Solo por esta noche… Camioneros
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por ElMarques.
En el bar de Cecilia, los vasos de cervezas chocaban y mojaban el piso en cada brindis, la música rítmica y los gritos de los borrachos, armonizaban la noche. Agustín estaba en el baño del bar, daba los últimos sacudones a su verga y se la guardaba. Tenía puesta una camisa amarilla de cuadros, metida por el tejano degastado, se sujetó la hebilla del cinturón, acomodo el cuello de la camisa y levantando un poco el sobrero de terciopelo marrón, seco con el pañuelo el sudor que corría por la frente.
Al ir saliendo del baño, Agustín; va caminando por el pasillo, pasando el pañuelo por sus bigotes cortos. Se detuvo al pasar frente de una puerta; que daba hacia afuera por la parte de atrás del bar. Agustín interesado por la risa juguetona que oyó, le hizo salir por la puerta, él iba esperando encontrase a una bella joven sola, trabajadora del bar, iba tocándose la verga por encima del tejano, camino y llego hasta la esquina, de ahí para allá había oscuridad y monte, creyendo el, que debió ser espantado por no encontrar nada, dio la espalda con una sonrisa de medio lado en los labios, pero al dar la vuelta unos sonidos, le hicieron girar rápido, y mirando con ojos abiertos oyó las pisada por el monte en la oscuridad que había más delante de él, viendo a todos lados volvió a oír la risa risueña acompañada con la voz de un hombre. Agustín decidido camino, con la intención de sabotearle el encuentro, a aquellas dos personas detrás del monte seco.
Iba dando pasos con cautela, tratando que sus botas no rechinaran tanto. Despejando con las manos el monte iba casi llegando a donde estaban aquellos dos, pero el gemir del hombre lo detuvo, Agustín imagino de lo que se trataba, y con cierto morbo desconocido hasta ahora en él, decidió no interrumpir, sino más bien, espiar el encuentro sexual; quería saber, quien era esa mujer, que iba tan fácil detrás del monte a tener sexo con hombres –tal vez pensó el, que luego el, podía traerla también hasta ahí –. Agachándose, abrió desde abajo el monte, lo primero que vio lo dejo con una sonrisa en los labios pero lo segundo que vio lo dejo serio y hasta un poco impactado.
Agustín trago grueso, de espalda vio a Manolito de pie, lo primero que pensó, fue que era su compañero de viaje, tirándose a una joven, pero cuando Manolito puso de perfil a la otra persona de rodilla frente a él, este se quedó petrificado en el sitio. Era un joven al que tenía de rodilla, dando una mamada al falo duro de manolito. Agustín supo quién era el chico, era el hijo de Cecilia la dueña del bar, Agustín recordó que hace tiempo; el hablo con manolito, y le dijo, que para él, le parecía que el hijo de Cecilia era marica, por su comportamiento afeminado. Y ahora estar viendo eso lo comprobó, lo que más le sorprendía, era manolito, un joven, muy machito para su edad de 22 años, ya con hijo y casado con una linda muchacha de su pueblo, y ahí estaba dejando que un chico adolecente y afeminado le diera una mamada.
Agustín agachado sin poner rodilla en la tierra amarilla, se echó el sombrero hacia atrás, arranco un trozo de pajita, y la empezó a masticar entre los dientes, su mirada fija en el acto sexual, con deleite en sus ojos se puso a ver lo que sucedía entre manolito y Rodrigo, el hijo de Cecilia.
