Secretos de Padre e Hijos 2
Los temores de Memo se ven reducidos a liberarse en el sexo y disfrutando de un nuevo evento que nunca imaginó que pasaría, pues su abuelo no es lo que esperaba que sería al ser el padre de su madre.
Secretos de Padre e Hijos 2
Recapitulando. Cuando decidí contarle a mi familia sobre mis preferencias sexuales, mi madre reaccionó negativamente, tomó la decisión de échame de la familia y de la casa, pero gracias al apoyo de mi padre y hermano, me quedé en la casa, aunque viviendo separados, mi padre y yo, papá remodeló el espacio que usábamos para las visitas, haciendo de ese lugar nuestro hogar, mi madre accedió a que papá y yo viviéramos en la misma casa, para guardar las apariencias, en esos días que empezamos a vivir juntos papá y yo, y al estar solos, pasó algo increíble, por primera vez tuve sexo con mi padre, y fue fantástico.
Mi madre me prohibió asistir a la cena de navidad con su familia, pero papá también se negó a ir a la dichosa cena de navidad, si yo no asistía, al final Ángeles mi madre, accedió a que fuera, pero papá le dijo que nos iríamos el día 23 de diciembre, aunque después de lo que pasó entre papá y yo, papá decidió que nos iríamos el día 24 por la mañana, a reunirnos con la familia de mi madre.
Mi padre me prometió hacer que me viniera sin tocarme, así que desperté ansioso, esperando que papá cumpliera su promesa, era una nueva experiencia para mí, ya que yo estaba acostumbrado solo a mamárselas y que me la metieran, pero sin ninguna muestra de afecto, lo más cercano a eso fue con un compañero, que resultó ser pasivo igual que yo, las cosas no resultaron como esperábamos.
Me di la vuelta, papá no estaba en la cama, lo busqué, pero lo único que encontré fue una nota, de él donde escribió; Memito fui por el desayuno, cuando regrese espero encontrarte con poca ropa, así estaremos más cómodos. Regresé a la habitación, me vestí, con un short de tela delgada, sin ropa interior, fui a la cocina para lavar unos platos, llegó papá y dejó la bolsa con el desayuno, me abrazó por detrás, haciéndome sentir su erección, entre mis nalgas, al separarse de mí, dejó la tela del short metida entre mis nalgas.
Papá salió igual que yo, solo con un short, sin ropa interior, pues se apreciaba muy bien su erección, atento veía la erección de papá, papá se agarró la verga para ofrecérmela, se la acaricié, metí la mano bajo el short, sobándola con suavidad, la saqué y la llevé a mi boca, se la mamé por un buen rato, papá me detuvo y me llevé a la mesa, para que desayunáramos, papá me daba de comer, mientras acariciaba mi cuerpo, su erección, al igual que la mía no bajaba.
Mientras estaba lavando los platos, mi papá estaba acariciando mis nalgas, bajó el short, hasta los tobillos, besaba mí cuello y orejas, desconcentrándome de mis labores, pensé que eso sería lo más grave, pero me equivoqué, papá bajó hasta llegar a mis nalgas, y empezó a morder y acariciar, haciéndome que me estremeciera, sentí un fuerte cosquilleo, no quería que se detuviera, jamás había sentido esa sensación, que estaba experimentando.
Memo: hay papá que rica sensación, papá no dejas que me concentre en hacer mi trabajo. Papá sonreía y me acariciaba con ternura mordiendo mis nalgas.
Andrés: eso es lo que quiero, que lo disfrutes, haré que te vengas, así que no quiero que te contengas, quiero que ambos andemos desnudos en casa todo este día. Papá se fue a cerrar las puertas y ventanas, mientras yo terminé de lavar todo lo que tenía en el lavabo.
Terminé y vi a papá sentado sobre el sofá ya desnudo, con su verga en todo su esplendor, me invitó a sentarme a su lado, acariciaba su verga mientras nos besábamos, él acariciaba mi cuerpo y nalgas, me da la vuelta y me recarga sobre el sofá, levantó mi trasero, ummm que me muerde las nalgas, estoy loco con ese cosquilleo en todo mi cuerpo, pero oh cielos, me lame el culo, ese cosquilleo recorre todo mi cuerpo, mientras papá me lame el culo, trata de meter su lengua en mi ano apretado, me abre las nalgas, las aplasta, me las muerde y estruja, mientras su lengua trata de entrar en mi ano, que ya se va dilatando poco a poco. Se detiene en mi ano y mete su lengua hasta lo más profundo, oh cielos esto es placer.
