Solo por esta noche… La vigilancia
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por ElMarques.
1
Había necesitado trabajo y, cuando Eliot le ofreció trabajar como ayudante de pintura, Fernando acepto sin pensarlo.
Fernando es un hombre joven, viviendo junto con una joven mujer y el hijo también. El joven es un morenazo oscuro; como el café que se cuela en la mañana. Tiene los labios gruesos, brillosos y rojos oscuro. De cuerpo trabajado pero aun delgado, Fernando por doquier que pasaba, las miradas atraían.
Lleva dos meses en el trabajo. Es un edificio (aun por terminar) donde trabaja Fernando y Eliot. Juntos con otros, cuatros obreros más. Frenando es ayudante, Eliot junto con John, están el sexto piso; lijando y pastando la paredes. El señor Mario, es el maestro de obra, y en cuarto piso, trabaja con Alejandro y Emiliano; ellos están trabajando en la conexión de cableados eléctricos.
II
Aquella mañana, el día había comenzado con paros de transportes. Fernando llego algo tarde, pero igual iba con la intención de laborar.
El sudor corría por la frente, él tiene el cabello corto. Fernando se pasa la mano, y abre el portón, donde será el estacionamiento. No hay nadie a la vista, el sol comienza picar, y el corre a la entrada del edificio. Fernando lleva en la mano la mochila, y en la planta baja, donde ellos se cambian de ropa, almuerzan y donde están los materiales de construcción que llega; ahí Fernando, creyendo que los demás están arriba, de inmediato se cambia de ropa y luego sube…
Pero el silencio, es un espanto que llama la atención de Fernando. Cuando llega al segundo piso, al estar en las escaleras, para seguir al siguiente piso; se detiene, piensa y frunce el ceño al mirar el reloj en la pulsera. Sabe bien que ya era tarde, y a esa hora, 9:30, es seguro que ya todo esté en el trabajo.
Con 25 años de edad, Fernando aun, a veces tiene miedo. El sube los escalones, con aquella intriga, y con coraje. Pero al llegar al tercer piso, igual lo encuentra como el segundo.
Con las manos en las cintura. El joven hombre, esta empezando a creer que solo él ha llegado, y ahora comprueba que si había amanecido, la ciudad en paro.
Se asoma, donde será un ventanal ancho, ve la ciudad, el centro y todo lo demás, desde aquella altura. Pero al estar ahí pensado, con los brazos en el concreto de la pared, oye ruidos del siguiente piso, y se pregunta, si es que otro ha llegado y debe estar arriba.
Con toda normalidad, él ha subido, casi corriendo.
Primero está el pasillo y luego se ve todo el espacio del piso; cuando ya Fernando esta por asomar, como instinto, se ha vuelto hacia atrás, y pegado a la pared, queda pasmado por lo que acaba de ver.
III
El corazón le corría, mil por segundos. Sonreía y no sabía por qué. Fernando esta de espalda a la pared, queriendo mirar hacia al otro lado, como si fuese un agente policial. Y poco a poco lo va intentando, y así logra ver…
IV
Gracias a un vecino, Eliot pudo ser trasportado hasta el trabajo, muy temprano. Cuando llego, ahí estaba, a las afueras del edificio; John esperando.
John no espera trabajar el día de hoy, pero al ver que llega Eliot, imagina que al edificio, igual van a entrar, y así fue. Eliot no se acercó siquiera, primero a saludar de mano a John. Solo siguió al portón y con nervios lo ha abierto.
Cogiendo el bolso, John se ha puesto de pie y más atrás de Eliot ha entrado al trabajo. Cuando ambos chicos llegaron a la planta baja; donde se cambian y todo lo demás. El silencio era cómplice en ambos hombres.
Eliot es delgado, de tez blanca y con el cabello algo largo y en bucles anchos, peinados hacia arriba. Con los ojos color avellana, y de labios finos, el chico de 22 años, es lo que dicen… “un bonito, para un trabajo no indicado”…
El otro, la cara de malo aun la tiene. John estuvo preso por dos años, pero al salir ha buscado el trabajo honesto. Pero con un humor desafiante, el hombre es simpático y, baja las pantaletas a cualquiera. Un tipo de casi 30 años, con el pelo rapado y de ojos rayados.
Al estar John con el pantalón de trabajo en la mano, solo en bóxer había quedado. Pero parecía, que le daba tiempo al tiempo; y cuando Eliot se abalanzo hacia él, quedo de frente y Eliot de rodilla a la entrepierna.