Rodrigo, le tomaba la verga con una mano a Manolito, se la tragaba toda y la volvía a sacar, le miraba y en su boca se veía como quedaba totalmente abarcada por la verga gruesa, blanca y de venas marcadas, en cada chupetón que daba hacia afuera, se traía el capullo, tapando a medio el grueso glande rojo, manolito disfrutaba a pesar de estar bastante ebrio, le agarraba de la cabeza y se la empujaba toda, hasta hacerlo ahogar, el chico la tomaba por las bolas y pasaba la lengua chupando cada extremo de esa verga totalmente erguida, chupaba cada huevo con deleite, pegaba su nariz a los pelos marrones de la ingle de manolito, aspirando con fuerza el olor a sexo, hasta voltear los ojos hacia arriba. Manolito no dejaba de gemir, y ahogaba cada chillido entre dientes para no hacerlos tan sonoros, se la saco de la boca a Rodrigo, el muchacho se le quedo viendo con morbo, viendo hacia qué lado iba el falo en el aire, manolito agarrándola desde la base de las bolas, la estalló en el rostro de Rodrigo, este abría la boca mientras la verga chocaba en sus labios.
Manolito con fuerza y su rostro mostrando rabia, lo jalo de los cabellos, y lo levanto hasta quedar casi a la altura de él, lo agarro por el cuello de la camisa y lo empujo hasta chocar contra un árbol. Rodrigo sujetándose al árbol lo vio directamente a los ojos, y vio como a Manolito caminado con un poco de dificultad, por tener el pantalón a las rodillas, llego hasta estar cerca de él, lo agarro por el cuello, y hamaqueándolo con fuerza, pego los labios a los de Rodrigo dándole un profundo y seco beso. El muchacho quedo sorprendido, –no lo esperaba – aprovechando que ese semental de hombre le besaba, por primera vez disfruto lo que era un beso de un hombre, –fue más divino de lo que él se imaginaba en su mente– de tanta emoción a Rodrigo se le bajo la verga, y manolito empujándolo de nuevo hacia abajo, este, le agarro con más intensidad la verga y la engullo hasta al fondo, cerró los ojos y movió la cabeza de un lado a otro dando lengüetazo y chupando cada extremidad de ese duro falo. Manolito excitado y disfrutando la mamada, echaba la cabeza hacia atrás, arqueaba la cintura y jadeaba entre dientes. Se pone recto y levanta de nuevo a Rodrigo, con fuerza lo hace voltear y apoyar contra el árbol. Rodrigo sabiendo lo que venía veía hacia atrás y temblaba, sintió cuando de un jalón, manolito le termino de bajar el pantalón junto con la ropa interior, sus nalgas quedaron expuestas, sintiendo la cálida brisa que soplaba y luego el frio escupitón es su hoyito, se estremeció y le temblaron las piernas oyendo como manolito jadeaba y le apuntaba con la verga; este le empujo todo su cuerpo, presionándolo contra el árbol, la verga dura de Rodrigo pego contra la textura del tronco del árbol, al sentir la aspereza saco el culo hacia atrás, y manolito llevando una mano a su boca, le tapo y pegándose con fuerza hacia él, le enterró casi toda la verga, Rodrigo quiso gritar, pero le tapaba la mano callosa de manolito, se quiso mover y lo único que hizo fue pegarse más hacia el tronco del árbol. Manolito soltando un pujido, sintió como su glande atravesó el culo de Rodrigo, sintió la cavidad anal de Rodrigo caliente, y como las paredes del ano le atrapaba y apretaba el grosor de su miembro viril. Gimoteo fuerte, y empujó mas al muchacho contra el árbol, tapándole la boca se la dejo ir completa, sintiendo como lo atravesó y como el muchacho se retorcía ahí, mientras estaba siendo clavado por él, le agarró por el cabello, y le jalo la cabeza hacia él, acerco su boca al oído y le dijo; – ¡aguanta! No era esto, lo que querías ¿pues? – y pegado su barbilla al cuello de Rodrigo, cerró los ojos y comenzó a bombear lentamente hasta ir moviendo la cintura con rapidez.
