SIEMPRE VUELVE POR MÁS, Y LO OBTIENE
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Compartíamos varias horas del día en el ambito laboral y entre charlas, bromas y risas,, nos fuimos conociendo y atrayendo fisicamente… Yo, por ese entonces cogía regularmente con un macho, que no se asume como mi pareja, pero que me daba lo que yo necesitaba, sexo desenfrenado y satisfacción sexual. La indefinición de mi macho en cuanto a nuestra relación, me permitía disfrutar de otros hombres sin problemas.
Cristian, mi compañero de laburo, me calentaba y siempre voy por lo que quiero, asique logré atraerlo a mi cama y que disfrutáramos de buen sexo, el sexo anal que no le daba su mujer. Él es casado y segun sus palabras, hacerlo conmigo lo hacía sentir otro clase de placer, me agradecía hacerle descubrir el sexo entre hombres y poder disfrutar de mi buen culo. Yo nunca le oculté que cogía regularmente con un amigo, lo indefinido de nuestra relación y la posibilidad que compartieramos buen sexo, en un triángulo…
Él, que en nuestro primer encuentro se mostró tímido, inseguro y asustado, terminó asumiendosé adicto al sexo anal, loco por mi agujero maravilloso y se puso el "título" de amante. A mi macho fijo, tambien le conté de los encuentros con Cristian, y eso le hizo poner más dedicación en su papel, no asumido, de pareja. Hasta me decía que lo exitaba saber que estaba con otro hombre, tambien le puso el rótulo de AMANTE…
Así obtenía placer de dos hermosos machos, que se turnaban por atenderme y competían por satisfacerme. Los días que uno no podía, el otro se encargaba de estar presente y darme lo que necesitaba, leche abundante y calentita de hombre. Ambos tienen en común, buenas vergas y una característica que me calienta y mucho, usan la cabeza rapada. Nuestra relación era tan buena y sincera que hasta los presente. Y así iniciamos un trio sexual, satisfactorio para todos. Mi macho se calentaba y mucho, viendome coger con mi amante, Cristian. Este obtenía alivio para su adicción al sexo anal. Y yo, era doblemente cogido y satisfecho por dos ejemplares masculinos, que habia elegido libremente.
Hasta practicamos la doble penetración y como un plus, cuando yo viajaba por laburo, se encontraban entre ellos y se brindaban satisfacción mutuamente, extrañando mi culo. Yo viajaba tranquilo, sabiendo que mi macho no se entusiasmaría con otro tipo y mi amante, me era fiel, ya que obedecía a mi pedido de, satisfacerlo a mi macho. Por razones laborales, yo cambié de lugar de trabajo y por esto, se terminó nuestro trato diario con Cristian, mi amante. Ante esta nueva situación, prometimos mantenernos en contacto y coger regularmente, pero nuestra relación se enfrio y nuestros encuentros son más espaciados…
Como Cristian sigue enganchado conmigo y adicto a mi agujero de placer, regularmente me llama y tenemos algún encuentro, o yo paso a verlo por mi antiguo trabajo, me insinúo y logro despertar su deseo, inmediatamente. Un saludo de fin de año y los buenos deseos, encendieron la chispa de un nuevo encuentro. Él propuso verme, yo le hice saber que no estaba en la ciudad y que le avisaba de mi regreso… Mensajes insinuantes y subidos de tono, aumentaron nuestra calentura y nos prepararon para nuestro reencuentro, despues de un largo mes, sin vernos…
Le avisé a mi macho que regresaba a la ciudad el miercoles, pero en realidad regresé el lunes y el martes, fuí a verlo a Cristian. Me presenté a la mañana en su lugar de trabajo,para ver su cara de sorpresa y calentarlo más. Luego de los saludos correspondientes y de comentarios ligeros, charlamos de todo un poco. En un momento, me llevó aparte y me dijo que moría de ganas de cogerme, mientras me apretaba mi culo, me besaba y me hacia sentir su hombría, ya erecta. Le contesté que yo no vería a mi macho hasta el miercoles, y que tambien lo necesitaba, que lo esperaba a la tarde en mi casa…
