Seducción. Mi primer encuentro
Besos por la mañana.
Cuando desperté, mi reloj marcaba casi medio día, tomé mi celular y vi las tres llamadas perdidas de mi cliente, estaba solo en la cama, Esteban se había metido al baño.
Antes de marcar al cliente, él salió del baño, desnudo, mirándome fijamente, se acercó a mí y tomo mi celular. Puso en dedo en mis labios para que no dijera nada.
El tomo mi celularvy marco a quien me buscaba, solo mencionó que me sentía un poco mal y que llegaríamos a las seis, para entregar la mercancía. Colgó y después camino hacia el teléfono de servicio. Hablo a la recepción e indico que nos quedaríamos otra noche. Confirmó que ya había llegado el servicio al cuarto y colgó.
Yo solo lo miraba, la noche anterior, la oscuridad no me había permitido admirar la belleza de su cuerpo, la textura y color de su piel.
Y ahí estaba, parado frente a mi, a sus 22 años y su 1.80 de altura. Su miembro en reposo, se veía de 15 CM.
Su cuerpo marcado del pecho y abdomen, el color de piel moreno claro, su pelo negro quebrado, esos ojos cafés y labios delgados, hacían juego con su rostro jovial. Me sonrió mientras le recorría con mi mirada cuando ja hablaba por teléfono.
Su trasero firme, redondo, con un bello muy fino. Me calentó de inmediato la cabeza.
Seguía sentado a la orilla de la cama, él se acercó sensualmente. Se paró frente a mí y sus manos tomaron mi rostro.
Me besó lentamente, sus labios sabían a menta.
Note el color de sus dientes, blancos, bien alineados. Sus ojos brillaban cuál estrellas.
Toque sus mejillas, tan tersas.
Nos perdimos en aquel besó, Esteban se acercó a mí y sentí el calor de su cuerpo. Mi respiración se acelero, mi cuerpo se erizo.
Mi cuerpo reaccionaba a cada caricia que el realizaba. Sentí vibrar mi corazón cuando bajo por mi cuello y luego tomo como prisionero el lobulo de mi oreja. Sentí su respiración, aspiré el aroma de su cuerpo.
Mis manos recorrieron esa espalda perfecta, ancha y tonificada, bajaron por su estrecha cintura y se aferraron a ese culo perfecto.
Sentí su abdomen y mi pene erecto rozaba el suyo.
Me dijo que me haría el amor como nunca me lo habían hecho antes.
No pude decirle, que desde la noche anterior, ya lo había hecho como nunca nadie.
Me recosté en la cama a petición suya, él comenzó a besar mi cuello, y bajo a mí pecho, tomo con sus manos mi intensidad, que ardía en deseos de clavarse en ese culo suyo.
Un hormigueo recorría mi cuerpo cuando mordió mis tetillas, cuando las absorbia, yo me movía debajo de su cuerpo, atrapado en su mano.
Bajo a mí estómago, acaricio con su mano libre mi pecho.
Por fin, llegó a mi miembro, el cuál segregaba el líquido seminal. Lo miro, lo admiro, lo olió y con la punta de su lengua tocó la punta de mi Glade.
Mi espalda se arqueo, las sensaciones en mi cuerpo eran nuevas, no podía ni pensar, solo sentía el calor de su boca presionando mi Verga.
Los movimientos eran lentos, combinados con la succión de su boca.
Mire la escena, él con los ojos cerrados, sosteniendo con una mano mi pene y con la otra presionando una pierna.
Justo cuando me miró, no pude más y sentí como mi cuerpo se tensaba, era el momento, mi cuerpo sudaba, mi respiración aceleraba, mis manos presionando las sábanas, mi cadera dando espasmos.
No pude más y me derreti entre sus labios, me vine con todas las ganas del mundo, no podía contener más, todo mi cuerpo reaccionó ante esos labios y le llene la boca y él, se trago todo, y siguió succionando y mi cuerpo protestó. Lo tome de su cabeza y por primera vez sentí esa explosión de placer.
Él se detuvo, mientras recuperaba la respiración.
Se acercó a mí y me dio un beso, un largo y apasionado beso.
Acarició mi cuerpo de nuevo, tocó mi pecho, lo presionó, se montó sobre mi y comenzó a presionar su cuerpo al mío.
Su calor, me cobijaba, tome entre mis manos su pelo, acaricie su espalda.
Ya estaba prendido de nuevo. Mi miembro pedia más, quería más.
Esteban se acomodo sobre mi y comenzó a presionar mi Verga en su culito, el cuál estaba apretado de nuevo.
Presionó lentamente, y poco a poco sentía como entraba en él.
Tardo un poco más y entré por completo.
Esa posición me gustaba mucho, me gustaba ver, como me confirman, como me poseían, como me usaban para satisfacer sus necesidades.
Esteban cerro los ojos y comenzó a moverse sobre mi, tome sus muslos, eran espectaculares, bueno todo su cuerpo. Su verga sin vida, se movía al compás de los movimientos.
La tomé entre mis manos y él se detuvo y abrió los ojos.
Sonrió y me dijo que más adelante, podría jugar con él, pero por el momento no quería interrupciones. Solo le sonríe.
Cerro de nuevo sus ojos y comenzó a moverse a su ritmo, yo solo le miraba, y sentía la presión que su cuerpo hacia sobre mi.
De pronto su verga comenzó a hincharse, levantándose y poniéndose dura, mientras el tenía a cada movimiento una cara de satisfacción.
Cerré los ojos y me dejé llevar, mientras escuchaba su respiración agitarse.
Comenzó a moverse más rápido y más rápido, sentía como mi cuerpo volvía a contraerse, había llegado el momento, presione sus muslos y justo cuando abrí los ojos, y lo vi disfrutar me, no pude más y termine para él.
Esteban ya había tomado su pene entre su mano y se masturbaba con intensidad.
Sentí su leche caliente sobre mi cuerpo.
El también termino si mismo tiempo que yo, que sensación tan grata.
Se recostó sobre mi.
Yo sentía aún su culo puesto que aún no me salía.
Esteban se acomodo de nuevo y se recostó junto a mi.
Puso una pierna sobre mi, mientras acariciaba su cola.
Sentí mi leche salir de su colita y eso me prendío de nuevo.
Pero Esteban estaba cansado.
Me dio un beso y se quedó dormido a mí lado.
Yo lo mire y después de un rato, hice lo mismo.
Quería más, pero tenía que esperar.
Sin duda… Valdría la pena, pero en ese momento aún no lo sabía.
Truchisimo…malo el relato