sexo y adrenalina, la mejor combinacion
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Alberth-1978.
Aquella tarde estaba ansioso, esperando a que sonara mi celular, impaciente pues los días habían pasado y yo ya no podía con la angustia que se siente cuando no tienes al ser amado a tu lado. Un viaje al que yo no había podido acompañarlo por cuestiones laborales nos había mantenido a la distancia y tan solo con una cuantas llamadas por celular no es suficiente, máxime con el temperamento con que me doto la madre naturaleza, diario quiero hacerle el amor a mi hombre, es por eso que esperaba ansioso su regreso.
En ese tiempo mi departamento, el cual había alquilado con la intensión de tener un lugar privado para ambos, había sido “invadido” con la visita de mis padres, que para ser sincero, no parecían tener ganas de retirarse, yo solo esperaba que la visita se terminara para empezar con mi ritual para recibir a mi hombre, pero el tiempo pasaba y de pronto sucedió lo que tanto esperaba: el ring, ring de mi celular anunciaba con la melodía predeterminada especialmente para él que ya se encontraba en la ciudad.
Yo- hola amor
Él- hola, ya estoy aquí
Yo- excelente, vas a venir al depa?
Él- quieres que vaya?
Yo- obviamente, ya no puedo estar sin ti un minuto más
Él- está bien, voy para allá
Debo mencionar que mis padres conocen mi orientación sexual y no tenemos ningún problema con el tema, es como en muchas familias mexicanas: se conoce el tema pero no se toca. Mi madre que es la más perspicaz me miraba como entendiendo que yo estaba algo incomodo:
Mamá- y Adrian no ha regresado de vacaciones?
Yo- si, de hecho acaba de regresar, ahorita me llamó que ya viene para acá
Mamá- ah ok, bueno entonces voy a prepararle café como le gusta, sirve que lo saludamos.
Yo para ese momento solo pensaba en tenerlo frente a mí y abrazarlo y besarlo y quitarle la ropa para comerle la verga que tantas veces me había hecho tan feliz, tan solo de pensar en ello ya tenía el bóxer mojado (lubrico demasiado) y con esto parecía que mi plan se venía abajo, acto seguido mi madre fue a la cocina y puso el agua en la estufa para cuando llegara Adrian todo estuviera listo.
Yo no sabía cómo podía contener la erección que ya se empezaba a notar en mi entrepierna, un mes sin ver a mi hombre y tener que soportar la bienvenida familiar no era lo que yo tenía en mente, ese día yo llevaba puesto el bóxer que a él tanto le excitaba, debo decir que soy un tipo de lo más normal, sin exageraciones ni nada del otro mundo, de hecho creo que soy uno de esos tipos con “ángel” que siempre se está riendo y jugueteando, físicamente soy blanco, mido 1.73 cm aproximadamente, ojos color miel, cabello castaño, con vello solo en las piernas y donde debe de haber, mi pene no es nada espectacular aunque los que han tenido la oportunidad de probarlo dicen que hace cosas exquisitas, ya que por su tamaño (18 cm Aprox) y su forma (un poco curveada) no lastima en lo absoluto sino que solo brinda placer, de hecho me encanta cuando estoy penetrando a alguien y puedo ver la expresión en su rostro y ver como algunos se vienen sin siquiera tocarse es lo máximo. Pero bueno como les decía llevaba el bóxer que siempre prende a Adrian, es casi como un clave, el sabe que cuando me lo pongo es que habrá acción.
Pasaron unos 30 minutos y sonó el interfon que anunciaba que Adrian estaba en la entrada del edificio.
