SEDUCIENDO A DAVID 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
SEDUCIENDO A DAVID 2
Después de haber sido penetrado por David, me sentía triunfante.
Nuestras miradas, de ahí en adelante, tenían un brillo y un significado especial.
David, con su sonrisa cautivadora, me alegraba la vida y yo solo pensaba en la próxima vez en que pudiera disfrutar de su cuerpo, de su amor, de su semen.
Luego llego el invierno y las vacaciones de diciembre.
Odie cada día que pasé sin ver a David.
Su familia se fue de vacaciones y las dos semanas de vacaciones fueron un tormento para mi.
Por supuesto que me masturbe infinidad de veces repasando en mi mente cada momento y cada sensación vivida con mi amor, mi dios, mi conquista, mi todo.
Luego empezaron las clases y por una semana mi corazón casi se detuvo.
Regresaron todos mis compañeros de clase, menos David.
Me sentía triste, confundido, encabronado con todos y por todo.
Luego, a mediados de enero, me volvió a salir el sol.
En cuanto llegue a la escuela, un miércoles en la mañana, lo vi.
Sonriente, en el banco a un lado del mío.
Hola, creíste que ya no vendría, verdad? Dijo con picardía.
Si, eso creí…contesté con una gran sonrisa.
Luego, al darme vuelta para sentarme David acarició mis nalgas.
Como me iva a perder de esto que es mío…dijo con voz bajita.
Yo solo le sonreí.
Estaba en las nubes.
En ese entonces yo era tan pendejo e inocente que me encabronaba que la alberca de la deportiva no abriera hasta principios de abril.
No se me ocurría como o donde podríamos disfrutar de nuestro amor.
A finales de enero surgió la gran oportunidad.
Nos encargaron un trabajo en equipo y por supuesto que David y yo estaríamos en el mismo equipo junto con Ana, y otro compañero.
Al principio aceptamos trabajar en casa de Ana para que ella no saliera.
Pero luego David propuso que solo él y yo avanzaramos en el trabajo en su casa el fin de semana.
Yo pedí permiso a mi mamá y ella aceptó.
YO ni me imaginaba lo que estaba a punto de vivir y de descubrir.
El siguiente fin de semana llegué a casa de David a media tarde.
Se suponía que regresaría a casa a eso de las 8.
Pero al llegar me abrió la puerta Roberto, el hermano mayor de David.
Roberto era un chico guapo, no tanto como David, tenía un rostro más de hombre, pero su cuerpo delgado era muy llamativo.
Tenía el cabello tan negro como David y la misma piel blanca.
Yo, nervioso, entré mientras Roberto me ofrecía pasar.
Percibí su aroma a macho, a hombre, y me inquietó.
Luego David me invitó a pasar a su recámara para empezar a trabajar y por un par de horas avanzamos en el trabajo de historia.
Luego David se quedó quieto mirándome fijamente con sus hermosos ojos.
Que?.
qué? dije yo un poco impaciente.
Nada… se me ocurre que te quedes a dormir aquí,,,y pues…no se…agregó con una sonrisa pícara.
Estas loco, mi mamá no me dejaría,, y además tu familia…protesté.
Mis papás no regresarán hasta el lunes, solo estamos Roberto y yo…agregó.
No,,, tu hermano que va a decir…y mi mamá… seguí protestando.
Si, ándale, le pido a Roberto que le llame a tu mamá para pedir permiso…sugirió,
Me pareció bien.
y me dejé llevar por los rapidísimos latidos del corazón, ,,, me di cuenta de que mi verga estaba a mil.
Luego David fue a buscar a Roberto y le explicó el plan.
Les dí el número de tel de casa y mi mamá aceptó.
Roberto le prometió que nos cuidaría y que no saldríamos de casa.
Lejos estaba yo de imaginar lo que esos dos me tenían preparado.
Luego de cenar piza nos pusimos David y yo a jugar un juego de mesa llamado monopoly.