A las 6 de la tarde, hora de salida de Cristian, me llega un mensaje diciendo que va a llegar más tarde, que si a las 9 me queda bien, le contesto que lo espero, ya que me estoy derritiendo de deseo, y que no tarde. Un nuevo mensaje de él, me dice que me va a compensar. Para acortar la espera, veo unas películas pornos, que me ponen aún más caliente y deseóso del encuentro con mi AMANTE…
Llega Cristian, está irresistible y demandante. Me toma en sus brazos, comienza con sus besos ardientes, apoderándose de mi boca y penetrandomé con su lengua. Nuestra calentura nos envuelve en un tornado de pasión y deseo. Sus manos en mi culo me hacen desearlo más, quiero sentir sus dedos, su verga, todo dentro de mi agujero, que pide a gritos ser poseido. Le hago saber que necesito su pija, se libera de su ropa, su boxer mojado de liquido pre seminal se vuelve un placer de dioses en mi boca…
Me pide que le coma la pija, que quiere sentir mi boca caliente en su verga, lo recuesto en el sofa, me saco la ropa y me arrodillo para engullir ese hermoso miembro que me ofrece. Saboreo su liquido de hombre, me engullo su cabeza rosada, lamo sus huevos cargados y finalmente me trago toda esa hermosa lanza. La chupo como niño goloso con un helado en sus manos. Mi amante comienza a suspirar de placer, me agarra mi cabeza y comienza a mover su cadera, penetrando cada vez más en mi boca y haciendome sentir la punta de su verga en mi garganta…
Sus gemidos y embestidas anuncian su final, la saliba se me escapa de los labios, mis ojos se llenan de lagrimas y me siento atragantado, pero no quiero que mi amante pare, quiero tragar su leche caliente, necesito beber su nectar de hombre. Con un empujón aún más profundo, siento crecer su miembro y explota, sus largos chorros, acompañados de un grito de placer, me hacen saber de la satisfacción y el nivel de placer que alcanzo Cristian…
Trago todo lo que puedo, de mi merecido premio, su pija abandona mi boca y la leche se desborda de mis labios, se la limpio y me trago hasta la última gota. Cristian me levanta hacia él, busca mi labios y me come la boca como agradeciendo el momento, mientras se separa para decirme que lo vuelvo loco, que nadie lo hace acabar como yo.Mientras con sus dedos masajea mi agujero, afirma que mi boca y mi culo, son su perdición. Escuchar eso me pone más caliente, le hago saber que necesito su pija en mi culo y el responde que tenemos tiempo, que dispone de toda la noche para mí ya que su mujer está de viaje…
Sin poder creer lo que escuché, nos enlazamos nuevamente en nuestros brazos y vuelve al ataque con sus besos profundos. Luego de un rato, se levanta y me pone en cuatro en el sillón. Comienza su comida de culo, esa lengua demandante de mi boca, se apropia de mi agujero con maestría. Lame, ensaliba, penetra, chupa mi orto, arrancándome gemidos de placer que le indican a mi amante, lo bueno de su trabajo. Su lengua da paso a un dedo y alternado ambos, siento dos dedos que me penetran. Ese trabajo da sus resultados y con un temblor general, tengo un orgasmo anal que me llevan a la casi inconsiencia. Mi amante mueve suavemente sus dedos dentro de mi culo, provocándome aún más placer…
Saca sus dedos embardunados y siento el vacio en mi orto,necesito más. Chupa sus dedos con deleite, mientras esclama que es adicto y no se cansa del sabor delicioso de mi cuerpo. Busca nuevamente mi boca, vuelve con un nuevo sabor en sus besos y eso, aumenta mutuamente nuestro deseo. Me lleva a la cama, su boca busca mi pija, la mama haciendola poner bien dura, saborea mis jugos mientras se pajea su verga. Luego de un rato de trabajo, logra su cometido, me saca la leche que guarda en su boca y larga su leche, que recoge en su mano. Se embarduna su pija con su leche y escupe mi leche tambien en ella…
