SEXO CON MI VECINO 5
Quieres cogerme? Pregunté Si, me dijo, te voy a dar duro en ese culo. Qué rico, dije, ya voy para allá.
Saludos amig@s.
Hacía rato que no contaba parte de mis experiencias.
Les cuento que estaba en mi casa, ocupado con los oficios propios del hogar. Cuando recibo un mensaje vía WhatsApp de mi vecino.
Qué haces? Estás en tú casa?
Sí, le respondo.
Tienes condón? Si, dije.
Vente rápido, entras por la puerta de atrás, y traes el condón.
Quieres cogerme? Pregunté
Si, me dijo, te voy a dar duro en ese culo.
Qué rico, dije, ya voy para allá
Dejé todo lo que estaba haciendo, busqué el condón y salí lo más rápido posible. No quería hacer esperar a ese hermoso hombre.
Cuando entro lo veo parado en la puerta del cuarto, desnudo y muy erecto.
Que rico, pensé.
Me acerqué a él, pasé mis manos por su cuerpo, agarré su pene y masturbe un poco.
Mi boca busco una de sus tetillas y se la chupe. Le daba suaves mordiscos.
Sentí su cuerpo estremecerse de la excitación.
Me arrodillé, pasé mi lengua por todo el largo de su pene, hasta llegar a las bolas, que también lamí y chupé.
Mamé un rato llevando el pene a lo más profundo de mi garganta.
Él agarró mi cabeza con sus manos y empezó a cogerme por la boca. Mientras me decía lo rico que lo mamaba.
Me vas hacer acabar con esa boca, me dijo. Vamos para el cuarto que quiero mandártelo y romperte ese culo
Saqué su pene de mi boca, lo deje bien lleno de babas. Subí dando besos por todo su fibroso cuerpo. Llegué a su cuello que también besé y suspiró profundo.
Entramos al cuarto, se acostó boca arriba y me dijo, sigue mamando pero suave, que no quiero acabar aún.
Me acosté entre sus piernas y continúe con una mamada suave, sin afán.
Él solo decía lo rico que lo hacía sentir.
Chupé todo el tronco y sus bolas.
Pasé más abajo y él levanta las piernas ofreciéndome su culo.
Con ambas manos separe sus nalgas y empecé a pasar mi lengua por ese rico culo.
No habían palabras, solo sonidos de placer. Lo estábamos pasando muy bien.
Mientras mi lengua jugaba en su ojete, mi dedo índice profanaba ese apretado orificio.
Empezó a menearse y detuvo mis manos. Una estaba masturbando su pene y la otra entraba y salía de su culo.
Agitado me dijo, no quiero acabar todavía
Por unos segundos no hubo acción, esperando que controlara el impulso de acabar. Sentía que estaba en el límite, pero él quería ir más allá.
Besaba sus muslos, subí hasta su cuello. Simple caricias y besos.
Ponme el condón, me dijo.
Lo saqué de mi bolsillo, lo destapé y se lo coloqué, antes mamé un poco para que recobrara algo de dureza. Finalmente le coloqué el condón y le di otras chupadas.
(Completamente extraño mamar un pene con un condón puesto. Era el segundo, en toda mi vida, que mamaba de esa forma).
Mientras mamaba, el metía sus dedos en mi culo. Eso me calentaba un montón. Así que su pene entraba hasta el fondo de mi garganta, y me meneaba como una gata en celo, estaba deseando que su pene entrara en mi culo de la forma en que él quisiera. Me indicó que me acostara en la orilla de la cama, boca abajo y con mis piernas fuera de ella.
Estaba a su total disposición.
Puso sus manos en mi espalda, se acercó a mi oído y me dijo,
Sientes la punta de mi pene?
Que sensación tan rica. Ese momento en que se está apunto de empezar la cogida.
Dejo su pie derecho apoyado en el piso y el izquierdo lo subió a la cama.
Ya voy a entrar. Dijo.
Ese pene grueso iba entrando suave, pero firme. Era un dolor placentero.
Yo solo jadeaba entre el dolor y el placer.
Te gusta así? Preguntó.
Siiiiii, respondí… Sigue, dale más adentro ahhh
Empezó con un meneo suave y fue acelerado poco a poco.
Sentía que me abría todo.
Acariciaba mi espalda, su mano busco una de mis tetillas y las apretaba, provocándome más excitación.
Con la otra mano tiró de mi pelo, me hizo sentir dominado y completamente a su merced.
No aguanto más, dijo, no quiero acabar aún
Estábamos disfrutando al máximo. Disfrutaba mi culo y yo de una cogida grandiosa.
Empezó a cogerme con mayor rapidez.
Dame más, decía, más duro ahh
Su respiración estaba acelerada, ya estaba apunto de acabar.
Échame la leche adentro papi, le decía
Jalo más mi cabello ahí tienes toda la leche marisco ahhhhh
Sii dámela toda
Sentía vibrar todo su cuerpo encima del mío.
Que rico culo tienes, me dijo
Quedó encima de mi, su respiración agitada y llena de satisfacción a la altura de mi oído me hacía sentir lleno, completo . Orgulloso de haber satisfecho a mi hombre.
Esperó un rato que su pene perdiera dureza y salió de mí. Me dio un mordisco en la oreja y dijo me gustó mucho
Se levanta, le quito el condón y le limpio su pene con mi boca.
Mamo y degusto su rica leche.
Suave, me dijo
Como mande el señor, pensé, y le dejé sin rastro de leche su hermoso miembro.
En otro momento te llamo, dijo. Ahorita tengo que hacer una diligencia
Cuando tú quieras, le dije.
Salí de su casa contento y con mi culo palpitando.
Bueno mis amigos, espero lo hayan disfrutado.
Acá mi correo [email protected] por si quieren hablar un rato
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