Agustín se movió, en la posición que estaba, la verga dura le dolía al estar apretada, se acomodó, y siguió viendo, como manolito clavaba al muchacho, le veía las nalgas a manolito como se contraía hacia delante, por lo que veía, sabía que a Rodrigo le estaba doliendo, le veía la mano en la cintura de manolito, como tratando de apaciguar los embates. Agustín se quitó el sombrero, y paso el pañuelo por la frente, resoplo, y sintió que los músculos de la pierna se le acalambraba, se levantó y estiro la pierna, aun viendo como manolito y Rodrigo follaban, al estar de pie, vio lo abultado que estaba, se le marcaba de lado en el tejano, y tocando con mano la apretó duro y le salto ahí mismo, jadeo y volvió a mira; Manolito jadeaba fuerte, levantaba la cabeza mirando hacia arriba y por el cuello le agarraba a Rodrigo, le empujaba encada embestida más hacia el tronco del árbol, y Agustín viendo ahí a espalda de ello, termino de ver, como Manolito se quedaba pegando al culo de Rodrigo, la nalgas pálidas y gruesa se veía como quedaba contraída en cada empujón cuando acababa en el culo de Rodrigo y gimoteando con arrechera, un empujón duro y quieto, termino de vaciar el semen acumulado en el hoyito del muchacho.
Agustín tenía la verga dura y prensada dentro de su tejano, se la estaba apretando y sintió un hormigueo intenso en el glande, al sentir, que estaba a punto de acabar, saco el trasero hacia atrás, arrugando la expresión de su rostro dejo de tocarse, para evitar acabar y no mojar el ahí mismo con una mancha su pantalón.
Se echó hacia atrás, no termino de ver a los muchachos acomodarse la ropa, si no que salió primero antes que ello del monte, se fue a la cantina y ahí mismo pidió un trago al cantinero.
Después de eso, Agustín no podía evitar de ver de otro modo a Manolito y, aunque lo disimulaba, cuando tenía la oportunidad le veía hacia su entrepierna.
2
Era de noche e iban con el conteiner cargado. Manolito iba de copiloto durmiendo, al moverse bruscamente la gandola, este se movió en el asiento despertando, se exaspero el sueño llevando las mano a la cara, trago saliva para refrescar la garganta, y llevando una mano a su entrepierna, la apretó y la sintió dura, se estiro y hasta emitió un quejido ahogado, vio a su lado y miro a Agustín terminando de estacionar la gandola. Al estacionarse, Agustín le ve a la cara, y le dice viéndole a los ojos; –bueno, hoy paramos aquí… ¡a beber y a coger culos! – manolito aun con el sueño en los ojos, le ve, sonríe y termina de estirar el cuerpo.
Ambos bajaron de la gandola, caminaron al bar, y al llegar, Agustín fue al baño y manolito a la cantina. Este bar no era como el de Cecilia, pero era bueno. Manolito pidió una cerveza, se sentó frente a la cantina, y se giró hacia las mesas del bar. Aún estaba vacío y de fondo sonaba << la bamba >> dando un trago a la cerveza, manolito vio a Agustín acercarse a la cantina, se pasó la mano por los labios y puso la cerveza en la mesa, Agustín pidió un trago fuerte, manolito aprovechando que estaba ahí, le dijo que ya venía. Camino hacia al baño, llego al urinario, saco su verga flácida y soltó el chorro de orine, mientras silbaba [… yo no soy marinero, yo no soy marinero, soy capitán, soy capitán soy capitán…]. Al terminar, camino hacia el lavamanos, se echó agua en la cara y se vio al espejo; tenía la quijada con una pequeña chiva de pelos marrones, varios cañones la salían en el bigote, se pasó la mano y se vio que ya necesitaba afeitar los pelos de su rostro. Se miró lo que traía puesto, un Jeans azul claro, y una camiseta blanca de algodón, se vio el cabello de color marrón casi rojo, y lo tenía alborotado, bajo la cabeza al lavamanos y se lo mojo por completo, escurriendo el agua, se lo peino con los dedo hacia un lado, levantado un poco el cabello en la parte de la frente. Se vio al espejo de nuevo, mirando la ropa y hasta el cabello y se dijo mientras se señalaba así mismo; – estoy listo para las nenas – se giño el ojo y mordió su labio inferior, lanzó una mirada hacia la puerta del baño y viendo que nadie venia, aprovecho saco su verga del pantalón y del calzoncillo, pegó la cintura al lavamanos y alzando un poco la puso cerca del chorro de agua, la pelo, y se la lavo, pensado; << por si alguien, me la mama esta noche >>, terminando, la guardo y salió del baño.
