Sexo con un desconocido
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Cada día que pasa se me hace muy difícil saber si algún día llegar mi amor. Las tardes se me hacen eternas. No solía creer en el amor hasta que conocí a Alex un chico atractivo y guapo.
Lo conocí una noche muy lluviosa, ese día pretendía acabar con mi vida. Tenia problemas conmigo mismo. Le temía a mi familia. En el cole todos me odiaban por distintas razones.
Sabia que si huía de casa nadie sabría de mi. Así que un viernes al salir del cole, no fui a casa. Tome el primer bus y baje hasta la última parada. No había nadie. Llovía mucho, no había viento y relámpagos pero si un buen torrente de agua que se desbordaba de las nubes. Agua fría.
Me cubría de agua bajo una casa abandonada. Me escondí en el porche. La gente pasaba corriendo con sus paraguas. Huyendo a toda velocidad del agua.
Tenía frío, hambre. Sabia que fue una estupidez salir así. Hubiera escogido un día más seco. Pero no había nada que hacer. Ya estaba hecho.
Me acurruque en una esquina. Me abrace para mantener el calor. Pronto empecé a sentir que mis párpados pesados. Era como sostener unas enormes puertas metálicas muy pesadas. Ya no podía. Así que tuve que ceder. Cerré los ojos.
Entre sueños escuche una voz. Era un tono totalmente varonil. Se escuchaba titiritiar.
-amigo-. Dijo.
Me desperté algo brusco. Me sacudí cuando sus manos halaron de mi para que se adentrara a la casa. Él había roto que seguro y logro abrir la puerta. Ya adentro en la total oscuridad me arrojó a un sofá. No podía ver pero si escuchar lo. Se acostó a mi lado. Y me susurro:
-Hay mucho frío – tallo sus manos contra mi cuello, sus manos heladas me erizaron en bello de la nuca- hay que conservar el calor-.
Tomo mi rostro entre sus manos y la llevo a la suya. Me plantó un beso. Un largo y caliente beso. Un beso de un hombre. Sentí su bigote picar mis labios. Sus manos me tocaban como si tuviera tentáculos y no pudiera mantenerlos quietos.
Comencé a quitarle la ropa con desesperación. Él me quitaba la mía. Estábamos desnudos. Nuestros cuerpos chocaban. Sus besos me hacían querer arrancarle la boca. Su lengua danzaba con la mía. Besa fugazmente mi cuello. Y sus manos juegan con mis glúteos. El vello de su pecho estaba algo húmedo. Mis manos bajaron y le toque su verga. Era larga y algo gruesa. Él se puso sobre mi. Alzo mis piernas y las puso sobre sus hombros. Sentía pasar su pene por mi ano. Cada vez que la sentía pasar por ahí yo me contraía. Me aferre a su cuello y él empujó su pene contra mi hoyito. Pero esta se hacia de lado y no entraba. Asia que la tome y apunte a mi ano. Su pene escupía mucho pre-cum. Estaba súper lubricado así que empujó. Sentía que su glande se oponía a no querer lastimarme. Así de se dejo ir con toda su fuerza. Entró hasta la mitad. Sentía como los pliegues de mi ano se abrían mientras su pene se habría paso a mi. Sus besos eran fogosos. Mordía mis labios y tiraba de ellos. Me sentía lleno. Después de unos segundos empezó un vaivén. Lento y preciso. Entraba y salia de mi. Me respaba con su barbilla mi cuello. Sus manos jugaban con mi verga que estaba bañada en pre-cum.
Sus estocadas cada vez eran más y más profundas. Sonaba como su pelvis chocaba contra mis glúteos. La saca toda y la deja ir de un golpe. Mi ano estrangulaba a su pene. Las paredes anales se aferraban a él para que no saliera. Su embestidas salvajes me hacían temblar cuando rosaba a mi próstata. Se puso como animal y gemía y me daba más duro.
Clap clap sonaban sus testículos cuando se estrellaban contra mis nalgas. Empezó a masturbarme. Sentía mi órgano cerca. Y pronto el me daba más y más duro su pene daba brincos dentro de mi chocando contra mi próstata haciendo me sentir un enorme placer. Sus manos me masturbaban y me penetraba. Me sentía en el cielo Gay. Su pene se incho y escupió chorros de semen dentro de mi. Caliente semen salia de su verga cada vez que daba brincos. Sus embestidas eran más fuertes. Su mano estrangulaba a mi pene y mi orgasmo llego. Escupí chorros de semen en su pecho.
Él se salio de mi. Se arrodilló entre mis piernas y se dispuso a tragarse mi pedazo de carne. Sentí que mi pene estaba en sus anjinas. Lo metía y lo sacaba una y otra vez tragandose mi esperma.
Y luego subió para compartirlo conmigo. Sentía un sabor salado y pegajoso en su boca pero no me negué a besarle.
Me abrazo y nos tapamos con la ropa. Ya no había frío. Me sentía caliente. Me sentía liberado. Busque mi ropa y saque mi cel. Estabamos acostados en un viejo sofá. El enredaba sus dedos en mi cabello. Yo pasaba mi mano por su barbilla. Hablamos por un largo rato. Le conté mi vida, no me juzgó, me escuchó, hacia pequeños comentarios. Me sentía bien con él, parecía que lo conocía de toda mi vida. Luego él me hablo de su vida. No llevaba un vida dura, vivía feliz asistía a la universidad, su mamá lo ama, tenía hermanos, tenía una buena salud. En eso pensé:
¿como seria?. ¿Seria apuesto? ¿ porque se acostó con un desconocido?¿ porque yo?
Así que no pude aguantar y lo alumbre con mi cel. Cuando lo vi me sentí feliz tenía una tierna sonrisa, unos blancos dientes derechuecos muy hermosos, unas cejas pobladas y unos hermosos ojos grandes de un color café oscuro. Una completa barbilla. Simplemente agraciado y perfecto.
Sonrió para mi, sus ojos se entrecerraron marcando unas patas de gallo en las comisuras de sus ojos. Beso mi mano. Y lo soltó
– Mierda… Tu rostro!! Creó que estoy enamorado!-.
Reímos y nos quedamos despiertos toda la noche. Hacia bromas y chistes. Su forma de ser era increíble, definitivamente es mi tipo. Al día siguiente me llevo a comer y luego a mi casa…
Hasta ahora fue una gran pero gran oportunidad haber salido esa noche lluviosa porque conocí al amor de mi vida Alex…
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