, cosa que me tocaba a mí de preparar, me puse manos a la obra, íbamos a comer si todo salía bien, arroz a la cubana, o sea arroz en blanco con salsa de tomate y un par de huevos fritos.
Todo salió como estaba previsto, solo con un pequeñito detalle, pues se me olvidó echar sal al arroz, cosa que ninguno de los 2 se enteró, era tanta el hambre que teníamos que aquel arroz a la cubana nos pareció un manjar de los Dioses. Joder si para ponernos a comer tuvimos que contar el 1, 2, 3, y empezamos a devorar como animales salvajes.
Recuerdo que mi primo me había dicho que cuando friese los huevos, a los que le tocaban a él, les sacase la galladura, lo decía por una pequeñita mancha blanca que se les veía en la yema, él decía que esa era la galladura, vamos que era el esperma del gallo. Cosa que yo por supuesto no le hice ni puñetero caso, además que al freírse ya no se le veía nada. Cuando me preguntó, le había dicho que sí, que por supuesto se la había quitado. Así de escrupuloso era y sigue siendo mi primo, joder si supiera que a mí me gustaba chupar las pollas y que se corrieran en mi boca, que cosas pensaría de mí, que sería lo que diría.
Cuando luego de comer les dije lo de la sal, ninguno de los 2 le dio importancia, aquel arroz había estado de muerte, nos había sabido a manjar de los Dioses, así que luego de recoger y lavar los platos, nos fuimos para la playa. Estando en ella vi a los 2 hombres de los que habíamos estado hablando la noche pasada, yo los miraba y remiraba, y no les notaba nada raro, sí me parecía que no estaban nada mal, pues ambos eran delgados, el más viejo algo más fortachón, pero solo eso, eran de entre 1,70 y 1,75 centímetros de altura, o sea que no eran gigantes, los 2 de pelo negro, pelo que llevaban corto, vamos que eran hombres del montón, yo no les veía ninguna señal que pudiera hacerme sospechar de su homosexualidad. En eso pensaba cuando los vi de nuevo aquella tarde en la playa, no se si mi primo y amigo los habían visto, pues nada comentaron ni nada se volvió a hablar de ellos.
Al llegar la noche, luego de cenar, no nos poníamos de acuerdo en que hacer, no sabíamos si ir hasta el chiringuito de la playa o quedarnos en la tienda de campaña, la verdad es que ganas de ir al chiringuito, teníamos, pues allí por la noche solía haber fiesta hasta bien entrada la madrugada, el caso es que nosotros no podíamos gastar dinero, habíamos presupuestado tan pero que tan justito, que ni fiestas nos podíamos permitir. Así que creyendo que esa noche nos quedaríamos a dormir sin ir al chiringuito, tuve ganas de mear y como no íbamos a ir a la playa, pues sin pensarlo acudí a los aseos que había en el camping. Eran unos aseos que además tenían vestuario y duchas, nada más entrar estaban los aseos, al fondo los urinarios, y a la izquierda los habitáculos. Según entrabas, a la derecha, era donde estaban las duchas y un pequeño vestuario, vestuario que no era otra cosa que 3 largas bancadas con unas barras con perchas para colgar la ropa y justo enfrente estaban las duchas, duchas que eran todas corridas, no tenían separación alguna entre ellas. Al menos así eran aquellos aseos de hombres, no se como sería el de mujeres ya que para ellas tenían otro barracón como el de hombres, supongo que sería parecido.
A aquellas horas no solía haber nadie, pues los que no estaban en el chiringuito de la playa, solía ser la mayoría, ya estaban acostados durmiendo, así que cuando hice entrada y luego de terminar de mear, me sorprendió escuchar lo que me parecieron unos gemidos provenientes de las duchas, pues no se escuchaba caer el agua, solo había escuchado aquel leve gemido, así que curioso fui a ver de donde provenía aquel leve gemido que me pareciera haber escuchado.
Bufff, tremenda sorpresa que me llevé cuando al llegar frente a las duchas, veo allí desnudos por completo a los 2 hombres de marras, el mayor de ellos le estaba dando por el culo al que parecía más joven y un poquito más bajo. Tremendo empalme que tenía el muy cabrón, y que carita de satisfación se le veía el estar siendo enculado por su compañero.
Ninguno de los 2 dijo nada, ni se asustaron al verme a mí allí viendo como follaban. El que parecía mayor, miraba para mí, pero seguía metiéndole la polla por el culo a su compañero, al cual lo estaba cogiendo de pie estando él apoyado en la pared de las duchas, quedando su compañero de frente a mí, que sin poder dar crédito a lo que mis ojos veían, me había quedado petrificado mirando como le daban por el culo sin poder moverme del sitio.
