Se derrumba mi heterosexualidad A mis 15 parte 1

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Alexgui18.
Mi nombre es carlos, actualmente tengo 25 años estoy felizmente casado y tengo una niña hermosa que es mi razón de vivir, soy blanco de ojos color miel, pelo castaño claro casi guero, cuerpo atlético y pues no es por presumir pero bastantes niñas me alagaban diciendo que yo era muy guapo en aquellos tiempos, aunque mi esposa actualmente me repite lo mismo

Faltaba apenas un mes para mi cumpleaños cuando mi hermano me presento a Edgar que pasaría a formar parte de un grupo de rock que habíamos iniciado Arturo (mi hermano) y yo.

No me agrado que Edgar fuera el nuevo integrante del grupo, para ser sinceros sería el tercero de la banda, Edgar me parecía demasiado mayor para nuestra edad, Arturo tenía 18 años y yo estaba por cumplir los 16, pero Edgar tenía ya 27 años, él era alto, grueso, robusto, no era feo, además de que parecía muy serio y muy sangron para mi gusto que era un joven como mucha energía.

A pesar de mi opinión Arturo le tenia mucho aprecio y lo veía como si también fuera su hermano.
total inciemos a lo que nos tiene aquí leyendo.

A pesar de mi opinión inicial al conocer a Edgar, había pasado mi cumpleaños cuando yo ya me sentía con mucha confianza con Edgar a pesar de nuestra diferencia de edad él tenía la cualidad de ser un adulto, o ser un adolescente, me entendía muy bien y me aconsejaba, se había convertido en un muy buen amigo en tan pocas semanas por lo que disfrutábamos los tres estando juntos diviertiendonos, cada día que pasaba quería estar más cerca de Edgar por cualquier pretexto, me agradaba su compañía además de que tenía carro y evitaba caminar mucho hasta que me llevaba a diario a ver a mi novia y donde yo quisiera ir, quería que él estuviera conmigo.

Los días transcurrirán y Edgar se quedaba a dormir casi a diario casa, nos desvelábamos platicando, bromeando y hasta jugando luchas, esos juegos provocaban un poco de morbo pues entre juegos le apretaba los juegos haciéndolo mencionar marcas de cigarros, autos etc, y el al igual cuando me tomaba desprevenido pues me tocaba sufrir de dolor mientras su mano apretaba mi verga y huevos.

Una noche mientras dormía, sucedió que me desperté por que me estaba acariciando mi nalgas, mientras yo dormía sus manos habían ingresado entre mi ropa interior y acariciaban la piel de mis glúteos, seguí fingiendo que dormía pues quería ver hasta donde llegaba todo esto mientras que mi verga comenzaba a crecer.

Me sentía extraño, era una sensación rara porque a mí me encantaban las mujeres y hasta la fecha, pero a mis 16 ya cumplidos mis hormonas eran muy inestables, y la dificultad para conseguir sexo era difícil por lo que creo que me deje llevar fingiendo dormir.

Yo me encontraba boca abajo, con el pantalón desabrochado y la mano de Edgar entre mis calzoncillos y la piel de mis glúteos redondos y nunca explorados por manos que no fueran las mías, me asusté cuando ágilmente con sus dedos comenzó abrirse pasó entre mis nalgas buscando llegar a la cavidad de culo, vaya sorpresa cuando logró su objetivo y una corriente eléctrica pasó por mi cuerpo erizando mi piel y poniendo mi verga a mil cuando su dedo medio comenzó a frotar la entrada de mi culo sigilosamente haciendo poca presión tratando de introducirse en mi cavidad anal, me sentía completamente exitado y avergonzado por lo que me estaba sucediendo qué me giré de lado dándole le espalda para que se detuviera.

Yo seguía haciéndome el dormido y aprovechándose de mi posición de cucharita, se pego a mí haciéndome sentir su verga dura en las nalgas, pasó su brazo por encima de mi como abrazándome y metió su mano debajo de mi calzoncillo para agarrar mi verga ya tiesa, en sus dedos quedo presemen de lo tanto que estaba lubricando, llevo sus dedos a su boca y los lamió gustosamente, estaba probando mi elixir de juventud, la pena me invadió de nuevo y regrese a mi posición anterior (boca abajo), de pronto sentí en una de mis manos que se encontraba a un costado de mi cuerpo un objeto terso y calientito, se había sacado la verga y la ponía en mi mano con movimientos de mete y saca como si mi mano lo estuviera masturbando que ni me di cuenta que su mano exploraba en mi culo de nuevo, me sentía en la gloria, quería saber hasta donde llegaría todo esto, pero también sentía que mi heterosexualidad se estaba derrumbando.

