Sexo con el noviecito de un amigo.

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Andru76.
Despues de mi relato en los retiros de 10mo, les cuento este casi un año después, ya estando en mi ultimo grado de colegio.
Mi grupo de amigos giraba en torno al grupo scout, por eso era normal conocer chicos mucho mas pequeños.
El chico que era mi mejor amigo y que deseaba y amaba con el alma, no le proponía nada porque odiaba los maricas como decía el por eso todo ese amor mas allá de una gran amistad fue en silencio, hasta mas adelante que será la próxima historia.
Por ahora, una amistad similar tenían Diego y otro amigo un año mas que yo.

Yo veía esa amistad como la mia con Daniel, el chico del que hablaba, pero no llegaba a imaginar que había mas entre ellos.
Diego un chico de 13 años, blanco, de una piel muy tierna y unas facciones algo orientales, unos ojos color miel.
Era buen deportista, pero su cuerpo era marcado por genes digo yo.

Son de esos niños que simplemente nace un con cuerpo envidiable, y su pecho era muy marcado, era flaquito, con buenas piernas, un abdomen que ya lograba mostrar los cuadritos, y un trasero que sobresalia.
Ademas era cariñoso y bastante divertido, asi que pasar el tiempo con el era muy rico.
Jugabamos baloncesto, iba hasta su casa en bicicleta, a unos 30 minutos de la mia, y en su casa solo pasábamos el tiempo.

En esos días me dijo que había perdido la virginidad y me llamo la atención, le pregunté que con quien y algo nervioso me dijo que con una chica de la cuadra de abajo y no quiso hablar mas del tema.
Yo le creí si saber que ya se había acostado con mi amigo realmente, el cual algún tiempo después fue quien me dijo, tampoco sabia que Diego era Activo, igual que yo, pero en ese tiempo esas cosas no pasaban por la cabeza… Bueno eso por deducción dice que mi amigo es pasivo pero eso no viene al caso.

Unos días después de su confesión, estaba con Diego en su casa, su hermano menor tenia entrenamiento, sus padres siempre llegaban por la noche, la señora del servicio no iba ese dia, y su amigo no tenia cita con el.
En otras palabras estábamos solos, pero aunque lo deseaba y era motivo exitante para algunas de mis pajas, pues lo que menos pensaba era que el diera el gran paso.

Estabamos jugueterreando por la casa, era normal que en su casa el estuviera sin camiseta, y a mi si que me encantaba verlo, y además ese dia tuvo educación física, y se había quitado la sudadera, es decir que solo estaba en pantaloneta y medias.
Nos gustaba tener juegos bruscos, además que ya tenia un cuerpo desarrollado a sus 13 años, aun era lampiño y era fuerte, asi que a mis 16 me costaba ganarle, aunque muy disimuladamente aprovechaba tocar su cuerpo mientras jugábamos.
Al parecer algo fue evidente para que el fuera tan determinado a lo que venia minutos mas adelante.

Agotados y sudando de pelear, paramos en la cocina, donde aprovecho y sirvió agua para los dos, y recostado sobre la estufa se quedo mirándome y evidenciando como yo lo miraba, y con esa cara picara preguntò… cierto que estoy bueno? Yo me puse colorado, y muy nervioso le dije que no podía negarlo.
Entonces hizo una seña con su cabeza indicando que me acercara.

Yo solo segui su instrucción y me dijo pues tocalo.
Tomó mi mano y la puso en su pecho.
Se incendiaron las alarmas por todo mi cuerpo.
Me encantaba su cuerpo.
Lo deseaba desde hace tiempo y ahora mi mano se delizaba por su pecho, tocaba sus tetillas, los cuadritos, y mi ritmo cardiaco se aceleraba.
El noto como lo acariciaba con calma pero con pasión y al mirarlo nuevamenta a su cara se saboreó sacando la lengua por sus labios sensualmente y no pude evitarlo.
Acerque mi boca con temor a la suya y le di un beso tierno, y el respondio.
Asi que le di uno mas y asi los besos se volvieron mas apasionados, jugando con la lengua.
Ya la mano que el antes puso en su pecho estaba en su espalda acercándolo a mi.

El tomo su otra mano mientras nos besábamos y la llevo a su pene.
Al tocarlo sentí como estaba bien tieso y comencé a acarciarlo sobre la pantaloneta.
Me emocioné mucho y comencé a besarle el cuello.
El se retorcía y hacia movimientos con su cadera, a lo que yo lo apretaba mas y comencé a bajar mi boca por su pecho, la abri tanto como pude y metia su musculoso pectoral y con mi lengua recorria su tetilla que estaba mas dura y seguía masturbándolo sobre la pantaloneta.
Creo que mis besos sobre su cuerpo lo exitaban demasiado y no podía creer lo que estaba haciendo con ese niño hermoso.