Dios, aquellos eran los gemidos que había escuchado, y allí estaba yo, viendo como le daban por el culo, era incapaz de moverme, solo una parte de mi cuerpo empezaba a reaccionar, pues al momento ya mi polla se puso dura y la cara a enrojecer, pero era incapaz de decir o hacer nada, me había quedado como una estatua allí delante de ellos.
Por supuesto que ellos pudieron ver mi zozobra, vieron como enrojecía y como mi polla se empalmaba descaradamente, al ver como follaban. Aunque yo quisiera disimular mi tremendo empalme, me era totalmente imposible, pues lo abultado que se me había puesto el bañador tipo bermudas que llevaba junto a una camiseta de manga corta, me era imposible de tapar, cosa que al menos al más joven de ellos, al que le estaban dando por el culo, no le pasó desapercibido, así que viendo que yo no me movía ni decía nada, que seguía allí petrificado mirando como le daban por el culo, me hizo señas con la mano para que me acercara a ellos. Al ver que yo no me movía, se separó de su compañero y acercándose a mí, me sujetó por el brazo, llevándome a junto a donde estaba su compañero viendo cómo me llevaba.
Dios, ahí fue cuando pude ver la tremenda polla que le había sacado del culo, tremenda polla que tenía el fulano aquel era una polla que al menos en aquellos momentos me pareció tremendamente grande, no se lo que le mediría, pero por lo menos unos 16 o 17 centímetros de polla se gastaba el maromo aquel. Era una polla proporcionada en su grosor, o sea que era de gorda tanto en la punta como en la base, así al menos se la veía yo, estaba algo torcida a la izquierda, cosa que todavía la hacía más apetecible a la vista. La de su compañero, era algo más pequeña, más o menos como la mía, unos 14 centímetros y más o menos igual de gruesa. Eso sí, ninguno de los 2 estaba circuncidado, los 2 tenían un prepucio que les recubría el glande como luego pude comprobar.
Yo que me había quedado petrificado, me dejé llevar, aquella visión de los 2 cogiendo, me había dejado mudo, mudo y muy pero que muy excitado y caliente.
Ven, ya verás lo rico que es que te den por el culo, no tengas miedo, tú solo déjate llevar ya verás como vas a gozar, me decía llevándome hacia su compañero.
¿quieres probar la polla de Jose? Ya verás cómo vas a chillar de gusto cuando la sientas dentro de ti, me decía según me acercaba a donde estaba su compañero totalmente desnudo con un empalme de campeonato.
A la vez que me iba hablando, me iba tocando el culo con la otra mano. Tienes un culito que está para romper a pollazos, ¡uy! Pero mira que empalme tienes, te puso caliente el vernos coger, ¿eh? Me decía metiéndome mano a la vez que me acercaba a su compañero que no me quitaba la vista de encima, Dios tremenda cara de lujuria y lascivia con la que me miraba.
Yo era incapaz de decir nada, las piernas me temblaban y una tremenda excitación recorría por todo mi cuerpo. Claro que me gustaba lo que veía, pero no contaba con encontrarme aquello al entrar en los vestuarios. Aquello me había cogido de sorpresa.
Anda, no tengas miedo que se ve que a ti también te gusta, ya lo vi en tu carita el primer día que estuvimos en el chiringuito, tus amigos no dejaban de mirarnos, pero tú te hacías el despistado, supe claramente que a ti te gustan las pollas tanto como a nosotros, ¿verdad que sí? ¿verdad que eres toda una perrita? Me decía metiendo su mano por dentro de las bermudas que llevaba, haciéndome que me estremeciera al contacto de su mano acariciándome la polla y genitales.
Yo seguía sin decir nada, pero estaba claro que aquello me gustaba, si no fuera así ya habría protestado y salido de allí en estampida, pero aquello me gustaba y me gustaba mucho.
Sin esperar a que yo reaccionara, mientras el que se estaba cogiendo al que me metía mano acariciando mi polla y genitales, cogió mi mano llevándola a su larga y tiesa polla mientras me decía:
¿Te gusta? Me preguntaba mientras yo le acariciaba tímidamente la polla.
Sí, contesté moviendo la cabeza en señal de afirmación, claro que me gustaba aquella polla que acariciaba tímidamente con mi mano.
¿Quieres que te la meta por el culo? Me dijo al ver como yo no dejaba de acariciar y mirar para la polla aquella.
