Secretos de Padre e Hijos
Jamás pensé que pasaría algo así con mi papá, aunque estaba emocionado, también nervioso, pues como mi papá es un hombre que siempre nos ha demostrado su cariño con abrazos, beso de vez en cuando una caricia, un padre responsable pero cariñoso, es un hombre alto, siempre a estado delgado conservado..
Secretos de Padre e Hijos
Iniciaré dando una breve presentación y resumen para que de esta manera adentrarlos a la historia que os contaréis, me llamo Guillermo, pero me dicen Memo, soy de piel blanca delgado vivo con mi familia, mi padre Andrés, mi Hermano mayor Jr., que se llama Andrés también, mi mama Ángeles y mi hermana menor Cintia. Mi papá y mi mamá tienen 38 años, mi hermano 19 años, yo me di cuenta de mis preferencias sexuales desde que tengo memoria, le confesé a mi hermano mayor que soy gay y él fue quien me animó para que le contara sobre mis preferencias a mis padres y ser más libre y no esconderme de mis padres, mi hermano es muy comprensible conmigo, ya que cuando cumplí los 11 años, me dio una gran caja, en la que tenía varios paquetes de condones, lubricantes y dos pequeños dildos de colores, mi hermano estudia en la universidad, mi papá trabaja en una empresa de exportación de productos agrícolas, es ingeniero agrónomo, ya se los describiré más adelante, mi mamá es maestra, una mujer muy apegada a la religión, algo fanática, mi hermana pues muy pegada a mi mamá.
Cuando decidí contarles a mis padres sobre mis preferencias sexuales, fue justo antes de navidad, ya tenía 13 años, así que, con el apoyo incondicional de mi hermano, me armé de valor para hablar con ellos. Fue un día quince de diciembre, cuando a la hora de la cena les hablé a todos que estaban reunidos, todos cenábamos como todas las noches en familia, cuando me puse de pie a un lado de mi hermano:
Memo: familia hoy que estamos aquí todos reunidos y gracias al apoyo de mi hermano, reuní el valor para hablarles sobre mi vida y más que nada, sobre mis preferencias sexuales, mi Hermano Jr., se puso de pie, me tomó del hombro y levantó su dedo pulgar, mostrándome su apoyo. Gracias, hermano por estar mi lado, así será más fácil.
Ángeles: ¿a qué te refieres con eso Memito? Ángeles fruncía los labios en forma de desaprobación e incredulidad.
Andrés: adelante Guillermo, tienes nuestra atención, Ángeles deja que hable el muchacho, Andrés se mostró comprensible e interesado en lo que diría su Hijo, aunque en el fondo sabía lo que su hijo quería contarles.
Memo: soy Gay. Memo cerró lo ojos y agachó la cabeza, pero su hermano le dio un fuerte abrazo.
Andrés: vaya hijo, creí que sería algo terrible o malo, Andrés se puso de pie y fue a dar un abrazo a su hijo en apoyo, a su valor y con una sonrisa nerviosa.
Ángeles: pero de qué diablos hablas, ¿estás mal acaso? están locos, al apoyar esta aberración, tú no eres eso, qué dices, estás enfermo, vamos al psicólogo, el padre de la parroquia te ayudará con tu problema, Ángeles estaba descolorida con labios fruncidos, ojos desorbitados, queriendo salir de sus cuencas e irritada.
Andrés: ya basta Ángeles, el muchacho es un hombre sano, no tiene nada malo, no está enfermo, ni tiene nada de lo que se te pueda ocurrir, solo debes de verlo de esta manera, nuestro hijo es un hombre que le gustan a los hombres y punto, no tiene nada malo, no seas paranoica. Andrés seguía abrazando a su hijo y mirando de forma seria a Ángeles, atento a lo que pudiera decir.
Ángeles: ¿yo paranoica? Ustedes están locos, al apoyar así ese tipo de aberración, está mal ese muchacho y Dios lo va a…. fue interrumpida abruptamente por Andrés.
