Sexo amigo por primera vez

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por getaway11.
Cuando estaban enseñándonos en la escuela como es el sexo, mi mejor amigo Carlos y yo pasábamos mucho tiempo juntos porque nuestros padres trabajaban en la tarde y a veces hasta nos quedábamos a dormir juntos.
Una tarde que estábamos en su cuarto, él me preguntó por qué los adultos tenían hijos y yo le dije que no sabía, entonces nos pusimos a buscar en su computadora y encontramos videos porno.
Primero nos dío mucha risa pero no podíamos dejar de verlos.
Se nos hizo costumbre juntarnos y verlos en nuestro tiempo libre.
Aunque al final de ver los videos platicábamos sobre las cosas que nos habían gustado del video y de cierta forma ambos terminábamos hablando sobre el actor porno, su verga, cómo se venía y hablábamos un poco sobre la actriz porno, etc.
creo que ambos nos dimos cuenta que estábamos más excitados por el hombre que por la mujer.

Un día que estábamos en mi casa se me ocurrio buscar videos de sexo entre dos hombres y eso nos cambió por completo en panorama a los dos.
Fue una excitación inmediata, aunque ninguno de los dos sabía exactamente lo que estábamos sintiendo, dentro de mí algo tuvo sentido inmediatamente, no había asco ni miedo, era pura excitación.
No podría quitar los ojos de los cuerpos de los actores, sus caras de placer, sus traseros perfectos y sobre todo sus enormes vergas.
Cuando empezaron a venirse fue todo un espectáculo de placer, sus fuentes de semen, los orgasmos, los chorros escurriendo y verlos embarrándose, chupando y tragando el semen, todo era como una fantasía demasiado buena para ser verdad.

Carlos también estaba como hipnotizado sin poder despegar los ojos de la pantalla y estoy seguro de que los dos estábamos sintiendo lo mismo, porque a continuación me dijo que se iba a meter a bañar, que si yo quería ir con él.
Nunca habíamos hecho eso antes, pero acepté de inmediato sabiendo que íbamos a hacer cosas juntos.

Primero se adelantó él al cuarto de baño y dejó la puerta abierta, yo me quedé a apagar la computadora y cuando entré, él ya estaba totalmente desnudo a punto de meterse a la regadera.
Yo me quité la ropa con un poco de timidez, mi pene estaba totalmente erecto y mi pecho latía fuertemente dentro de mi pecho, tanto que hasta me temblaban las manos.
Me metí a la regadera con un poco de pena y tratando de que Carlos no viera que mi pene estaba erecto, entre mi ingenuidad me daba temor mirarlo fijamente pero no podría evitar que mis ojos recorrieran su cuerpo hasta que casi accidentalmente me di cuenta de que él también estaba tratando de evitar mirarme y su pene estaba tan duro como el mío.

Ya con un poco más de confianza, empecé a relajarme y enjabonarme debajo de la regadera todo el cuerpo.
Empecé a masturbarme con jabón, entonces Carlos también se enjabonó y empezó a masturbarse frente a mí.
Era la primera vez que lo hacíamos juntos y nos mirábamos uno al otro ya con total confianza y con total morbosidad.
Entonces él me pidió que lo ayudara pero no yo sabía exactamente a qué se refería y cuando Carlos se dio cuenta de que no le entendía me dijo que le agarrara la verga.
Empecé a pajearlo muy torpemente, yo estaba tan nervioso que temblaba como si el agua estuviera fría.
Él también me agarró la verga y empezamos a pajearnos uno al otro.

Carlos hacía movimientos diferentes con la mano y cambiaba la presión como si estuviera jugando con mi verga y la verdad es que se sentía muy rico que hiciera todas esas cosas.
Yo no sabía lo que estaba haciendo pero trataba de imitar cada movimiento que me gustara.
Entonces Carlos me dijo que se lo hiciera bien y yo le dije que no podía en esa posición.
Me puse detrás de Carlos para agarrar su verga con la posición que hubiera agarrado mi propio pito, pero eso significó que me estaba dando la espalda y sin querer mi mano y su verga rozaban sus nalgas.
Yo trataba de hacerme a un lado para no tocarlo de más pero era algo incómodo.

