Segunda vez con David
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola, soy Alberto y este es el relato de mi segundo encuentro sexual con David. Si no habéis leído la primera parte, debéis de leerla antes que esta para saber como empezó todo. Pero aunque la primera vez estuvo muy bien y nos encantó a los 3 (mi mujer Silvia, David y yo), esta segunda vez fue increíble ya que el amor entre David y yo iba a mas. Desde aquella increíble noche, David y yo hablábamos casi todos los días y nuestra “amistad” fue a más, hasta que un día me levanté muy caliente y llamé a David por teléfono, era por la mañana de un miércoles, en la conversación acordamos quedar para cenar los 3 juntos al Domingo siguiente que era el día 19 de Enero de 2014 porque era cuando Silvia quería y además, al día siguiente coincidía que tenían descanso en su trabajo David y Silvia (yo no), así que reservamos sitio en un buen restaurante. Quedamos a las 22 H en el restaurante. Silvia se había puesto un vestido rojo muy elegante e iba muy guapa, yo me vestí de traje de chaqueta oscuro con camisa celeste y corbata y David estaba también guapísimo con una camisa de color malva y traje oscuro también. Me entraron ganas de besarlo allí mismo en medio de la calle cuando lo vi pero me contuve y tuve que darle la mano aunque le sonreí y le hice un discreto guiño, el me correspondió de la misma forma. Entramos en el restaurante y cenamos. Cuando salimos ya era tarde, cogimos nuestro coche y fuimos a nuestra casa, al llegar, entró Silvia y detrás David, por último entré yo y cerré la puerta, cuando me di la vuelta allí estaba David mirándome con esa cara tremendamente seductora y atrayente, fui hacia el y por fin pude abrazarlo y besarlo, me encantaba su suave olor a perfume. Silvia dijo “esperad un momento, os dije que podíais follar siempre que quisierais pero os pongo unas condiciones que deberéis aceptar”, David y yo nos miramos y dijimos “está bien”, Silvia dijo: “primera condición: Yo podré quedarme a miraros mientras lo hacéis siempre que quiera y segunda y última condición: que al día siguiente de haber follado vosotros 2, cuando ya estéis descansados, me “recompensaréis” uno de vosotros 2, yo elegiré al que quiera, puedes ser tu, Alberto o tu, David ”. Nosotros aceptamos las condiciones y ella se quedó conforme. Así que fuimos al salón y nos quitamos mutuamente la chaqueta, Silvia estaba allí presente sonriendo y dijo “esta bien yo me voy a dormir, os dejo intimidad para que hagáis lo que queráis, pasadlo bien” yo le pregunté “¿hoy no quieres quedarte cariño?” y ella me dijo “hoy no, disfruta de David” yo contesté “eso seguro, gracias mi amor”, le di un beso y le dije “te quiero Silvia, hasta mañana”, ella me dijo lo mismo y se fue. Encendimos la chimenea del salón porque hacía frío y no encendimos ninguna luz mas, con la del fuego había luz suficiente. David y yo empezamos a besarnos con pasión otra vez, lo agarré con fuerza por el culo y lo acerqué a mi, me dijo “¿esto es lo que querías verdad, antes cuando llegamos al restaurante?”, yo contesté “si” y agarrando su paquete por encima del pantalón le dije “y esto es lo que quiero ahora”, el contestó “está bien, todo tuyo”, yo le tenía preparadas algunas sorpresas ya que los días anteriores, había leído algunas cosas sobre posturas sexuales para aprender cosas nuevas y poder hacérselas a David y así intentar ponerme a su altura, aunque era difícil porque el es todo un experto. Mientras nos besábamos, fui desabrochando los botones de su camisa y quitándole la corbata, su precioso cuerpo iba quedando poco a poco desnudo frente a mi y el corazón se me aceleraba, el también me quitó la camisa y la corbata, cuando le quité la camisa dejando su torso fibrado desnudo, lo acaricié y le dije “David que bueno estás tío, te quiero tanto”, el sonrió y me dijo “como me alegra escucharte decir eso por fin, te quiero mucho Alberto, tu también estás muy bueno”, fui bajando por su cuello, besándoselo y lamiéndolo, luego sus pectorales y después sus abdominales, hasta llegar a su cinturón. Me puse de rodillas delante de el, lo miré y le desabroché el cinturón, desabroché el botón del pantalón y bajé la cremallera dejando a la vista sus calzoncillos tipo bóxer de color negro, bajo el, un buen bulto iba