Memo: ummm papi, ah que rico, oh si harás que ay, papá mordió ligeramente mi ano haciéndome estremecer y gritar de placer.
Andrés: que bueno mijo, quiero que lo disfrutes, solo déjate llevar, que papá te hará llegar a la luna, con las mamadas de culo que te daré. Papá no mintió pues me estaba haciendo estallar en calentura y leche.
Por todos los cielos, esto es increíble ummm que rico, como su lengua trata de entrar en mi ano, ya dilatado pidiendo a gritos ser follado por la verga de papá, pero él tenía otros planes, mis nalgas separadas y su lengua perforando mi ano, mientras sus babas escurren por mis huevos, que delicia, quiero agarrar mi verga, pero papá me toma las manos, haciéndome caer sobre el sofá, sin dejar de comerme el culo, mis ojos se ponen en blanco y de mi verga comienza a salir chorros de leche, manchando el sofá, papá pasa su verga por mi culo dilatado y de un empujón me la metió por completo haciéndome caer de lleno al sofá, sacándome así su verga.
Andrés: lo prometido es deuda y ya he cumplido, con lo que prometí, quiero que permanezcamos desnudos durante todo el día ¿si no te molesta qué lo hagamos así? Papá se mostraba excitado y perverso, al proponerme estar desnudos ambos, e ir por todos lados así, papá mantenía su erección, pero yo no estaba al cien para complacerlo en ese momento.
Memo: claro que lo has cumplido, ha sido una grata experiencia, jamás había sentido este placer, me agrada la idea de permanecer desnudos el resto del día. Papá no paraba de acariciar mi cuerpo y besarme, le respondo acariciando su verga, pero aún sin ganas de tener sexo.
Recostados en el sofá, papá aún con su verga medio erecta, se la acaricié y de inmediato se puso durísima, me recosté en el sofá con mis piernas levantadas, ofreciendo mi culo dilatado y tragón, papá toma mis piernas, levanta un poco, separa mis nalgas y nuevamente mete su lengua en mi ano, acaricia y separa mis nalgas, luego lanza un escupitajo en mi culo, lame mis nalgas, luego mi ano, estaba deseando ser penetrado por su dura verga, lame una y otra vez mi culo.
Memo: ummm que rico papi, ah ahí oh ummm ah, ah, ah, ahí papi métemela, quiero tu verga. Deseaba sentir otra vez la verga de papá dentro de mí.
Andrés: no desesperes mijo, tendrás lo que tanto deseas dentro de ese culito, solo se paciente. Papá me mama el culo como loco, hambriento de culo, mientras yo lloriqueo de placer.
Cerré los ojos mientras la lengua de papá dilataba mi culo, me jala un poco y su verga se empieza a deslizar dentro de mí, ummm, oh sí, me toma de las caderas y empieza a moverse, que rico sentir de nuevo la verga de papá dentro de mí, entra y sale una y otra vez, oh si papi dame duro ah sí duro, mi cuerpo se empieza a estremecer con las fuertes envestidas que papá me está dando, cierro los ojos y me concentro en sentir como entra y sale la verga de papá, me tiene de las caderas dándome envestidas fuertes, mientras no dejo de gritar.
Memo: ah por todos los cielos, sí dame duro papi, oh si soy tu nene, papi dame más ah siií… estaba poseído por el deseo y la excitación pidiendo a papá que me diera duro y fuerte.
Andrés: ummm si chiquito, esta verga es tuya oh siií… ummm, ummm, ummm, ummm, a si aprieta el culito, ah me voy a venir ah, ah, ah…. Con tres fuertes estocadas papá se vino dentro de mí, me la dejó adentro y me masturbó hasta eyacular, aún con la verga de papá dentro de mí, nos quedamos conectados, la verga de papá no se me salió y después de varios minutos volvió a ponerse dura, una vez más me folla hasta que se volvió venir dentro de mí y yo eyacular.