Andrés: ya basta mujer, por favor entiende, que nada está mal y que solo tú, eres la que no acepta la realidad, es nuestro deber apoyar a nuestros hijos ante todo y ante todos, si nosotros le negamos nuestro apoyo ¿quién se los dará? Andrés se mostraba serio y comprensible a su hijo,
Ángeles: no puedo con esto, no acepto lo que dicen, mi Memito está mal, y no quiero un Homosexual en la casa. Estaba roja de ira con su cara de furia.
Andrés: es mejor que todos vayamos a dormir, quiero hablar Ángeles.
Ángeles: mis dos hijos si se quedan, Andresito y Cintia, él ya no es mi Hijo, yo no tengo Hijos desviados. Y que no son ni aceptados por Dios, quiero que te vay…. El grito de Andrés la interrumpió antes de que terminara la frase,
Andrés: cállate ya mujer, no digas cosas de las que te puedas arrepentir, vayan hijos a sus habitaciones, tú no te mueves de aquí, vayan a dormir, Andrés animó a Memo que sollozaba recargado en el brazo de su hermano. Vamos Ángeles tenemos que hablar tú y yo a solas, Jr., anda, llévate a tu hermano, mañana hablamos.
Andrés Jr.: está bien papá, ven vamos a la habitación Memo. Cintia vamos. Jr., se llevó a su hermano y hermana, para dejar a sus padres que hablaran.
Andrés: ¿qué es lo que harás con nuestro hijo Memo, ¿cuál es tu decisión? Se mostró tranquilo y serio.
Ángeles: no lo quiero aquí en la casa, ese no es mi hijo, solo tengo un hijo y una hija, él no es mi hijo. Ángeles estaba llorosa y furiosa, además de estar segada por su actitud estúpida e ignorante
Andrés: está bien, si Memo se va de la casa, yo me voy con él, y creo que también se va Jr. Además, que si salimos de esta casa quiero el divorcio. Sentenció Andrés muy serio.
Ángeles: ¿qué va a decir la gente, mi familia, de todo esto, un hijo desviado y ser una mujer sola divorciada?, la gente va a hablar de mí, toda la familia se va a destruir, todo lo que he trabajado, se irá al diablo. Sentenció llena de ira y muy molesta.
Andrés: has lo que creas conveniente, me iré a dormir a la habitación de visitas. Andrés se alejó para dejar a Ángeles que pensara.
Al día siguiente la tensión en la casa se percibía en el aire, todos estaban en total silencio, la cara de Ángeles denotaba su frustración y enojo, solo le dirigía la palabra a su hijo Jr. y Cintia, ignorando por completo a Memo y a Andrés, durante todo el día estuvo evasiva y con el paso de las horas vio que su hijo Jr. estaba por completo de parte de su hermano y de su padre, Ángeles se acercó a platicar con su hija de lo ocurrió la noche anterior y para su sorpresa Cintia le dijo que ella apoyaba a Memo y ella seguiría a su papá y sus hermanos, al escuchar a su hija, fue en busca de su marido para hablar con él:
Ángeles: ¿Andrés podemos hablar un momento? fruncía los labios en muestra de desacuerdo
Andrés: continúa, te escucho, contestó en tono serio y enérgico.
Ángeles: quiero que las cosas sigan igual aquí en la casa, nadie se irá de aquí, pero yo no apoyo nada a Memo y sus cosas y mientras tú lo apoyes, olvídate de dormir en la misma cama que yo, la seriedad y frialdad de Ángeles se podía sentir en el ambiente.
Andrés: si eso es lo que deseas, lo respetaré, pero no quiero que más adelante te lamentes.
Ángeles: estoy completamente segura de lo que he decidido hacer. Y una cosa más, no quiero que Memo nos acompañe esta navidad a la casa de mis papás, quiero que se quede aquí, sabes que salimos el día dieciocho en la tarde, para que le avises a tu hijo, que no podrá ir con nosotros. El semblante de Ángeles era frío y cruel, despiadado.
