Secuestrado Parte 1
Daniel apenas tenía quince años cuando fue secuestrado, y después de ahí se volvió la puta de su secuestrador y de todos sus amigos.
Daniel estaba desorientado y confundido, se encontraba en un auto, tenía las manos esposas y su camisa se hallaba rota, tenía los ojos vendados, pero podía sentir a dos hombres sentados una a cada lado, él sigue desorientado e intenta recordar que sucedió para que se encuentre ahí, mientras pasan los minutos y su dolor de cabeza se disipa, recuerda que se hacía tarde, por lo que decidió irse caminando hasta su casa, ya habían pasado más de tres horas desde que su escuela cerró, y el chofer no lo había pasado buscando, así que camino, mientras caminaba, noto que un hombre lo seguía, pues esa calle es poco transitada, y cada vez que el chico se movía el perseguidor lo hacía también, por lo que empezó a correr, pero justo entonces apareció un carro, del cual se bajaron dos hombres. Cuando lo capturaron, el chico empezó a poner resistencia, y cuando intento gritar, le metieron un trapo a la boca, Daniel se negaba entrar, por lo que los secuestradores recurrieron a los golpes, el primer secuestrador le dio una cachetada, y cuando el chico se seguía moviendo, el segundo secuestrador que se bajó del auto, le agarró por las bolsas y se las apretó.
—Si te sigues moviendo me encargaré que te quede sin bolas— Daniel para ese momento ya estaba llorando, y cuando un carro pasó, el chico logró liberarse y corrió detrás del carro, lastimosamente ese carro no tenía buenas intenciones, porque cuando el carro frenó, y el chico se montó, se encontró con tres hombres, y uno de ellos le dio un golpe, mientras quedaba inconsciente, puede recordar como lo manoseaban, y le bajaban los pantalones según en busca de su teléfono.
Daniel se siente aterrorizado, pues no tiene la menor idea de adónde se dirige y mucho menos quienes son sus secuestradores.
—El chico despertó— Dice una voz gruesa al lado de el.
—Ya estamos por llegar, manténgalo en silencio y que no ponga resistencia— dice otra voz, que parece ser del conductor. Después de eso, el hombre de la derecha, le agarra las bola, mientras que el de la izquierda, le pone algo en las costillas, que Daniel no logra identificar qué es
—Si te mueves o haces cualquier sonido, te estripo una bola, y mi amigo te electrocutara—
—Solo díganme a donde me llevan por favor—Dice Daniel, completamente aterrado —Mu papá tiene dinero, seguramente pagará por mi rescate— Los tres hombres ríen.
—Tu papá estupido Niño te entregó, te dio como pago a una gran deuda que tenía con nuestro jefe—
Daniel se pone a llorar y se niega a creerles, su padre debe estar preocupado pensando en cómo pagar su secuestro.
—¡Mienten!—
—¿Porque crees que no te pasaron buscando hoy, y te dejaron esperando?— Pregunto el conductor. —Para que nosotros lográramos raptarte—
Daniel no dice nada, simplemente empieza a llorar desconsoladamente.
El auto frena, segundos después vuelve a seguir, y vuelve a frenar.
—Llegamos—Dice el conductor.
Todos se bajan del auto, y a Daniel lo jalan para que salga, pero el chico se niega.
—¡¿Donde estamos?!—Grita el chico.
—Llegamos a tu nueva casa Niño estupido— Dice un hombre mientras le agarra el cabello y lo saca, el chico grita, pero a ninguno de los presentes le importa.
Ellos caminan por unos segundos, y puede escuchar que abren varias puertas que por lo que escucha tiene una panel de números para abrirlas.
Cuando al parecer llegan a su destino, lo sueltan en el piso, y el chico cae estúpidamente.
—Ahí está señor— dice el conductor, que oro lo que entiende era el jefe de la operación. —El Niño es todo suyo—
—¿Alguien los vio?—Pregunta otro hombre con voz muchísimo más gruesa que los demás, y con lo que parece ser una ligero acento italiano.
—No señor—
—Ya en sus cuentas está el pago— Dice el hombre del acento italiano, por lo que Daniel supone que es el jefe de todos, y a quien su padre le debía. —Amtes de que se vayan desvistan al muchacho, pero no le quiten la venda.
Daniel se empieza a mover mientras con una tijera, los hombres que lo secuestraron, le empiezan a cortar la ropa de manera brusca, el chico queda siemplemente en interiores, y los hombres se ríen, pues Daniel se orinó encima, y seguramente tambein se cago encima.
—El Niño estupido se asustó tanto que se mojó—Dice uno de los hombres riendo a carcajadas
—Y también se ensució encima— Dice riendo otro de los hombres.
