Secreto de hermanos 1

Breve relato de lo que sucedió con mi hermano..
Holaaaa, mucho gusto me presento. Me llamo Camilo, soy de Colombia. Tengo… Actualmente, 20 años. Vivo con mis padres, mi madre, Carla, y mi padre se llama Jesid. Tengo dos hermanos, uno de 30 años (Andrés), y el otro tiene 18 (John).

Mi madre es enfermera, por lo tanto su trabajo requiere turnos de noche y de día. A mi madre le gusta trabajar más de noche, pero los fines de semana trabaja de día. Mi padre es ingeniero, pero le gusta mucho el deporte, el fútbol específicamente. Y también juega un poco de rugby. Mi hermano Andrés no está casado aún, pero tiene novia. Y mi hermano John no tiene novia y está en la prepa, o secundaria, o como se le dice acá en Colombia, bachillerato.

Bueno, lo que les voy a contar a continuación sucedió hace alrededor de 5 años, cuando yo tenía 15 años. Como les había dicho antes, mi madre es enfermera. Y el día que sucedió era sábado. Por lo tanto, ella trabajaba de día. Mi hermano Andrés había salido desde la mañana con su novia a dar una vuelta por la ciudad. Y mi hermano John y yo, (que compartimos habitación), estábamos en la casa, sin hacer nada, y un poco aburridos.

Yo tenía días que no me tiraba una paja, y ese día había amanecido con los huevos a reventar. Estaba en la sala, viendo una peli, y de repente sale una escena en la película un poco sexual, y eso me calentó un poco, y comencé a tocarme por encima del pantalón. Mi hermano, que estaba en la habitación, haciendo no sé qué, en ese momento, me llamó para preguntarme algo sobre un problema que tenía con su portátil a esas alturas ya la tenía morcillona. Mi hermano notó mi estado, y yo noté que el lo había notado, pero no le presté atención.
Solucioné el problema que tenía mi hermano en la compu y bajé a las sala para seguir viendo la peli.
Obviamente ya había terminado la escena de la peli, pero yo ya estaba caliente.

Subí a mi habitación donde estaba mi hermano. Agarré mi laptop y bajé a la sala. Abrí mi laptop y coloqué una peli porno. Bajé mis pantalones quedándome en solo en unos boxer tipo slip y negros que me quedaban muy apretados y tocándome el bulto que ya estaba morcillón comencé a ver la peli.
Está era de dos tíos dándole verga a una negra culona.
Me concentre tanto en la película que no noté cuando mi hermano bajó de la habitación y me estaba viendo desde la cocina.
Pasaron como 10 minutos y de tanto tocarme por encima del pantalón me corrí.

Cuando me levanté del sofá por papel a la cocina, vaya sorpresa la que me llevé.

Mi hermano prácticamente desnudo. Solamente tenía la camisa puesta y los boxer por la rodilla. Y detrás de la barra de la cocina noté que se estaba metiendo un pepino por el culo.

Yo quedé en shock. Jhon todavía no se había dado cuenta que yo lo estaba viendo estaba muy concentrado haciendo lo suyo. Y cuando reaccioné, le grité:

Yo: «¿Qué estás haciendo?»

El me respondió…

Jhon: «Nada»

Se levantó los pantalones, y salió corriendo a la habitación.
Yo todavía no asimilaba la situación y cogí el papel me limpié y me subí los pantalones y subí a la habitación a hablar con mi hermano.

Cuando abrí la puerta de la habitación, estaba acostado en su cama y tapado de pies a cabeza con una cobija. Y vi en su rostro que estaba muy asustado y nervioso. Me dijo, apenas me vio:

Jhon: «hermanito perdóname, no es lo que tú piensas, no me vayas a regañar»
Yo le dije:

Yo: «tranquilo hermanito, no te preocupes, pero quiero hacerte una pregunta»

Notaba que todavía estaba muy asustado. Y le pregunté:

Yo: «¿Eres gay?»

Él se sentó en la cama y se puso a llorar como un niño pequeño. Yo me acerqué a él y lo abracé y le dije:

Yo: «Tranquilo hermanito, no te preocupes. Cuentas con mi respeto y mi apoyo»

Inmediatamente me miró y le sequé las lágrimas. Y nos volvimos a fundir en otro abrazo.

Pasaron los días y yo notaba a mi hermano algo distante, no solo conmigo, sino con toda la familia.

El viernes de la semana siguiente, (después de lo sucedido) habíamos terminado de cenar y mi madre ya se iba al trabajo. Mi padre me dice:

Papá: «Camilo, necesito que me me ayudes a fregar los platos»

Yo le dije que sí, que en un rato lo ayudaría. Subí a mi habitación y puse a cargar mi teléfono. Mi hermano se estaba duchando.

Mi hermano mayor, Andrés también se ofreció a ayudar a lavar los platos.
Yo le dije que sí, que así terminaríamos más rápido.

Mi padre ya estaba en la cocina y me llamó para que lo fuera ayudar. Cuando estábamos lavando los platos, mi padre me pregunta:

Papá: «¿No has notado a tu hermano un poco distante y callado estos últimos días?»