creciendo, bajé los pantalones y metí la mano en sus calzoncillos, le dije a David “echaba de menos esto”, el me dijo “lo se, disfrútalo”, agarré su polla suave y caliente que ya estaba erecta casi del todo, con la otra mano, terminé de bajar sus calzoncillos, humedecí mis labios, besé su polla y me la metí entera en la boca, está vez no dudé ni un momento. David dio un gemido de placer, la mantuve dentro de mi boca un momento, haciendo succión y jugando con mi lengua, me empecé a mover hacia dentro y fuera, haciendo presión con los labios para notar toda su anatomía, David puso sus manos en mi cabeza, yo tenía muchas ganas de darle placer ya que me sentía mal porque consideraba que la última vez no le había dado todo lo que se merecía, yo seguí lamiendo y besando su polla desde la base hasta la punta sin olvidarme de sus huevos por los que chorreaba mi saliva, con una mano los agarraba y acariciaba, también pasaba los dedos suavemente por la zona entre sus huevos y el ano, David estaba sorprendido y me dijo “joder Alberto como has avanzado desde la última vez, sigue así tío me gusta mucho”, luego me sujetó la cabeza para que no la moviera y empezó el a moverse hacia delante y atrás suavemente, frotando su polla con las paredes de mi boca, me folló la boca durante unos minutos y después me dejó seguir a mi. Así seguí un rato, cuando me la metía en la boca hasta el fondo, me entraban arcadas pero eso hacía que insistiera mas, hasta que David me avisó de que estaba cerca de correrse, yo esta vez no pensaba desaprovechar su semen, así que cuando noté sus espasmos, lo agarré fuertemente por el culo y dejé que se corriera en mi boca, David dio un gran gemido y tubo una gran corrida, su leche calentita se derramaba en mi boca, tenía un sabor muy agradable, me gustó mucho así que me lo tragué, le dije “increíble, nunca pensé que el semen supiera tan bien” el me dijo con una sonrisa picarona y aún jadeante “te gusta eh”, yo le dije “mucho y a ti ¿te ha gustado?”, el me contestó “me ha encantado, ha sido la mejor mamada que me han hecho en la vida”, eso me hizo sentir orgulloso y me arrepentí de no haberlo hecho antes. El me levantó rápidamente cogiéndome por los brazos y me besó con gran pasión mientras nos abrazábamos y rozábamos nuestros cuerpos calientes, David estaba sudando y temblando y eso me ponía mucho. David quería devolverme el favor y me dijo “vale Alberto es mi turno” yo le deje hacerlo, así que se agachó y agarrando con fuerza mi polla, se la metió en la boca, fue una sensación muy agradable incluso mas que la primera vez, sentí su lengua, caliente y húmeda acariciando todo mi rabo, David engullía mi polla con muchas ganas como si fuera un animal hambriento, mientras tanto, yo acariciaba su pelo y le decía “tranquilo tío, ve despacio”, me encantan sus mamadas y aunque me cueste admitirlo porque Silvia me lo hace también muy bien, las mamadas de David son espectaculares. David seguía chupando y mordisqueando levemente todo mi miembro y mis huevos, sin dejarse atrás ni un solo recoveco, yo lo miraba con cariño y el también me miraba con cara de gran concentración, las piernas me temblaban y cada vez que veía como mi polla se perdía dentro de su boca, el placer y escalofríos me recorrían todo el cuerpo. Un rato después noté que estaba cerca de correrme y avisé a David, apretó mas su boca y me agarró fuertemente por el culo, yo me corrí dando un gran gemido y diciendo en voz alta su nombre, solté unos cuantos chorros de leche en su boca y el se la tragó, David me dijo “que rico Alberto” yo le contesté “me alegro que te guste cariño”, yo no soy de sudar mucho pero en ese momento, las gotas de sudor corrían por mi cara y pecho y mi piel estaba enrojecida ya que estábamos muy calientes y la chimenea que estaba relativamente cerca despedía bastante calor. Una vez terminamos, nos sentamos sobre una alfombra, David se recostó en ella y yo me puse sobre el, nos quedamos mirándonos un momento, sonrientes y jadeantes sin decir nada, no hacia falta decir nada para saber lo que estábamos deseando, David tomó la iniciativa y me pregunto “¿vamos allá”, yo contesté “por supuesto machote, fóllame como solo tu sabes” David me dijo “no te voy a follar, te voy a hacer el amor, porque te amo Alberto”, sus palabras me emocionaron y lo