Ahí no supe que contestar, la verdad es que sí lo estaba deseando, pero me daba vergüenza decirle que sí, así que levanté los hombros en señal de que no sabía o que me daba igual, cuando veo que el compañero me empieza a bajar las bermudas que llevaba, quedando de cintura para abajo completamente desnudo, solo la camiseta que llevaba me tapaba mis partes, era como si quedara con un mini vestido, lo que aún les pareció más sexi, allí delante de ellos 2, tenían a un jovencito, caliente como una perrita en celo, dejándose manosear y quitar la ropa. Estaba claro que aquel jovencito estaba deseando que lo encularan bien enculado y le dieran una buena follada. Aquel jovencito deseaba que le abrieran de piernas y le dieran por el culo hasta dejarlo bien preñado y ellos no iban a desaprovechar la ocasión.
Al ver lo sumiso y que me dejaba hacer, ya no perdieron más tiempo, al momento ya mientras me sacaban la camiseta, el mayor de ellos me dio media vuelta, quedándome con el culito mirando para él. Empezó a pasar su mano por todo el contorno de mi culito, a la vez que decía, bufff, maricón, tremendo culito que tenemos presionó con sus dedos en la entrada de mi agujerito, viendo lo cerradito que lo tenía, por lo que luego de mojar sus dedos con su saliva, volvió a la entrada de mi agujerito, presionó y ahora sí, ahora mi esfínter cedió y dejó paso a uno de aquellos dedos que intentaba entrar en mí.
¡Ohhh! Gemí al notar como aquel dedo me entraba por el culo, ¡ooohhh! Volví a gemir al sentir como hurgaba en mis entrañas, me lo había metido bien a fondo haciendo que mi esfínter se fuese dilatando. Así que mi esfínter dilató un poco más, sacando aquel dedo, metió por mi culo ahora 2 dedos, haciéndome que me abriera más de piernas y diera un ligero gritito, ¡ooohhh! ¡ooohhh! Chillé al notar como me entraban 2 dedos por el culo, haciendo que este se abriera aún más.
Así maricón así, abre bien las piernas y deja que mis dedos dilaten tu agujerito, ya verás como luego vas a chillar de gusto cuando te meta la polla por él, me decía metiéndome los 2 dedos por el culo mientras apoyaba la otra mano en mi hombro, haciéndome que me inclinase un poco, para facilitar así el que me entrasen sus dedos.
Mientras el tal Jose me dedeaba el culito, su compañero que era algo más joven, no dejaba de meterme mano, me pellizcaba con sus dedos los pezones que ya los tenía hinchados de lo excitado y caliente que estaba.
Te gusta eh perrita, Te gusta lo que te estamos haciendo eh… me decía el compañero mientras me retorcía y pellizcaba los hinchados pezones. Ya verás lo bien que lo vamos a pasar, ya verás lo a gustito que vas a dormir hoy, hoy te vamos a dar una buena ración de polla, te vamos a dar lechita rica y calentita, hoy vas a ir bien preñadito por el culito y por esta boquita de zorrita que tienes, me decía a la vez que mordía mi labio y empezaba a comerme la boca.
Así que ya mi culito le entraban fácilmente los 2 dedos del que se llamaba Jose, abriéndome un poco más las piernas, colocó la punta de su polla en la entrada de mi agujero y mientras me sujetaba por las caderas, de una estocada me la metió por el culo.
¡Ohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh ohhh! Chillé al notar como aquella larga polla me entraba por el culo.
Calla maricón, calla que nos van a escuchar hasta los que están en el chiringuito de la playa, calla que ya te la he metido toda, ya está, ya la tienes toda dentro, me decía impulsando su pelvis a la vez que me sujetaba pegándome a él para que su polla me entrase hasta lo más profundo de mi ser.
Dios que tremenda enculada que me acababa de dar, aquella verga me había llegado por lo menos hasta la boca del estómago. Me había dado algo de dolor al principio, pero ahora se sentía muy rico, me tenía completamente abierto de piernas y bien ensartado en aquella larga verga que me acababa de meter por el culo.
Así completamente inclinado apoyado en su compañero, mientras el que me la había metido por el culo me sujetaba fuertemente con sus manos por las caderas, empezó con el mete y saca.
Así maricón así, dame el culo y abre bien las piernas, así así, ¡ay que gusto! ¡ay que gusto! ¡ay que gusto! Gritaba una y otra vez mientras movía sus caderas metiéndome y sacándome la polla por mi abierto y caliente agujerito.
Dios que pedazo de culito que tienes maricón, que calentito y estrechito que eres, Dios que rico aprieta tu culito mi polla, pedazo de maricón, decía una y otra vez mientras me daba por el culo.
Mientras tanto su compañero veía como su amigo me daba por el culo, él dejaba que yo me apoyara sobre él, cosa que aprovechó para arrimar su tiesa polla a mi boca, ordenándome que se la chupara.
