Soy Manu Cap 1: Las duchas del gym
Soy Manu. Y estas son mis aventuras….
Hola, soy Manu.
Supongo que tendre que empezar por hablaros un poco de mí.
Soy del sur, andaluz, no de la parte de Sevilla y Cádiz o lo que podíamos decir occidental. No digo «quillo», ni seseo, ni ceceo. Hablo con acento, me como las ultimas letras, pero sin exageraciones.
Soy guapete, barba, alto, rondo el 190 y peso 90kg. Estoy fuerte, voy al gimnasio y nado varios días a la semana. Tengo vello, pero tampoco soy un oso, lo normal de vello supongo. Y el dato que os interesa, sí, soy pollón, es gorda sin circuncidar y de 22cm.
Tengo muchas experiencias, y la verdad voy a empezar por esta pero no es la primera en la cronología de mi vida. Pero entendedme, por algún sitio tenía que empezar.
Como os he dicho voy al gym y nado. En mi gym los vestuarios comunican directamente con la piscina, por lo que voy una vez entreno, me pongo bañador, nado y luego ducha.
Las duchas tienen tabiques laterales pero sin puertas. Apartadas la verdad, 5 enfrente de 5 con un pasillo.
Aquel día no era especial, era un miércoles, sobre las 8, principio de mes, primavera. Yo acababa de entrenar y estaba sentado quitandome la ropa para ponerme el bañador, tipo speedo, que me marca muy bien mi polla. De hecho de los dos que tengo ese azul me marcaba más aún.
Una vez ya con el bañador, gorro y gafas iba para la piscina cuando lo ví.
Era un muchacho rubiete, 180 aprox, marcado, guapete. Llevaba camisa y vaqueros y una mochila celeste. Tenía diecitantos, sin barba.
Y justo se cogió una taquilla enfrente de la mía. Se veia que estaba muy concentrado en no mirar, pero se que me miro. Miro mis brazos, miró mi torso, miró mis piernas, miró mi paquete… lo hizo muy discretamente.
Yo remoloneé en mi taquilla como que buscaba algo para que él se cambiara. Pero llevaba ya la ropa de deporte debajo de la camisa y el de deporte debajo del vaquero asi que me fui a nadar.
Nadé como 1 hora, no es lo normal, pero mi rutina me daba pereza y la verdad me salté algunos ejercicios.
Al llegar para coger la toalla e ir a la ducha, allí estaba el chico, cogiendo sus cosas, pero no se iba a duchar en el gym ya que se estaba poniendo el vaquero encima.
Entonces me quite el bañador, mostrando mi polla, me la toqué, me toqué lo huevos. Me quedé desnudo mostrandome. Él miró de reojo, apretó lo labios y vi como se ponía nervioso.
Me encantaba verlo así y supe 100% que le molaban los tíos como a mí. Mientras seguía desnudo, de pie, se me ocurrió un plan. Cogí mi móvil y hacía como que llamaba: «Hola tío que tal?… sí todo bien… ¿el jueves?… el jueves salgo tarde, aguantaré hasta el final aquí, me gusta a esa hora que no hay nadie… vale me ducho aquí y vamos… perfecto pues a las 11 cuando salga… adiós tio, bye»
Todo esto era hablando conmigo mismo obviamente, quería que el chico se enterara, quería preparar el terreno para el jueves.
Cogí la toalla, y me fui desnudo caminando a las duchas mientras se que él me miraba.
Llegó el jueves, entrené, y no lo ví. Cuando acabé y fui al vestuario tampoco lo vi. Me resigné y fui a nadar. Eran ya como las 22h. Ya solo quedaba yo nadando. Me salí y fui para el vestuario. Solo había un hombre que se estaba peinando ya para marcharse y yo.
Me quité el bañador y cogí la toalla. Y cuando iba para la ducha lo ví. Venía de entrenar, sudado, con mallas cortas marcando su culazo y su paquete. Nos miramos, fue nuestro primer contacto visual directo. Duro un milisegundo y apartó la mirada. Yo sonreí para mi mismo y se me puso morcillona. Y volví a mi taquilla a por un bote que me había dejado.
Me metí en la ducha del medio. Teníendo justo delante las 5 sin puertas, aunque como el pasillo es estrecho en realidad solo ves al de enfrente.
Me duché y escuché las pisadas de chanclas acercandose.
Se había puesto en la de al lado. El chaval entiendo que tampoco se veía con el valor de llegar y ponerse justo encima, sin tener la certeza de que iba a pasar algo.