abracé fuertemente, empezaría yo siendo penetrado por el. David se levantó de la alfombra, fue a coger una caja de preservativos y un bote de lubricante anal y volvió a la alfombra, me dijo “ya sabes como va esto tío, échate en la alfombra y relájate”, yo lo hice inmediatamente. David empezó a besarme y acariciarme suavemente, el cuello, el pecho, la cintura, yo levanté las piernas, estaba temblando de ganas y por fin llegó a mi culo, poco a poco fue besándomelo y lamiéndomelo, acercándose poco a poco a mi ano, cuando llegó noté como pasaba su lengua por mi ano e introducía los dedos, me dijo que estaba bastante dilatado pero que me lo iba a trabajar un poco mas antes de penetrar, yo le contesté “como tu quieras David, soy tuyo” y así siguió un poco mas, yo gemía y me ponía cada vez mas impaciente hasta que no pude resistirlo mas y le dije con voz temblorosa por las ganas “David, por favor, házmelo ya”, David sonrió y dijo “estaba esperando que me lo pidieras, vamos allá”. David cogió un preservativo y antes de que se lo pusiera le pregunté que si me dejaba que se lo pusiera yo, el me lo dio y me dijo “adelante”, abrí el envoltorio y se lo puse, su polla estaba muy dura y caliente, una vez puesto, besé su polla, cogí un poco de lubricante y lo extendí en el preservativo y otro poco en mi culo, después me tumbé en la alfombra sin apartar la mirada de los ojos de David que me transmitían tranquilidad y pasión, David se puso de rodillas delante de mi y noté como rozaba su polla con mi culo, el se inclinó sobre mi y yo lo cogí de los brazos, lo abracé con las piernas y lo agarré de la polla, acompañándola hasta mi culo, noté como la punta de su rabo se apoyaba sobre mi ano, el corazón me latía fuertemente, nos besamos apasionadamente y a la vez noté como la punta de su polla empezaba a entrar en mi, di un gemido de satisfacción porque había llegado por fin el momento que tanto esperaba, David iba entrando en mi culo poco a poco pero sin parar, yo lo rodeaba fuertemente con las piernas que me temblaban, poco a poco iba notando como su polla se abría paso en mi interior y me iba sintiendo mas lleno, una vez estuvo dentro del todo, apretó fuerte y empezó a mover un poco su cadera en círculos, noté sus huevos rozando con mi culo, yo le decía “David, cariño, que bien, por fin”, el sonreía, me besaba y acariciaba todo el cuerpo, me preguntó “¿estás bien, te gusta?, yo contesté “me encanta David, muévete guapo, dámelo todo”, el empezó a moverse hacia adelante y detrás suavemente, el placer que sentía cada vez que me penetraba hasta el fondo cada vez era mayor y me recorría todo el cuerpo, David y yo empezamos a gemir, David se movía cambiando el ritmo, la velocidad y la dirección de la penetración, yo gemía fuertemente, David estaba en todo momento pendiente de mi preguntándome si iba bien, si quería probar otra postura yo también estaba muy pendiente de que David disfrutara al máximo de mi. Yo seguía acariciando todo su cuerpo, abrazándolo y animándolo para que siguiera así, no se si disfrutaba mas físicamente por el sexo o psicológicamente por ver a David disfrutar tanto de mi. Yo le decía “vamos David cariño, no pares, quiero probar contigo esta noche todas las posturas que conozco”. Cuando le dije que quería probar con el muchas posturas me dijo “está bien, abrázate fuerte a mi con las piernas y los brazos, yo lo hice y David tiró de mi para levantarme de la alfombra, luego David se levantó también llevándome penetrado y en brazos hasta otra zona del salón, mi propio peso hacía que la polla de David se me clavara mas profundo si cabía, entonces pude notar su fuerza masculina, David me dijo “ahora muévete tu” y yo apoyándome en sus hombros empecé a subir y bajar dejándome caer sobre su erección, a David le temblaban las piernas por el placer y el peso, todo eso me hizo gemir como pocas veces lo he hecho, David y yo nos besábamos como fieras y yo le decía “joder David mi amor, eres increíble, sigue así machote”, el me respondía “tu si que eres increíble cariño”. Unos minutos después estábamos ya bastante cansados por el esfuerzo físico que requería esa postura así que le dije a David que quería cambiar de postura, el me preguntó “¿alguna en particular?” y yo le contesté “hazme lo que tu quieras, soy tuyo David”, así que me