Pensé que sería todo, pero no fue así, pues como ambos estamos desnudos, de repente papá me la mete estando a medio pasillo, me da unas cuantas envestidas y sigue con lo suyo, mientras limpio mi habitación, entro y vuelve a hacer lo mismo que hace un rato, me mete la verga un par de envestidas y se retira. Estoy preparando la comida y papá se pone atrás de mí, me mete la verga y un par de envestidas, se va a esperar que le sirva su plato.
Andrés: ven siéntate en mi verga, comerás sentado en ella. Acerqué mi plato al de papá, abrí mis nalgas y me senté sobre su verga aún dura que entró con facilidad en mi culo, de un solo intento.
Memo: buen provecho papi, mientras comíamos, movía mi culo haciendo que la verga de papá entrara y saliera de mi culo.
Terminamos la comida, papá hace los platos a un lado y me inclina sobre la mesa, dándome envestidas, me toma de las caderas y con fuerza me enviste, ay, ay, ay, ay… ummm papi dame siií, quiero ser tuyo, ummm que rico me das verga, mis palabras y gemidos ponían más cerdo a papá, pues me envestía más fuerte, empezaba a gemir y a gruñir.
Andrés: ummm, ummm, ummm, ummm, ah, ah, ah ahí viene otra vez, te llenaré el culo de leche. Papá se vino una vez más dentro de mí, luego terminé yo.
Memo: hay papá que rico me lo estoy pasando, me tienes todo lleno de leche, bien satisfecho.
Andrés: anda a descansar, luego nos damos un baño, antes de dormir quiero verte en la cama, desnudo y boca abajo para preñarte una vez más.
Memo: si papi lo que pidas, eres mi amo y mi macho.
Ya en la noche antes de dormir, me volvió a clavar, y por tercera o cuarta vez eyaculó dentro de mí, al día siguiente tomamos la carretera y de camino a la casa de mis abuelos, se la mamé a papá hasta que se vino en mi boca, tragué toda su leche, papá detuvo el auto un poco antes de llegar, y dentro del auto por primera vez, papá empezó a mamarme la verga hasta que me vine en su boca, como fue mi primera vez, sentir los labios de papá presionando mi verga, el calor y la humedad así como su lengua, envolviendo mi pequeña verga, no aguanté mucho con aquella boca, que parecía la de un experto, me hizo explotar en cuestión de segundos.
Llegamos a casa de los abuelos, los padres de mi madre, mi temor volvió, mi mundo de fantasía a lado de papá se derrumbó, papá me abrazó, me dijo; no tengas miedo, todo estará bien, tu madre no te puede hacer daño, no aquí y tampoco mientras esté yo. Al salir del auto mi abuelo y abuela nos recibieron con los brazos abiertos, mi abuelo me dio un fuerte abrazo, mamá nos veía no muy contenta. Mi abuelo me apretaba a su cuerpo con mucho cariño, eso me dio a entender que mamá no le había contado nada.
Mi abuelo Genaro tiene 56 años, un hombre alto de 1.80 cm, delgado, moreno claro, poco de pansa, un bigote con algo de canas, bigote tipo Pedro Infante, siempre ha sido muy cariñoso, muy alegre, ojos grandes cafés, espalda ancha, piernas y brazos largos, poco vello corporal, un poco en el pecho, brazos y piernas. Luego papá y mi abuelo se apartaron.
Genaro: ¿qué pasó con ustedes, los esperábamos desde ayer, como están tú y Ángeles? sé que hay algo mal entre ustedes, cuando se es viejo se da cuenta de lo que pasa en las personas. Mi abuelo tenía a papá tomado del brazo, y papá agachó la cabeza en señal de aprobación con lo que le estaba diciendo mi abuelo.
Andrés: que le puedo decir suegro, últimamente tuvimos un problema grande en casa, a raíz de eso las discusiones entre Ángeles y yo. Papá continuaba con su cabeza agachada como avergonzado de lo que pasó entre él y mamá.
Genaro: que va, no te juzgo, no sé cómo has podido aguantar a Ángeles, es mi hija, pero se cómo es su carácter y te admiro, al aguantar tanto sus paranoias ¿Qué fue lo que pasó? Mi padre levantó la cabeza y tomó a mi abuelo del hombro con una leve sonrisa medio nerviosa.
