Secretos de Padre e Hijos 5.1
Un par de primos cachondos, disfrutan de la soledad de su casa para hacer de ésta el lugar para poder quemar su calentura.
Secretos de Padre e Hijos 5.1
Jr.: el día que papá salió de viaje, y dejamos a mi hermano en casa del tío Miguel, fui a ver a mi novia, llevaba unas ganas tremendas de cogérmela (tener sexo) pero andaba en sus días, así que no se pudo hacer nada, tocaba lavar a mano, estaba de regreso a casa cuando recibí la llamada del primo Fernando.
Llamada de Fernando con Jr.: eh primo ¿qué anda haciendo?, acabo de pasar por la casa del tío Miguel, me encuentro con que Memito se quedará una semana con él, wey ando bien caliente, mi morra no me dejó que le metiera la verga, y el tío está ocupado.
Jr.: no mames wey, se me pasó decirte que Memo se quedaría con el tío, wey también mi vieja me dejó bien caliente, pues anda en sus días y no podemos hacer nada, y la neta para una mamada no, si estuviera Memo en casa que cogida le daría.
Fernando: ¿wey y si nos quitamos las ganas? Primo quiero que me vuelvas a meter la verga, le quiero dar el culo de nuevo, estoy por la calle que va a tu casa, la casa está sola wey, los viejos y mi hermana fueron a una fiesta, con los compadres, regresarán tarde ¿qué dices te animas a quitarnos la calentura?
Jr.: acepto, espérame, paso por ti. – la excusa era que andaba caliente, pero la realidad es que quería volver a tronarle el culo a Fernando, como lo hice en vacaciones y de verdad deseaba poder estar una vez más con él, pasé por él y nos fuimos a su casa.
Jr.: al cerrar la puerta nos empezamos a besar apasionadamente, como si tuviéramos una eternidad sin vernos, ambos empezamos a deshacernos de nuestras ropas, sin dejar de besarnos, pues al estar solos no teníamos nada de que cuidarnos, cuando quedamos desnudos, nuestras vergas se rosaban una con la otra, pronto sentí las caricias de Fernando en mi verga, y mientras me besaba el cuello me decía; cuántas ganas tenía de tener otra vez tu verga entre sus manos, boca y culo, me dijo: primo hágame el amor, deme verga como lo ha hecho antes, deseo tener su verga dentro de mí una vez más.
Jr.: Pues venga primo es toda suya, haga lo que quiera con ella, que también tengo ganas de metérsela en todos sus hoyos. – Ambos somos dominantes, aun así, mi primo Fernando siendo bisexual inter, es dominante en ambos roles.
Fue bajando recorriendo mi cuerpo besando y acariciando, hasta llegar a mi verga de 19 cm, que se la metió toda a su boca, sin esfuerzo, y empezó a mamármela haciéndome sentir en la nubes, con sus imperativas pero suaves mamadas, mientras me la mamaba, no dejaba de manosear mis nalgas, no tengo muchas pero igual me las acariciaba, mientras continuaba con su mamada, luego de un buen rato de sexo oral, me empujó contra el sofá, se arrodilló y me la volvió a mamar, pero esta vez ya no me acariciaba el cuerpo, solo me la estaba manando, cerré los ojos para disfrutar, de la mamada, y concentrarme para no venirme tan rápido.
Pues deseaba metérsela por el culo, y él también quería que así fuera, me la dejó de mamar, siento como se va subiendo al sofá, abro mis ojos y lo veo frente a mí, acomodándose para meterse mi verga en su culo, estaba sobre mí, toma mi verga y la apunta en su culo ya dilatado, en ese momento entendí porque dejó de acariciarme, pues mientras me la mamaba, fue dilatando su culo, para ser penetrado.
Fue clavándose en mi verga lento, cuando sentí como mi verga estaba entrando en su culo, suspiré, ah… ah… él siguió metiéndose mi verga, mientras yo gozaba, al sentir como mi verga, entraba centímetro a centímetro, sin problema.
Cerré mis ojos, para disfrutar de la sensación, de mi verga entrando en su culo apretado, se clavó por completo en mi verga y se quedó quieto, me empezó a besar, correspondí los besos, ya quería empezar a bombearle el culo, pero tenía que esperar un poco, aunque solo escuché suspiros, tenía que esperar un poco, lo dejaría que se adaptara y le empezaría a bombear el culo, como deseaba hacerlo, cuando quise empezar a bombearlo, fue Fernando quien tomo la iniciativa como dominante, se abrazó a mí y con sus rodillas apoyadas sobre el sofá, una a cada lado de mi cuerpo se empezó a clavar mi verga solito, me tenía atrapado con su cuerpo sin dejarme que me moviera, solo movía sus nalgas, clavándose mi verga lentamente.