dejó apoyar los pies en el suelo, me dio rápidamente la vuelta y me puso contra la pared en la que hay un gran ventanal por el que se ve el jardín y me volvió a penetrar rápida y profundamente, ambos dimos un gran gemido, David siguió haciéndomelo increíblemente bien, a veces rápido y otras suavemente, me encantaba cuando sacaba su polla casi del todo suavemente para volver a penetrar fuertemente golpeando sus huevos con mi culo y dejando su polla quieta y metida hasta el fondo unos segundos, también me encantaba sentir en la espalda su pecho caliente, David me acariciaba todo y pellizcaba mis pezones mientras me besaba y lamía el cuello y las orejas y me decía cosas susurradas al oído como “te amo, tienes un culito maravilloso y tu también lo eres”, todo eso me excitó mucho y yo solo decía entre gemidos, su nombre. Cuando llevábamos un rato a mi también me temblaban las piernas y si no fuera porque David me sujetaba por la cintura creo que me hubieran fallado las piernas y me habría caído al suelo, entonces David paró y me dio unas palmaditas en el culo diciendo “ahora muévete tu”, yo empecé a mover la cintura hacia delante y atrás para penetrarme David me decía “eso es sigue así, lo estás haciendo muy bien”, al poco rato, David notó que yo estaba agotado y me preguntó “¿Qué tal vas?, ¿quieres un pequeño descanso?”, yo le dije “no me vendría mal”, así que me saco su rabo y fuimos al sofá, David se sentó y cuando yo vi su rabo tieso y todo su cuerpo sudado pensé “no voy a desaprovechar esto” así que me senté encima de el y me penetré de nuevo, se me quitó el cansancio de golpe y pude seguir cabalgando sobre el un poco hasta que el empezó a moverse el de abajo a arriba entonces yo me quedé quieto, David mordisqueaba mis pezones y me preguntaba si iba bien y si me gustaba y yo le contestaba que lo mejor que había hecho era probar el sexo con un hombre como el. Después fuimos otra vez a la alfombra y me puse a cuatro patas, David de rodillas detrás de mi me penetró de nuevo mis gemidos eran ya de placer extasiado, en esta postura estuvimos poco tiempo porque David ya estaba cerca de correrse, así que me tumbé de nuevo en la alfombra boca arriba con las piernas hacia arriba y lo mas abiertas posible David me penetró y me empezó a masturbar rápidamente, al momento me corrí echando en mi pecho unos potentes chorros de semen que me llegaron a la cara mientras David me seguía penetrando ya muy despacito, el orgasmo que tuve al correrme estando aún penetrado no tubo antecedentes, jamás había sentido tanto placer recorriéndome todo el cuerpo como terremotos, me hizo gritar de placer, incluso se me nubló la vista un momento, inmediatamente después David sacó la polla, se quitó rápidamente el preservativo y se corrió también en mi pecho, David es un tío muy lechero y me llenó todo el pecho con su “tesoro líquido” como me gusta llamar a su semen, David también dio un gran gemido, yo agarré su rabo para sacarle hasta la última gota y su cuerpo se estremeció, después David lamió todo el semen de mi pecho y antes de tragárselo me besó y lo compartimos, después David se desplomó sobre mi, ya agotado, yo le dije “David, eres increíble, eres el hombre mas maravilloso del mundo, te quiero”. Después le pregunté “¿quieres que te lo haga yo ahora, puedes darme el honor de hacerte el amor como mereces?”, el me respondió “si, puedo y quiero, házmelo Alberto, quiero saber lo que has aprendido”, así que me puse encima de el y lo preparé lamiendo y besando su culo y ano, el jadeaba y yo me concentraba cada vez mas en darle placer, también introducía un poco la lengua en su culo alternándola con los dedos, no me costó mucho que se dilatara bien y conseguí introducir 4 dedos. Lo masturbé analmente un rato y cuando vi que ya estaba impaciente por recibir mi rabo, eché en su culo un poco de lubricante y acaricié el borde de su ano, luego cogí un preservativo y David me lo puso y lubricó, después David se giró para ponerse de lado y yo me situé detrás de el, acaricié su culo con mi polla y empecé a entrar, una vez pasado el esfínter, su culito, suave y caliente absorbió mi polla que se iba perdiendo dentro de el, su cuerpo se estremeció cuando estaba dentro del todo, David dijo “joder que polla” yo dije a la vez “que culo David”, estuve un momento