Al principio se me hizo un poco aburrido pero luego David sugirió que el que perdiera se quitaba una prenda.
YO protesté porque Roberto nos podría descubrir y David me aseguró que Roberto ya no saldría de su recámara hasta la mañana y como la recámara estaba en la planta alta de la casa pues ni siquiera oiría el ruido que hiciéramos.
Por supuesto que acepté y pronto estábamos los dos desnudos frente a unas estúpidas cartas y sucedió lo que tenía que suceder.
David se acerco a mi cara y me beso.
Un beso tierno y largo que yo correspondí.
Luego su mano tomó mi verga y me empezó a masturbar.
Yo hice lo mismo.
David sugirió continuar nuestro jueguito en la cama y yo le pedí que apagara la luz.
David aceptó pero encendió una lámpara pequeña en el buró.
En cuanto estuvimos sobre la cama David me pidió, con señas que le chupara el pene.
Claro que me prendi de inmediato.
David acariciaba mi cuello y mi espalda mientras yo recorría con la lengua su pene, sus huevos y sus muslos.
Luego de unos minutos me dijo:
Quieres ir a espiar a mi hermano? Ya verás lo que hace en su recámara…
Yo le dije que no pero en realidad me moría de ganas por espiar a Roberot.
Así encuerados subimos hasta una cuarto de televisión de la planta alta.
David abrió una puerta que daba a un balcón que asomaba al patio y me indicó que lo siguiera.
Caminamos un par de metros hasta llegar a una ventana por donde se veía la luz de un televisor.
Con cuidado nos asomamos y ahí estaba Roberto, completamente desnudo, tirado en la cama acariciándose un pene que me pareció enorme mientras miraba algo en la tele.
Está mirando películas de sexo en su videocasetera…aclaró David.
Yo no podía quitar los ojos de la enorme y recta verga que Roberto acariciaba suavemente.
David se colocó detrás de mí y me susurró al oído:
A poco no te gustaría tener la verga de mi hermano en tu culito cabroncito?.
YO no supe que decir…me encantaba la idea de acariciar y tal vez mamar aquella verga larga y los huevotes peludos pero me aterraba pensar lo que me podría doler dentro del culo.
NO,, mejor vámonos a tu cuarto, dije mientras me safaba de los brazos de David y caminaba de regreso al interior de la casa.
Al entrar David cerró la puerta y me indicó que lo esperara en su recámara, yo supuse que él iría al baño.
David no tardó mucho en regresar a su recámara y cuando entró vi que traía como un caja de cartón en los brazos.
Que traes ahï? Pregunté.
Unos juguetitos, ya verás, te van a gustar…explicó mientras colocaba la caja en una silla y volvía a mi lado sobre la cama.
Nos quedamos unos instantes quietos, mirándonos, disfrutando la presencia uno del otro, y no resistí más y lo besé.
Me quieres? Preguntó con su vocecita de niño travieso que tanto me calentaba.
NO, cabron, …………………….
te amo¡ agregué.
Que tanto?.
insistió.
Pues un chingo,,,y lo volví a besar.
NO te creo… agregó mientras bajaba la mirada.
Como quieres que te lo demuestre? Dije con verdadera intriga.
Pues,,,ya sabes…te lo propuse hace rato en la ventana cuanto vimos a mi hermano…explicó.
No, wey, tu hermano se va a enojar, me da cosa…traté de explicar.
NO, es bien buen onda, ya verás, él y yo nos llevamos muy bien.
Andale¡ le hablo para que se venga aquí con nosotros, si?,,di que si.
insistía con su carita de angle.
Yo no supe que decir, me quedé callado y David salió de su cuarto.
Luego de unos minutos que me parecieron una eternidad, los vi entrar.
Vi a David con cara de gusto y su verga bien parada y detrás de él entró Roberto completamente desnudo, con su verga medio parada.
Yo traté de ocultar mi erección y bajé la mirada.
A ver chiquito¡ no te de pena¡ David ya me contó lo que hacen y me parece chido.
me invitan a la cama?.
preguntó con voz firme.
