SEXO EN LA OFICINA 2
Mis aventuras continúan en la oficina.
Hola, como ya les he contado trabajo en una oficina, la oficina es de dos pisos, en la parte alta se atiende a todos los clientes, en la parte baja esta la sala de espera, baño y cocina.
En la sala de espera es poco común que haya gente, en una ocasión un tipo de unos 50 años estaba esperando y notaba como constantemente se sobaba el paquete, así que me le quede viendo fijamente su paquete, él se mostró un tanto nervioso, así que me levante del counter y me puse frente a él, dándole la espalda, enseñándole mi trasero y me hice como que se me cayó algo.
Durante ese tiempo noté como me miraba, cuando me levante, su pantalón ya mostraba una carpa, se la mire fijamente y me pidió que le prestase el baño.
Al salir del baño, se sentó y yo desde el counter seguí mirando su paquete y él comenzó a sobárselo descaradamente, así que me senté en la sala de espera junto a él y al disimulo mientras conversábamos comencé a rozar mi mano con su pierna, el seguí sobándose el paquete, así que fui subiendo a su paquete y se lo empecé a sobar mientras seguíamos hablando.
Luego me puse de pie y me senté sobre él, comenzamos a besarnos, él se levanta y me pide que me baje el pantalón, mientras lo hacía, él me lo baja de un tirón y me comienza a morder las nalgas a meterme su lengua en mi agujero.
Mientras hacía eso, siento como empieza con sus dedos irme dilatando, ya iban tres dedos, pero yo soy super estrecho además que mi esfínter cierra enseguida, sin importar el tiempo que tenga algo dentro, jejeje.
En cierto momento siento como su pene empieza abrirse camino, así que lo detuve y lo llevé a la cocina, le puse un condón y como en la cocina hay un chailón, lo acosté ahí y empecé a montarlo, me dolía, pero saber que había más personas en la planta alta y que podía ser descubierto me ponía a mil.
Lo seguía montando y nos besábamos, pero seguía con el temor de ser descubierto, así que salimos de la cocina y me puse en cuatro sobre una de las sillas de sala de espera, al menos podría darme cuenta con tiempo si alguien bajaba y podía arreglarme, mientras él seguía penetrándome en esa posición, me comenzó a besar el cuello, con sus manos sobaba mis pechos, disfrutaba demasiado de esa cogida.
La posición me empezó a resultar un poco incomoda, así que me puse de pie y me puse sobre una pared, él me comenzó a penetrar como si fuéramos dos pilares según el Kama Sutra.
De repente siento con su verga se hincha más y él empieza acelerar sus embestidas.
Terminamos y nos arreglamos, duramos alrededor de hora y media, justo a tiempo para que baje con quien venía y se fueran.
Desde esa vez cada que podemos hacemos locuras en la sala de espera, no siempre me penetra, pero si hacemos serrucho o me muerde las nalgas, me dilata, etc.
Cada vez que venían los traía el mismo carro, empecé a tontear con el chofer hasta que un día paso lo que debía pasar, pero como es costumbre, se los contaré en una próxima ocasión.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!