—Lo quiero completamente desnudo— Dice el jefe.
Por lo que los hombres también le quitan el interior, dejándolo indefenso y desnudo.
Daniel solo chilla, pues ni siquiera puede gritar por miedo a recibir un cacheton.
—Lárguense— Dice el hombre de acento. Y minutos después en aquel lugar, solo se encuentran Daniel y aquel hombre.
Daniel no se levanta del piso, aunque el piso se encuentra bastante frío, por qué siente el piso es de mármol.
—Levántate— Dice el hombre. El chico lo obedece, y se levanta. Daniel se encuentra temblando, y tiembla mucho más cuando siente al hombre cerca de él.
—Tienes un lindo cuerpo Daniel— El chico traga saliva antes de hablar.
—¿Como sabe mi nombre?—
—Lo se todo de ti, desde tu historial de google, hasta tu tipo de sangre, se todo, y también se que ese culito es completamente virgen— Dice el hombre pasando sus manos por el culito de Daniel.
Daniel al sentir la mano del hombre, empieza a orinar de los nervios, lo que ocasiona que moje al hombre.
—No debes tener miedo Daniel, no te haré mucho daño— Le dice al oído. Mientras lo manosea lentamente. El chico se siente incómodo, pues nunca nadie lo había tocado desnudo, por lo que se lanza un largo pedo, cargado de líquido.
Daniel puede sentir la respiración pesada del hombre, y cómo sus grandes manos lo tocan, el hombre mete una mano en la raja del chico, y pasa dos de sus largos dedos por el cerrado año de Daniel, el cual se encuentra sudado, y sucio.
El hombre se lleva los dedos a la boca, y los saborea lentamente.
—Hasta tu pupu sabe rico— Le dice el hombre un un susurro. —Ya quiero saber cómo sabe el resto de tu cuerpo—. El hombre repite el proceso, pero esta vez los dedos no van a su boca, si no a la boca de daniel.
—Quiero que pruebes lo rico que sabe—
—No por favor—Suplica Daniel —No me provoca probar—
—Daniel, no te daré dos veces una orden, cuando te diga que hagas algo, lo haces sin quejarte— el chico asiente, mientras las lágrimas bajan por sus mejillas, y abre la boca, el hombre mete sus largos dedos y omobliga a chupar.
El sabor es un poco raro, es algo amargo, pero no sabe tan mal como se imagino que sabría, peor olor, es lo que lo hace querer vomitar.
—Quiero hacerte mío pequeño Daniel— Dice el hombre en su oído —Quiero preñarte ese culito, y dejarte bien abierto— El chico traga saliva, y sin darse cuenta su verga se erecta un poco. —Pero tendré que esperar, tengo que hacer algunas cosas, pero volveré temprano, y continuaremos con esto— El hombre pega sus labios a los de Daniel, y le da un fuerte beso, lleno de lujuria, el chico nunca había besado a nadie en su vida, por lo que no mueve sus labios.
El hombre se separa, y repentinamente lo carga, y lo monta en sus hombros como si fuese un saco de harina. —Te llevaré a tu habitación— Dice el hombre y en esos segundos mientras se dirigían al lugar, el hombre mantuvo un dedo dentro del culo de Daniel, cuando llegan el hombre delicadamente. —Hay reglas aquí que tendrás que cumplir, hasta que yo llegue, no puedes ir al baño, no puedes bañarte, solo tienes permitido orinar, no podrás salir hasta que llegue, y no puedes vestirte ni sacarte esto del ano— Dice el hombre sacando un pequeño consolador de su bolsillo, el consolador es del tamaño del dedo del medio, y tiene el mismo grosor, por lo que el chico no se sentirá tan incomodo de tenerlo adentro.
—¿Que debo tener dentro de mi culo?— Pregunta Daniel
—Un pequeño objeto— Dice el hombre — Agáchate— Ordena y Daniel lo hace, no quiere molestar a este hombre.
—Hay cámaras dentro de tu habitación, pro lo que sabré si te bañaste, o si fuiste al baño, o cualquier cosa que hagas— Le dice el hombre mientras lentamente mete el pequeño objeto —Cada vez que te esté observando, haré que esté objeto vibre— El chico asiente asustado.
—Abre la boca— Daniel lo hace, y el hombre le mete dos dedos, y lo ordena a chupar, para limpiarle los dedos. —Nos vemos más tarde pequeño Daniel— El hombre le da un largo beso en los labios antes de irse, y cerrar la puerta que por lo que escucha también se abre con un patrón numérico.
Y para cuando la parte2. Cabrón nos dejaste con los mecos a punto de salir
Excitante relato y como sigue, estoy babeando 🤤🤤🤤🤤