Siempre estuvo ahí…
Cómo una sombra, como asediando… El incesto siempre estuvo ahí…..
Hola amigos, sé que ha pasado un largo tiempo en el que no hemos escrito nada Y es que se suscitó un problema en casa. Seguramente ustedes ya saben de qué va Y es que en una fiesta la novia de mi hermano explotó y nos gritó a todos que ella vio a mi mamá y a mi hermano teniendo relaciones sexuales. Como sabrán pues esta historia mi hermano ya la había subido casi al mismo tiempo que yo subí las mías con mi novio y su hermano… y pues han sido días difíciles, complicados.
Sin embargo estos días me han servido para reflexionar que el incesto ha sido algo que siempre ha estado ahí…
En este rato contaré pequeñas cosas que me pasaron a mí desde pequeño, déjame un poco de lado esta situación a la que nos enfrentamos mi familia y yo. Debo aclarar antes que yo no leí el relato que subió mi hermano, De hecho yo solo sabía que él había escrito algo pero no sabía ni el nombre ni lo que había escrito y solo me enfoque en lo mío, bueno… da igual.
Desde muy pequeño yo siempre supe que me gustaban los hombres, de hecho de muy pequeño (tres o cuatro años) yo veía novelas con mi mamá me identificaba por alguna extraña razón más con los personajes femeninos. Mi hermano Por otra parte se la pasaba más con mis tíos jugando fútbol y demás cosas. Pero había un tío en específico que tenía un trato diferente para conmigo. Por motivo de discreción le vamos a poner a este tío Gilberto o Gil, para más rápido.
Gilberto me trataba con mucho cariño, me abrazaba, me cargaba y siempre me llevaba a ver la televisión con él cuando visitábamos la casa de mi abuela y ya estando a solas se comportaba aún más cariñoso. Me daba besos en la boca, me trataba como niña y me acariciaba mucho las piernas. Hasta que un día, Domingo si no mal recuerdo, comenzó a acariciarme por debajo de la ropa.
Él compartía cuarto con otro tío al cual le pondremos Julián, que se dio cuenta de estas cosas, pero nunca dijo nada. De hecho ese día prefirió salir del cuarto y darnos más “privacidad”, Por decirlo de alguna manera. Al ver que yo no me quejaba y que me dejaba hacer, subió más La apuesta y comenzó a tocar mis nalguitas, mi pequeño pene, a besar mi cuello y orejas y la verdad es que yo sentía muy rico, era agradable y placentero. Obviamente esto lo digo en retrospectiva, no conocía el significado de agradable o placentero por eso en primer instancia dije rico jajaja.
Él tomo mi manita, la llevó a su entrepierna y me dijo que se lo agarrara. A mí eso ya me habían explicado lo que tenemos los hombres entre las piernas y en minas encía siempre les llamé tili a los miembros masculinos.
Yo: Se siente grandote, tío.
Gil: ¿Te gusta princesa?
Yo: Si, me gusta mucho tío.
Gil: ya te dije que no me digas tío cuando estemos solos mi niña…
Yo: Si, si me gusta tu tili mi amor.
El sonrió, yo sinceramente no sabía su edad y para mis tiernos 3 o 4 añitos ni siquiera era como que me importará. Ahora que ambos somos adultos y haciendo cuentas se que el debía tener entre 14 o 15 años por aquellas fechas. En fin, para mí el ya era un hombre y se parecía según yo a los novios de las protagonistas de telenovelas y yo quería que el me besara como ellas se besaban, lo de los toqueteos era extra y la verdad yo no me quejaba porque sentía rico.
En una ocasión, cuando mi mamá tenía que salir temprano para sacar una cita médica a su esposo nos llevaron a mi hermano y a mi a la casa de mi abuela, mi hermano pidió quedarse con mi abue y yo fui directo al cuarto de mis tíos, entre y me acosté con Gil. Él me recibió abriendo las cobijas y me dijo que me durmiera, pero yo comencé a agarrarle el tili por encima de la pijama, pasó un ratito y el me volteó y comenzó a bajarme el pantalón y calzoncillo, mientras se bajaba la pijama y me recargó la punta del pene en mis nalguitas.