Entonces tomé la iniciativa, me cambié de ducha y me puse en la de enfrente de él. Estaba de espaldas mkrando hacia la pared y me miraba de reojo. Pude ver su culazo. Era increible. Ni un solo pelo, perfecto redondo con sus piernas fuertes.
Se me estaba poniendo dura, mientras el agua caliente caía sobre mí. Me empecé a masturbar mientras lo miraba. El seguía de espaldas, sin girarse.
Pasó como medio minuto y por fin se giró. La tenía dura y se tapaba, le notaba la respiración entrecortada…
Tenía buen rabo, le mediría como 17, perfecta, recta.
Nos miramos, miró mi rabo. Crucé la distancia que nos separaba y me apegué a él, nuestras pollas chocaron como dos piedras. Le besé el cuello y le dije: «Ese culito te lo voy a reventar». El gimió.
Te agarre la cabeza y lo empujé hacia abajo. Empezó a comermela y yo empecé a metérsela en la garganta hasta el fondo. Le sostenía la cabeza y el se quería zafar, faltandole el aire. Se resistia, forcejeó, pero seguía manteniendola hasta el final de la garganta. Notaba ya la desesperación y lo solté. Cogió aire y me miró a los ojos.
Se que le encantó. Le indiqué que se levantara y le dije: «Por como la has comió, ¿no es la primera que te comes verdad?»
El dijo nada, solo asintió.
«¿Te han follao alguna vez?»
«No…» dijo él con voz nerviosa. Era la primera vez que le escuchaba.
Acerqué mis labios a los suyos como para besarlos, el cerro los ojos esperando un beso… pero se quedó sin recibirlo. Me acerque a su oido mientras con mi dedo le penetraba el culete.
«Yo a mis putas no las beso en la boca»
Él se resistía al dedo. Lo tenía super cerrado. Era verdad lo que decía. Se estaba poniendo nervioso.
Me agaché y me metí su polla en mi garganta. El se relajó. Mientras se la comía, seguía metiendole el dedo poco a poco, y ya no se resistia tanto.
Paré, no quería que se corriera aún.
Me puse de pie y cogí el bote que había traido se mi taquilla.
«Girate, quiero comerte ese culito»
Lo hizo, me agaché y empecé a comerle ese agujerito.
Dios mío era perfecto, estaba ansioso de penetrarlo. Había venido preparado con lubricanta especial para fisting. No es que haga esas cosas, pero es el que mejor resvala y para mi pollón era perfecto.
Me puse bastante en mi polla y en mi dedo le meti un poco dentro. Apenas le había dilatado.
Me puse de pie, con una mano le tapaba la boca y apretaba hacía mí. Con la otra colocaba la polla en su culito.
«Te voy a preñar como un semental a una yegua»
Al oír esto note su tensión, empujé y empezó a entrar. Era increible, estrecho, cálido, super apretado, lo estaba desvirgando. El gimió de dolor y placer se resistió, le temblaban las piernas… y entró entera, de una. Lo mantuve así pegado a mí, con la boca tapada.
«Tranquilo, estoy entero dentro de ti, mira» cogí su mano y la guié hasta la base del pene, al palpar que mis huevos estaban pegando a su culo noté como dejaba de resistirse y gemía.
Empecé a embestirlo y con la mano a pajearlo. Sabía que no iba a aguantar pero es que yo en ese culo tampoco podía más.
Gimió, le solté la boca, empezó a soltar chorros de semen y en los bombeos apretaba más el culo. Yo estaba fuera de sí y empece a preñarlo. Nos estábamos corriendo a la vez. Fue increible.
La mantuve dentro y el se quejaba. Me gustaba tenerla dentro y que el se resistiera. Se la saqué.
Me volví a mi ducha para limpiarme.
Y él se quedó quieto, asimilando el polvazo.
Nos duchamos y fuimos en silencio a las taquillas, nos vestimos. El iba más rápido. Lo agarré y le di un beso en la boca.
«Me encanta tu culito. Nos vemos el lunes» le di un pedazo de papel con mi instagram.
Él lo leyo, sonrió y se marchó.
Esperamos la siguiente parte de su historia muy cachonda
¡Joder! esas son las folladas que me gusta que me den, que no pregunten, que vengan y te sometan como la putita que soy, me gusta además que me cojan a pelo y me dejen la corrida dentro. Buen relato.
gran relato
Como sigue?
Gran relato… Como sigue?
Uufff… Menuda excitacion tengo… Necesito mas… Como sigue?
Como sigue?
Excelente relato… Me encanta como inicia esto… Ojala lo continúes.
❤️👍🤤😍