Anda perrita, abre la boca y chúpame la polla, anda no seas tímido, que no te de vergüenza que ya sabemos que te gustan las pollas más que un caramelo a un niño me decía metiéndome la polla en la boca para que se la empezara a chupar mientras su compañero me daba por el culo.
Ya llevábamos un buen rato follando, bueno más bien siendo yo cogido por el culo y la boca a la vez, ya las enculadas que me daba el que me la estaba metiendo por el culo, eran cada vez más salvajes y profundas, cuando de repente vemos a mi primo y amigo allí mirando como aquellos 2 fulanos de los que habíamos estado criticando en si eran o no maricones, me estaban dando uno por el culo y el otro haciendo que le chupara la polla.
Dios que vergüenza sentí, no nos habíamos dado ni puñetera cuenta, no los habíamos escuchado entrar, era tanto el entusiasmo con el que me estaban cogiendo que ni cuenta nos habíamos dado de la tremenda escandalera que estábamos montando en aquellos vestuarios. Se podía escuchar claramente los gemidos y sollozos que yo pegaba mientras me daban por el culo, y el golpeteo de la pelvis chocando con mi culito, plof, plof plof plof plof, plof plof plof plof, se podía escuchar claramente.
Dios y aquella mirada de incredulidad con la que me miraban mi primo y amigo, no podían dar crédito a lo que estaban presenciando, me estaban dando por el culo y yo gemía y sollozaba de gusto, chupándole la polla al otro maricón. Ver mi cara de placer y como los miraba asustado, viendo que ninguno paraba y seguían dándome polla por el culo y la boca.
Los 2 maduros que me estaban cogiendo, ni se inmutaron, siguieron follándome uno por la boca y el otro por el culo, no les importaba nada el que nos estuvieran viendo mi primo y amigo, que vieran lo maricón y como chillaba de gusto su compañero, que vieran como gozaba y lo mucho que me gustaba la polla.
Dios, la verdad es que yo estaba muerto de vergüenza, en aquellos momentos quería que la tierra me tragase, pero la verdad es que estaba gozando de tal manera, que no deseaba que aquellos 2 fulanos pararan, en aquellos momentos yo estaba en el nirvana.
Justo en el momento en que no apartaban los ojos de los míos viendo como disfrutaba, el más joven, al que le estaba chupando la polla, sujetándome la cabeza por los pelos, empezó a gritar que se corría.
¡Ay maricón que gusto! ¡ay que gusto! Me corro, me corro, ¡ooohhh que gusto! Gritaba empezando a soltar trallazos de semen en mi boca y cara.
Así maricón así, trágate toda la lechita, trágatela toda, que vean tus amigos como te gusta.
Y la verdad es que en esos momentos yo estaba completamente enloquecido, sentía muchísima vergüenza, pero no era capaz de dejar de chupar aquella polla que no dejaba de soltar trallazos de semen, yo chupaba como si se me fuera la vida.
En esos momentos mi primo y amigo, completamente enrojecidos dieron media vuelta y salieron escopeteados de aquellos vestuarios.
Yo por supuesto seguía aferrado, chupándole la polla al más joven de aquellos fulanos, estaba que deliraba de gusto, mi polla no paraba de soltar gotas de semen, era como si tuviera un orgasmo continuo, cuando siento como el que me daba por el culo apuraba más las enculadas que me daba, como clavaba sus dedos en mis jovencitas caderas y empezaba a gritar que se corría.
Me corro, me corro, ¡ay que gusto! ¡ay que gusto! ¡ay que gusto! Gritaba empezando a llenarme el culo con su espeso y caliente esperma.
Una vez acabó de preñarme, así abrazado a él, abrió la ducha, empezando a lavarnos. Mientras caía el agua por nosotros, el que me acababa de dar por el culo, manteniéndome abrazado a él, me mordía la nuca y con sus manos empezaba a acariciar mi polla meneándomela para que soltara toda la lechita. Así maricón así, suelta la lechita, anda suelta la lechita para tu macho.
Dios, al momento ya todo mi cuerpo se retorció de gusto y así pegado a él, notando como me mordía la nuca, empecé a soltar trallazos de leche.
¡Ohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh ohhh! Me corro, me corro, gritaba una y otra vez, soltando largos trallazos de semen sobre el suelo de aquellas duchas.
Dios que tremenda corrida que acababa de soltar, las piernas me temblaban como si fuera una marioneta, apenas podía aguantarme de pie, tremenda follada que me habían dado aquellos 2 fulanos. Una vez ya recuperados, yo aún seguía apoyado a la pared de las duchas, todavía me temblaba todo el cuerpo y por encima tenía en mi cabeza la preocupación de haber sido descubierto por mi primo y amigo, que les iba a decir, que sería lo que me dirían cuando fuese para la tienda de campaña, en definitiva, que iba a pasar ahora.
