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Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola, soy Andrés, por aquel tiempo, mi tio invitó a mi familia a pasar un fin de semana en su humilde casa de la playa, la fiesta estaba en todo su movimiento pero yo a mis 8 años ya tenía sueño y deseaba estar cuanto antes en la cama, cuyo cuaro estaba muy lejos de la fiesta, de ahí que se asoma por la ventana mi primo Hugo de 16 años haciéndome gestos graciosos, de mi cama le sonreía y hacía brincar mi cadera haciendo que mi culito y piernitas se movieran como gusanito, pasaron los segundos para que Hugo esté junto a mi en la cama, me dijo que quería enseñarme un juego sabroso y que me dejara hacerlo, acepté con gusto porque le tenía bastante confianza.
Le dejé pasar sus manos por mis piernas subiéndolas hasta mi verguita, sentía cosquillas, metió sus manos por dentro mi pijama estirando mi verguita desde adentro hacia afuera, me bajó el pijama dejando al descubierto mi verga, con su boca me la mamó por largo rato, su legua movia con fuerza mis pelotitas en posición inclinada a mi cama veía cómo me mamaba y sentía extraño todo eso pero algo rico también.
Puso su mano en mi pechito haciendo que me acostara totalmente sobre la cama, parado junto a mi cama se bajó el cierre de su pantalón y por el hueco del calzoncillo sacó su verga trigueña grandota bien estirada con una cabezota que hasta ahora es difícil borrarla de mi mente por sen tan jugosa, ni hablar de la suavidad de sus pelos lacios.
Puso su verga sobre la mía sobándomela fuertemente y golpeándomela con la suya como si fuera un látigo su verga la dejó un rato sobre la mía culiándomela, se me acostó con su cuerpo en el mío, su pecho daba a mi carita y me besaba mi pelo lacio, su piel trigueña se pegaba con el sudor a mi piel blanca.
Dijo que me diera la vuelta asi mostrándole mi culito, sentí que acercó su boca para besarme mis nalgas y escupió el hueco de mi culito, sentí algo de saliva chorreada por los muslos, me puso un poco de lado para ver los dedos de mi primo dilatar mi culito metiéndolos largo rato hasta que vi entrar la cabeza de su verga entrar en mi culito, me poenetró hasta que le protesté que me dejara porque me doliera. Se levantó, se me tió su verga y se subió el cierre, Hugo sonriente de lo que me había hecho, me acrició las mejillas con sus manos, yo me quedé un poco pensativo con la mirada baja.
Toda la noche quedé pensativo de lo que me había hecho por el culo, me sentía raro miraba atrás a ver mi culo sobándomelo con mis manos haciéndome la idea que era su verga suave en mi culo me introducía mis dedos, quería sentir ese gustito de ser culiado.
Me desperté muy temprano la mañana del día siguiente de la fiesta, junto a mi estaban dormidos mis padres y mis dos hermanos mayores dormidos en colchones en el suelo, segui un ratito acostado pensando en mi primo, me estiré la verga como él me lo hizo hasta que me dio el deseo de orinar, creí que todos estaban dormidos en sus cuartos, cerré la ´puerta del baño, pero al ratito escuché la voz de mi primo que me decía que le abriera que ya se le salía la orina. Entro con una sonrisa preguntándome si me había gustado lo de anoche, yo bajé la cabeza avergonzado, con su mano me alzó la barbilla, me sobó suavente el pelo y pasó sus manos lentamente por mi espina dorsal, sentí escalofrío y se me paró la verga, me dijo que si quería continuar con el jueguito, movi mi cabeza afirmativamente.
De inmediato me bajó el pijama con sus manos hasta el piso, alzé mis pies para quedar libre del pijama, ya se notaba mi verga al descubierto bien parada, me sentó en el inodoro se arrodilló a mamar y chuparme mi verga bien paradita, se sacó el calzoncillo que llevaba y vi a plenitud su vergota trigueña llena de pelos lacios, con sus manos se las estiba y la cabeza de su verga sobaba mis labios, probé una baba transparente, con mi lengua la introduje como helado, sabía raro, dijo que abriera la boca que me iba a meter su verga, al principio la sentí rara, me la metió y sacósuavente varias veces hasta que un liquido lleno mi boca, lo escupí, Hugo cogió un poco y me lo pasó por el culo.