Al principio era lento y suave, que movía su culo arriba abajo, poco a poco fue aumentando la velocidad, clavándose mi verga en lo más profundo, sus nalgas rebotaban contra mis piernas en cada envestida, clavándose mi verga por completo, me sujetó de los hombros y se empezó a mover más rápido, haciéndome sentir un escalofrío, cada que se ensartaba mi verga, él tenía el control, haciendo que mi verga entrara y saliera a su voluntad, busqué su boca y lo empecé a besar, mientras lo distraía con los besos, metí mis manos por debajo de sus piernas, lo sujeté y me paré del sofá, aún con mi verga clavada en su culo.
Lo recosté, era mi turno de tomar el control, posé sus piernas en mi pecho aprisionándolas con mis brazos, le empecé a dar fuertes envestidas, Fernando gemía y bufaba como toro, al sentir las arremetidas fuertes que le daba, pero de forma varonil, mientras me decía; hay cabrón, vergas, ah uta, madre, que verga, oh, ah, aaahhh, oh cabrón me vas a partir el culo. Yo seguía dándole y gimiendo, coloqué mis manos sobre su pecho y le daba más duro queriendo meterle hasta los huevos, mientras el cabrón no paraba de gemir del placer al igual que yo, que resoplaba y gruñía de lo caliente que estaba, y al estar metiéndole la verga.
Mis envestidas eran tan fuertes, que hacían que Fernando se sacudiera con cada metida de verga, lo tenía inmovilizado, mientras yo me daba gusto penetrándolo, a mi manera, de repente se zafó de mí, su cuerpo cayó del sofá, pero lo sostuve de las piernas, pues no quería que tomara el control, su movimiento fue inútil, ya que al caer, quedó más vulnerable de lo que estaba, yo quedé de pie, aún con mi verga dentro de su culo, y él con su la parte superior de su cuerpo entre mis pies, prácticamente de cabeza.
Seguía bombeándolo de esa manera, sin dejarlo tomar el control y empecé a darle fuertes envestidas, hasta que de repente mi primo Fernando, empezó a eyacular sin tocarse, llenando su abdomen de semen, eso y la presión de su culo, me hicieron acelerar aún más mis envestidas, y en pocos segundos, le inundé el culo de leche, fui bajándolo lento, mi verga salió de su culo ya algo flácida, y chorreando leche y poco de sangre, mi primo me la mamó y yo a él, para limpiarnos la verga, el uno al otro, nos quedamos acostados por un momento en el piso, descansando, como a los 5 minutos mi verga se volvió a poner dura, pero mi primo estaba bastante adolorido, para volver a metérsela por el culo, así que se dedicó a mamármela hasta que descargué mi leche, por segunda vez, pero ésta vez fue en su boca, él se empezó a masturbar después de que yo había terminado, pero sin dejar de mamarme la verga, hasta que se vino sobre el piso de la sala, nos quedamos un rato más, solo con los calzoncillos puestos.
Estábamos queriendo quedarnos dormidos, cuando escuchamos que llegaba mi tío, el papá de Fernando, si fuera solo mi tío, estoy seguro de que nos hubiéramos quedado así, pero también venía mi tía y mi prima, nos dimos prisa, nos vestimos y prendimos la tv a volumen bajo, cada uno, nos pusimos como si estuviéramos jugando con el celular, entraron mi tía y mi prima, y saludaron, después de un rato entró mi tío, sonrió y nos saludó con algo de picardía y malicia, pero no le dimos importancia, estoy seguro de que mi tío sabía lo que había ocurrido esa tarde entre su hijo Fernando y yo.
La tía nos ofreció algo para que cenáramos, pero ambos le dijimos que estábamos bien, pues lo que la tía no sabía, es que ambos ya habíamos tomado un poco de leche, sobre todo su hijo Fernando, que tomó por el culo y por la boca, quedó bien llenito, luego de estar un rato en la casa de mis tíos me despedí, de regreso a casa, decidí llamar a mi hermano Memo, para ver como la estaba pasando, al principio me asusté un poco, pues al responder la llamada se puso a llorar, me preocupé, pensé lo peor, pero ya me explicó, que no se sentía a gusto, estando fuera de casa, y en un lugar que no reconoce como su hogar, obvio que le insistí, si es que era algo más, pero él me aclaró que solo era que se sentía triste y solo.
Lo trate de calmar y cuando estuvo calmado, me despedí de él para que no se sintiera de nuevo mal de ánimo, le pedí que se controlara y que tratara de hablar con nuestro tío, así podría estar más cómodo, al momento en que terminamos la llamada, Memo se escuchaba mucho mejor, más calmado, pensé en ir a verlo en la semana para que no se sienta triste y se sienta acompañado, pero eso solo lo pensé no se lo dije a mi hermano, para no hacerlo sentir mal.
Continuará ………………….
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