Me dice que está bien lubricado y listo para darme por el culo, mientras me besa, me pone boca abajo, coloca una almohada bajo mi vientre, para que mi culo quede bien parado a su merced. Acomoda la punta de su poderosa lanza en la puerta de mi culo receptivo. Comienza a recostarse sobre mi espalda mientras su pija se abre camino en mis entrañas. Siempre me penetra lentamente, dandolé tiempo a mi culo que se acostumbre a su invación. Mientras siento el roce de su pecho en mi espalda y Cristian me dice al oido que va a ser una cogida inolvidable, comienza la acción…
Su pelvis se mueve agarrando ritmo y siento chocar sus huevos en mi culo, sus penetraciones se me ocurren cada vez más profundas, me hace volver la cabeza buscando mis labios y me besa con deseo. Su ritmo es rápido, lento, más rápido, saca casi todo el largo de su verga y me penetra con fuerza. Mi culo se pone resbaladizo de placer y por la leche con que lubricó su pija Cristian. Disfrutamos cada nueva penetración, hace tiempo que nadie me hacía gozar tanto. La respiración de mi amante se acelera, siento que voy a explotar, le hago saber que estoy por alcanzar el orgasmo, eso le hace disminuir el ritmo de su cogida y me dice luego de un beso, es tu momento….
Con mi ano alcánzo un nuevo orgasmo, superior al anterior y mi pija escupe abundantes chorros de leche. Esto me hace presionar la verga de Cristian, que jadea de placer, para su movimiento y deja de disfrute de ese gran climax alcanzado. Mientras me recupero, lo escucho decir que nada le gusta más que la manera en que mi esfinter, presiona su pija. Que semejante trabajo merece un premio y que él, va a encargarse de entregármelo…
Saca por un momento su pija de mi culo y me cambia de posición, me pone de espalda. Abre mis piernas y apoyando sus manos al lado de mi pecho, acomoda nuevamente su lanza y comienza una nueva penetración, lenta y profunda. Busca nuevamente mi boca, a la que come con igual demanda, como si recien empezáramos y empieza con su cogida. Por sus dos acabadas anteriores, sé que tengo un buen rato de diversión y placer. Quiero tener la herramienta de ese hombre siempre en mi culo, o aunque sea, toda la noche…
Se dedica con concentración a cumplir con su trabajo, lo aliento con quejidos y palabras que sé, le gustan escuchar. Mi culo lubricado recibe con deleite cada estocada, el alterna besos con penetraciones. Me hace temblar de placer y deseo, le pido más, reclamo mi premio. Aumenta su ritmo, se agita, transpira su espalda, transpira su pelada, a la que acaricio como huevo. Y siento crecer, como nunca su pija, que llena mis entrañas de su nectar, abundante y caliente. Con gritos de gozo, mi amante me da su mejor acabada, mi preciado premio…
A pesar de su agitación, se derrumba sobre mi, me cóme la boca, me abraza, me dice que no quiere perderme. Que mi cuerpo es lo que la da alegría a su vida, que no puede borrarme de su cabeza, que se acuerda de mí y tiene una erección. Que si ésta no es una forma de demostrarme todo eso, no sabe que más hacer. Yo, sin poder creer lo que escucho, le digo que es fantástico, que me satisface plenamente y que podemos seguir viéndonos, cuando él quiera y yo pueda. Como hacen los "amantes", buscando momentos robados a la rutína diária, y dandolé a la vida un condimento especial…
Nos bañamos juntos, nos exitamos nuevamente y tuve a mi amante toda la noche en mi cama. Lo que pasó al día siguiente, se los cuento en otro relato….
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