Viendo lo preocupado y nervioso que yo estaba, los 2 fulanos que acababan de follarme se percataron de la situación y fue cuando me preguntaron.
¿Tus amigos no sabían nada, ¿verdad? No sabían nada de lo tuyo…
Sin poder contestarles, moví la cabeza diciéndoles que no. No, claro que no sabían nada de mis gustos sexuales.
Bueno, pues ahora ya has salido del armario frente a ellos, ya no tienes que contarles nada, ya lo han visto con sus propios ojos. La verdad es que es un poco fuerte, pero si te aprecian, lo deberían de entender. Anda vamos que te acompañamos hasta ellos y si tienes problemas, puedes venir con nosotros, allí en la rulot tenemos sitio suficiente y puedes quedarte con nosotros. Así también podremos seguir follándote, nosotros no tenemos ningún problema, no nos importa lo que digan o puedan decir, ya hace mucho que salimos del armario.
Venga, ánimo que el mundo no se acaba aquí, algunos amigos te repudiarán, pero otros seguirán siendo tus amigos, ya verás como no pasa nada, ya verás como ahora te vas a sentir más liberado ante ellos.
La verdad es que no las tenía todas conmigo, ahora era cuando más preocupado estaba, que me dirían, pensaba yo más que escuchar lo que me decían los 2 hombres que acababan de cogerme haciendo que saliera del armario al ser pillado infraganti, por mi primo y amigo. Joder, si hasta vieron como le chupaba la polla mientras se corría en mi boca y cara mientras el otro me estaba dando por el culo. Dios que pillada.
Con esos pensamientos en mi cabeza, salí de los vestuarios y aseos, siendo acompañado por los 2 fulanos que acababan de follarme, pero cuando llegué a donde teníamos la tienda de campaña, ya vi que allí no estaban ni mi primo ni el amigo. Quedé pensando en donde podrían estar, no sabía que hacer, si quedarme y esperar a que ellos vinieran o ir a buscarlos y afrontar aquello de una vez. Estuve un rato pensando sin saber muy bien que hacer, hasta que muerto de vergüenza y nervioso como estaba, me fui para el chiringuito de la playa, ya aparecerían, si es que no estaban allí en el chiringuito.
Nada más llegar, ya los pude ver, estaban los 2 solos bebiendo, así que nervioso como estaba y muerto de vergüenza, fui a pedir primero una cerveza y luego fui a sentarme con ellos.
Ninguno de los 2 me dijo nada, solo me miraban como si fuese un bicho raro, yo era incapaz de abrir la boca, no sabía que decir ni como enfrentar aquello, hasta que pasados unos minutos que parecieron siglos, mi primo fue el que me soltó a bocajarro:
¿Eres… maricón?
Yo, que aquella palabra que me acababa de soltar a bocajarro mi primo la odiaba, moví la cabeza diciéndole que sí, que otra cosa le iba a decir si me habían pillado infraganti.
¿No es la primera vez, ¿verdad? Me preguntaba de nuevo mi primo, quedándose los 2 contemplando mi cara en espera de mi respuesta.
No, les contesté moviendo de nuevo la cabeza. Ya lo hice en otras ocasiones, con ellos es la primera vez que lo hago. Fui a los aseos y los encontré allí a los 2 follando, me pasó lo mismo que a vosotros, solo que yo me puse cachondo y me dejé hacer lo que vosotros mismos visteis.
Siguieron haciéndome preguntas de todo tipo, de si sentía gusto al ser penetrado, de si dolía, de cómo me había dado cuenta de que era maricón, de si me gustaban las tías, etc. Etc. Etc. Vamos que pasamos allí en el chiringuito más de 3 horas hablando y bebiendo. Cuando nos fuimos para la tienda de campaña a dormir, íbamos algo más que colocados y gracias que nos echaron porque cerraban el chiringuito, ya que, si no, todavía estaríamos bebiendo aquella noche de mi salida forzosa del armario, al ser pillado infraganti, por mi primo y amigo, mientras estaba siendo follado por la boca y el culo, por 2 hombres maduros, en los aseos de aquel camping.
Al llegar a la tienda de campaña, los 3 nos fuimos directos a dormir, todo parecía estar bien, salvo que los 3, estábamos bien colocados. Ellos dormían hacia las esquinas, el que quedaba en medio, era yo. Dormíamos cada uno en su saco, debajo de los sacos de dormir, teníamos unas colchonetas inflables, así que luego de desnudarnos quedándonos con el bañador tipo bermudas que usábamos, nos fuimos metiendo cada uno en su saco.