Andrés: descuida, hablaré con mi hijo y le haré saber tu decisión, por cierto, estaré trabajando hasta el día veintitrés de este mes, no podré acompañarlos, yo me incorporaré con ustedes el día veintitrés.
Ángeles: estás loco, ¿qué dirá mi familia al ver que no estás con nosotros?,
Andrés: no estoy loco estaré trabajando, que digan de mí lo mismo que dirán de mi hijo Memo, ya que tampoco estará ahí,
Ángeles: está bien, te lo puedes llevar el día que tú te vayas.
Andrés: gracias, yo me lo llevaré ese día
A la hora de la cena, Andrés le dijo a su hijo sobre la decisión que había tomado su madre, de que no podía ir a con sus abuelos, Memo enseguida bajó su cabeza y entristeció, pues de las cosas que más le gustaban de su familia, era poder verse con sus primos y primas, en ese momento Ángeles habló indirectamente con Memo de la siguiente forma:
Ángeles: en efecto, te quedarás aquí en casa, pero aquí, en esta casa, solo habrá comida, ropa, zapatos y demás cosas como lavar la ropa, solo para mis dos hijos Jr. y Cintia.
Memo: está bien mamá, yo me asistiré solo, por ello no te preocupes, Memo se ponía más triste a cada minuto, al ver la frialdad de su madre.
Ángeles: no te confundas, ya no me digas mamá, es más, no me dirijas la palabra. Ah y una cosa más, ya no quiero que duermas en la misma habitación que tu hermano, puedes dormir en la cochera o en cualquier otro lado, pero no en esa habitación, ni en la sala, y no entrarás al baño del segundo piso, ni al de la sala, deberás usar el de servicio, cada palabra era más fría que la anterior y más cruel que nunca.
Andrés: Memo, te vas a quedar a dormir en la habitación de visitas.
Ángeles: esa habitación tampoco, esa… la interrumpió el grito de ira de Andrés
Andrés: cierra ya tu puta boca, que solo la abres para lanzar veneno. Andrés perdió el control delante de sus hijos y después de haber gritado, se sintió avergonzado. Hijos, lamento haberle gritado a su madre, les pido una disculpa, Ángeles si esta es la decisión que has tomado, entonces tendré que realizar algunos arreglos en la casa, yo me retiro a dormir, Memo tráete lo necesario, esta noche dormirás en la misma habitación que yo, buenas noches,
Memo: papá ¿puedo entrar? Preguntó Memo con su voz quebrada.
Andrés: adelante, hijo.
Memo: buenas noches papá ¿no te importa que duerma aquí en la habitación? Puedo dormir en un saco de dormir en la cochera
Andrés: nada de eso hijo, dormirás aquí, de hecho, aquí vamos a dormir por varios días, así que tenemos que ir acostumbrándonos a esta nueva vida, conmigo sigue siendo el mismo, somos padre e hijo y nada ha cambiado, todo sigue igual aquí. Andrés se acercó a su hijo, le dio un abrazo y este se puso a llorar, como un bebe en los brazos de su padre,
Memo: discúlpame papá, pero aquí ya no solo soy yo quien salió afectado, también tú has salido mal con mi mamá, es lo que más me duele, quisiera irme de aquí, pero la verdad es que no tengo a donde ir. La voz y el semblante de Memo se veían triste, con los ánimos por el suelo y todo derrotado y sintiéndose un apestado
Andrés: lo que pase entre tu madre y yo no es de hoy, solo que esto fue la gota que derramó el vaso, pero no quiero hablar de eso, vamos a dormir, aquí estaremos bien, es grande, hay baño, en estos días haré unas remodelaciones en este lugar, buenas noches, elige el lado que gustes de la cama.