Yo- hola
Adrian- soy yo
Yo- ok listo
Mi departamento es el pent-house, así que antes de llegar a la puerta principal hay una puerta que divide la puerta de mi vecino de la parte de abajo a la escalera para llegar a mi depa, por lo que debo bajar las escaleras para abrir la puerta
Yo- voy a abrirle
Mamá- ok
Salgo del depa, no sin antes pasar por el espejo y acomodarme el cabello y el cuello de la camisa, ustedes saben, estar lo mejor presentable posible, empiezo a descender por la escalera y bajo el cierre del pantalón de mezquilla deslavado que llevo puesto, saco mi verga, que esta término medio y la acomodo de tal manera que sea muy visible y antojable, estoy terminando con mi trabajo cuando llaman a la puerta, mi corazón palpita como potro desbocado, empiezo a temblar de la emoción, mis piernas pierden fuerza y siento algo raro en el estomago, como cuando te dan ganas de ir al baño. Un nuevo llamado a la puerta me saca de mi aletargamiento, abro la puerta y ahí está el: con su inigualable sonrisa y su olor tan peculiar, lo abrazo y cierro la puerta tras él y lo beso apasionadamente, nos fundimos en ese cálido y húmedo beso, sin importarme que estamos en la puerta del vecino, el beso se hace más largo de lo normal y junto mi cuerpo lo mas que puedo al suyo y mi verga empieza a babear ese liquido pre seminal tan conocido cuando la calentura esta al máximo, empiezo a bajar mis manos por su espalda y mas allá, masajeo sin pudor su trasero, ese trasero que me ha dado tanto placer, meto mi mano por debajo de su pantalón y calzones hasta tocar su cálido culito, que está dispuesto para mi, el solo emite un leve quejido y yo le muerdo el lóbulo de la oreja, empiezo a sentir como crece su verga también y con mi otra mano la tomo por encima del pantalón, mientras él se deja hacer.
Yo- amor estoy muy caliente y te quiero coger como nunca
Adrian- y yo quiero que me destroces el culo, ya no aguanto, he extrañado tu verga todos estos días
Yo- pues ya la tienes aquí, toda para ti papi
Adrian estaba sudando y con mi verga en su mano, para este momento mi cabello estaba por ningún lado y mi camisa totalmente desaliñada al igual que la de Adrian, le dije que mis padres estaban arriba esperándolo para saludarlo y fue inevitable ver el desencanto en su rostro.
Yo- pero no te preocupes amor, ahorita que te saluden se van, solo se esperaron para saludarte
Adrian- pero ya no aguanto, quiero coger contigo ya, quiero tu lechita caliente, te quiero adentro, mira como estoy
Y en verdad estaba excitado, su pantalón parecía carpa de circo, en ese momento me arrodille y hundí mi cara en su paquete por encima del pantalón y percibí ese olor tan peculiar, ese olor a hombre que embriaga, que seduce, que hipnotiza, pase mi mano por entre sus piernas y la lleve a su culo por sobre el pantalón, ya no podía mas, pero teníamos que subir y así lo hicimos.
La plática con los suegros fue de los más amena y por lo tanto, larga, yo ya no aguantaba más, estaba empezando a molestarme, por algo me había salido de mi casa, para no tener este tipo de situaciones y nada, parecía que aun seguía viviendo con mis padres, el caso es que Adrian estaba cansado y al día siguiente tendía que trabajar pues sus vacaciones habían llegado a su fin, el caso es que me dijo que se tenía que ir, no era posible, yo con tremenda erección y cargado de leche y Adrian se tenía que ir, no era posible, tantos días esperando por mi culito rico y no podría cogérmelo, me dijo que me había traído un regalo de su viaje y le dije que fuéramos a mi cuarto.
Yo- ahorita regresamos
Papás- está bien
Tras cerrar la puerta de mi recamara todo exploto, nos volvimos a besar, pero ahora la diferencia es que teníamos un poco mas de privacidad y libertad, le abrí la camisa y empecé a besar cada uno de sus pezones, rosaditos, duros por la excitación, era una delicia, esa piel blanca, ese olor a mi hombre, el ahogaba sus gemidos y mientras yo le chupaba cada uno de sus pezones, lo encaminaba hacia mi cama, no sé cómo pero le mordía el pezón derecho, desabotonaba su pantalón y al mismo tiempo lo conducía a la cama, en ese trayecto tan corto Adrian quedo con los pantalones en los tobillos y sin camisa, yo baje su bóxer y ahí estaba esa verga, que aunque no era grande pero era suficiente para mi, con su cabeza libre, húmeda, como babeaba, se notaba que también estaba bastante excitado por todo el precum que tenia, yo de inmediato me trague aquel pedazo de carne caliente, el sabor de su precum era algo salado pero conocido por mí, Adrian tenía una almohada en la boca para que los gemidos no fueran escuchados por mis padres que estaban en la sala, a menos de 10 metros de nosotros y eso me producía más morbo, fue cosa de un momento y Adrian ya estaba sujetándose las piernas y ofreciéndome el culo, yo como loco fui a comérmelo, le metía la lengua con tal desesperación, como si en eso se me fuera la vida, pero en el mejor del momento se escucha la voz de mi madre
Mamá- mijo, ya nos vamos!!!
Yo- chin
Adrian-espérate, vamos a despedirlos
Yo- pero…
Adrian- pero nada, además ya es tarde
En ese momento salimos todos desaliñados a despedir a los suegros, mis padres, pero cuál fue mi sorpresa que Adrian fue quien se despidió!!!!!