Carlos se dio cuenta de que no estaba funcionando y me dijo que si cambiábamos de posiciones, yo acepté y cuando se puso detrás de mí, no solamente me agarró la verga con más facilidad, sino que también empezó a rozarme las nalgas con su pene.
La sensación de que me estuviera tocando con su pito me excitó mucho y me gustó, incluso empecé a acercarme un poco más a él para que empezara a tocarme más.
Carlos me preguntó si me gustaba y yo le dije que si, entonces se me arrimó con toda la confianza y empezó a hacer fricción de su verga entre mis nalgas y todo resbalaba con el jabón.
Me dijo que eso sentía muy rico, que si quería intentarlo yo, entonces cambiamos de posiciones y lo rodeé con mis brazos para agarrarle el pito con ambas manos y restregarle mi pene entre sus nalgas.
De verdad la sensación de tener mi pito resbalando con jabón entre sus nalgas mientras nos tocábamos piel con piel y nos masturbábamos era algo que me volaba los sesos.

Le pregunté a Carlos, qué más quieres hacer? y él me dijo, no sé, todo lo que hacen en los videos se ve bien rico, también quiero sacar leche y ver a qué sabe.
Entonces yo le dije que ya estábamos limpios con el jabón que podíamos chuparnos para ver a qué sabía.
Yo realmente quería que él me la chupara a mí pero al ver que estábamos compartiendo todo, no se me ocurrió otra forma de convencerlo.
Bueno yo voy primero, me dijo y se arrodilló bajo la regadera para chuparme el pito.

La sensación de sus labios, el interior de su boca tibia y la textura de su lengua en mi pito me hicieron dar de vueltas la cabeza, yo me retorcía de placer y hacía movimientos involuntarios de lo rico que sentía.
Creo que esta sensación de no poder controlarme hizo de Carlos se prendiera todavía más y me chupara con más confianza, cada vez se metía más profunda mi verga en su boca y succionaba con más fuerza.
Me lastimó un poco con los dientes pero se dio cuenta de que mi reacción era de dolor y tuvo más cuidado.

No podría decir cuánto tiempo estuvo arrodillado chupándome pero se me hizo eterno.
Entonces empecé a sentir un tipo de cosquillas que ya conocía y todo mi cuerpo empezó a estremecerse con un gran orgasmo que terminó dentro de la boca de Carlos.
Yo solamente alcancé a apretar su cabeza con mis manos, como si me fuera a caer, fue tan intenso que sentí que se me doblaban las piernas y mi pito quedó tan sensible que tuve que jalar su cabeza hacia atrás para que dejara de chuparme.

Yo estaba extasiado pero también un poco preocupado por su reacción.
Entonces Carlos se levantó escupiendo un poco de mi semen y se enjuagó la boca con agua de la regadera.
Se me quedó mirando y me dijo, no saben como me lo imaginaba, me gustó el sabor pero está muy fuerte.

Creo que mi amigo se dio cuenta de que mi cara había cambiado después de venirme y me preguntó si quería chupársela.
Yo ya estaba satisfecho y en ese momento algo apenado por todo lo que había ocurrido, así que con timidez le dije que no.
Carlos me dijo que no me preocupara pero que si me podía chupar el pito mientras él se masturbaba.
Yo le dije que si, entonces el volvió a arrodillarse a meterse mi verga que ahora estaba flácida dentro de su boca mientras se pajeaba.
Pero yo seguía super sensible y no resistí la sensación de que me chupara después de venirme y como por reacción natural saqué mi pene de su boca y me agaché para besarlo en los labios.
Fue una sensación riquísima sentir sus labios apretando los míos en un beso apasionado, de pronto Carlos empezó a orgasmearse, solamente sentí como su respiración cambió de ritmo y empezó a convulsionar en espasmos.

Mi amigo se levantó lentamente, respirando con dificultad y me enseñó que había atrapado su semen en la palma de la mano, sacó su lengua y se lo tragó.
Yo me lo quedé mirando con duda y luego me dijo, no saben igual.

Yo le dije, la próxima vez quiero probarlos, pero creo que tienes que venirte primero tú porque yo quedé muy sensible y ya no tengo ganas.
Salimos de la regadera, nos fuimos a secar y a vestirnos.
Así empezó una hermosa época de exploración sexual donde Carlos y yo fuimos amantes y cómplices en el sexo hasta que aprendimos muy bien como utilizar todo nuestro cuerpo.