Soy la amante de un empresario casado
Dicen que las desgracias no vienen solas, primero, mi esposa me pide el divorcio después de 5 años de matrimonio, 3 de noviazgo y dos hijos, después llega la pandemia y me despiden del trabajo y por último caigo en una depresión que casi me cuesta la vida. Todo esto en menos de un año. .
Dicen que las desgracias no vienen solas, primero, mi esposa me pide el divorcio después de 5 años de matrimonio, 3 de noviazgo y dos hijos, después llega la pandemia y me despiden del trabajo y por último caigo en una depresión que casi me cuesta la vida. Todo esto en menos de un año.
Mi vida estaba en un hoyo, veía porno diario, me masturbaba de tres a cuatro veces al día, estaba descuidado físicamente, tenía la barba larga, casi no me bañaba, empecé a engordar, la casa parecía un chiquero. Poco a poco el dinero se me fue acabando, mandaba mi currículum a empresas pero no recibía respuesta. Un día que pedí comida por Uber me vino a la mente ser conductor de la plataforma y emepce a investigar. Para esto tuve que mejorar mi aspecto pero la verdad poco me importaba verme bien.
Al tiempo, ya me encontraba manejando mi coche. Un día, me llega un viaje donde tenía que recoger a un cliente en un hotel, me dirijo al lugar y el cliente se sube al coche. El destino del viaje era un parque industrial que está a las afueras de la cuidad, un viaje de 40 min. Generalmente yo no socializo con los clientes, pero este cliente empezó a socializar conmigo y por educación respondía a sus preguntas.
La conversación se fue hacia lo difícil que se había puesto la vida tras la pandemia, creo que lo necesitaba, porque terminé contándole todo a un completo extraño. Antes de llegar al destino, Armando me dijo.
-Te quiero proponer un negocio, quiero que seas mi chófer personal. Yo estoy en la ciudad de una, dos y algunas veces tres semanas al mes; y requiero a alguien que me mueva.
Yo no supe que decir, el noto mi nerviosismo y me dijo.
-Mira, te paso mi tarjeta, ahí viene mi WhatsApp. Yo salgo a las 2 de la tarde. Avísame cuando llegues y lo platicamos con más calma. Estoy seguro que mi oferta te va convenir.
El resto de la mañana me la pasé pensando y al final decidí ir por el señor y escuchar su oferta. Me hizo pasar a una oficina algo grande con vista al parque industrial. Me pidió que me sentará frente a su escritorio y me dijo.
-Emilio, cómo te comenté, yo estoy en la cuidad por largos periodo, pero también estoy fuera por otro largo tiempo, yo vino en Ciudad de México, ahí está la matriz de mi empresa y también ahí vive mi familia. Pero por el giro de mi negocio, tengo que venir a Guadalajara una o dos semanas al mes y la verdad necesito a alguien que me mueva en la cuidad, por alguna razón tú me diste confianza. Creo que conocer tu historia me hizo empatizar contigo.
-La propuesta es que el tiempo que yo esté en la cuidad tu seas mi chófer a tiempo completo o 24/7 y cuando me vaya a Ciudad me México, puedes seguir siendo Uber. Por esta prestación de servicios yo te estaría pagando dos mil pesos diarios libres. En dos semanas serían treinta mil pesos libres, adional la gasolina para que me muevas.
La oferta era muy buena, la verdad no sabía que hacer y tenía un poco de desconfianza. Sin embargo esos treinta mil pesos en dos semanas vendrían a reordenar mi vida.
-Señor, y a dónde lo tendría que mover. Es que como usted no es aquí, yo pensaría que no conoce mucho.
-Justamente por eso Emilio, soy un hombre muy activo, me gusta hacer mucho deporte y ejerció, práctico tenis y golf, además me gusta el ciclismo de montaña y otros deportes. No quiero pasar mi vida por estar aquí en Guadalajara. Que dices, aceptar ser mi chófer?
-Si señor, acepto.
-No me digas señor, dime Armando.
-Ok Armando. Y empieza hoy mismo?
-Si así lo decides si. Solo que estás dos semanas que esté aquí no podrás ser Uber. Miras tendrás que ser algo paciente. Porque vas esperar largas horas a qué me desocupe.
-No hay problema, ya veré como mato el tiempo.
La respuesta de Armando ante mi comentario, no lo esperaba.