Yo le respondí:

Yo: «Sí, papá. No sé por qué está así. A lo mejor es alguna chica que le rompió el corazón.»

Mi hermano Andrés dijo:

Andrés: «Es cierto. A lo mejor debe ser eso. Subiré y hablaré con él a ver qué le pasa.»

Mi padre le dijo: «Claro. Buena idea. Así después nos cuentas qué es lo que le pasa.»

Inmediatamente mi hermano se secó las manos y salió para donde estaba John. Mi padre y yo terminamos de fregar los platos y pasaron como diez minutos cuando Andrés vuelve a la cocina y nos dice a mi padre y a mí:

Andrés: «Ya hablé con John, pero no me dijo que le sucede. Me dijo que todo estaba normal, que no había nada de preocuparse, pero ese cuentico yo no me lo como»

Mi padre dijo: «bueno, a lo mejor es cierto y no le pasa nada. De pronto es un bajón emocional de esos que nos dan a todos. Ya se le pasará, dejémoslo quieto»

Yo no opiné nada al respecto porque ya sabía que era lo que sucedía.
Mi padre subió a su habitación y mi hermano igual a la sala. Yo me quedé en la sala viendo una peli y mi hermano estaba en su cuarto.

Pasó alrededor de una semana y mi hermano John seguía igual, un poco distante de todos nosotros, y yo decidí hablar con él. Esperé hasta que llegara de la escuela para hablar con él. Cuando llegó de la escuela, eran como las seis de la tarde y mi madre ya se había ido al trabajo. Mi padre estaba en la sala y mi hermano Andrés había salido con su novia.
Yo lo esperé en la habitación. Cuando él subió y entró a la habitación, le dije:

Yo: «necesito hablar contigo».

Él me miró a los ojos e intentó salir de la habitación, pero yo lo tomé del brazo y lo entré a la habitación. Se sentó en la cama, un poco molesto, y le dije:

Yo: «hermanito, necesito que me digas qué te sucede, por qué has estado así con todos nosotros, ¿Qué te pasa?»

Él me respondió:

Jhon: «lo siento, no quiero hablar de eso en estos momentos»

e intentó levantarse de la cama, y yo lo tomé del brazo nuevamente y lo senté, y le dije:

Yo: «necesito que me digas. No puedo seguir así, me tienes preocupado».

Él, un poco nervioso, me dijo:

Jhon: «ok, te voy a decir, pero espero que no le cuentes a nadie»

Yo le dije:

Yo: «tranquilo hermanito, puedes confiar en mi»

Y el agachó su rostro y me dijo:
Jhon: «es que me da pena contarte esto».

Yo le dije:

Yo: «tranquilo hermanito, confía en mi»

Y me dijo: «ok. Lo que pasa es que, desde que sucedió lo de la otra vez, he sentido algo que no debería, porque está mal»

Yo no entendí lo que me quiso decir y le pregunté:

Yo: «¿qué sientes?»

Y él me respondió: «hermanito, perdóname. Y es que siento que tú me gustas mucho»

Yo me quedé en shock y no sabía qué responderle. Y él se levantó de la cama y salió de la habitación llorando. Yo no sabía qué hacer, estaba tieso por la confesión que me había hecho mi hermano.

Salí de la habitación como cinco minutos después de lo sucedido y me di cuenta que mi hermano estaba en el baño. Mi padre todavía estaba en la sala viendo TV
Me metí al baño para ver qué hacía mi hermano y hablar con él. Pensé que estaba llorando, pero no era así. Mi hermano se estaba duchando desnudo. Cuando entré, me gustó mucho lo que vi. Ya que mi hermano tiene un cuerpo muy definido. Un poco musculado, pero no tanto. Es blanquito y su cuerpo es lampiño. Su pene estaba un poco morcillón se notaba que se había estado tocando un poco. Se notaba que era grande en erección, ya que así flácido medía unos 12 cm. Mi hermano me miró cuando entré al baño. Y apenado salí del baño y le dije:

Yo: «Cuando salgas, te espero en la habitación. Tenemos que hablar.»

Él no me respondió nada y yo me metí a la habitación a esperarlo a que saliera del baño.

Mi hermano salió del baño y entró a la habitación con una toalla amarrada a la cintura. Yo estaba sentado en mi cama y él se sentó en la suya. Y yo le dije:

Yo: «hermanito, tranquilo, no te preocupes, no te juzgo por lo que sientes».

Me levanté de la cama y me senté al lado de él. Le pasé mi brazo por su hombro y le di un beso en la mejilla. Él se sonrojó un poco y no me respondió nada. Yo le dije:

Yo: «sé que esto que voy a hacer está mal porque somos hermanos, pero lo hago por ti».

Le tomé su rostro con mi mano y le di un beso en sus labios. Él me correspondió. Y estábamos fundidos en ese beso apasionante y acalorado. De dos hermanos que se querían mucho.

Pero la magia no duró mucho tiempo, ya que sentimos que la puerta de nuestra habitación se abrió, y una voz que nos dijo ¿Qué está pasando aquí? Era mi padre.

CONTINUARÁ…