El bóxer es blanco, y su verga se muestra de lado, con la cabeza hacia abajo, y marcando la tela. Eliot aspiro el olor por encima de la tela, abrió la boca y cogió el bulto que formaba. Y bajando con ambas manos el bóxer de John. La herramienta gruesa, y erecto; Eliot la trago, cerró los ojos y sintió el sabor. John ha jadeado, y con la mano le toma por el cuello, lo hunde y lo deja atascado. Eliot ve tan de cerca, como el grosor de la verga le entra en la boca; y sintiendo los sabores y el olor de los pelos, como todo un experto se la está mamando, y la chupa como si fuese lo último que esta por comer.
El morbo estaba corriendo en ambos, el olor de sus vergas estaba en el aire. El sexo estaba a punto de desenfrenarse; y cuando Eliot se ha volteado, dejando el culo expuesto. John le ha hurgado con el dedo, pero le pide que mejor, es subir al cuarto piso, por si alguien llega…
V
Al principio sonreía, pero cuando el corazón le comenzó a latir fuerte; los demás sentidos, se le agudizaron y hasta estaba pasmado. Fernando tiene el pantalón abultado, y cuando se ha tocado, la hombría que le caracteriza, queda abrumada. Pero es imposible detener la excitación y los ojos de él piden a gritos en querer ver…
Hay una mesa de metal, casi cerca del ventanal. Eliot tiene las manos apoyadas en ella; John está detrás de él. Ambos con los pantalones a los tobillos. El tintineo de las hebillas, se juntaba con los gemidos, y John partiéndole el culo, Eliot gemía como perra en celo.
Están ambos, de perfil. Fernando está viendo, y ellos no saben que está ahí. Con la temperatura a mil, ve como Eliot se traga la herramienta de John; le abría el culo y miraba como entraba su verga.
John escupe al culo de Eliot. Le agarra del cabello y la metida de guebo; es hasta el fondo y fuerte embestida. Las bolas chocan, meter y sacarlo, es un sonido contaste y ritmo que acelera la tensión de Fernando.
Con una mano, Eliot se está dando duro. Esta jalando su verga y John reventándole el culo a punto de verga. Chillan ambos, están cogiendo y casi acabando. Eliot lo anuncia con las expresiones de la cara, y soltando los chorros de semen; ha acabado y ha soltado la leche.
John debió sentir la presión del culo. Con la cara de malo que trae el hombre, está mostrando los dientes y moviendo la cintura rápidamente. Se queda pegado. Le está llenando el culo de leche; le agarra del cabello y con la otra en la cintura, hasta no dejarlo lleno, no lo ha destapado.
2
Aquella vez, Fernando termino con una fiebre en el cuerpo. Hasta el bóxer ha dejado mojado con una mancha de precum, y solo al llegar a casa en la noche, Fernando desahogo las ganas en su mujer…
Han pasado seis meses, la situación laborar no ha mejorado y por decirlo así; el trabajo en el edificio ha mermado. Pero gracias al ingeniero civil, le ha conseguido estar como vigilante, por las noches.
Es temporal, pero tanto Fernando, Eliot y Alejandro se comparten los turnos en los fines de semana.
II
Era un sábado, aún era temprano y en la casa de la madre de Fernando, las ganas de beber se están aminorando. Pero era sábado, y esa noche era el turno de él. Como le hacía, si no podía.
La tarde esta por oscurecer. Cuando ha llegado al edificio, se encontró solo, esperaba a Alejandro. Antes de llegar, por una licorería, había comprados unas birras. En el segundo piso del edificio, Fernando se puso a beber, mientras esperaba al compañero de trabajo.
Ha sido una sorpresa, cuando Eliot apareció en el edificio. Casi había asustado a Fernando, cuando este le llego por detrás. Eliot le explica; << – Alejandro no vine… me ha llamado y le voy a cubrir la guardia – >> dijo a Fernando.
Hasta los momentos no había pasado por la cabeza de Fernando, que algo pueda suceder, tal vez Eliot si lo había imaginado, pero es un hombre, que su ganas no la demuestras.
La noche llego, compartieron unas birras y cuando había terminado, ambos habían bajados a comprar más.
Cuando ya era la media noche, ningunos de los dos, estaban ebrio, algo picado, pero aun sensatos. Fernando se pone de pie, y va una orilla y orina. A Eliot le está brincando la verga, se aprieta y lo desea. Al regresar al asiento, Fernando agarra la botella de cerveza, termina de beber y exclama que ya se va ir a dormir.
III
En una habitación, en futuro será una oficina, ahí, Fernando habían acomodado una colchoneta, Eliot en la sala se acostó en la hamaca de Alejandro. Pero Eliot ya está picado, el no cree que pueda suceder, además solo John es el único que sabe; << ¿por qué lo deben saber lo demás? >>, Se pregunta.
