Secuestrado parte 2
Daniel apenas tenía quince años cuando fue secuestrado, y después de ahí se volvió la puta de su secuestrador y de todos sus amigos..
Daniel llevaba cuatro horas encerrado en esa gran habitación, minutos después de que se fuese el hombre, o tal vez media hora, se quitó las vendas, y se encontró con una hermosa y agradable habitación, con alfombras y un gran closet, el cual solo contenía varias prendas de ropa interior, además de eso, estaba vacío. El chico revisó todo, debajo de la cama, el closet, la mesita de noche, todo, pero no encontró nada, el chico se dirigió al baño a seguir buscando ahí, pero no pudo, porque el dildo que tenía en su culito empezó a vibrar, dejándolo completamente inmovil, el objeto le hacía vibrar todo, y el chico se le escapó un gemido, era algo nuevo para el, pero no era desagradable. Daniel se había olvidado por completo de ese objeto, y apenas vibró recordó las palabras del hombre, que si vibraba el objeto, es proque lo está observando.
El chico empezó a buscar la cámara, pero no la encontró, pero mientras más buscaba más vibraba, por lo que el chico se dejó caer de rodillas, y mientras pasaban los segundo gemía como perrita, ya que no podía evitarlo, el objeto ocasionó que su verga se levantará. El chico desespersadamente intentó sacarse el objeto del ano, acto que no logro, porque estaba demasiado adentro y además mientras más intentaba sacarselo más vibraba. Por lo que no tuvo opción mas que soportar la vibración. Cuando el chico empezó a tocarse el pene, la vibración paro, lo que hizo sentir aliviado a Daniel, pues sentía que no aguantaría más.
El chico se quedó sentado en el gran baño, el cual era todo de piedra y cristal, no sabe por cuánto tiempo estuvo sentado analizando su situación, pero reacción con otra vibración del objeto. El chico dio un brinco, y apenas se levantó la vibración paro.
Pasaron en total cuatro horas para que el hombre llegara. Daniel se encontraba scostado en la cama, molesto, excitado y con muchas ganas de cagar, cuando escucho los códigos sonar. El chico esperaba a su secuestrador, pero en cambio encontró a otro hombre, alto, con una linda barba y lindos ojos, pero igual de intimidante y fuerte que todos los hombres que había visto hoy.
El hombre se acercó a Daniel, y el chico por instinto se levantó de la cama rápidamente y se alejó lo más que pudo del desconocido.
—¿Que quieres?— Dijo Daniel con la voz temblorosa.
—No te haré nada Niño, solo vine a vendarte los ojos, el jefe está por llegar—Dijo el desconocido.
El chico temblando dejo que el desconocido se acerca y dejo que le vendaras los ojos, mientras el desconocido lo hacía, Daniel no podía evitar llorar, pues extrañaba usar ropa, y sin duda extrañaba su hogar.
—No llores Niño—Dijo el desconocido de manera gentil —Pronto te sentirás como en casa, solo debes obedecer, yo también pase por esto, y se que es horrible, pero con el tiempo dejará de doler y te gustará— Eso no hizo sentir mejor al chico, porque aún siguió llorando.
Al desconocido le hacía sentir terrible presenciar esta situación, otro Niño de apenas quince o catorce años, siendo secuestrado por su jefe, justo cómo habían hecho con el, pero por más que le doliera era fiel a su jefe y no haría nada para traicionarlo.
—Me llamó Rafael— Dice el desconocido —Espero que nos llevemos bien—
El chico sonrió, fue una linda sonrisa que a Rafael le causó algo que no comprendió —Me llamo Daniel—
—Le jefe vendrá en unos segundos, ya me tengo que ir, pero espero volver a vernos—
Daniel no dijo nada más, pero cuando Rafael se fue, y segundos después la puerta se volvió a abrir al chico se le erizó la piel, y hasta se le salió un largo pedo, que fue ahogado a causa del dildo.
—Hola Daniel— Dijo el hombre de acento italiano, al que todos llamaban jefe.
—Hola— Dijo Daniel tímidamente, su voz casi como un susurro.
El hombre se acercó, y lo primero que hizo fue voltear al chico y darle un apasionado beso, al que Daniel no correspondió, pues seguía sin saber hacerlo. Él hombres mientras lo besaba lo manoseaba, y cuando llegó a su culito le sacó el dildo lentamente, lo que hizo gemir a Daniel, sonido que causa mucho morbo en el jefe.
—¿Te gusto el dildo Dani?— El chico sitio escalofrío al escuchar su apodo, pues así le decía su padre.
—No—
—¿Porque?—Dijo con curiosidad
—Es incómodo, y no me deja cagar— El hombre río ante eso.