Andrés: vera suegro, lo que sucedió fue…, papá suspiró profundo y mi abuelo lo animó dando pequeñas palmadas en el hombro de papá. Siempre he apoyado a mis hijos y así lo seguiré haciendo, sin importar lo que los demás digan, todo empezó el día que Memo nos confesó que es gay, vaya que le gustan los hombres, en respuesta Ángeles lo rechazó y agredió, e incluso lo corrió de la casa, gritándole que ella no tenía hijos desviados, entre otras cosas peores, espero que usted entienda esto, si a usted no le parece, ahora mismo nos vamos, y no nos volverán a ver aquí. Papá volvió a agachar su cabeza y respiró profundo.
Genaro: gracias por apoyar a tus hijos, y más que nada gracias por tu sinceridad, prefiero tu sinceridad a las mentiras de Ángeles, no me importa que a mi Memito le gusten los hombres, tiene mi apoyo, y siendo honestos, siempre supe que mi pequeño Memo tenía otras preferencias, pero no por eso es menos, al contrario, admiro su valor y te admiro a ti. Gracias por tu sinceridad, nada cambiará siempre son y serán bienvenidos. Mi abuelo le dio un abrazo a papá y lo animó a reunirse con los demás.
Vi a mi abuelo discutir un poco con mamá y luego hablar con mi abuela, las horas pasaron y llegó la hora de la cena de navidad, cenamos, reímos y platicamos, todo muy tranquilo, mientras no viera la cara de mi madre, nos veía a papá y a mí con mucho coraje, pero mi abuelo como si nada hubiera cambiado, después de la cena, todos los adultos se sirvieron unas bebidas y los nietos y nietas jugábamos en la sala, después de varias horas, el frío se sentía fuerte. Y mi abuela, mi tía la esposa de mi tío, el hermano de mamá y mi mamá, se fueron a dormir, mi prima y mi hermana se fueron a su habitación.
Mientras que mis primos, el hijo de mi tío Pedro, el hijo de mi tío Miguel y mi hermano, se pusieron a jugar videojuegos. Mi tío Miguel es soltero, un hombre de 33 años, que se fue a pasar un rato con sus amigos, papá, tío Pedro y mi abuelo, siguieron tomando un poco, pero en el patio de atrás. Como mis primos y mi hermano jugaban partidos de fútbol, yo me fui al patio. Vi que papá y tío Pedro jugaban a las cartas y el abuelo estaba en un sillón tipo camastro enredado en una gran cobija, como solo llevaba puesta mi pijama, tenía bastante frío.
Genaro: Memito hijo ¿tienes frío? Ven a calentarte un poco. Mi abuelo abrió la cobija y separó sus piernas ofreciéndome abrigo.
Memo: si un poco, gracias abuelo. Me acosté en medio de las piernas de mi abuelo y él me cubrió con la cobija.
Genaro: mejor así, o ¿aún tienes frio? Mi abuelo acercó su cara a la mía y me dio un pequeño beso en la mejilla.
Memo: mucho mejor abuelo, también tu traes tu pijama, pensé que estarías con ropa más formal. Mi abuelo estaba cubierto con la cobija desde el cuello hasta los pies y ahora también yo.
Genaro: que va, la formalidad es muy fría y dura, este pijama está más cómoda. En ese momento me abrazó más a su cuerpo.
Estaba acurrucado pegado al cuerpo de mi abuelo y siento como su verga empieza a endurecerse y me pego un poco más a mi abuelo, quería sentir su verga que estaba poniéndose dura, sentía la verga de mi abuelo pegada a mi trasero y me acomodé de forma que ésta quedó entre mis nalgas, no pensaba más que en el sexo, aunque lo hago con disimulo. En ese momento mi abuelo pidió que detuviera la cobija mientras él se acomodaba, pensé que todo terminaría y que mi abuelo se dio cuenta de mis intenciones “inocentes”.
Genaro: listo ahora si ya quedó, ven acércate más a tu abuelo, para que nos demos calor y resistir el frío. Mi abuelo sostuvo la cobija con una mano, con la otra, rodeó mi cintura pegándome a su cuerpo. Siento la erección de mi abuelo aún más fuerte, entre mis nalgas.