Yo solo me moví un poco para dejarle espacio entre David y yo.
En cuanto se colocó David se acercó a su hermano y lo besó en la boca.
Yo no lo podía creer.
Mis sentimientos eran confusos, por un lado estaba excitadísimo de tener a esos dos hombres tan guapos ahí, desnudos, junto a mí.
Y por otro lado sentía un poco de celos de ver como David, mi amor, besaba a otra persona.
Luego David se separó de su hermano y dijo:
Beto y yo hace mucho que hacemos esto, desde que yo tení a como 9 años y el 13.
Roberto asintió con la cabeza y me sonrió.
Luego Roberto me tomó por la nuca y me jaló hasta que sus labios se unieron a los míos.
MI corazón y mi verga dieron un brinco.
Supe que esa sería una noche inolvidable para mí.
Nos besamos por varios minutos hasta que me di cuenta de que ya David se había apoderado de la verga de Roberto y la mamaba frenéticamente.
Roberto empezó a respirar agitadamente y cerró los ojos.
David levantó un poco la cara y me hizo señas para que me le uniera.
Me agaché hasta alcanzar la enorme verga de Roberto y la empecé a mamar con muchas ganas.
Lamí sus huevos, su entrepierna, su tronco duro y gordo y pasé mi lengua por una cabeza rojísima y muy grande.
Así duramos unos momentos, yo mamando y Roberto gimiendo con los ojos cerrados.
David se bajó de la cama y fue a traer unos juguetes de la caja de cartón.
Eran tres vergas de plástico, una más o menos del tamaño de nuestros penes, otra un poco mas larga y gruesa y una francamente grande, más gorda ylarga que la verga de Roberto.
También arrimó un frasco con crema.
Yo solo lo veía sin dejar de mamar la verga de Roberto.
Luego David empezó a untar de crema la verga de plástico más chica y en unos minutos la hizo desaparecer dentro de su propio culo.
Andas caliente chiauito? Preguntó Roberto con la voz entrecortada.
Dejame te ayudo… agregó.
Enseguida Roberto se puso de pie junto a la cama y David se puso en cuatro patas.
Yo solo me quedé extasiado viento como la verga de plástico entraba y salía velozmente del culito de David.
Mamale la verga mientras le meto esto…ordenó Roberto y yo obedecí.
Me puse boca arriba debajo de David y pude sentir como su verga palpitaba dentro d emi boca con cada ensartada de la verga de plástico que Roberto le daba.
Ya, ,,no quiero que te vengas todavía…le ordenó Roberto mientras retiraba la verga de plástico y David se recostaba aun gimiendo.
Sigues tu chiquito, ven.
me ordenó y por un instante dudé.
Pero la calentura pudo más.
Me coloqué en el mismo lugar donde David había estado y Roberto empezó a masajearme el culo mientras mordisqueaba mis nalgas.
Cerré los ojos y me dejé llevar por las sensaciones.
LUEgo, sin darme cuenta, ya dos dedos urgaban dentro de mi culito, en unos instantes, los dedos fueron sustituidos por la verga de plástico.
En cuanto sentí su dureza abriéndome el culo, apreté los músculos.
Dejate…agregó David… vas a sentir bien rico.
Roberto volvió a morder mis nalgas y David a mamar mi verga y en un movimiento rápido la verga de plástico llenó mi interior.
Aghhhhh….
emití un largo quejido…
Roberto dejó la verga de plástico dentro de mí unos minutos para que pasara el dolor.
La mamada de David estaba cambiando el dolor de mi culo en placer.
Yo seguía con los ojos cerrados y los abrí hasta que me di cuenta de que David mamaba con mas frenesí mi verga.
Volteé y vi que Roberto ya le había clavado la segunda verga de plástico a David hasta el fondo y éste se retorcía de placer.
Mi mente asoció lo que había pasado y lo que pasaría después conmigo y me calentó imaginar que pronto esa verga de plástico, por cierto de color negro, estaría dentro de mi culo.