Encontrándome en otro mundo jamás explorado por mi, sin darme cuenta se había incado sobre mi cuerpo, sus rodillas estaban aún lado de cada mis piernas y sus manos masajeaban tiernamente mis nalgas, era extraño para mí que otro hombre me estuviera exitando a tal manera que comenzaba a fantasear en mi cabeza solo concentrándome en sus caricias sin pensar que era un hombre quien me las hacía, sus dedos sigilosamente se apoderaron del elástico de bóxer y comenzaron a jalarlos hacia abajo descubriendo la tersa piel de mis glúteos a su vista, yo seguía haciéndome el dormido con temor a que él se diera cuenta que estaba despierto dejándome hacer todo lo que él quería.

El elástico de mi calzón termino por descansar en mis muslos dejando mis nalgas al descubierto, sus manos tomaron posesion de ellas, gentilmente fueron separando mis glúteos en sentidos opuestos dejando ver la entrada de mi ano, en un movimiento inesperado sentí un ligero vientecito cálido sobre mi culo, algo suave sentía que lo acariciaba, sus manos se mantenían ocupadas abriendo el paso a lo que se encontraba rozando la entrada de mi culo, no cabía en mi cabeza como Edgar se excitaba oliendo mi adolescente entrada anal, ese pequeño olor a sudor mezclado con mi adolecencia lo degustaba con su nariz, mi verga comenzó a liquiar, esto era la primera vez que me sucedía, no obstante mi año se contrajo y la piel de mi cuerpo se erizó cuando sus tersos labios besaron los pliegues de mi esfínter, que hacía yo? Fingía despertarme y continuar abiertamente lo que me hacía? Me daba vergüenza que pensara que me gustaba todo lo que hacía y que lo deseaba.

También podía despertar bruscamente y hacerme el ofendido por cómo me tocaba sin mi aprobación, pero dejaría yo dejar esa electrizante sensación de sus juegos con mi piel? No sabía que hacer.

Su lengua salió de entre sus labios y comenzó a lamer tiernamente mi culo haciendo pequeños círculos en espiral que terminaban en la estrecha y virgen entradita de mi culo, decidí dejarme querer no necesitaba despertar para nada y fingiría seguir dormido, deslizó su mano derecha por mi espalda hasta mi cuello recostando su pecho sobre mi espalda muy ligeramente que no sentía casi su peso, era un rose muy delicado, puso su pene en la raya de mis nalgas, y comenzó a frotar suavemente, se sentía tibio, y sentía y poco húmedas mis nalgas por el presemen que le salía, no sabía si estaba preparado para lo que venía pero estaba seguro que lo que sentía en ese momento me estaba volviendo loco.

Seguía frotando su verga, yo seguía chorreando sin tocarme quería agarrarla con mi mano y dirigirlo a la entrada de mi culo, lo deseaba tanto, pero si lo hacía me delataría de inmediato, así que solo gozaba en la espera de que me penetrara, estuvo alrededor de 10 minutos cuando sentí entre mis glúteos como su verga se inchaba y comenzaba a punzar mientras que sobre mi espalda sentía como caída una enorme cantidad de semen calientita que de la cantidad se chirriaba por los costado de mi estomago, segundos después mi verga también expulsó su néctar blanco si siquiera haberme tocado, mi cuerpo comenzó a estremecerse, estaba experimentando mi primer orgasmos y era fenomenal, el se asusto y pensó que estaba despertando por mis espasmos, inmediatamente subió mi calzón y pantalon y se recostó a un lado mío fingiendo dormir como para no darme cuenta de lo sucedido.

Deseaba más pero ese día se quedó dormido y yo también decidí dormir pensando en que quería que esto se repitiera, así que al siguiente día al despertar nos comportamos como si nada hubiera pasado y lo invite a que se quedara a dormir a diario conmigo.

En el siguiente relato les relataré lo qué pasó a la siguiente noche.

Espero que le haya gustado y dejen sus comentarios para saber si soy demasiado detallista