Soledad, lluvia y la visita de mi primo gabriel
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por king-69-69.
Era una noche lluviosa, mi soledad me estaba afectado, es increíble que hay épocas buenas y épocas malas pero las malas se hacen eternas, tenía ya mucho tiempo sin nada de sexo, me estaba resignando a que mi primo no me buscaría mas, tenia semanas contactándolo y me decía que no podía venir porque estaba arreglando algo con unos papeles, luego de eso mi tía enfermo, así que las posibilidades de verlo eran menos, además de que perdió su teléfono así que ni contactarlo podía
Le escribía por correo y no respondía ya que pocas veces se conecta, estaba desesperado y ya no sabía qué hacer, me estaba afectando mucho el que él no me follara, habían pasado ya semanas y mi tía se recuperaba lentamente, todavía no sabía nada de él, no sé si fue de tanto desearlo pero al fin le escribió a mi mama preguntándole si podía venir a quedarse, mi mama me pregunto si había algún problema y yo de manera normal le dije que no, que por mí no había problema, había decido quedarse aquí dos días, yo estaba emocionado, me afeite completamente esperando su llegada, un día antes de él venir hice una locura, fui a casa de una prima y le robe unos hilos jeje que locura pero estaba emocionado, bueno el día de su llegada al fin llego, debido al trabajo yo llego en la tarde, cuando llegue el ya estaba, llegue al cuarto y el no estaba allí, entonces escuche su voz y se encontraba charlando con mi mama, yo lo salude y me fui a duchar, a mi mama la llamo una vecina y salió un momento, como cuando estaba en el baño mi mama me grito que iba a salir, fui rápido a quitarle el seguro a la puerta del baño, evite hacer sonido para escuchar cuando cerrara la puerta y saber que ya mi mama había salido, cuando lo escuche abrí la puerta del baño y la deje entrejunta, me comencé a duchar con la puerta del lado de la ducha abierta también y de espalda a la puerta de salida del baño, así quien entrara me vería bañándome, escucho que abren la puerta y a penas escucho comienzo a enjabonarme mis nalgas y culito, me sobaba y simulaba no saber si había alguien allí, en eso volteo y el esta sobándose su pene, yo sonreí y le pregunte si había pegado las llaves a la puerta para evitar que entrara alguien, el me dijo que no y fue a hacerlo, yo me seque mientras él iba para allá y me fui rápido al cuarto, allí me lance en la cama y lo llame
El vino rápidamente y sin quitarse por completo el pantalón comencé a chupárselo, al fin, de nuevo un rico y hermoso pene en mi boca, extrañaba ese rico sabor a hombre, nos colocamos como el signo de piscis para hacernos mutuamente sexo oral, que rico, me sentía en el cielo, no quería parar, después de un rato y para no perder tanto tiempo ya que no sabíamos cuanto se tardaría mi mama nos levantamos, le quite el pantalón y comencé a besarlo, lo besaba mientras iba bajando lentamente por su cuello a su pecho, luego lo volteo y bajo por su espalda hacia sus nalgas, se las chupaba y mordía hasta llegar a su rico ano, le pasaba la lengua de un lado a otro y empujaba mi cabeza hacia sus nalgas, luego de eso me levante y coloque mi pene en su culito, lo comencé a meter lentamente, el arqueaba su espalda porque sintió un poco de dolor ya que mi pene es algo grueso, se le paso rápido y se lo metí completamente, comencé a meterle el pene de manera rápida, estaba súper excitado y con el tiempo sin sexo sabia que acabaría rápido, comencé el mete saca, se escuchaba el chocar de mis bolas con sus nalgas y el gemía de lo excitado que estaba, yo le agarraba su pene para mantenerlo erecto y que disfrutara, cuando fui a acabar lo saque rápidamente y le acabe en las nalgas
El se limpio y me dijo ahora me toca a mí, me acosté levantando las piernas y dejándolas descansar sobre sus hombros, abrí mis nalgas dejándole ver mi culito, el en seguida coloco su cabecita allí y comenzó a meterlo, me dolía porque por la falta de práctica me había cerrado, pero no le decía que parara, el dolor paso rápido y el comencé a meterlo, lo hacía lentamente y me decía que me extrañaba, que rico sentir todo ese trozo de carne dentro de mí, yo me masturbaba mientras él me daba una buena cogida, yo quería que me rompiera el culito a punta de guevo, no quería que parara, luego me senté sobre él, comencé a menearme, se veía en su rostro cuanto los disfrutaba, bueno cuanto lo estábamos disfrutando, duramos rato en esa posición, el me medio cargo para darme una follada súper rica, ese metisaca era rapidísimo pero no era así como quería que acabara
Me coloque bocabajo para poder sentir más su penetración, allí el me lo metió duro, se echaba bien hacia atrás y luego de una sola embestida me lo metía, me movía en la cama de lo duro y rico que lo hacía, mis gemidos se escuchaban y eso lo excitaba, me dijo al oído, que rico tus gemidos, no duro mucho en comenzar a metérmelo rápido, me estaba dando una follada por todo ese tiempo perdido y de qué manera, me la metía rápido y cuando iba a acabar la saca rápido y me levanta para acabar en mi cara, yo quería que fuese en mi boca pero no dio ni chance, que rica esa leche en mi cara
Yo la recogía con los dedos para probar ese rico néctar que salió de ese hermoso pene que acababa de follarme, todo fue como lo esperaba, demasiado rico, sin decirnos nada nos levantamos y vestimos, mi mama menos mal no nos interrumpió ni nadie, lo increíble es que todo no termino allí, por problemas con mi cama el no durmió conmigo sino en otra habitación en una cama pero allí no hay aire, en la noche toco mi puerta y me dijo que había mucho calor allá y si podía pasar la cama para acá, yo acepte y le dije que si, y allí continuo lo que tanto quería, esa noche el y yo… eso lo contare en otro momento.
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