Ya llevábamos un buen rato durmiendo, cuando de repente siento como una mano se va deslizando por dentro de mi saco y me empieza a acariciar el culo, era la mano de nuestro amigo, que a causa de la calentura y excitación que tenía al haberme pillado aquella noche siendo enculado, era incapaz de dormir, el cabronazo andaba salido.
Al notar yo su mano acariciándome el culo, desperté, pero me quedé callado. La verdad es que no me atrevía a decirle nada, me daba algo de vergüenza. Al darse cuenta él de que yo ya estaba despierto, buscó mi mano llevándola luego a su entrepierna. Dios, el cabronazo estaba empalmado a tope, se había quitado el bañador y se estaba masturbando.
Nada más tocar con mi mano su tiesa polla, arrimándose a mí, me susurró al oído si lo dejaba probar a metérmela por el culo, que estaba muy caliente y quería probar. Yo no sabía que hacer, la verdad es que yo todavía estaba cachondo, todavía tenía el agujero algo dilatado e hinchado de la cogida que me habían dado. Le acariciaba la polla viendo lo empalmado que estaba, pero no era capaz a decirle nada, cuando se pega a mi oreja y me susurra muy bajito que va a salir, que me esperaba fuera.
Veo como sale sigilosamente procurando no hacer ruido, dejando la cremallera de la tienda de campaña abierta en espera de que luego saliera yo. Esperé un ratito por si mi primo se despertaba, pero al ver que mi primo dormía profundamente y no se había enterado de nada, hice lo mismo que nuestro amigo, procurando no hacer ruido, salí de la tienda de campaña. Nada más salir ya veo a nuestro amigo que me estaba esperando, Dios que pedazo de empalme que se le notaba. Sin decirnos palabra, los 2 nos fuimos directos para los aseos donde aquella tarde noche me habían pillado infraganti mi primo y él, siendo enculado.
Nada más entrar a los aseos, ya nos fuimos directos para las duchas donde me habían visto siendo enculado. Al momento los 2 nos quitamos el bañador tipo bermudas, empezando yo a acariciarle la hinchada y tiesa polla que tenía. Sin poder esperar más, ya me dio la vuelta poniéndome contra la pared. El cabronazo estaba desesperado por meterme la polla por el culo, hasta le tuve que decir que me escupiera en el culo para que así me entrase mejor, cosa que terminé por hacer yo, luego de escupir en mi mano, la pasé por mi hinchado y caliente agujerito, haciendo lo mismo con su polla luego de descapullársela.
Cuando ya, nervioso como estaba, me colocó la punta de su polla en la entrada de mi agujerito, nada más yo inclinarme un poco para facilitarle la penetración, mientras me sujetaba por las caderas, dio un movimiento a su pelvis, enterrándome su polla hasta los huevos.
¡Ohhh! ¡ooohhh! Grité a la vez que me erguía al notar como me entraba la polla por el culo. Despacio despacio, ve despacio, le pedía yo a la vez que suspiraba notando como estaba siendo enculado de nuevo aquella noche, pero ni puñetero caso me hizo, andaba tan salido, que nada más meterme la polla por el culo, empezó con un endiablado mete y saca, a la vez que gruñía y gritaba, ¡ohhh que gusto! ¡ohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! Gritaba una y otra vez mientras me daba por el culo, empotrándome contra la pared de aquellas duchas.
Yo después de la tremenda enculada que me había dado al meterme la polla por el culo, una vez ya mi culito se fue adaptando a la polla que lo estaba profanando de nuevo aquella noche, me abría todo lo que podía de piernas a la vez que me inclinaba para que así las enculadas que me estaba dando fueran más placenteras. Gemía y lloriqueaba, notando como la polla de mi amigo, entraba por mi abierto culo, una y otra vez. El ritmo era infernal, apenas podía estar quieto, a cada enculada que me daba, me hacía poner de puntillas, pudiendo escucharse a él gritar, ¡ohhh que gusto! ¡ohhh que gusto! ¡ohhh que gusto! Mis gemidos y lloriqueos, y el plof, plof plof plof plof, plof plof plof plof plof, del golpeteo de su pelvis chocando una y otra vez con mi culito.
Así estuvimos un buen rato, cuando él empieza a gritar que se corre. Me corro, me corro, ¡ohhh que gusto! ¡ohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! Gritaba a la vez que clavaba sus dedos en mis caderas y sus enculadas eran más profundas, cuando siento como su polla se empieza a hinchar dentro de mi culo, empezando a soltar trallazos de semen, dejándome preñado con su caliente esperma.