-El tiempo no se mata, se invierte. (Guiño de ojo) Puedes empezar por un corte de cabello y barba, hacer un poco de ejercicio y vestir un poco más formal. Ahora no llevas a cualquier persona en tu coche, llevas a un empresario e iremos a lugares importantes.
-Si Armando, lo haré.
-Bien, pues vámonos, que tengo mucha hambre y me están esperando.
Lleve a Armando a un lujoso restaurante en Plaza Andares. Antes de bajarse me dijo.
-Estare aquí dos horas, quizá tres. Aprovecha para cortarte el cabello y que te arreglen la barba. Te escribo cuando esté por desocuparme para que vengas por mi.
Así lo hice, fui a cortarme el cabello y que me hicieran la barba. También aproveche para comprarme un par de pantalones y camisas para verme más formal, me fui a casa, me bañe, me vestí y lo que vi en el espejo me gustó, por fin en mucho tiempo la imagen que reflejaba el espejo me gustó.
Antes de llegar al restaurante, Armando me llama para decirme que está listo. Yo llegue en 10 min.
Me estacionó cerca del lugar, me dirijo a la puerta donde se va subir Armando y lo espero, no pasaron mi dos minutos y lo veo acercarse a mi con una cara de sorpresa y felicidad.
-Wooow que cambio muchacho, felicidades (lleva sus manos a mi rosto y las pone justo en mi barba, esa cercanía con mi persona y el contacto de su piel me provocó una sensación extraña, pero agradable).
Yo me sentía feliz, sentía que mi vida tenía un propósito. El resto del día moví a Armando al tenis, al spa a cenar y a su hotel.
Esta rutina se empezó a repetir todos los días. Mientras Armando estaba en la oficina yo aprovechaba para hacer ejercicio. Mejore mi alimentación y mis hábitos.
Armando es muy cariñoso, por así decirlo, siempre me anda dando palmaditas en el hombro o diciendo que me veo bien. Me felicita por bajar de peso y siempre me chilea, diciéndome que ahora me veo muchoejor. Se siente raro, pero me gusta. Poco a poco la confianza entre los dos aumento. Al final de ese periodo en la cuidad, ya conocia la rutina de Armando y algunos de sus gustos.
Para el siguiente periodo que estuvo en la cuidad, la rutina se mantuvo, pero hubo algo lo cambio todo. Armando compró un departamento en una zona lujosa de la cuidad. Por lo que me pedia que entrará a con él, para que no me quedará solo en el coche. Generalmente mi día terminaba cuando dejaba a Armando en el hotel, pero ahora con su departamento terminaba cuando el se iba a dormir. Por lo que a la segunda semana de Armando en la cuidad, me dijo
-Emilio, estaba pensando que te mudaras a vivir aquí, ya que te dejo ir a casa cerca de las once de la noche y al día siguiente estás aquí a las cinco. Realmente no duermes bien y necesito que estés bien descansado.
La propuesta me dejó sorprendido, no sabía que decir. Sonaba bien, pero tendría que estar con Armando literal 24/7. Al final acepto y quedamos que al día siguiente iría por una maleta para traerla al departamento. La segunda semana estuve viviendo con Armando, agregamos a la rutina, cenar juntos (cuando se podía) incluso ver televisión juntos, parecidos a dos compañeros de departamento (como dos universitarios).
Me gustaba esta rutina, tenía alguien con quién platicar y distraerme. Cuando Armando no estaba en la cuidad yo retomaba mi vida y salía con amigos. Así que nuestras conversaciones giraban entorno a eso. Esta segunda semana transcurrió sin más novedades.
Para el siguiente periodo que estuvo en la cuidad. Hubo otro salto en la historia. Llegamos al departamento y Armando se dirige a su habitación mientras me dice.
-Emilio, espero no te moleste, pero ya nos tenemos confianza y estamos entre hombres.
-¿Qué cosa Armando?
En eso veo que sale solo en boxers, negros y ajustados. Me quedé sorprendido, nunca pensé que Armando tuviera un cuerpo tan cuidado, no se que paso, pero vi cada centímetro de su cuerpo.
-Ya quita esa cara de bobo. Me vas a sonrojar.
Sus palabras me sacaron del transe. Nunca me había visto admirando el cuerpo de otro hombre.
-Si lo deseas puedes quedarte en boxers también.
-No como crees Armando.
-No pasa nada, somos hombres y tenemos lo mismo.
-Pero tú eres mi jefe.
-Bueno, entonces te ordeno que te quedes en boxers (suelta una risa)
-La verdad me da pena, tu tienes un cuerpo muy Fit y yo soy todo lo contrario.