parado dentro de el, empujando al máximo y después empecé a moverme hacia delante y detrás suavemente yo le preguntaba si le gustaba y el me decía entre gemidos que le encantaba y que siguiera así. Yo pegué mi pecho a su espalda para abrazarlo y acariciarlo, también le decía cosas al oído como “eres el hombre mas guapo del mundo, te quiero y te deseo, ojalá hubiera cumplido la fantasía de Silvia el primer día que me lo dijo para poder hacértelo antes”, también le besaba el cuello, su cuerpo estaba caliente y brillaba con la luz de la chimenea por el sudor. Después de un rato, David quiso cambiar de postura y sin sacar mi polla de el, lo puse boca abajo, bajo su cintura puse un cojín y yo me situé encima, volví a empezar a moverme suavemente como le gusta a David, poco después se empezó a mover el para penetrarse y yo me quedé quieto, así fuimos alternándonos durante todo el rato que estuvimos en esa postura. Ya por último, volvimos a cambiar de postura, esta vez yo me puse de rodillas detrás de el y el también se puso de rodillas, lo abracé por detrás y lo penetré, ambos estábamos ya cansadísimos así que gemíamos poco, nos temblaban las piernas, yo empecé a acariciar su pecho de nuevo, agarrando sus pectorales, pellizcando sus pezones y acariciando sus abdominales, sus brazos y sus piernas, David con sus manos, me agarraba por el culo firmemente. Así seguimos hasta que estuve cerca de correrme, entonces avisé a David y el llevó mis manos hasta su rabo para que lo masturbara, yo lo hice hasta que se corrió en mis manos, yo me corrí casi a la vez estando aún dentro de el, ambos dimos un gemido que expresó nuestra satisfacción y cansancio, después saqué mi rabo de su culo, me quité el preservativo, nos besamos con pasión y le pregunté “¿te ha gustado?” el me dijo casi sin respiración “solo una palabra, increíble” nos tumbamos en la alfombra uno al lado del otro, boca arriba con las manos entrelazadas y allí nos dormimos lo poco que quedaba de noche. Por la mañana, nos levantamos y nos duchamos juntos, estábamos rebosantes de felicidad y amor, bromeábamos y nos besábamos, nos enjabonamos mutuamente y después de ducharnos, nos pusimos unos albornoces y fuimos a preparar el desayuno, en ese momento bajaba Silvia del dormitorio y cuando nos vio nos dijo con una sonrisa picarona “¿lo habéis pasado bien verdad?”, nos había estado escuchando toda la noche. Mientras desayunábamos le contamos lo que habíamos hecho de igual forma que os lo cuento yo en este relato, mientras tanto ella se iba poniendo caliente, cuando terminamos de desayunar dijo “bien, ahora me toca a mi, ahora tenéis que cumplir una de las condiciones que os puse”, se refería a la de que al día siguiente de haber follado David y yo, uno de nosotros, la recompensaría de la misma manera y ella elegiría al afortunado. Silvia dijo “esta bien, fuera los albornoces”, nosotros le hicimos caso y nos quedamos otra vez desnudos, ella nos miraba girando alrededor nuestro para ver con quien se quedaba, después dijo “ya lo he decidido” estaba claro que sería David y a mi la verdad me parecía justo, “el ganador es David” dijo, después me miró y me dijo “lo siento cariño otra vez será”, yo le dije que no se preocupara y que disfrutara, David totalmente caballeroso se le acercó y la besó en la mano, esas cosas a ella le encantan, Silvia dijo “vamos al dormitorio” David la cogió en brazos y la llevó al dormitorio, yo me vestí y me fui a trabajar, me hubiera encantado quedarme pero no era posible. Cuando volví a casa a mediodía, Silvia y David estaban en el salón viendo una película, yo les pregunté “¿cómo lo habéis pasado? y me lo empezaron a contar con todo lujo de detalles, a Silvia se le notaba que le había gustado y mucho, pero eso lo dejo para otro relato. Cuando terminó la película, David se fue y Silvia me dijo “no me extraña que te guste David y que hayas repetido con el”. Y así termina este relato, espero que os haya gustado. Hasta el día de hoy he vuelto ha tener un encuentro sexual con David y lo colgaré cuando lo escriba, solo os digo una cosa, esta vez a sido en el jardín de mi casa, al lado de la piscina aprovechando que ya llega el verano y empieza a hacer calor, ha sido un trío entre Silvia, David y yo.
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