Las ganas no se alejan, ni del pensamiento, ni de la entrepierna, Eliot piensa una y otra vez y el corazón se le acelera. Se puso de pie, y una cacerola se ha llevado con los pies, Eliot frunce el rostro y maldice sin hacer ruido. Fernando le siente, abre los ojos y queda mirando a la puerta, ve una sombra, y por el tamaño supone que es Eliot entrando. Ahí fue cuando Fernando, lo ha pensado; << ¡este quiere pelea! >>.
Al quitarse el bóxer, Fernando ya la tiene dura. Un fierro moreno, grueso y uniforme tamaño. Se la pela y solo espera…
IV
No podía controlar los nervios, Eliot siente el frio en las manos, y la garganta seca. Esta caliente y por mucho que lo intenta, no logra ver, de qué forma este acostado Fernando. Aun así, sigue adelante y se agacha al suelo. Esta gateando y encuentra el borde de la colchoneta; Eliot reprime el tambaleo de su cuerpo e intenta seguir tocando.
Cuando le ha encontrado el pie, a Fernando se le eriza la piel. Se deja tocar y va sintiendo como la mano de Eliot, va corriendo por toda la pierna. El peso lo siente en la colchoneta y cuando ya ha llegado a la entrepierna; Fernando siente, como Eliot quita la mano tan rápido, al tocarle la verga dura como una piedra.
Solo espero que volviera a tocar y cuando Eliot lo volvió a intentar; poso la mano en el glande y prenso el prepucio. Una corriente le cruzo la espalda a Fernando, y sin esperar más; le toca la mano a Eliot y juntos le prensa de nuevo…
Todo ha quedado al descubierto. Pero lejos de asustarse, Eliot de una, abre la boca y le come la verga a Fernando; este empina la cintura y le sujeta la cabeza, dejándolo un rato ahogado.
Para Eliot, la herramienta de Fernando, es deliciosa, es saladita y olorosa. Los pelos del pubis son pegados y gruesos, las bolas se las lame y Fernando se retuerce en espasmos; jadea, chilla y hunde el trozo de carne en la boca de Eliot.
Todo se ha puesto a la orden, el resto de ropa que le quedaban a los dos hombres, se han librado de ella tan rápido, como han podido. Fernando esta acostado en la colchoneta, con las piernas abiertas y en medio de ellas, Eliot le mama la verga. Atragantándose con el fierro moreno, hasta pegar el glande en la campanilla y sacándola toda babosa de la garganta. Le lame cada huevos, hasta chuparlo y olerlos muy cabreado.
Fernando se pone de pie, Eliot sin querer sacar ese monumento de entrepierna de su boca, coge el paso y de rodilla le está mamando.
Abriendo las piernas, Fernando inca su cuerpo y le coge por los cabellos a Eliot; feroz y sin compasión le está cogiendo la boca, hasta ahogarlo y dejarlo prensado. Eliot le sujeta por las piernas, y cuando le da por arcar, rápido intenta sacarlo de la boca.
V
Eliot se acostó boca abajo en la colchoneta. Tiembla de excitación y prepara el culo, que ya va ser clavado. Fernando se monta, pero antes le escupió el culo; abre las nalgas y en la oscuridad intenta ver cómo le está penetrando.
El quejido de Eliot, arrecha mucho más a Fernando. Y deja ir el mazo de carne, hasta dejarlo totalmente clavado. Eliot chillo y hasta intento salirse de aquel aprieto. Pero más pudo Fernando, que tenerlo clavado, siseando al oído, le parte el ano.
El movimiento de cadera es rápido, y la penetración profunda. El culo de Eliot aprieta la verga y Fernando lo está disfrutando.
En cuatro patas y con el culo levantado Eliot está soportando, con gozo las embestidas que Fernando le está dando. Pone la cabeza en la entrada, y despacio se deja caer, para sentir la textura del ano.
Tal vez Fernando se dejó embriagar por el morbo o quizás fue un reflejo acostumbrado. Cuando Eliot estaba gimiendo como hembra, Fernando arriba del muchacho, le coge por la mandíbula y busca besarlo; Eliot abrió la boca, las lenguas se cruzaron, y las barbillas de ambos hicieron contacto. Fernando lo está sintiendo, y no solo le está comiendo el culo, sino que también los labios.
El culo lo tiene abierto, desflorado por aquel mazo. Fernando entierra profundo, y acabando le está llenando el culo de leche. Eliot sintió como ese primer trallazo lo lleno por dentro, humedeciendo y quemándoles las entrañas. Empino el culo y con la mano atajaba por los muslo a Fernando; le ha llenado el culo, está exprimiendo lo último… Fernando quiere más, no deja salir el trozo de carne, pero le sale ya poniéndose aguada.
Al terminar queda exhausto, acostado al lado de Eliot. Fernando le mete el dedo en el culo, y sale lleno de semen, le habla al oído… y le pregunta, si quiere más guebo…
¡Visita mi perfil!
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!