Agustín tenía más de dos tragos encima, manolito lo sintió que ya estaba ebrio, y viendo que estaba atrasado, pidió otra cerveza sin terminar de la primera. La noche se calentó, mas camioneros llegaron y más chicas se veían en el bar, la sala de pool estaba animada por un, roca Billy ruidoso.
Manolito ya tenía rato bebiendo, había pasado por todos lados; desde jugar pool, hasta bailar con una dama en la pista de baile, pero desafortunadamente aun no conseguía que una chica se fuese con él hacia atrás del bar, para meterle mano y hacerle el amor. En cambio Agustín como todo un hombre de 37 años de edad, estaba tranquilo bebiendo whiskys y hablando con otros camioneros. El muchacho se le acerca, bañándolo con el aliento hendiendo a alcohol, ya hablaba con la lengua pesada y le pregunta.
Agu… ¿a qué hora nos vamos? –
–Yo te aviso, muchacho –dándole una palmada en la espalda le responde Agustín a manolito.
El muchacho se quedó sentado detrás de él, y de repente sin poder más, quedo con la cabeza gacha embrocado, casi ya durmiéndose ahí mismo. Agustín al no mucho rato se da cuenta, se despide de los compañeros camineros y le toma por el brazo y se lo monta por el hombro, manolito balbuciendo palabras, se deja llevar hasta la gandola.
Agustín conociéndolo, sabía que Manolito, cuando se emborrachaba perdía hasta el conocimiento, y con un poco de molestia, lo deposito en el asiento de copiloto.
Manolito a pesar de ya no sentir su cuerpo sabia, que estaba siendo llevado por Agustín, este se deja acostar en el asiento, y siente cuando Agustín deja caer hacia atrás el asiento, el balbuceando trata de decirle: –gracias amigo–, manolito oye cuando Agustín enciende la gandola y arranca, sintiendo los movimientos al andar por la carretera, se quedó dormido.
Agustín tenia media hora de camino y el sueño le invadía los ojos, aun mas estado ebrio por el wiski, vio una parada donde había otras gandola estacionada, y decidió pararse ahí para descansar. Al terminar de estacionar la gandola, echo el asiento hacia atrás, y busco una manta para arroparse, se puso de lado mirando a Manolito, lo vio y estaba con la cabeza de lado hacia la puerta, le oía respira y hasta roncar, cerró los ojos, pero no conciliaba el sueño, no como hace rato cuando venía por el camino, le dio rabia y los volvió abrir. Le dio una mirada a manolito de arriba abajo, se quedó fijo mirando a la entrepierna, recordó; como Rodrigo se la mamaba, y recordaba lo grande que era, gruesa y cabezona. Agustín ahí acostado de lado se estremeció al pensar eso, y luego lo reprimió; – ¿acaso tú eres marica? – se preguntó con rabia, y cerró los ojos.
