SEXO ORAL EN UN PARQUE
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Deben saber aquellos que me leen que me considero bisexual, he encontrado siempre un cierto morbo interno por los hombres y en los últimos días había buscado la oportunidad de tener una experiencia sexual con algun chico, pero no se había dado. Casualmente ese día, tras salir un poco tarde del trabajo y no encontrar transporte público decidi caminar rumbo a casa.
Camino a casa, hay un parque por el cual tengo que atravesar para poder seguir mi camino rumbo a casa y ese día tras un largo y cansado día decidí tomarme un descanso en aquel parque para meditar un poco y después seguir mi camino.
Decidí sentarme en una de las bancas verdes de metal que se encontraban distribuidas por todo el parque y en una que estaba situada bajo una faro para no estar en la oscuridad total por mi seguridad y más por la hora que era.
Mientras escuchaba música con mis audífonos y me relajaba en la banca pensando mil y un cosas, me causaba curiosidad un joven no mas de 26 años que daba vueltas sin parar por el parque, y debo confesar me puso algo nervioso ya que creí que podía llegar a asaltarme. Mientras decidía en irme o no, apareció un chavo que a lo mucho tenía casi sus treinta años cumplidos, tenía el pelo chino, era algo gordito, piel morena y alto como yo, me miro por unos instantes, le regrese la mirada extrañado y al ver que no hubo respuesta a lo que el buscaba de mi parte, se dirigió a una banca que estaba cerca de donde yo descansaba y se sentó ahí esperando algo.
A lo lejos, veo venir al joven impaciente y se dirige hacia la banca donde este gordito y simpático personaje tomó lugar, los vi intercambiar palabras e inesperadamente comenzaron a besarse. Mi morbo despertó a mil mientras los veía, ambos se besaban y en la penumbra podía ver su manos dirigiéndose a sus paquetes y comenzaban a tocarse por encima del pantalón. Mientras era espectador de este acontecimiento, mi pene estaba a mil debajo de mi truza y mi pantalón de mezclilla.
Después de besarse por unos minutos, el chico impaciente, bajo la cremallera del gordito y comenzó a masturbarlo sacando su pene, aunque no pude ver su miembro por la oscuridad, la cara del gordito de pronto se dirigió a mi y mientras era masturbado me miraba con expresión lasciva. Tras unos minutos, el le quita la mano al chico y se levanta de la banca indicándole que le hiciera sexo oral y sin pensarlo dos veces, el chico se metió su miembro en su boca. Lo succiono por unos minutos y le dijo algo al chico gordito. Este se sentó de nuevo, se guardo su miembro, dijeron algunas palabras y el indeciso se levanto y se dirigió hacia mi, me miro y siguió su camino, yo estaba en tensión total.
Tras este espectáculo no sabía que hacer, miraba constantemente al gordito y dudaba en si acercarme a el o no y en un impulso sexual decidí abandonar la banca en la que descansaba y temeroso me acerque a el.
– Hola – Salude
– Hola, que tal? – me contestó
– Nada, vi lo que hacían – me morí de nervios al esperar su repuesta
– y te gustó? – me dijo mirándome con unos ojos penetrantes que podía distinguir pese a la oscuridad.
– si, algo. la verdad siempre he querido hacer algo así – dije con mi corazón latiendo a mil
– pues que esperas – sin esperarlo me jalo a su cara y comenzó a besarme apasionadamente
Podía sentirme tocando con mi lengua su paladar, explorando su boca cálida y que quería comerme.
– Eres muy guapo – me decía
En eso comienzo a sentir su mano dirigiéndose a mi pierna y comenzando a tocar mi erecto pene sobre el pantalón. Yo automáticamente respondí de la misma forma, masturbando su erecto pene sobre su pantalón. Inesperadamente me deja de besar y me dice:
– Me la quieres mamar? –
Yo sin saber que responder y ya que no me interesaba mucho hacerle sexo oral a otro hombre si no más bien recibir primero, conteste:
– la verdad es que no soy gay, pero si quieres puedes mamarmela tu a mi –
El accedió con una sonrisa y bajo mi cremallera, adentro su mano a mi pantalón, paso la entrada del boxer y sentí su mano suave sobre el tronco de mi pene:
– estas durísimo – me dice
Yo solo pude mirarlo y sonreír. Mientras intentaba sacarlo, mi pene no cedía a salir por la gran erección que tenía, mi pene he de decir no es muy grande. Mide 16 cm y es circuncidado. Cuando lo logro sacar, me masturbo unos segundos y me beso , para luego decirme:
– Levántate, te la voy a mamar –
Esas palabras fueron música para mis oídos, me levante de la banca con el pene de fuera y cuando menos pensé sentí su húmeda lengua pasándose por mi glande hasta que trago todo mi tronco. Estaba en las nubes, no podía creerlo, había logrado que un chico se comiera mi pene y lo que más me ponía era estar en un lugar público. Cuando menos pensé, volteé alrededor para ver que no hubiera nadie, y el chico indeciso nos miraba y se tocaba a lo lejos. Estaba exitadisimo, pero quería que esto durara lo más posible, en mi cabeza pensaba en mil y un cosas mientras sentía como su boca me succionaba. Le dije:
– Nos miran –
Dejo de mamar mi pene para mirar al chavo indeciso que a lo lejos se sobaba sobre el pantalón, mientras hacia esto yo mire mi pene ensalivado y brillante a la luz del faro cercano y brincando de excitación.
– Ahorita le toca a el – río para después volver a meter mi pene en su boca.
Sentía morir mientras succionaba, lamía mi glande, mi tronco y sentía palpitar cada centímetro de mi miembro en su boca. Trataba de contener gemidos, y solo podía decirle:
-que rico mamas- sigue, me tienes a mil –
Mientras el solo me miraba y seguía succionando.
Tras para lo que creí haber sido unos 5 minutos, sentía que iba explotar, no podía más y con voz entrecortada le dije:
– Para, que me vengo –
Se saca mi pene de su boca y me dice:
– Hazlo en mi boca, quiero tu semen –
Eso fue el punto final para explotar con lo que sentí fueron casi 6 disparos de semen en su boca cerrada que abrazaba mi pene. Sentía mis piernas tambalearse por el orgasmo que acababa de experimentar. Cuando saco mi pene vi como tragaba mi semen y lamía los restos de mi glande.
– Puta, que rico – le dije mientras me sentaba.
– Sabía a gloria tu nectar bebe – me dijo
Guarde mi pene aún erecto con dificultad y me beso. Podía sentir el sabor de mi semen y su saliva. Que beso.
Vi la hora y sabía que me esperaban en casa y cual Cenicienta le dije que debía irme, le dí mi número y corrí hacia casa aún con una pequeña erección debajo de mi pantalón, mientras a lo lejos veía como se comenzaba a besar con el chico indeciso.
Era para 5 estrellas, pero se me fue el dedo.
Estuvo muy rico, lo imaginé todo. Me dan muchas ganas de mamársela a alguien en la calle y estarme masturbando en cuclillas