Adrian- bueno señores yo me retiro, mañana tengo que trabajar y aun tengo que desempacar y todo así es que yo me despido.
Yo- pero Adrian aún es temprano
Adrian- si pero estoy cansado y mejor me retiro
Mama- mijo yo creo que Adrian tiene razón, ya mañana entra a trabajar
En ese momento yo estaba lleno de rabia y lo menos que quería era escuchar a mi madre que por su culpa no había podido coger con mi hombre. En fin les dije que acompañaría a Adrian al carro y que regresaba en un momento y mi papá comento que estaba bien que así se podría terminar su café, salimos del depa, cerré la puerta y en las escaleras le agarre el culo y lo abrace por atrás y le dije que no me podía dejar así, que estaba muy caliente y me dijo que el también pero que la situación no se había prestado que tendríamos que esperar, en ese momento se me vino una idea a la cabeza: cogérmelo ahí mismo, en las escaleras y afuera de la puerta de mi vecino!!!!!
No le dije nada pues se que se negaría, solo lo detuve y empecé a besarlo de nuevo, lo empecé a acariciar, le tocaba las nalgas, que ricas nalgas tiene, de inmediato sentí la reacción por su parte, el pito se le empezó a poner duro, igual que a mí, le abrí la camisa mientras el ponía un poco de resistencia, pero eso no me importo, seguí con lo mío y claro que sabia como calentar a mi hombre, empecé a meterle mi mano por debajo de su pantalón y bóxer, ya tenía la mitad de mi dedo dentro de su culito tibio, el solo hacia ruiditos cachondos, yo desabroche su pantalón de nuevo, a estas alturas el ya no tenía voluntad sobre él, yo era quien tenía todo el control, y la excitación y adrenalina era tanta que ya todo estaba dicho: cogeríamos en las escaleras del depa, en la puerta del vecino
Adrian- ahhhh ay chiquito, que rico papi, así, sigue así
Yo- te gusta putito? Me extrañabas?
Adrian- si papi, quiero que me destroces el culo, quiero sentir tu leche, hazme lo que quieras
Ya en ese momento Adrian tenia los pantalones en los tobillos y yo igual, empecé a acercar mi verga a su culito, ni siquiera necesitaba lubricante, mi verga estaba totalmente húmeda, yo solo jugueteaba con su culito y lo volteé y lo tome del cabello, el entendió el mensaje y se puso de rodillas, se metió la mitad de mi verga a la boca, ahhhh que rico, que sensación, verlo como se tragaba cada centímetro de mi pito, sentir su lengua, su garganta y ver como se atragantaba al punto de querer vomitar, mientras chupaba mi verga me miraba y de sus ojos salió una lagrima por tragar hasta la garganta, no podía mas así que lo puse de pie y lo puse contra la pared, y sin miramientos le puse la verga en la entrada de su culo, la empuje de un solo empujón entro entera, Adrian se mordió la mano para no gritar, me di cuenta que le dolió pero eso no importo, la calentura era mas, empecé con el mete saca, cada vez más fuerte, Adrian estaba agachado dándome plena libertad de hacer con su culo lo que yo quisiera, su cabeza golpeaba contra la pared , ambos estábamos sudando a chorros, ya no nos importaba tanto que nos escucharan, Adrian gemía y yo igual, Adrian apretaba su culito tan rico que yo estaba a punto de venirme y así se lo hice saber, Adrian no le importo solo se mordía la mano y yo aproveche para meterle dos dedos en la boca mientras me lo cogía frenéticamente, la sensación era increíble, ahhhh que rico culo,
Yo. Me voy a venir, me voy a venir!!!!
Adrian. Vente papi, dame tu leche ya, la quiero, dámela!!!
En ese momento saque mi verga de su culo y lo volteé para echarle los mecos en la cara, cayeron dos, tres, cuatro chorros de leche, viscosa, caliente, se veía delicioso su rostro bañado de leche, el se jalaba la verga mientras yo lo llenaba de leche y a los pocos segundos se vino a corros, su leche cayó al piso, de inmediato nos medio limpiamos y arreglamos la ropa, yo le di un beso que aun tenia restos de semen. Adrian se fue y quedamos de seguir con nuestra sesión de sexo al día siguiente.
Esta fue una de las cogidas más ricas que le di a mi ahora ex.
Este es mi primer relato así que espero sus comentarios, espero les haya gustado ya que todo es real
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