Al día siguiente, Andrés se levantó temprano, realizó algunas llamadas, y despertó a su hijo, le ordenó que no saliera del cuarto, para que evitara a su madre y cualquier percance o insulto de su parte, salió de la casa, cuando regresó, Andrés llevaba unas bolsas con alimento, frutas, agua y refrescos, entró a la habitación estaban sus hijos en la cama viendo tv, los saludó y les ofreció comida, Memo se acercó para tomar un poco de la comida, Jr. tomó una fruta y siguieron viendo tv.
Andrés: hijos, cuando terminen de comer y ver su programa, ¿pueden cambiar las cosas de Memo a esta habitación por favor?
Jr.: papá, Memo se puede quedar en mi habitación, no me molesta para nada.
Andrés: lo sé hijo, pero tu mamá hará hasta lo imposible por sacarlo y humillar más a tu hermano y no quiero que nadie sufra las consecuencias de sus actos, es mejor tomar medidas, de hecho, ya lo hice hoy.
Jr.: Hermanito sabes que te amo y que siempre estaré a tu lado por ese valor que has demostrado todo este tiempo, Jr. le dio un fuerte abrazo a su hermano y Andrés los miraba con un gran cariño.
Memo: gracias, hermano también te amo.
Andrés: bueno hacen lo que les dije, cualquier cosa o insulto de tu madre, Memo quiero que te encierres aquí, yo haré unas cosas más para terminar mi día, nos vemos en la noche, en las bolsas hay comida tómenla.
Memo: si gracias papá, que tengas un buen día.
Jr. y Memo fueron por sus cosas a la habitación de su hermano, cuando entraron vieron que Ángeles estaba dentro y le preguntó ¿qué haces aquí Memo?
Memo: vine por mis cosas,
Ángeles: ¿tus cosas? Pero si nada es tuyo, aquí no sé qué vienes a buscar, nada te pertenece, de hecho, ni lo que traes puesto, de haber sabido que eras eso, no te habría dejado nacer.
Jr.: pero mamá el aborto es pecado, Dios te castigará, las palabras de Jr. iban cargadas de sarcasmo e ira. Además, la mitad de las cosas que hay aquí, son de Memo, la mitad de ellas se las dio mi papá y algunas que también le di yo, así que, sí tiene varias cosas suyas aquí. Por favor te pido que nos dejes sacarlas, Jr. veía a su madre con la cara desencajada, ya que nunca le había dicho algo así a su madre, por lo controladora que ésta es.
Ángeles: Jr. tú no debes de contestarme de esa forma, soy tu madre y me duele que me hables así, por defender a tu hermano, me trates como una basura y me rompas el corazón ¿qué acaso no me quieres? te doy asco. La madre era una mujer chantajista, dominante, en ese momento empezó a sollozar para hacer sentir mal a su hijo Jr.
Jr.: si no quieres que te diga nada, déjanos sacar las cosas de Memo, por favor, madre.
Ángeles: está bien, saca todo lo que sea suyo, pero solo será ropa y objetos personales, su cama y muebles que fuesen suyos, aquí los va a dejar y no quiero habar más del tema, suspiró resignada, furiosa, arrugó los labios y apuño sus huesudas manos.
Los chicos llevaron todo a la habitación de visitas, se quedaron viendo tv hasta que ya era de noche, llegó Andrés con algunas cosas cargando, Memo preguntó, ¿qué es lo que traes en esas cajas? solo respondió, algunas cosas que nos servirán, sacó de la caja una mesa plegable, una parrilla eléctrica, una licuadora y algunos vasos y platos, cenaron los tres juntos, cuando se hizo más tarde, Jr. salió para dirigirse a su habitación, dejando a Memo y su papá solos.
Al día siguiente, se fueron todos, a excepción de Andrés y Memo, después de que ya se habían marchado, llegó un grupo de hombres que se pusieron a trabajar en la construcción de una nueva habitación, justo al lado de la de visitas, la que serviría como cocina y comedor, en cuatro días la habitación nueva estaba terminada y llena de muebles indispensables, estufa, refrigerador, comedor, horno etc. lo indispensable.