Continue bajando, le lamia los cuadritos y su ombligo y el presentia que seguiría bajando y gamia un poco deseando que fuera rápido.
En ese momento ya me tocó arrodillarme en el piso y puse mis dos manos en su pecho mientras trataba de bajar con mi boca aun con su pantaloneta arriba.
Comencé a deslizar mis manos por su pecho bajando lentamente y veía como cerraba los ojos esperando que ya lo agarrara.
Cuando llegue a la pantaloneta la fue bajando con calzoncillos también y salto ese pene erecto, bastante grande para su edad y contextura, medio mojado ya de la emoción y mientras seguía bajando su pantaloneta lo introduje en mi boca lo mas que pude y subi y baje varias veces apretando con mi boca.
El quería estalla y eso me exitaba a mi mas.

Luego comencé a subir mis manos nuevamente acariciando esas piernas fuertemente y mi lengua afuera dibujaba su glande y el no podía contener unos tiernos gemidos.
El puso sus manos en mi cabeza pero no hacia ningún tipo de fuerza yo termine de subir mis manos y las lleve a sus nalguitas bien paradas y firmes y comencé a llevar el ritmo de empujarlo hacia mi mientras lo masturbaba con mi boca, sin dejar de mover mi lengua al mismo tiempo, y cada vez mas rápido, que ya el se unio al mete y saca y su cuerpo comenzó a tensionarse.
Cada musculo se dejo ver en su esplendor y unos segundos mas junto con un gemido bastante fuerte y jadeante se dejo venir en gran cantidad en mi boca.
Ya había tenido esa experiencia pero esta no solo la disfrute mas, sino que el olor y el sabor de su semen me parecieron deliciosos, me lo trague y saboree mientras lo limpiaba con mi boca, mi lengua y seguía la cadencia masturbándolo con mi boca hasta que le toca gritarme que no mas, que no aguantaba.

Cuando volvi mi mirada hacia su cara vi como estaba coloradito, sudoroso, jadeante y con una cara de satisfacción que jamas olvidaré.
Volviendo a hacer ese gesto de ven aca con su cabeza, me pare y me beso de esa forma en que dices gracias mientras movió sus pies para safarse la pantaloneta y los calzoncilios quedando solo en medias.

Me tomó de la mano y me llevó a su habitación tirándome boca arriba, y cobre mi seguía besándome.
Metio sus dos manos bajo mi camiseta y me acariciaba el pecho hasta que decidio quitarme la camiseta.
Bajo acariciándome el pecho y no tardó en bajarme mis shorts y quitármelos del todo.
Me abrió las piernas mirando mi pene bien erecto y lo tomo con su mano y comenzó a acariciarlo, a retorcerlo y subir y bajar mirándolo.
Un momento después lo metió en su boca y me tocaba los testículos, jugaba con ellos y volvió todo una armonía, lo sacaba, lo lamia, se acariciaba la cara con el, volvia a llevarlo hasta su garganta, lo agarraba con sus dos manos, paraceia jugando con una golosina deliciosa, y yo me emocionaba y disfrutaba con la mejora mamada que me hayan dado en la vida.
Unos minutos después estaba ya para venirme y le dije que si se lo podía meter y me dijo que no poniendo cara de eso no.
Sentí algo de frustración, el tampoco me lo pidió y siguió pajandome y ya para venirme se hizo a un lado e hizo que le llegara en su pecho.
Cuando estoy con esas emociones logro que salga una cantidad grande y fuerte.

Yo estaba jadeando y bajando mi pulso, y el comenzó a sobarse el pecho con los dedos con mi semen, incitándome a que lo besara.
No podía evitarlo me abalancé sobre el y le chupé cada milímetro de su pecho mientras el se masturbó rápidamente volviendo a llegar en gran cantidad sobre su pecho y mi cara volviendo a ensuciar lo que ya había limpiado.
Esos chicos en la pubertad definitivamente tienen mucha energía.
Me toco volver a limpiar con mi boca todo ese desorden terminando con un beso y un abrazo que terminó en un sueñito de unos minutos.
Al rato nos vestimos y el no volvío a incitarme y a permitir que yo lo hiciera después de eso.

Con gran lastima solo siguió nuestra amistad hasta que tiempo después supe que andaba con mi amigo y comprendí porque pasó.

Aun hoy lo veo y conserva ese tierno cuerpo, y esa mirada picara e infantil que enamora a cualquiera.

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