Gil: (en susurro) Que calientito estás Alex
Yo: (en susurro) métemela, mi amor.
Gil: No, no bebé… te va a doler como la otra vez ¿Te acuerdas?
Yo la verdad no me acordaba ni me acuerdo de que ya me la hubiera metido o que lo hubiera intentado, pero si me acuerdo muy bien de esa vez y sé que al yo pedirle que me la metiera es porque al menos lo había intentado, además también recuerdo que a esa edad tuve que ir al doctor en una ocasión y por algo que me había pasado en la colita me recetaron supositorios, que solo me ponían mi mamá o mis tías.
En fin, la última vez que tuve contacto con ese tío de esta manera, fue un poco más grande, me acuerdo que había salido en dvd una de las películas de la era de hielo y el me llevo a su cuarto, íbamos a verla. Pero, ya tenía yo más primos que tenían 3 o 4 años, yo tenía entre 6 o 7. En fin, como decía fui con mi tío a su cuarto y mientras el ponía la película le agarre la verga por sobre su pantalón, Pero… el me tomo de la mano y me dijo que ya no podríamos hacer esto nunca más, que yo ya estaba muy grande y el podría tener problemas, yo me enoje y me salí de su cuarto, mi hermanita y mis primos entraron y yo me puse a llorar.
En fin… creo que está experiencia y la idea que tenía a esa edad que ahora más que idea llamarían disforia de género, fueron las bases de mi actual homosexualidad. Bueno, después de esto y por varios años yo la verdad es que no tuve mucho en mente cosas relacionadas al sexo o al morbo, de hecho comencé a vivir una infancia normal y de hecho hasta me empezaron a gustar ciertas niñas o a llamarme la atención, claro… Pero de eso no va este relato. Y como dice el título, siempre estuvo ahí… el incesto siempre estuvo ahí….
Y aquí va, justo con la familia de mi papá (Rubén, mi papá biológico). Cuando era niño tuve más relación con él, poco a poco se fue desentendiendo y terminé llamando papá al esposo de mi mamá y hermano de mis hermanos. Cómo sea, cuando cumplí 9 años mi papá me llevó a pasar las vacaciones de verano con él y su familia. Yo me llevaba muy bien con los hijos de sus sobrinas que eran de mi edad (bueno, un año menos tenían los niños… Pero entienden) De entre esos morros, mi favorito era Abdiel, el hijo de su sobrina Sol. Era el primo que vivía en esa casa y que todos los primitos seguían y demás… además, el también era muy cercano a mi.
Pasaron los días de aquellas vacaciones y solo quedamos él y yo, los otros se habían ido a Acapulco y demás lugares. A nosotros nos iban a mandar a un curso de verano y el día que íbamos a comprar las cosas, materiales y demás que pidieron. Abdiel sugirió jugar a los superhéroes, yo acepte contento y él dijo que él sería el hombre araña y yo sería la mujer araña. Eso último (y a esas alturas) no me gustó, Pero igual accedí, en el camino seguíamos jugando y de repente, cuando su abuela (mi tía) se distrajo, él aprovecho para agarrarme una nalga.
Yo: (asustado) ¿Qué haces?
Abdiel: Pues, tú eres la mujer araña y yo el hombre araña, entonces eres mi mujer.
Se paró atrás de mi, me abrazó así arrimándome su pequeño miembro en el trasero, me sorprendió Pero no dije nada. Después de comprar todo regresamos a la casa y siguió el día normal. Cuando mi tía se puso a ver televisión por la tarde, Abdiel le pidio permiso para que jugaremos abajo y ella nos lo dio, él me tomo de la mano y me llevo al baño de la planta baja.
Ya en el baño, volvió a arrimarse detrás de mi y comenzoa fingir que me penetraban, yo… sinceramente me sentía incómodo y no quería jugar así, Pero el continúo. Yo le dije que si podíamos jugar a otra cosa, él aceptó molesto y terminamos viendo televisión en la sala.
