Sigo contando mas de mi vida como niño de la Calle (Tercera Parte – Recuperada!!!) 3ra Parte LLEGO MARIO!
Gracias a «Alvaro-L-de-H» pude recuperar la tercera parte de este relato de vida!!.
Esta es la tercera parte, para dar continuediad a la historia. Gracias Alvaro-L-de-H por el apoyo!
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- Es este!
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Ya no era el mismo, estaba lejos de casa, pero algo en mi había cambiado mucho.
Después de salir del trance de mirarme en esa puerta de vidrio, comencé a caminar mirando las casa, tiendas, y demás que se ven siempre en el centro de Lima, paseaba por esas tienda donde vende toooodo para cumpleaños infantiles, esa que recuerdo alguna vez mi madrina me había llevado.
Por lo bonito, todas la vendedoras me regalaban tonterías conforme mi madrina compraba en cada tienda, y por un instante pensé que aquella vez seria igual, pero solo recibí gritos e insultos «vete», «no hay nada para ti niño», «sal de aquí piraña» me decían las vendedoras. Nadie se preocupaba, y yo si que lo estaba, porque cuando el susto se me había pasado y deje de correr, comenzó a dolerme mucho el culito y luego a arderme cada que movía mis piernas para caminar.
El dolor no menguaba y solo empeoraba, hasta que ya no pude caminar mas y me senté en una vereda, cerca de donde me senté había un niño de unos 12 años, con la cara pintada haciendo tonterías frente a los autos parados en luz roja, que luego pasaba de auto en auto pidiendo monedas.
Cuando vio que una señora buena se acercó a mi y me di una moneda molesto me grito «vete me malogras el negocio estas bonito y la gente te tendrá mas pena y no me darán ami», «vete o te saco la m» me dijo y ahí si me asuste.
Trate de pararme y no podía, solo grite un gran «AHUsh – Aush» «que te pasa, te duele el poto o que me dijo el niño.
a lo que asentí con la cabeza. El rostro del niño cambió y corriendo se acercó a mi, «TE HAN CACHADO POR EL CULO?» me preguntó y asentí con mi cabeza, «pobre chibolo, ya lo convirtieron en puto» dijo, mientras me ayudo a levantarme.
Me dijo que se llamaba Mario, que se fue de casa a los 10 cuando su padrastro trato de convertirlo en putito, «nadie me va a romper el poto sin que yo quiera» dijo «a mi lo que mas me gusta es meter y no tanto que me la metan» me decía mientras se agarraba la pinga y me llevaba casi cargando con rumbo desconocido, luego de unas 4 cuadras entramos a una terreno abandonado por una reja rota, y al fondo se veían un montón de colchones viejos amontonados como una carpa.
Entra me dijo, y eso hice, dentro habían un gran colchón a ras de suelo, y en el restos de comida, de bolsas con terocal y también manchas extrañas.
Mario me dijo que esta era su casa, que el mismo había juntado los colchones y construido así su casa, que era caliente y podía comer, dormir y pajearse cuando quiera en ella y me enseño una revista porno barata, de esas que venden a unas monedas en los kioscos de periódicos, «mira estas flacas ricas» me dijo «que tales tetas, que tales culos», me gustaría meterles mi pinga en esos culos» y diciendo eso se bajo el short sucio que traía y me enseño su pinga, «mira mi pinga chibolo» eso lo que me dijo mientras meneaba su pene ya erecto y grande para su edad, tendría unos 17 cm maso y bastante grueso.
Me he puesto tan caliente que quiero pajearme, hazme una paja putito» me dijo, y yo solo atine a estirar mi mano para coger el miembro de ese chico de 12 años, y empece a masturbarlo, «así seco no que duele, escupe o chupala» me dijo y yo hice ambos, le escupí a la cabeza de su pene y se mojo todo el tronco y luego me dio curiosidad su sabor, y comencé a chupársela, como dijo el anciano, sin los dientes y también sus huevos sin un solo pelo.
En eso siento que su mano se mete en mi pantalón y coge mi pinguita ya dura y me hace una paja, «vez que eres un putito» «tu pene parece chucha jajajajaja» me decía mientras yo sentía un enorme placer, entre su insultos, como tocaba mi pinguita y sobre todo, lo delicioso que me estaba sabiendo ese pene de adolescente en desarrollo y esa bolas lampiñas.
Su mano dejo mi penecito y comenzó a buscar mi ano, ponte en cuatro como perrito me dijo, y yo accedí por la excitación sin decir nada, me voltee, me puse en cuatro y el abrió mis nalgas.
«Mira como te han dañado tu hoyito putito» me dijo, «está todo herido y rojo», cuando me dijo eso pensé que se había arrepentido de lo que quería, pero unos segundos después me vino un dolo fuerte (no tanto como con el viejo) y me di cuenta que me estaba penetrando mientras que con su mano me hacia una paja.
Yo no podía creerlo, otra vez estaban poseyéndome, esta vez un chico de solo 12 años algo aventajado y el placer comenzó a inundar mi cuerpo, a pesar del dolor, comencé a pedirle mas , dame mas mas mas le decía entre gemidos y el aumentaba su embestidas, hasta que de la nada sentí que algo caliente inundaba mi interior, su leche adolescente estaba saliendo, así que en una maniobra, me saqué su pene y lo lleve a mi boca, quería probar su leche, hasta hoy no se porque esa necesidad, nunca antes lo había pensado o necesitado, pero en ese instante necesitaba su leche en mi boca o me moriría ahí mismo y succione como poseso hasta sacarle toda la leche, y ver que sus huevotes lampiños que antes le colgaban ahora estaba pegado a su cuerpo, vacíos jejejeje.
Ambos caímos rendidos. Luego solo hubo silencio, hasta que Mario dijo duerme, que mañana vamos donde el doctor Felix, el es bueno y seguro te atiende y cura tu poto, solo te pedirá un pago a cambio y vaya que si sabes como pagar de esa forma putito.
No cuestioné lo que dijo, solo asentí con la cabeza y me tire a dormir donde sea.
La visita al Doc Felix se las cuento en la siguiente.
Espero les haya gustado, comenten si desean que siga con esta Laaaarga historia como niño de la calle.
bye!
claro sigue contando amigo… 🙂 😉 🙂 😉
Muy buen relato
Cada vez que leo me traslada a esos lugares que paseo hasta ahora. El relato me excita, a la vez siento culpa porque muchos chicos pasan por eso hasta ahora y eso causa tristeza. Me gusta cada uno de tus relatos.