Y así fue.
Roberto sacó la verga negra del culo de David y me indicó que me pusiera en la misma posición.
Yo, con algo de nerviosismo acepté.
Roberto untó mucha crema en la punta de la verga de plástico y en mi culo y empezó a tratar de introducirla.
En cuanto la gruesa cabeza de la verga de plástico abrió mi culito di un brinco y me retorcí para evitar la invasión.
Me dolió un chingo.
No, entra, es muy grande, ,, intenté protestar.
Ya te entrará agregó,,,solo dame tiempo.
Roberto le hizo señas a David y este se acercó a mamarle la verga a su hermano.
En unos minutos ya se la tenía apuntando al cielo.
La quieres chiquito? Le preguntó tiernamente.
David solo asintió con la cabeza y se volteó para ofrecerle el culo a su hermano.
Vi la cara de David tratando de reprimir un gesto de dolor en cuanto la verga de Roberto desapareció dentro de su culito casi de un solo golpe.
La verga de Roberto era más gruesa y larga que la negra de plástico.
La escena me calentó.
Roberto me invitó a acercarme para ver como su pene entraba y salía sin dificultad del culo de David.
Vez, como le gusta a mi hermanito…dijo con algo de orgullo.
Luego me hizo señas para que me pusiera en cuatro patas enseguida de David.
Volvió a acercar la verga negra de plástico a la entradita de miculito y la empezó a empujar, suave pero firmemente.
Esta vez mi culito se abrió, por la calentura o por tanta crema, no se pero pronto sentí como todo el trozo de plástico inundaba mi intestino.
Por supuesto que me dolió, pero mi deseo por sentir lo que David sentía en esos momentos me llevó a abrir mi culo tanto como fue posible para permitir que Roberto metiera y sacara el dildo sin problemas.
David y yo empezamos a gemir bien fuerte.
Roberto también gemía y nos decía lo rico que teníamos el culito los dos.
Pronto David soltó chorro tras chorro de leche de su palpitante verga dando tremendos gemidos.
Roberto no se movía, era David quién movia sus caderas para ensartarse en el tronco de su hermano.
Yo me quedé quieto viendo la escena y no me di cuenta en que momento la verga de plástico me había dejado vacío.
Roberto no tuvo más que dar un paso a un lado para que su verga quedara apuntando amenazadoramente hacia mi hoyito.
Me va a doler.
chillé…
Claro que no chiquito, te la voy a meter despacito…me tranquilizó con su voz suave y firme.
Separé mis rodillas y me agaché lo más que pude.
Cerré los ojos y empecé a grabar en mi mente la sensación que me producía cada milímetro de carne que estimulaba mi culito.
Oleadas de placer invadieron mi cuerpo y me hacían temblar.
Me pareció que la verga de Roberto debía medir metros ya que no paraba de entrar y entrar.
La presión en mi esfínter era muy dolorosa y muy placentera a la vez.
Roberto no dejó de empujarme su verga hasta que sentí los pelos de sus huevos restregándose en mis nalgas.
Haiiii…que rico culito tienes chiquito…lo oí decir.
David se había incorporado y se arrodilló a un lado de mi cabeza para ofrecerme su verga dura.
Abrí la boca y en un momento estaba yo ensartado por ambos lados por aquellos hermanos tan lindos y fogosos.
Los movimientos de la verga de Roberto se hicieron mas rápidos y el dolor disminuyó.
El placer se acrecentaba con cada ensartada y David animaba a su hermano a que me “hechara” su leche.
Roberto empezó a gemir muy fuerte y de repente se detuvo.
Pude claramente sentir como su verga se engrosaba y se endurecia dentro de mí mientras a cada chorro de leche que chocaba en las paredes de mi intestino me enviaba al limite del placer.
YO gemía, Roberto gemía y David gemía.
El momento era super cachondo y no aguanté más.
Aventé leche como nunca, parecían litros.