Al llegar la noche, nos mandaron a bañar y él sugirió que lo hicieramos juntos, mi tía aceptó y el estaba feliz. Al quitarnos la ropa, agarro mi pequeño tili y yo sentí un cosquilleo rico, lo mire a los ojos y sonreí.
Abdiel: tú eres más grande… dime ¿Cómo se hacen los bebés?
Yo aún no tenía clase de educación sexual, ya que al menos acá en México y en aquella época… esas clases las daban en 5to año (10-11 años). Yo nervioso y tal vez algo caliente, le dije que tenía que meterse mi pene en la boca, el hizo cara como de asquito…
Abdiel: No, tú eres la mujer araña, tú hazlo.
Yo sonreí y ma agache frente a él y comencé a chuparle de manera muy inexperta el tili, él al parecer lo disfrutaba, hacía su cabeza hacia atrás y en un momento me agarraba la cabeza, de pronto sonó que tocaban la puerta.
Tía: ¡No escucho el agua Abdiel!
Abdiel: ¡Ya voy abuela!
Tía: ¿Qué tanto hacen?
Abdiel: Estábamos jugando ¡Ya vamos!
Abrió la regadera, me miró sonriendo y nos dimos un pequeño pico en la boca, yo me sentí…. Volar. Me gustó ese beso y quería continuar, Pero comenzamos a bañarnos, cuando ya íbamos a terminar me miró, me dio otro pico y me dijo que ahora el quería ser la mujer araña. Se agachó y comenzó a chuparmela, a pesar de no ser expertos debo decir que jamás metió los dientes, ni me mordió, solo chupaba como si fuera una teta o cuando te chupas o chupan el dedo y me gustó.
Tía: Ya se tardaron mucho
Dijo la abuela de Abdiel tocando la puerta, cerré la llave mientras los levantabamos y Abdiel respondió.
Abdiel: ¡Ya terminamos abuela!
Nos secamos, seguimos vistiéndonos y ahí quedó por el momento. En la noche, cuando terminamos de cenar su abuela nos mandó a dormir y ella se quedó platicando con otra tía que también vivía en esa casa. Mientras tanto al solo llegar al cuarto, nos tiramos en la cama, nos vimos a los ojos, nos dimos un beso de piquito y comenzamos a chupar nuestros pitos por turnos, hasta que llegó mi tía, abrió la puerta y nosotros nos tapamos con las cobijas. El jueguito continúo hasta que un día a uno de los dos nos ganó del baño, sinceramente yo siento que fue a él y ambos estábamos mojados y yo decidí salir de esa cama.
Al llegar la mañana le dije a la tía lo que había pasado y nos regaño a los dos “por cochinos” ya que no aseguro que fuera él o yo el que orinó la cama y así termino este jueguito con él. Aunque después en el curso de verano se vengó de mi al hacerme bullying cuando se dio cuenta que me gustó una niña del curso y yo decidí regresarme a casa con mi mamá, haciendo que mi papá se molestara.
Bueno, continuando con nuestro relato de incesto jajajaja Volviendo a la familia de mi mamá, en casa de mi abuela pasaron cosas con un primito de unos 5 o 6 años cuando yo tenía 12.
Un día en la escuela comencé a sentirme raro después de pelearme con un amigo que curiosamente se llamaba como mi novio, Alexis. Él y yo nos habíamos peleado porque a mí me gustaba una chica y le pedí a él que le diera una cartita cuando salimos de vacaciones de invierno y al regresar la chica se le declaro a él. En esa pelea o discusión nos empezamos a aventar, Pero yo de manera inexplicable comencé a sentirme raro, sentía algo raro en mi entrepierna, no estaba erecto, pero… sentía una emoción que no entendía (estaba excitado, lo entendí después).
Llegué a la casa de mi abuela porque mis padres no estarían en casa y tampoco mis hermanos y al llegar ví a mi primito Adán (repito: de unos 5 o 6 años) salir del baño, traía el pantalón bajado y creo que quería que su mamá o mi abuela se lo subiera, yo sin saber porque lo metí de nuevo al baño y comencé a besarlo en la boca a la fuerza.
Adán: No, Alex… no… esto lo hacen los novios.