—¿Tienes muchas ganas de cagar nene?—
Daniel se limitó a asentir, el hombre se agachó, y se acercó al culito de Daniel, el cual estaba un poco ancho a causa del dildo, pero gracias a eso se podía notar la punta de un prominente mojon.
—Pues vamos para que cagues— El hombre agarró de la mano a Daniel y lo dirigió el baño, estando ahí, El jefe se quitó toda la ropa quedando desnudo.
—Ya puedes cagar mi nene—Dijo el hombre, y el chico por inercia se agacho, pero no encontró un retrete, si no piso. —Tendrás que cargar parado nene, no importa si cae en el piso, vendrán a limpiarlo más tarde—
En otro momento al chico le hubiera importado, y se hubiese negado, pero tenía tantas ganas, que aun estando de pie, empezó a empujar, al principio salieron tres largos pedos, que dejaron el baño oliendo a culo sucio, y después poco a poco fue saliendo el miembro marrón , largo y grueso dejando mientras salía el culito de Daniel sucio, el hombre solo se limitó a oler y observar cómo cagaba el chico, pues no había nada más que lo llenara tanto de morbo que ver salir mierda de un culito. El chico siguió empujando, y un minuto después, había una gran cagada en el piso, y el chico tenía las piernas y los pies sucios, pues se le llenaron de mierda.
El hombre no aguantó más y con la verga erecta se acercó a Daniel y se la intentó meter, pero sólo logró la cabeza y un poco más, el chico al sentir el repentino miembro entrando, gritó y chilló, pero el hombre retuvo su grito con su mano.
—Si no entra te dejare,lo prometo nene, pero intenta aguantar—Decía el hombre mientras introducía fuertemente su verga en el sucio y virgen culo de su víctima. El hombre siguió, pero no pasó más de la mitad, pues el jefe, tenía una verga de 21cm de largo y 6 de ancho, verga de le destrozaba el culoo a cualquiera.
El hombre sacó la verga repentinamente del culo de Daniel, acto que hizo sentir alivio a Daniel, pero sus piernas aún temblaban, y su anito aún dolía. Pero el alivio se fue tan rápido como llegó, porque el jefe volvió a meter su verga bruscamente, por lo que Daniel volvió a gritar.
El jefe intentó meter un poco más su verga, pero no lo logro, por lo que dejo al chico.
El chico cayó al piso, cansado y triste. El hombre estaba molesto, pues quería metérsela completa, pero él sabía que eso no podría pasar hasta que su culito se dilatará un poco más.
—Discúlpame nene— Dijo acercándose a Daniel, que aún se hallaba en el piso —Es que tú culito me vuelve loco—
—Me duele— Se quejó
—Que te quejes no hará que deje de doler— El hombre intentó levantar a Daniel —Vamos, déjame quitarse toda la mierda nene— Pero el chico no se quería ni podía levantar.
—Estoy cansado y tengo hambre— Se quejo
—Pues toma de mi leche—Dijo el jefe, el chico no entendio, pero cuando segundos después el hombre se acera y le ordena abrir la boca se puede imaginar a qué se refiere. —Ya me limpié la verga nene, puedes tomar de mi leche— El chico se negó a abrir la boca, por lo que el hombre sin tener paciencia le dio un cacheton en la cara, que hizo que el chico sin otra opción abriera su boca, el hombre estando de pie, sin piedad alguna metió su verga en la boca del muchacho, y sin darle tiempo de adaptarse, lo agarró por el pelo y se la metió bruscamente hasta el fondo, el chico se ahogó de inmediato, y casi vomita, pero el hombre sacó su verga a tiempo para evitar que pasara, Daniel tomó una fuerte bocanada de aire antes de volver a recibir la verga de su secuestrador, el hombre le penetraba la boca con fuerza, aunque la verga del hombre no entraba completa, sino un poco más de la mitad.
El jefe gemía , pues le encantaba estar follandose la húmeda boca del chico, así siguió por unos largos minutos, donde el chico sentía que se moriría con esa verga en la boca, pues debía abrirla demasiado para dejarla entrar.
El hombre no aguantó más y mientras seguía gimiendo, metió por última vez la verga en la boca del chico, y lo forzó hasta donde podía, el hombre podía sentir como la pequeña garganta del chico se abría en busca de aire, pero la cabeza de su verga lo evitaba, el hombre acabó en segundos, llenando toda la boca de Daniel de leche, era tanta que se salía de su boca, y le caía por el cuello.
El hombre saca su verga, y el chico sin poder aguantar más termino vomitando todo, el hombre ni se inmuto, solo sonrió y levantó la cabeza del muchacho para darle un largo beso y saborearle con la lengua toda su boca.
—Levántate chico, debo darte un buen baño para que después comas comida de verdad— Dijo después de alejarse, el hombre al ver que el chico no podía pararse,lo cargo y lo metió junto con él en la bañera.
Que bien ojalá siga.