Dios, los 2 estábamos sudando como si estuviéramos en una sauna, yo con el culo abierto y chorreando semen que me iba resbalando por mis piernas, y la pobre de mi polla, toda pringada, la pobre no dejaba de soltar gotas de semen que en un hilillo que colgaba desde la punta, iban cayendo al suelo de aquellas duchas.
Dios que tremenda follada acababa de recibir, las piernas me temblaban al igual que todo el cuerpo, el culito lo tenía dolorido y abierto como nunca, pero la sensación de placer que sentía en aquellos momentos era inenarrable.
Luego de recuperarnos y habernos limpiado un poco, ya que habíamos salido de la tienda sin nada más con lo que teníamos puesto, que no era otra cosa más que el bañador tipo bermudas que usábamos, salimos de allí, volviendo para la tienda de campaña.
Al igual que habíamos salido sigilosamente, volvimos a entrar para que mi primo no se despertara, cosa que realmente no conseguimos, porque, aunque no se llegó a despertar de todo, sí se dio cuenta de que habíamos ido a algún sitio y ahora estábamos entrando a la tienda de campaña para acostarnos de nuevo.
En esos momentos mi primo no dijo nada, pero sí estuvo esperando su oportunidad, la cual no dejó escapar y aprovechó, porque esa misma mañana, antes de que nos despertáramos, como el cabroncete había dormido de un tirón, así que despertó, sabiendo muy bien lo que seguramente habíamos ido a hacer, metiéndose en mi saco de dormir, desnudo como estaba, llevó su tiesa polla a mi boca y luego de despertarme sin que nuestro amigo se enterara ya que dormía como un lirón, empezó a pasarme su polla por la cara hasta que consiguió que yo despertara, abriera la boca y me pusiera a chuparle la polla hasta que consiguió correrse dentro de ella, haciendo que yo me tragara toda su corrida.
Dios, ya nada más despertar aquella mañana, me habían dado el desayuno sin siquiera haberme levantado, caliente como ya volvía a estar, me tragué toda la corrida que mi primo me acababa de soltar en toda la boca. Tragué como pude toda la tremenda corrida que mi primo me acababa de soltar, y luego de chuparle la polla dejándosela limpita y reluciente, seguí durmiendo, estaba reventado, el culito me dolía y lo tenía todavía hinchado de las cogidas que me habían dado y la boca parecía que se me había desencajado la mandíbula de tanto chupar. Olía a sexo y semen que tiraba para tras, pero yo seguí durmiendo hasta casi el medio día.
Cuando por fin me levanté, ya lucía un sol radiante, ni mi primo ni amigo, estaban allí, así que luego de desperezarme, fui directo a las duchas, donde luego de ducharme, así sin comer nada, fui a ver si los veía por la playa. Allí estaban como de costumbre, así que luego de ir a junto a ellos y dejar allí sobre la arena mi toalla, me fui al chiringuito, tenía al menos que tomarme un café, estaba muerto de hambre y necesitaba comer y beber algo calentito.
Estuvimos como siempre allí tomando el sol y bañándonos de vez en cuando, además de recrear la vista con la gente que había en la playa. Ninguno de los 3 dijimos nada de lo que había ocurrido aquella noche, pero ya la cosa no era igual, yo ya estaba fuera del armario ante ellos y tarde o temprano, la cosa se iría sabiendo. Ahora ya sabían que cuando a ellos les apeteciera, yo me iba a dejar coger, sabían que aquello a mi me gustaba y no les iba a decir que no. Como así fue, ya que además de volver a hacerlo con ellos por separado, un día que nos juntamos los 3 con la pareja con la que me habían pillado estando, siendo follado por ambos, luego de estar hablando y bebiendo con ellos, yo terminé marchando con ellos. No dije nada más que iba con ellos a la rulot que tenían, no hacía falta que les dijera nada más, estaba muy claro que iba con ellos para que me volvieran a coger, iba a ser follado por ambos aquella noche otra vez, luego ya volvería para nuestra tienda de campaña.
Cuando íbamos para la rulot, me iban preguntando si había alguna posibilidad con mi primo y amigo, cosa que les dije que no, que creía que no, ya que, aunque parecía que entendían lo mío, no creía que a ellos les gustase como sí me gustaba a mí.
Nada mas llegar a la rulot, el mayor de ellos, el que me había enculado el primer día, ya me abrazó por detrás, empezando a morderme la nuca a la vez que me iba quitando la camiseta y bermudas. Así que me tuvo completamente desnudo, mientras me mordía la nuca y cuello manteniéndome abrazado a él, su compañero luego de ir a por el lubricante que ellos utilizaban, empezó a pasar sus manos por mi tiesa polla y genitales, ala vez que usando una de sus manos, fue lubricando mi caliente agujerito. Me estaba preparando para su compañero. El que me había cogido la primera vez, era el que me iba a volver a follar, era el que me iba a dar por el culo mientras él me acariciaba la polla y genitales.