Yo: Si, Pero es que te quiero ¿Tú no me quieres?
Adán: Si, si te quiero…
Yo: ¿Y no te gusta que te bese?
Adán: S-si… si me gusta.
Yo ya tenía el pito bien parado, y comencé a acariciar sus nalgas, quería cogérmelo, no sé porque, Pero… verlo así me calentó y ya venía yo con esa sensación y de verdad comencé a manosearlo, lo volteo y por primera vez en mi vida y sin saber de dónde lo saqué le hice un beso negro a ese tierno culito.
Adán: Ah… no. Danny … está sucio ahí
Yo: no me importa….
Tocaron la puerta y me detuve.
Yo: ocupado….
No sé cómo me controlé, estaba totalmente asustado… Pero, respondí tranquilo.
Abuela: Mijito ¿Está Adán contigo?
Yo: S-Si abue… estaba aquí en el baño cuando entré y… quería que le acomodaran su pantalón.
Rápidamente vestí al niño, me senté en el inodoro, abrí la puerta dejando que saliera y me quedé adentro.
Abuela: ¿Y porque se quedó contigo?
Yo: Es que ya me ganaba abue…
Abuela: Ah, bueno… apúrate y te lavas las manos para ir a comer, te esperamos en la cocina.
Espere a que se me bajara la erección y salí del baño… con este primito tuve varias experiencias en mi adolescencia y la última vez que hicimos algo fue cuando cumplí 18.
En fin, pasaron unos años y de nuevo en otras vacaciones con la familia de papá con otro primo de nombre Osvaldo, que era más chico que yo y yo ya con la adolescencia y las hormonas al tope… jajaja me prendí.
Un día que estábamos en la alberca de la casa de su abuela, otra tía hermana de mi papá. (Si, mi papá era mucho más chico que sus hermanas) En dicha alberca estábamos mi hermano Carlos (que se coló de invitado), la prima de Osvaldo Sarah, el mismo Osvaldo y yo.
A mí hermano le gustaba la prima de Osvaldo y yo estaba aburrido, la niña (de 11 o 12) estaba canté y canté, baile y baile y bueno… yo estaba aburrido y comencé a jugar con Osvaldo a aventarnos agua y demás. En un momento Sarah dijo que se iría a servirse refrescos y demás, mi hermano corrió detrás de ella todo embobado. Osvaldo y yo nos quedamos en la alberca y en una de esas el juego avanzó a luchitas y en una de esas, terminó siendo cargado por mi y…. Por razones que aún no entiendo mi mano termino en su abdomen.
Osvaldo: Danny…
Me miró, yo no entendí su tono de voz y que dijera mi nombre.
Yo: ¿Qué pasa?
Osvaldo: Tu mano…
Yo: ¿Qué tiene?
El estaba algo apenado, se volteo a otro lado y yo sonreí y le dije…
Yo: ¿Qué? ¿Te da miedo que la baje…?
Dije mientras comenzaba a bajarla hacia su miembro y tocarlo.
Yo: ¿y la ponga aquí?
Osvaldo: ¡Ay! ¿Qué haces?
Yo: Te gusta ¿Verdad?
Lo moví e hice que se sujetará de mi cuello. Sin mover mi mano de su bulto y poniendo mi otra mano en sus nalgas.
Osvaldo: Danny… ¿Qué haces?
Yo: SE siente rico… ¿Verdad?
Osvaldo: Si, Pero se siente raro…
Lo mire a los ojos y lo besé en la boca, el siguió el beso y seguí manoseándolo, hasta que escuchamos la risa de Sarah y Carlos acercarse… nos estuvimos y lo avente al agua.
Sarah: jajajaja no manches ¿A qué juegan?
Carlos: No seas brusco con Osvaldo, wey… está más chiquito que tú.
Osvaldo tenía 10 años y yo 14…. Pero, no pasó más que eso. Bueno, salvó que cuando cumplí 18 el me mandó mensajes por correo diciendo que tenía ganas de que hiciéramos algo, que tuviéramos sexo y no sé qué tanto, Pero… ya en persona se arrepintió y comenzó a evitarme.
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