Genaro: ¿quieres que continúe? Mi abuelo me susurró al oído, pero no sé a qué se refería, solo moví mi cabeza afirmativamente.
Mi abuelo bajó su mano y bajó mi pijama, con todo y bóxer, pegó mi cuerpo al suyo, siento la humedad y tibieza de su verga, “mi abuelo me está repagando su verga sin ropa” mi abuelo mueve lento su verga, deslizándola entre mis nalgas, estoy que no me lo creo, mi abuelo, pero entre más sentía su verga en mis nalgas, más me muevo queriéndomela clavar ahí mismo, mi padre y mi tío Pedro, continúan jugando cartas, el abuelo sigue pegando su verga a mi culo.
Genaro: bueno el frío se pone más fuerte, además un hombre de mi edad necesita dormir. Mientras mi abuelo se despedía, ambos subimos nuestras ropas y ocultando nuestras erecciones con la cobija.
Pedro: hasta mañana padre que descanses.
Andrés: hasta mañana suegro, buenas noches, que descansen, Memo dormirás con tu abuelo, buenas noches.
Memo: si, gracias papá, buenas noches, hasta mañana, hasta mañana tío. Nos despedimos y me tocaría dormir en la habitación de mi abuelo, ya que duerme separado de mi abuela desde hace tiempo.
Pasamos por la sala y mi hermano y primos ya se habían retirado a dormir, entré a la habitación de mi abuelo, solo está su cama, mi abuelo se puso a preparar su cama en lo que yo fisgoneaba la habitación.
Genaro: pues aquí dormiremos, ¿estás listo para ir a dormir? Ven hijo vamos a acostarnos, espero que no te moleste que duerma en ropa interior, no estoy acostumbrado a dormir con pijama. Mi abuelo se empezó a quitar la ropa, en lo que me decía el por qué se estaba desvistiendo.
Memo: no me molesta que duermas así, al fin de cuentas esta es tu habitación. Yo solo me quité la playera y me dejé mi pijama.
Genaro: ven, acércate a tu abuelo, así tendrás menos frío y le darás calor a tu abuelo.
Memo: si abuelo, así juntos tendremos menos frío, nos calentaremos más rápido. Pensé que lo que mi abuelo inició en el patio había terminado, pero qué equivocado estaba.
Genaro: vamos Memito ponte de lado que tu abuelo necesita más que calor.
Me toma de la cadera y me pone de lado, desliza su mano áspera por mi costado, baja mi ropa, pega su cuerpo al mío, siento su verga entre mis nalgas queriéndose abrir paso entre ellas, buscando la entrada de mi ano, apretado, besa mi cuello y susurra en mi oreja; afloja tu cuerpecito mijo, todo el miedo se desvanece dando entrada al deseo y la lujuria, relajo mi cuerpo, y mi abuelo encuentra la entrada de mi ano. Ummm, ay, despacio abuelo, le sugiero que vaya lento, ya que empuja su verga en la entrada de mi ano, metiéndose poco a poco.
Agarro la verga de mi abuelo, me doy cuenta que falta poco por metérmelo todo en mi culo, separo mis nalgas y saco el culo, mi abuelo empuja metiéndomela por completo. – Ay me duele, – Tranquilo mijo lo haré despacio. – Ay abuelo me duele, tu verga es gruesa y me está doliendo. – Relájate mijo ya verás que te acostumbras a mi verga, y te va a gustar como te la mete tu abuelo. – Ummm ay, despacio, ay, me duele, despacio abuelo por favor. – Ya mijo aguánteme poquito, ya la tienes toda adentro, esperamos que se te pase el dolor y verás como me pides más. Mi abuelo mueve sus caderas por un buen rato, metiéndome y sacándome su verga despacio, hasta que me pide cambiar de postura.
Genaro: mijo póngase en cuatro patas como perrito.
Memo: despacio abuelo que me está doliendo un poco. Las envestidas de mi abuelo y el grosor de su verga, me hacían sentir algo de dolor, pero sobre todo excitación.