Me puso sobre el inodoro en posición perrito y me metió la verga, priemro poquito a poquito sentía penetrar su cabezota, pero luego la introdujo más y más asi que mi dolor se hacía cada vez más fuerte, se detuvo a metérmela cuando gemí de dolor, Hugo sonriente me levantó con sus brazos, me dio una caricia en la mejilla, se subió el calzoncillo manchado de semen y salió del baño dejándome humedecido mi culo, cada cogida pese a ser dolorosa también sentía rica afición desde ya por su verga.
Pasaron las horas, todos estábamos bañándonos en la playa, un poco lejos de la casa, yo tenía una camiseta y bikini de lycra muy ajustado a mi piel, verga y culito, estaba jugando con la arena, en eso se acerca mi primo Hugo que solo tenía su bikini lycra con su verga muy amoldada y puntiaguda.
Me susurra al oído diciéndome que tenía unos juguetitos para mi y que vaya al ratito a su cuarto para que los ponga en mi maleta, me dijo que no fuera lleno de arena, que me enjuagara en el mar, mi primo se fue directo a la casa y al ratito de enjuagarme le pedí permiso a mi mamá para ir a la casa y aceptó, salí corriendo de la playa muy emocionado a recibir los juguetitos de mi primo, abrí el cuarto de mi primo y lo encontré totalmente desnudo abierto de piernas boca arriba con su verga bien parada estirada por sus manos, sus dedos rozaban el hueco de su culo, Hugo levantó su cabeza y me sonrió me dijo que si me gustaba su verga bajé mi cabeza y movi afirmativamente.
Hugo se levantó a cerrar la puerta poniéndole seguro, mi verga estaba parada al ver su vergota llena de pelos lacios se puso a espaldas mías, me dijo que alzara los brazos para sacarme la camiseta, lo hizo y sentí el contacto de su labios y lengua pasar otra vez por mi espalda mi piel se puso de gallina, sus manos bajaron mi bikini ya mi verga estaba bien estirada, por detrás sus labios besaban mi culo y una de sus manos estiraba mi verguita, cerré mis ojos de placer, sentí que me dio la vuelta, abri los ojos y observé a Hugo arrodillado, mi verguita se introducía en su boca.
Me abrazó levantándome en peso llevándome a su cama y poniéndome como perrito a filo de cama, su verga rozababa muy fuerte mi espalda, cada vez lo hacía más rápido hasta que su movimiento se detuvo lentamente y sentí en mi espalda su leche, me dijo que tenía un culo jugoso y que íbamos a terminar el jueguito.
Cogío con sus manos un poco de leche de mi esplada y sentí sus dedos penetrar mi culo con ese liquido tibio y pegajoso, sentí su cabeza penetrar mi culito, ahora era un poco más suave y creía que no me iba a doler me dijo exitado y sudoroso que ahora todo mi culo era suyo, y luego de tantas emebestidas, luego de tantos mete y saca suaves, me metió toda su verga de tirones repetidos muy fuetes, quise gritar bpero Hugo me tapó la boca, el dolor fue horrible y sentí que me la había metido toda su verga dejándomela un ratito adentro sacándomela poco a poco y volviéndola a meter, en cada metida dolorosa lloraba.
Se levantó me dijo que ya estaba, que ya se había terminado el jueguito, nos fuimos al baño a limpiarme con agua y jabon lo hilos de sangre que me salían de mi culo, me puso gel crema fresco para que me dejara de arder y doler. Me llevó a la playa donde estaban todos pero en todo momento Hugo no dejaba de mirarme su sonrisa expresaba algo de inquietud.
Al despedirnos, me dio un abrazo y me dijo al oído que todo quedaba entre nosotros, me dio una funda que contenían varios juguetitos artesanales pero ninguno se comparó al juguetito que traía entre sus piernas y la que me lo comí por dos años más cada vez que iba a visitarlos.
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