Sexo en el SPA.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Un soleado día de verano, Francisco de 23 años que desde que tenía unos 12 años siempre le han molado los chicos, se disponía a ir hacia un SPA frecuentado por chicos.
Francisco es un chico muy tímido y a la misma vez serio, lo que le dificultaba bastante lanzarse a hablar con chicos. El día que llegó al SPA sintió las ganas de probar por su cuerpo los placeres que nos ofrece la vida, y a ello fue. Al entrar se encontró con un chico alto, moreno, ojos azules y un cuerpo fornido, la verdad es que ya Francisco viendo ese cuerpo de entrada le daban unas ganas de probar ese manjar. Le dio su toalla y la llave de la taquilla, Francisco al llegar a ella se desnudó completamente, dejando a la vista de los clientes un culo respingón, duro y depilado para la ocasión, ya comenzó a aflorar un ambiente cálido.
Francisco se cubrió con su toalla, amarrándosela a la cintura y se dispuso a entrar en una sauna. Ésta estaba vacía cuando llegó, pero no pasaron ni 10 minutos cuando entró un señor de unos 45 años que quería compartir con él dicho servicio. Ambos estaban disfrutando del servicio, hasta que el señor se sienta a su lado y con su mano le comienza a masajear los muslos, Francisco estaba algo nervioso, pero sabía que esto le gustaba y se dejaba hacer, su pene comenzaba a aumentar de tamaño a medida que el señor comenzaba a acercarse más y más hasta su entrepierna. El señor ya veía que Francisco era bastante tímido y entonces tomó su mano y se la llevó a su pene y comenzó a masturbársela por arriba de la toalla, ya comenzaba a hacer calor dentro de la sauna, por lo que le invitó a culminar la faena en la piscina.
De camino a ella, el señor pasó por la taquilla y tomó un preservativo y un lubricante de base acuosa. Al llegar a la piscina, el señor descubrió a Fran de su toalla, dejando al aire su pene juguetón de unos 14 cm, el señor comenzó a darle besitos en sus pectorales, bajando por los abdominales, hasta llegar a su pene, el cual comenzó a besarlo y chuparlo por la cabeza y se la metió entera en la boca. Francisco no paraba de jadear y pedir más al señor, que aumentó su velocidad provocando que el joven Francisco se viniera en su boca, le depositó todo su delicioso chorro de semen en su boca, de lo cachondo que estaba el señor se tragó todo su dulce semen sin dejar una gota.
El señor le sugirió que no fuera tan tímido y que le chupara su pene a él también, que tendría un regalito para él al final. Fran le tocó nuevamente su pene y el señor le tomó de su cabeza y le llevó hasta su pene, se la metió enterita en la boca hasta el paladar. El señor no paraba de repetirle que era una putita y que quería follarle ese culo tan lindo que vio antes. El señor no quiso que se la mamara más, le pidió que pusiera el agua de la ducha y que se pusiera a 4, a lo cual el obedeció, impaciente por probar el pene del señor que era ligeramente más grande que el de él y le dio bastante morbo querer hacerlo con un madurito.
El señor comenzó a lamerle su ano hasta meter la punta de la lengua hasta el fondo, Fran no paraba de retorcerse de placer, sabía que iba a probar ese delicioso trozo de carne. El señor se puso el preservativo y aplicó lubricante en su ano rosa y apretado, le puso su pene en la punta de su ano y delicadamente le fue introduciendo su pene en el ano, Fran sentía algo de dolor que se combinaba con un placer apetitoso, el señor empezaba a empujar un poco más sintiendo como las paredes del ano de Fran le atrapaban invitándole a que entrara todita. El señor en un momento dado se la mete de un empujón, Fran se queda exaltado pegando un grito muy fuerte, a la vez de que comienza con el mete y saca lo que le genera un placer indefinible, el señor lo toma de la cintura y se lo folla como si fuera una puta, Fran no para de gemir y le pide que se venga dentro, el señor se quitó el condón cuando se venía y se le volvió a introducir el pene en su rico ano apretado y se corre dentro, sintiendo Fran una riquísima y caliente leche recorriéndole su inocente culito.
El señor vio como su semen se le escurría por los preciosos muslos de Francisco los cuales lamió su propio semen y mordisqueó las nalguitas de Francisco que también tenían aún restos de semen. Francisco había disfrutado como nunca lo había hecho y disfrutó de la experiencia. Seguidamente se despidió de el señor y continuó disfrutando del SPA y haciendo más amiguitos.
Espero que les haya gustado este relato, es el primero que escribo jaja. Un beso a todos y a disfrutar.
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