Genaro: mámela un poco para que la lubrique mijo, que rico culito tienes cachorrito. Mi abuelo deslizaba sus manos por mi espalda, hasta llegar a mí culo e introducirme uno de sus dedos, mientras yo me acomodaba para mamársela.
Memo: abuelo es gruesa tu verga ¿Cuánto te mide?
Genaro: un poco cachorro, lubríquela bien que le voy a preñar su culito esta noche, usted ya aguanto estos 16 cm de carne, es un campeón.
Listo abuelo, ya está lubricada. – póngase en cuatro patitas, ahí le va de nuevo, abrasé las nalguitas. – ummm ay, ay, ay… – aguante campeón ya le entró toda, aguante un poco cachorro, ummm que rico culito tienes cachorrito, ah oh que rico ummm, a sí ábrete tus nalguitas, oh que rico te la comes, ah sí… – ummm abuelo que rico, ahí sí dame más, oh sí que rico, ummm. – ¿ve como si la aguanta toda?, venga mijo móntese en mí y clávese la verga usted solito, mueva bien ese culito. – oh si me gusta montar. – bueno cachorro monte a su abuelo. oh siií, que rico te la comes mijo ah sí… aaahhhh mijo si muévete, así, si oh harás que me venga, si muévete no pares oh sí… aaahhhh si sigue aaahhhh me corro, me corrooooo… aaaahhhhh…. Que ricoooo… mi abuelo se vino dentro de mí y me dejó su verga adentro, me pidió que terminara yo, venga mijo le toca correrse. Ummm, ummm, ummm, ummm a me corro, me corrooooo…
Me despierto por la mañana en la habitación de mi abuelo, pensé que todo había sido un sueño, pero aún podía sentir esa sensación en mi culo de la metida de verga, que mi abuelo me dio, vi que aún estaba desnudo bajo las cobijas y la verga de mi abuelo descansaba sobre su pierna derecha, de nuevo la calentura me invadió, me meto bajo las cobijas y me llevo la verga flácida de mi abuelo a la boca, se empieza a poner dura dentro de mi boca. – así cachorrito sigue mamando aaahhh que bueno eres mamándola, sigue así y tendrás tu desayuno. – ummm, ummm, ummm, ummm…. – aaahhh sí. Oh ahí vine oh aaahhh, me corro, me corro, me corro aaahhh sí…. – ummm, ummm, que rica leche abuelo.
Genaro: ah cachorrito que buen culito y que rica boquita tienes, te prometo visitarte más seguido. Y darte tu premio cada que vaya a verte, venga mijo se ha portado excelente con su abuelo. Nos empezamos a besar y acariciar en ese mismo momento, hasta que con el roce de nuestros cuerpos me vine en el abdomen de mi abuelo y el mío.
Nos dimos una ducha y después de la comida, mi padre me dijo que me preparara para regresar a casa, mi abuelo se puso un poco triste, al ver que ya nos estábamos despidiendo, pero me dijo al oído que pronto iría a visitarme, cuando me abrió la puerta para que subiera a la camioneta, le acaricié la verga cuando nadie nos veía, me dio un beso y un abrazo para despedirse, me guiñó un ojo y me dijo; cuídese mijo y cuide a su papi, atiéndalo bien, que luego iré a verlo y llevarle un regalito. Papá me volteó a ver y yo solo le sonreía a papá, pues no sabía de mi secreto con mi abuelo.
CONTINUARÁ……………….
Uff no sabes como me excita tu relato… consigues que me corra con la paja que me hago.
Que delicia de historia, nesecito saber mas de ella y de sus personajes.
Dios que excitacion!!! estoy tan caliente que la tengo super dura.
Me encanta… como sigue?
Me encanta la relacion padre e hijo… me excita muchisimo.
Qué hermoso, ojalá se lo cojan el padre el abuelo y se le sume el tío, 3 vergas para esa rica putita calentona
Me gusta mucho esta historia y la forma que tienes de trasmitir las escenas entre padre e hijo, por la forma de escribir que tienes. Es tanto así, que consigues que me ponga muy caliente y me excite leyéndolo.
Esta historia tiene un potencial increíble, tanto la parte 1 como la 2 han conseguido ponerme la polla super dura mientras las estaba leyendo.
gran relato comos sigue