Así que me tuvieron bien preparado, así de pie como me tenían, ya me metió la polla por el culo, mientras el otro dejaba que me apoyase sobre él, a la vez que me pellizcaba y retorcía los hinchados pezoncitos, viendo como su compañero me daba por el culo.
Así maricón así, te gusta la polla, eh maricón…
Te gusta que te den por el culo y te preñen de lechita, ¿eh?
Siií, siií, gimoteaba yo retorciéndome de gusto mientras estaba siendo enculado y su compañero pellizcaba y retorcía mis hinchados pezoncitos. Estaba que temblaba del gusto que aquellos cabrones me estaban dando, cuando veo como el que me pellizcaba los pezones se agacha y me empieza a chupar la polla.
Dios que tremendo gusto, no podía dejar de lloriquear sujetándome con mis manos a su cabeza, viendo como aquel cabronazo se tragaba y chupaba mi polla mientras su compañero me daba por el culo.
No pude aguantar mucho, el tremendo gustazo que me estaba dando además de hacerme temblar, hizo que me corriera sin poder aguantar más.
Me corro, me corro, gritaba yo sujetándome fuertemente a la cabeza del que me estaba chupando la polla, ¡ooohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh ohhh! Gemía a la vez que mi polla empezaba a soltar grandes chorros de semen que golosamente se iba tragando el que me estaba chupando la polla, cuando siento como el que me estaba dando por el culo, empezaba a gruñir clavándome más profundamente la polla. Al cabrón al empezarme yo a correr, al apretar mi culito, le estaba dando un tremendo gustazo, haciéndole que no pudiese aguantar más por lo que su polla empezó a hincharse a la vez que empezaba a soltar unos largos chorros de esperma, semen que bañaban mis tripas dejándome preñado.
¡Ay que gusto! ¡ay que gusto maricón! ¡ay que culito más rico tienes! Gritaba llenándome el culo de una espesa y caliente lechita.
Mientras su polla seguía soltando semen dentro de mi caliente culito, cogiendo mi cabeza con sus manos, me hizo girarla, hasta que mi boca estuvo a su alcance, la cual empezó a morder y chupar para terminar metiéndome la lengua saboreándome mientras descargaba su corrida dentro de mis entrañas, dejándome preñado de leche.
Dios, yo estaba que me desmayaba de gusto, las piernas me temblaban al igual que todo el cuerpo, me acababan de dar por el culo y me habían chupado la polla haciéndome correr del tremendo gustazo que aquellos 2 cabrones me habían dado. No era capaz de mantenerme de pie, si me sueltan en aquellos momentos hubiera caído al suelo, cosa que vieron perfectamente, así que sin soltarme me echaron sobre el camastro que tenían y luego de dejar que me recuperara un poco, así tumbado como estaba, sobre aquel camastro, el que me había chupado la polla y tragado mi corrida, abriéndome las piernas a la vez que llevaba mis rodillas hacia mi pecho, metió su polla por mi abierto culito, empezando a follarme hasta que descargó su corrida dentro.
Yo no podía dejar de gemir y lloriquear del tremendo gustazo que me estaban dando, aquellos 2 fulanos iban a acabar conmigo, cuando escucho gritar al que me estaba dando ahora por el culo, que se corría.
Me corro, me corro, ¡ohhh que gusto! ¡ohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! Gritaba una y otra vez empezando a soltar su corrida dentro de mi culito.
Así que terminó de soltar toda su corrida dentro de mi abierto y caliente culito, una vez ya recuperado, se levantó dejándome allí tumbado mientras me iba recuperando.
Una vez ya todos recuperados, me dijeron de ir a ducharnos, cosa que en principio les dije que sí, pero cuando íbamos para las duchas, temiendo que me volvieran a follar, les dije que mejor iba a descansar un poco que luego ya iría yo a ducharme, que estaba demasiado agotado y quería descansar primero.
Así que reventado como estaba, fui para donde teníamos la tienda de campaña, allí ya vi a mi primo y amigo, que nada más verme ya vieron la pinta que traía, por lo que no me dijeron ni hicieron nada, dejaron que me fuese a acostar y dormir, pues estaba completamente agotado. Sabían muy bien que aquellos 2 fulanos me acababan de dar una tremenda follada, follada que me había dejado reventado y necesitaba descanso.
Así fue como aquel verano además de ir de camping como habíamos previsto, terminé saliendo del armario ante mi primo y amigo, salida que por supuesto ellos aprovecharon y se encargaron de divulgar.
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