Andrés: bien mi Memo, éste es y será nuestro hogar, solo para ti y para mí ¿cómo ves, te gusta?
Memo: me encanta papá es hermoso, además el sofá que has traído para ver tv esta padrísimo.
Andrés: ¿qué te parece si lo estrenamos? Vamos, que quiero platicar contigo de lo sucedido, quiero conocerte más,
Memo: si está bien vamos. Y ¿qué quieres sabe de mí?
Andrés: quiero que me cuentes, ¿has estado con hombres?, ¿te has cuidado?, ¿tienes pareja?, ¿qué te gusta del sexo? Espero que no te moleste hablar de esto, si es así cambiamos de tema.
Memo: si he estado con hombres, me he cuidado siempre, no tengo pareja, me gusta todo del sexo, y no me molesta hablar del tema y quiero seguir.
Andrés: bueno, ¿cuándo fue la última vez que tuviste sexo, tienes ganas de hacerlo, sabes mamarla?
Memo: ya más de un mes, si tengo ganas de sexo, y si se mamarla,
Andrés: ¿te gustaría mamársela a tu padre?
Memo: ¡SI!
Andrés: ¿quieres mamarla? Andrés se agarró su verga y mostró a su hijo guiñándole un ojo
Memo: si papá, te la quiero mamar
Andrés: esto será nuestro secreto, Andrés le guiñó un ojo a su hijo mientras se mordía el labio inferior sin dejar de tocarse la verga.
Jamás pensé que pasaría algo así con mi papá, aunque estaba emocionado también nervioso, pues como mi papá es un hombre, que siempre nos ha demostrado su cariño con abrazos, beso, de vez en cuando una caricia, un padre responsable pero cariñoso, es un hombre alto, siempre ha estado delgado, conservado, cuida de su cuerpo, cada vez que nos vamos a la playa, he podido ver su físico, aunque no está marcado tiene buen cuerpo, piel clara, poco vello en piernas y los pectorales, pero siempre recortado, lo que si se le marca son unos enormes pectorales, me avancé sobre su verga, se la saqué de los pantalones y comencé a besarla, despacio, lento la cabecita, mi papá suspiraba y empujaba su verga a mi boca.
Mi padre me decía que boquita tiene mi bebé, no sabes cuántas veces deseé tenerte así, yo solo gozaba mamando esa verga, aunque no es grande ni gruesa es recta, cuando se erecta apunta a su ombligo, de diecisiete centímetros, le chupé todo hasta tenerla toda dentro de mi boca, hasta el fondo en mi garganta, presionaba su cabeza al sentirla en mi garganta, mi papá gemía y después de varios minutos me preguntó; ¿quieres que te la meta por el culo?, me incorporé impresionado, pues es lo que deseaba, pero no se lo quería proponer yo, mi padre me miró y me dijo, si no quieres no pasa nada, le contesté bromeas es lo que más deseo, mi padre me dijo quiero que te la vayas metiéndotela, como vayas consintiendo, mi padre se sentó al borde del sofá, dejándome a disposición su hermosa verga blanca, apuntando al techo.
