Soñando con Nicolás
Cuando uno se enamora siempre sueña con el ser querido..
En esa misma noche tuve el mejor sueño que he tenido en años.
El sueño empezó conmigo caminando por prado verde, a las orillas de rio rodeado de grandes arboles, que daban una sombra magnifica, y proporcionaban una brisa riquísima.
Yo vestía un short azul marino, sin camisa y andaba descalzo para sentir el césped en mis pies, mientras a lo legos se podía distinguir una figura jugando a las horillas del rio, por lo que corría para ver de quien se trataba.
Mi gusto fue grande cuando veo que era el pequeño Nicolás, por que lo me pare en ceso, para apreciar mejor su hermosa figura, vestido con short de tela blanca y una camisa amarilla, lo que hacia que su figura se torneara mejor, mostrando sus respingadas nalguitas por jugar futbol.
Me acerco a él y lo levanto en brazos, y lo cargo como bebé y damos vueltas, hasta que caemos al piso, yo me encuentro sobre el, y miro sus imponentes ojos color miel, atrás de su cabello castaño.
Mientras lo veía recostado mirándome, pensaba -«que me esta pasando, es solo un niño»-, pero no razonaba bien, y me deje llevar. Cerramos nuestros ojos y nos fundimos en hermoso beso, sentía sus delgados labios de niño, rosar con los míos, como nuestras lenguas jugaban y la saliva se corría por las comisuras, mientras recorría su pequeño cuerpo con mis manos, para mejor roce nos dimos la vuelta y era él el que estaba arriba de mi ahora.
Lo siento en mi regazo y le quito su camisa, para apreciar mejor su imagen, unas tetillas chiquitas color rosa intenso, que no me resistí y empecé a lamer sus pezones, mientras con una mano pechiscaba el otro y así estuve un rato mientras él soltaba pequeños gemidos de placer, lo que hacia que lamiera, chupara y diera pequeños mordiscos mas intensos.
Nicolás:¡haaaa! si que rico se siente.
Yo: si bebé te gusta.- mientras subía por su cuello hasta el lóbulo de su oreja
Nicolás: ¡siiiiii! – soltó un gemido que se pudo haber escuchado hasta 2 km de distancia.
Nos volvemos a unir en un beso largo, donde nuestras lenguas parecían estar peleando por el control del beso, con un fuerte abrazo juntamos nuestros pechos desnudos, y así poder apretar esas nalgas tan sabrosas sobre ese short diminuto, mis manos recorrían su forma redondita e intentaba meterlas por la pierna pero no cabían de lo apretado que estaba.
Yo: Vamos levante un poquito, bebé, liberemos esas piernas de su cárcel.
Se levanta, mientas yo me quedo sentado, quedando a la altura adecuada para ver su ombligo, con mis manos voy desabrochando el botón, mientras delicadamente bajo el short por sus piernas, sin perder la oportunidad de apretar sus nalgas, y rosar sus muslos, fue hasta que llego a sus pies que pude observar su diminuto pene erecto de unos 13 cm, delgado como mi dedo meñique, con prepucio suficiente y unos pequeños testículos entre sus piernas.
No me resiste y antes de dijera algo, me lo metí completo en la boca, era del taño perfecto, me cupo completo con todo y bolas, era mejor dulce que pude tener en la boca, era dulce y agrio a la vez, era como saborear la fruta más exótica del mundo, lo quería tener en mi boca para siempre.
yo: que rico sabes Nico, es lo mejor que he probado.
Nicolás: ¡haaa! que rico, si, sigueeeeeee. – decía mientras sus piernas temblaban sin control.
Yo: -MMMMMM- mientras pasaba mi lengua de sus testículos, hasta el hueco de su prepucio, el cual iba bajando con delicadeza.
Nicolás: ¡haaaaaa! – soltó un grito cuando baje por completo su prepucio y dejar al descubierto su glande rosado.
Deje su pene en paz y subí hasta su boca para seguir besándonos, mientras que con una mano lo masturbaba y con la otra le apretaba sus nalgas. El cual no duro mucho, ya que mi excitación era tanta que ya quería estar dentro de él, así que me levante de golpe, dando un paso hacia atrás me quite mi short, dejando a la vista mi mástil al aire, 20 cm de carne morena bien rígida, lo tome de sorpresa y lo hinque delante de mi.
Yo: Vamos bebé, abre la boca. – mientras restregaba mi pene por toda su cara y le hacia precio en los labios.
En un moviente que abrió la boca aproveche y se la metí lo más que pude, agarre su cabeza por las orejas y hacia el movimiento de felación adecuado.
Nicolás: mmmmm ughhh – era todo lo podía decir, ya que tenia la boca ocupada.
Yo: ¡haaaa! si sigue asi, que bien lo haces.
Nicolás: ught mmmmm. – él ya solo agarro el ritmo y se movía como un maestro, mientras me volteaba a ver.
Yo: omg, que rico se sintió eso, vuélvelo hacer – le decía mientas me pasaba la lengua por el frenillo del glande.
Por la excitación que sentía de estar con ese hermoso niño, eso y la magnifica mamada que me estaba propiciando, no creía aguantar más.
Yo: ¡hoooooo! si que bien se siente, si asi bebé, ya casi me corro.
Nicolás: mmm, si que rico, dame de tu leche. – mientras pasaba su lengua de mis testículos hasta mi glande.
En una explosión de éxtasi le entierro mi pene hasta el fondo de la garganta, y suelto mi leche directito al estomago.
Yo: ¡haaaaa! – me despierto de golpe sintiendo una gran humedad y me doy cuenta que todo ese fantástico evento fue solo un sueño, siento que mi entrepierna totalmente mojada, me checo y parece que me orine encima, hasta el colchón, y me tuve que levantar a darme un baño y cambiar las sabanas.
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Espero y les guste este capitulo, en los próximos ya empieza la acción.
Espero sus comentarios y sugerencias.
Aveces he tenido sueños así, tan reales pero en mi sueño se que es algo ilegal y me abstengo de tener sexo… Luego me despierto y digo. ¡Era un sueño, debí haberlo disfrutado! Pero ya es tarde, aunque trato de dormir nuevamente el sueño ya no regresa.
Tan rico tener un sueno asi y despertarse todo mojado…jejeje!
Que rico sueño tuviste!!!! Te he leído y neta que cada día me gusta más tu estilo sigue porfavor!!!