Señor.P y su vecino
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me escondo tras un seudónimo, no por verguenza no por miedo, me escondo porque ese es mi personaje principal, es el que da vida a esa persona con curiosidad, morbo, atracción, promiscuidad, intriga.
Me hago llamar el Señor.
P , soy de Madrid ( España ) chico de 22 años.
Mi nombre no dice nada si preguntas por él, en la calle.
Mi nombre se hizo un hueco en el mundo del internet hace tiempo, un nombre que esta muy presente en mi, ya que, es al que por las noches dejo que salga y fluya.
Mi historia no es mas que una historia cualquiera, una historia que puede que te enganche o te sea indiferente.
Puede que sea una historia como las demás o inlcuso sea algo dificil de encontrar
Y empieza, así:
Hace unos años esta persona no tenía ningun nombre, solo se dedicaba a entrar en los sitios mas oscuros de internet, para informarme, investigar etc.
Un día esta persona, tras varios días dandole vueltas a la cabeza y a la vida decidió sacar a esa persona que vive dentro de ella.
Esa persona es Señor.
P , es decir, YO.
Buscaba divertirme pero siempre escondido detrás ese nombre, pero sin aspecto.
Caí en una pagina de contactos, una pagina en la que la mayoria de nosotros entramos para vacilar o quedar.
Era un día cualquiera un día normal, sin preocupaciones sin que nada pudiera salir mal.
Y Señor.
P decidió entrar a la sala Gay de esa pagina de chats.
A Señor.
P le atraía ese mundillo y todo lo que lo rodeaba.
Hablaba y hablaba con diferentes personas, razas, culturas.
hasta que, una persona de mi misma zona entro en el chat y me hablo por privado.
Me decía cosas indecentes, vulgares.
Yo empecé hablar con él, le intentaba sacar cosas, a vacilarle de vez en cuando, hasta que después de 3 horas largas de conversación le dije que donde se encontraba que quería verle.
( Mi intención nunca era presentarme ) pero llegó la sopresa.
Esa persona me envió su localización.
Creía que era mentira o una simple casualidad al decir un lugar por decir.
Pero.
ese lugar era el mismo edificio donde yo vivo.
Me desconecte tan rapido como pude, se me aceleró el corazón, tome un vaso de agua, me dí una ducha.
Pero siempre en silencio y pensando.
He de reconocer que tenía miedo pero.
me daba morbo, me gustaba la situación.
Pasaron unos días, y no me conectaba a ese lugar.
Una noche cuando mis padres se fueron de cena, decidí bajar a donde esa persona, mejor dicho, donde mi vecino.
Me vestí, bajé y le llamé a la puerta.
Tras unos segundos de silencio donde solo escuchaba a mi corazón latir de rapido y fuerte, escucho los pasos de mi vecino acercandose a la puerta, dispuesto a abrirla.
Con gesto serio, me dijo " Hola ( mi nombre real ) que quieres, que te trae por aquí " me quede sin aliento y le dije sin irme por las ramas que yo era el Señor.
P.
Su cara cambió por completo, nos quedamos callados y rapidamente me metió a su casa sin poder creerlo.
Le dí pruebas, conversaciones etc.
No sabiamos que hacer ni que pensar, pero todo esto llevo a lo que hablamos ese día por el chat.
Ahora era él, el que tenía miedo y dudas.
Pero tras unos largos minutos hablandolo decidimos que porque no terminar con tanto misterio.
Se desnudó, se puso de pie en frente mía.
Se bajó los calzoncillos y dejo a descubierto su pene.
Me miró y me dijo " Demuestra lo que el Señor.
P decía por aquel sitio " e hice honor a lo que el Señor.
P dijo ese día.
Empecé a jugar con su pene, dandola besitos, acaricias, masajeandola.
Pero yo quería llegar mas lejos y me dispuse a chupar.
El gemía y gemía, a penas me miraba yo no podía separar los labios y mi lengua de ese glande.
Me desvestí lo mas rapido que pude y seguí chupando.
Era algo hipnótico, me gustaba.
No creía en mi vida que me lo montaría con mi vecino de a bajo.
Me escupí en las manos y me lubriqué el culo y le dije " ahora haz honor tu de follarme el culo como me dijiste " me agarró, me puso a 4 patas, me escupió en el culo y con su gran prepucio empezó a rozarlo.
A penas tuve tiempo de decirle que era virgen pero se le veía con ganas y ansioso.
Entonces.
note una presión , un dolor que nunca había imaginado, pero aguanté.
Tras varios intentos fallidos, lubriqué bien mi ano y fué la decisiva, lo volvió a intentar y fue la correcta, entró, a penas sentía ese dolor tan fuerte como antes.
Empezó a sacarla y meterla durante varios minutos, cuando yo decidí cambiar de postura, hicimos las inimaginables.
Pero era el momento del vecino de darme la recompensa que yo y todos vosotros esperáis.
Me bajé y se la chupe hasta que con esa cara y los ojos en blanco me dijo " me corro , me corro " tan rapido como pude , puse mi cara y boca.
Me dejo lleno de su leche calentita, creía que iba a ser pequeñas cantidades pero fue una explosión.
Me llenó la cara, la boca, caía por mi pecho.
Tras esa experiencia, decidí vestirme y subir a mi casa aún manchado de su rica leche.
Me tumbé y saboreé cada gota de su lefa.
Hoy en día, sigo bajando a por mi ración de leche calentita y para él ya no soy el Señor.
P , soy su zorrita
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