Vagamente comenzó a recordar una experiencia propia; cuando él era un adolecente se la mamo a un primo; y recordó, como había sido aquella vez, casi en su lengua podía sentir el sabor y la agradable textura de la verga de su primo en su paladar. Agustín acalorado abrió los ojos de golpe, estaba temblando y su verga se había puesto erecta, lanzó una mirada directa a la entrepierna de manolito y la recordó como se la mamaba Rodrigo, y pensado en eso, mirándolo a la cabeza, se preguntó así mismo; – ¿y si lo hago solo por esta noche? – Agustín se hizo a un lado la manta, detallando que aún seguía dormido manolito, veía como el pecho del muchacho descendía en cada suspirar, y tomando confianza en sus nervios alzo la mano y la fue guiando hasta llevarla a la entrepierna de manolito, cuando toco, casi la mano le temblaba, lo primero que sintió fue la gruesa tela del jean por la cremallera, apretó y toco fue pura tela, tanteando hacia los lado y hacia abajo sintió las pelotas del muchacho, la sobo por encima y guiándose de ahí, fue tocando hasta sentir la verga de manolito de un lado, aguada y flácida, se estremeció y la sobo desde las bolas hasta el glande, cerró los ojos y la recordó erecta, quito la mano de encima para controlar un poco los nervios que le atacaban haciéndole temblar todo el cuerpo. Agustín dejando a un lado sus prejuicio de macho dominante, casado y con hijos, se dejó llevar por la lujuria y su deseo reprimido. Acerco de nuevo la mano, y como sabiendo donde estaba posicionada toco directamente a la, verga del muchacho, que seguía flácida, apretó suavemente, y poso toda la mano como si fuese a recogerle las bolas a manolito, sujeto con suavidad y sintió todo el instrumento del muchacho en su mano.
Manolito que seguía dormido, en un momento sintió el peso en sus bolas, quiso moverse pero se sentía pesado, abrió a medias los ojos, y seguía sintiendo el peso en la verga, lo dejo de sentir, y empezó a sentir la respiración de alguien cerca de su entrepierna, abrió los ojos completamente, y se quedó, quieto tratando de recordar donde estaba, y al ver hacia la ventana de la puerta de la gandola, por el reflejo oscuro, vio a Agustín con su cabeza casi cerca de su entrepierna, con los ojos cerrados oliendo profundamente ahí en su zona del sexo. El cuerpo se le crispo y retuvo un movimiento, cerró los ojos al ver que su compañero alzaba la cabeza para verle, se quedó quieto y al ratico volvió a sentir la sensación de que le olían, luego sintió, la mano, como le agarraba desde las bolas hasta tocar su verga, manolito apretó los dientes y quiso abrir los ojos, pero no lo hizo, seguía sintiendo como la mano de Agustín le sobaba todo su miembro viril, pensó en detenerlo, pero cuando ya lo iba hacer, su verga estaba subiendo de tono, se dio cuenta que le estaba gustando y relajando el rostro se dejó tocar hasta sentir que su verga estaba totalmente empalmada, relajo la respiración y noto que su compañero tomaba más confianza en apretarle la verga, en cada apretada que él le daba, manolito la hacía palpitar, moviéndola con fuerza, sintiendo como su amigo se la sobaba con intensidad y como acercaba su olfato a ella. Manolito lo estaba disfrutando, desando que Agustín diera el paso, de sacarla y metérsela a la boca, trato de relajarse lo más posible, para darle confianza de que él, está dormido, en eso; siente que la mano de Agustín busca el cierre del pantalón, lo consigue y lo baja con un poco de dificultad, mete los dedo y se la toca por encima del calzoncillo, manolito no paraba de hacer palpitar su verga, cuando siente que los dedos de Agustín entran por la abertura del calzoncillo y toca su verga, reprimió un escalofrió que cruzo su cuerpo, trago grueso y relajo las piernas, vuelve a sentir los dedos de Agustín tocando su verga, y con un movimiento un tanto brusco, siente como su verga sale disparada por la abertura del pantalón, estando libre, el, incontrolable la palpita hasta no parar por la mano de Agustín encima de ella.
Agustín no dejaba de ver y sentir en su mano como esa verga larga y gruesa palpitaba sin parar, saboreo los labios, y acerco la nariz al glande, lentamente le bajo el prepucio y la vio brillosa de precum, paso de nuevo la lengua por sus labios y trago grueso, olio profundamente y sin pensarlo; abrió la boca y trago completamente.