Roberto dejó caer todo su peso sobre mí y sentí como su verga se desinflaba y se salía de mi culo, yo estaba en éxtasis, casi desmayado.
Roberto se acostó a un lado y David ocupó su logar.
NO le fue difícil entrar en mi culo ya que su verga era menos gruesa que la de Roberto y mi culo estaba lubricado por litros de semen que la verga de su hermano había depositado dentro de mí.
David me dio una cogida rápida y se vino dentro de mi en pocos minutos.
Con esa cogida David había prolongado el placer de la cogida de Roberto.
Pero la fiesta aún no terminaba.
David se retiró y Roberto jaló mis caderas para que yo quedara en cuatro patas nuevamente.
Pensé que pronto su verga volvería a darme placer pero me equivoqué.
En lugar de su verga, la lengua de Roberto empezó a escarbar mi culo en busca de su propio semen y el de su hermano.
Se llenó de leche la boca y la acercó a David quién la chupó y la tragó como si de ello dependiera su vida.
Roberto volvió a sacar leche de mi culo y yo, instintivamente, me acerque a probar esa deliciosa leche.
Me empecé a quedar dormido saboreando el semen de los hermanitos.
No te duermas cabron…oí la voz de David.
Nos falta darle verga a este cabronzote…dijo mientras me enseñaba la verga grande de plástico.
En ese momento no entendí pero pronto me dí cuenta de que la función continuaría.
Roberto se recostó boca abajo en la cama y David me pidió que me acercara.
No podía creer lo que siguió.
La lengua de David empezó a mojar el cuito de Roberto .
Vi ce cerca como el culito peludo de Roberto se abría poco a poco.
Luego David me invitó a que le untara crema y le picara el culo a su hermano para irlo preparando.
Ya lo quieres hermanito? Preguntóa David.
Y,,, dale chiquito.
contestó Roberto.
David se recostó sobre su hermano y en un solo movimiento le ensartó la verga.
Sin duda el par de hermanos tenían experiencia.
Roberto no hizo ningún gesto de dolor.
David se movio dentro de su hermano por unos minutos y luego se retiró.
Lo vi untar crema a la cabezota de la verga de plástico más grande y la dirigió al culito de su hermano.
Poco a poco el culo tragon de Roberto aceptó abrirse hasta permitir el paso del enrome pedazo de plástico.
Yo estaba otra vez a mil.
Ya se,,,dijo David.
Metele la verga y luego le metemos el consolador.
Me acomodé y pronto mi verga raspaba las paredes del intestino de Roberto.
Asi, chiquillo, así, cógeme…murmuraba Roberto mientras se masturbaba.
NO tardé en aventar chorros de leche.
Ora si, dijo David.
Ayudame.
Entre los dos apuntamos la vergota de plástico y no dejamos de empujar hasta que desapareció completamente dentro de Roberto.
Aghhh,,, GHHH,,,,, LO OÍ gemir.
David empezó el mete y saca y Roberto se empezó a masturbar como loco.
Luego de unos minutos, sin sacarle la vergota del culo, Roberto se dio vuelta para poder masturbarse sin dificultad mientras David lo seguía cogiendo con el dildo.
Mámasela, me ordenó David.
Retiré la mano de Roberto y mi boca se apoderó de su verga.
Ahora era más enorme que antes.
La mamé con ansias haciendo que Roberto se retorciera de placer hasta que dobló la cabeza hacia atrás y con un grito me indicó que su leche venía.
Me tragué hasta la última gota de leche y lamí sus huevos suavemente mientras su respiración se clamaba.
David se acercó a mi cara y con un beso le pasé la leche de su hermano directamente a la boca.
Gracias, me dijo.
Ahora se que si me quieres.
NO, le dije…te amo.
Esa noche, bueno, lo que quedaba de ella, la dormí entre los brazos de David y con mi mano acariciando los huevos de Roberto.
AL siguiente día, repasando todo lo vivido, me di cuenta de algo, Roberto y David habían tenido un plan desde el inicio del año escolar.
El David seducido había sido yo.
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