SORPRENDIDO INFRAGANTI
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola me llamo Andrés y lo que voy a contar me acaba de suceder y como estaba metido en la página cuando y esta fue la causa de que me sucediera lo voy a contar.
Me encuentro en mi lugar de trabajo un negocio de víveres donde por la crisis que atraviesa mi país las ventas están pésimas, por eso mi jefe para que no me aburriera tanto me trajo una compu con internet, donde me distraigo viendo porno y por casualidad hace días encontré esta página.
Y hoy al llegar a mi trabajo no fue la excepción, me encantan los relatos gay que se publican acá y estaba leyendo uno titulado el esposo de mi amiga, cuando me dieron ganas de mear y me fui al baño, como estaba encarpado por lo que estaba leyendo me entretuve y un primo del dueño, un tipo de unos 40 años, llamado Yoan llegó y entró sin llamar y al escucharme en el baño se sentó frente a la compu y comenzó a leer lo que yo estaba leyendo.
Cuando salí del baño y lo vi ahí, de verga me muero de un infarto, el tipo estaba lelo leyendo, hasta la fecha a mis 19 años, nadie sabe mis gustos sexuales pues soy bisexual y mi parte gay no está en el closet sino a miles de kilómetros bajo la tierra, esa es la razón de mi miedo, él se dio cuenta que yo había llegado y me miró sonriendo.
– Epale Andrés, te asusté, vi abierto y entre y como vi la compu prendida me puse a ver lo que estabas leyendo, espero no te molestes.
– Como esta Yoan, iba a llevar algo.
– Nojoda chamo deja el miedo, ni que fueras el primero que le llame la atención los maricos.
– Es que aquí uno se aburre mucho y en internet hay tantas vainas.
– Pues si quieres yo te ayudo y hacemos ese relato realidad, te juro que nadie va a saber que paso aquí.
– Que le pasa Yoan, no se equivoque, yo….
– No me vengas con vainas me interrumpió el, una mamaíta aunque sea de pana.
Él se levantó y se le notaba una erección y que tenía un buen guevo, yo me encontraba indeciso, hace tiempo que no mamaba y aquel tipo era serio, así que me arrodille y él se acercó se abrió la correa, el pantalón y se lo bajo.
– Bésamelo por encima de la tela, yo obedecí, aquel hombre olía a macho, pues trabaja de obrero,
– Muérdemelo por encima de la tela pero con cuidado, yo le obedecí, mordiéndoselo varias veces, luego él se bajó el bóxer, ante mi quedaron unos 17 centímetros, venoso, grueso y cabezón, de una me lo metí en la boca y comencé a mamárselo.
– No uses las manos, me dijo el, usa puro la boca, así lo hice, él no me tocó, yo duré unos diez minutos mamando.
– Pásame la lengua por el culo, nada de chupar solo la lengua.
Yo lo obedecí, le di varios lengüetazos, el volvió a voltearse y seguí mamando.
– Donde quieres que te eche la leche?, me pregunto.
– En la boca para tragármela le pedí yo, y así fue, mamé otros minutos él se estremeció y comenzó a derramar abundante leche en mi boca, yo tragaba y tragaba como el becerrito que soy.
Él se fue al baño y salió con la ropa arreglada.
– Cuando te puedo coger? Me preguntó
– No sé, respondí yo, tendremos que ponernos de acuerdo.
– Ok, dame estos corotos y me los anotas yo me arreglo con el primo.
Le entregue lo que me pidió y se largó, y aquí estoy yo contándoselos y prometiendo que si pasa algo más ustedes lo sabrán.
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