Manolito en silencio abrió la boca, y no pudo evitar abrir los ojos, los abrió de golpe al sentir la tibia boca y lengua de Agustín rodeando su falo duro, viendo que su compañero estaba deleitándose con los ojos cerrado mientras mamaba su verga, él le queda viendo y las pulsaciones de sus latidos aumentaron, le estaba produciendo un morbo increíble ver el; como un macho, como Agustín, le mamara la verga, era todo un placer para el nunca antes conocido. Cerro los ojos, y giro de nuevo la cabeza hacia la ventana, siente cuando Agustín con la mano, le intenta sacar más la verga del pantalón, pega la tela hacia la ingle y siente cuando Agustín se queda pegado oliendo sus pelos, manolito no pudo evitar moverse, al sentir cosquilla, sintió cuando su compañero, se la saco de la boca y lo dejo de tocar, el hizo lo posible para fingir de lo más tranquilo, estar aún dormido.
Al sacarla de la boca con temor Agustín vio a la cabeza de manolito, se asustó al sentir como se movió este; quedando inmóvil no le quitaba la mirada de encima, pensó lo que estaba haciendo y bajo de nuevo la mirada hacia la entrepierna de manolito; vio el miembro viril, palpitando y cayendo hacia un lado por lo pesada que es, trago grueso de nuevo y confiando que manolito siga dormido se agacha de nuevo a tragarse el instrumento de manolito. Sentía como ese falo le llegaba hasta la garganta, y como lo caliente del glande le palpitaba adentro, recordó como se la mamaba a su primo, y pensado en ello se hundió por completo en la verga erecta del muchacho, hasta provocarse una arcada, la saco brillosa de baba, y por las mejillas le caían lágrimas, se pasó la mano por la boca y quito con los dedos resto de pelos. Oliendo la cabecita del falo, pego la nariz a la rajita aspiro hondo, y abrió la boca para chuparla nada más en el grande, saco la lengua y la paso por todo el tronco del falo, lamiendo como si fuese un helado, la atrapo por la cabeza y la engullo de nuevo.
Totalmente extasiado de placer, Agustín tocando su verga por encima del pantalón, movía la cabeza de un lado a otro, chupando la verga de manolito, cerrando los ojos afinco la mamada. Sintiendo una pulsación en lo profundo de la garganta, un chorreo de semen le paso directo hasta casi ahogarlo, lo trago inmediato y se la saco de la boca. Sorprendido, miraba hacia la cabeza de manolito, y le miro la verga como convulsionaba mientras brotaba el espeso semen y le corría por toda la verga gruesa. Agustín viendo al joven, que no se movía, solo su pecho era el que se movía hondamente, acerco la lengua y oliendo el semen afinco el tocamiento en su verga, y recogiendo con la lengua todo el semen del manolito apretó el tronco de su verga y sintió el primer chorro de semen mojar su pantalón.
El cosquilleo se había hecho intenso, y no pudo más, manolito soltó el trallazo de leche, sintiendo la difícil situación, de reprimir las ganas de apretar la cabeza de Agustín contra su verga y ponerlo a tragar hasta hacerlo ahogar. Sintió que todos sus músculos se tensaron, al no emitir ningún sonido ni ningún movimiento, sabía que sí; se movía y dejaba de fingir estar dormido. Su compañero iba a quedar en shock y avergonzado, y para manolito era mucho el aprecio que sentía por Agustín, como para a hacerlo sentir mal, se quedó quieto disfrutando en silencio el orgasmo, incluso sintió que de esa manera había sido unos de los mejores orgasmo que había sentido.
El olor a semen inundaba el pequeño espacio, Agustín sintió el sentimiento de culpa y de vergüenza hacia sí mismo, se preguntaba cómo pudo terminar haciendo eso; el, todo un macho con su mujer y sus hijos, creía haber olvidado el gusto que alguna vez llego a sentir por la verga de otro hombre.
quisiera que me coja manolito