Inmediatamente me monté sobre él, apunté su verga en mi culito aún apretado, muy poco dilatado, fui metiéndola, sentía la presión en mi culo, despacio se habría campo a través de mi esfínter, sentía dolor, pero no quería parar, bajé más y logré meterme una parte de su verga, a pesar del dolor que sentía, quería seguir metiéndola, pero desistí y la saqué, mi papá me preguntó que si me dolía, le dije que un poco, me preguntó, ¿quieres que paremos?, dije que quería seguir, antes de que dijera algo más, lo volví a intentar, lubriqué un poco más con saliva, me posicioné para que entrara de nuevo, esta vez fue más fácil, cuando entró un tramo, paré un poco, cuando el dolor desaparecía, bajé un poco más, paré un poco, de pronto papá, muy despacio empujó, eso me dolió, pero aguanté, pues sabía que como antes pasaría el dolor, de pronto un pequeño brinco entró toda, quedé por completo sentado en la verga de mi padre, emití un pequeño grito de dolor y placer, papá se quedó inmóvil al igual que yo, pasó poco tiempo cuando me empecé a mover despacio, mi padre solo gozaba sin hacer ningún movimiento, dejándome a mí solo que lo hiciera a mi ritmo, cuando ya estaba moviéndome con más intensidad y aquel dolor solo se había convertido en placer al doble de lo que fue el dolor, mi padre tomó mis cadera y casi dejándolas en el aire retirando un poco su verga, comenzó a moverse con gracia y agilidad, a un ritmo lento pero constante, cuando las envestidas estaban más rápidas y eran más placenteras, mi padre metió toda su verga y sin sacármela, se puso de pie, me llevó cargando hasta el borde de la cama, me dejó de espaldas, aún pegado a su verga, se inclinó y me empezó a besar apasionadamente, penetrando mi boca con su lengua, acompañando cada beso con envestidas en mi culo, así estuvo por un rato, cuando se despegó de mi boca, comencé a gemir como loco, mi padre me daba más rápido. De repente me dijo, bebé quiero que termines para poder terminar bebé, me comencé a masturbar y en pocos segundos, varios chorros de semen bañaron mi abdomen, casi al mismo tiempo que terminé, mi papa comenzó a dar fuertes gemidos, envestidas y espasmos acompañados de chorros de leche dentro de mi ano, se derrumbó sobre mi besándome con pasión, sacando despacio su verga de mi culo, se tumbó a mí lado y me acaricio la cara con cariño, así estuvimos un rato en silencio, hasta que mi papá rompió ese silencio.
Andrés: que rico estuvo bebé ¿te ha gustado cómo lo hizo tu padre?
Memo: me ha encantado, aunque no lo esperaba, después de todo lo sucedido.
Andrés: sabes bebé, este será nuestro secreto, si lo sabes guardar, tendrás a tu papi para complacerte, y hacerte feliz todos los días.
Memo: gracias papi, me has dado una excelente experiencia y un gran placer, que casi me vengo sin tocarme.
Andrés: verás como la próxima vez, así será, te vas a correr sin tocarte.
Memo: ya quiero que llegue esa próxima vez.
Andrés: verás mañana, como la pasaremos todo el día y noche juntos disfrutando,
Memo: papá, pero mañana es veintitrés, tenemos que alcanzar a mis hermanos con mis abuelos.
Andrés: prefiero estar a tu lado consolándote a viajar a ver la familia de tu madre la mojigata, o ¿tú quieres ir?
Memo: donde estés tú, yo estaré feliz.
Andrés: no se diga más, nos vamos el día veinticuatro, que no creo que le hagamos falta a tu mamá.
Andrés y Memo se quedaron a disfrutar de su pasión, el día siguiente repitiendo las hazañas de la noche anterior, Andrés cumplió la promesa a su hijo, de hacer que se viniera sin siquiera tocarse, pero eso será en otro relato.
Toda la serie de este relato que comenzaré a publicar son de autoría de mi amigo Cornelio. Espero que les haya gustado
Que buen relato, esperemos haya más!?
como sigue?
Ufff que delicia de relato, estoy super cachondo… me he excitado de sobremanera
Buen relato, como sigue?
Me encanta necesito más de esta historia…has conseguido que me excite y me corra con la paja que me he hecho
Estupenda historia… y muy bien redactado. Creo que me voy a enganchar… para no perderme ni un capítulo.
Muy buen relato y buena historia, espero que la continúes para que podamos disfrutar de ella.
Uff como me hubiese gustado que me fueran follado así a esa edad. Me has puesto muy caliente.
Súper , proteger al nene y consentir lo en su mujer,,,,👍