-No estamos compitiendo para ver quién tiene mejor cuerpo. Se trata de estar cómodos.
Eso me relajo un poco y accedí. Fui a mi habitación y me quite la ropa y salí solo con un boxer, azul y ajustado también.
Armando ni se inmutó al verme desnudo.
-Sabes, mañana puedes ir al super a comprar unas cosas, ya casi no hay comida.
-Claro Armando, te dejo en la oficina y me voy al super.
Esta conversación me relajo más y me sentí muy cómodo. De nueva cuenta esta rutina se repitió, ya era común estar semidesnudo por el departamento.
Había momentos, cuando estábamos en la cocina haciendo cena o desayuno, que Armando rosaba su paquete con mis nalgas, al principio pensé que era un accidente, pero se repitió varias veces, yo justificaba que había poco espacio en la cocina. Pero también al pasar y rosar su paquete, me empezó a tomar de la cintura. Ya en este punto quería decirle algo, pero era mi jefe y no sabía cómo reaccionaría. Pero también algo en mi mente decía que no lo hiciera. Decidí no darle importancia y minimizar la situación
Cada día me sentía más cómodo con lo roses y las caricias. De pronto, yo empecé a acariciarlo, cosa que el no rechazó pero tampoco me decía algo, más bien era indiferente o lo veía normal. Al principio me sentía confundido pero como el no decía nada, entendí que no era algo sexual.
Una noche que Armando no estaba en la cuidad, me puse a ver porno en mi computadora en mi casa, empecé viendo un video de un rubia joven de tetas grandes que estaba mamando la verga de un maduro. El hombre de video hacia que la rubia se comiera toda verga hasta atragantarse, la tomaba del cabello por la fuerza y la obligaba a meterse toda verga en la boca. La escena me puso muy caliente y empecé a masturbarme. En otra escena la rubia estaba en cuatro y el hombre le daba unas nalgadas para luego acariciarle el ano (yo siempre quise darle por el culo a mi esposa pero no sé dejo) con el dedo gordo, despues le empezó a meter la verga poco a poco. Ufff esa escena me tenía al borde del clímax, cierro lo ojos para imaginar que era yo quién le daba verga a la rubia, pero mi mente me hizo una mala jugada, o no. Me imaginé a mi y Armando en esa escena.
Armando me tomaba de la cabeza para meterme su verga en mi boca y provocarme arcadas, yo estaba de rodillas viendo su cara, algo en mi, hizo que le tocará su abdomen mientras se la seguía mamando. Armando me separa, me levanta y me empieza a besar al mismo tiempo que me agarraba con fuerza las nalgas. En este punto estaba muy entregado a Armando, me voltea y siento su paquete con mis nalgas, yo empecé a moverme, insinuando y ofreciendo mi culo.
Armando se baja hasta quedar su cara frente a mi culo. Me baja el boxer y empieza a morder y lamer mis nalgas. Yo estaba al límite, con una maestría inimaginable, Armando empieza a lamer y hoyo, su lengua en mi culo hacia que me estremeciera.
Todo esto pasaba mientras yo seguía con los ojos cerrados masturbando mi pene, en un instinto, lleve mi dedo a mi culo, esto hizo que las sensaciones de mi cuerpo sopreparan lo que hasta el momento había experimentado en el sexo.
Estaba solo y en mi casa, totalmente entregado a las sensaciones corporales del momento. Sin inhibiciones introduje un dedo en mi culo y empecé a masturbarme mi hoyo hasta el momento virgen. No se en qué momento empecé a a gemir.
-Ah, ah, ah, si Armando dame duro. Oh, Armando. Cógeme, hazme tuyo. Ah, ah, ah.
Mi pene había pasado a segundo término, estaba centrado en meter y sacar el dedo de mi culo imaginando que era la verga de Armando. Sin necesidad de masturbar mi pene, me vine en una eyaculación que me dejó temblando y con el semen por todo mi abdomen y pecho, incluso en mi barba.
Me quedé relajado lleno de mi propio semen, quería bañarme para quedar limpio, pero la adrenalina seguía en mi cuerpo y decidí quedarme así imaginando que era el semen de Armando.
A la mañana siguiente, me entró una especie de cruda moral por lo sucedido, pero por fortuna, Armando regresaría hasta la siguiente semana. Por lo que me enfoque en hacer ejercicio y estar presentable para «Armando».
Necesito saber que pasa después, excelente redacción , publica la siguiente parte, anímate.