SUCEDIO EN LA PLAYA II
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Si algo siempre me ha puesto a 100 grados, es ver que un hombre apuesto y de buen ver, me observe detenidamente, y se agarre sus genitales, no existe mensaje, más exitante que ese. Pero por respeto a mi profesor, yo disimulé y entré de nuevo al agua con Jorge Luis, a darnos otro baño en el mar y lavarnos nuestras partes, que es lo más cómodo que tiene, el tener sexo en una playa. Me alejé de Jorge Luis bastante para no generar sospechas, me bajé el bañador y comenzé a expulsar,
el semen que tenía en mis adentros del chico, que tanto me gustaba y me acaba de desvirgar mi culito, llenándome de placer, de gusto y abriendo un nuevo horizonte en mi vida, inéxplicablemente. Cuando me compuse, miro hacia la orilla y Mr. Rivera. seguía mirandome, yo cambie mi vista, y me dispuse a salir del agua, porque ya nos estaban llamando, que fueramos a las duchas, por que nos ibamos a nuestras casas.
Al salir del mar, Mr. Rivera se acercó a mi y me dice en voz baja, que el lunes quería hablar conmigo, en su hora libre a las 9:00. Yo le dije: Mr. yo e echo algo malo, me porté mal, que pasa? No, ya te enterarás, solo te digo que me tienes confundido. Me fui a las duchas bien nervioso, le comenté a Jorge Luis, nos pusimos ambos a sacar conclusiones, y él me decía, que Mr Rivera, quizás nos buscó, al no vernos y nos sorprendió metiendo, pero nos dejó terminar el polvo, sin decir nada. Las chicas se fueron a las duchas de mujeres del Balneario y nosotros a las de hombres. Dios que espectáculo, eran como 20 duchas corridas, sin divisiones, todos los chicos desnudos, quitandose el agua salada del mar. Sus cuerpos bronceados, quemados, como decimos en mi isla por el candente sol. Mi bañador era un tip bikini negro, que me quedaba bien ceñido, destacandose mi blanca piel, pero al broncearme, cuando me lo quité en las duchas, noté que todo el mundo mi miraba, pues la mayoría de los chicos eran trigueños, que no se les nota mucho, el bronceado, pero a Jorge Luis, a otro chico y a mi se nos notaba exageradamente. Con la diferencia que por yo tener ese tipo de bañador, mis nalgas redondas y paradas, quedaron blancas y resaltaban de lo colorado, que yo tenía la piel por el sol.
Yo nunca he sentido vergüenza que otros me vean desnudo, tengo lo mio, desde adolescente, un buen pene y un trasero que todos me elogian, hasta en broma…pero que yo se, por dónde vienen, la intención. Jorge Luis se acercó y me dice: Me dan ganas de volver a metertelo aquí, que culo rico tienes, vamos a los baños. Le contesté que no me atrevía, me daba mucho miedo y por lo que me dijo Mr. yo estaba asustado. Miro de reojo y muchos de los muchachos tenían los penes erréctos, mirando para mi trasero. Me senti orgulloso y comenzé al lavarmelo bien sexy, para joderlos…de ese pan no iban a comer, ja, ja, ja. Pero como yo no tengo plumas ni nada, ni manerismos, nadie me dijo nada, ni me faltaron el respeto. Jorge Luis se quedó con la ganas y yo pues me dolía el ano, no es fácil, gozé mucho, pero estaba esbaratao, pero con gusto. Luego el viaje de regreso en el autobús, la mayoría se durmieron, yo no… yo iba masajéandole la verga a mi chico disimuladamente por todo el camino, pues nos sentamos atrás juntos, y él me metía la mano por detrás de mi short, para tocarme mi culo.
Cuando llegó el lunes fui a las 9:00 muy puntual, a hablar con Mr. Rivera. Él estaba solo en su salón de clases y cerró las puertas para hablar en privado. Jorge Luis no se equivocó!, Mr. nos vió haciendo eso, metiendo. No se lo negué y él dijo que nadie lo iba a saber, pero que desde que vio eso, no tenía paz…que él queria también metermelo, cogerme. Me dijo que sabía que se exponia a un peligro, por ser yo menor y uno de sus estudiantes. Mientras mi mente divagaba, yo no podía creer que aquel hombre tan fuerte, bello, que las chicas suspiraban por él, me deseara a mi…veía en mi mente la imágen de él en la playa, agarrandose la verga y senti un deseo terrible, de que él también me penetrara y me pusiera a gozar; total eso era lo que él quería. Le expliqué todo, todo lo que pasó, que fue mi primera vez. Me dice: Zach te puedo tocar? Yo bajé mi cabeza y timidamente sin mirarlo le dije que sí. A su lado yo parado y el sentado en su escritorio, me comienza a tocar las nalgas, a apretarlas, yo sentí su respiración, que cada vez se sentía más fuerte. Que delicia de trasero tienes, que banquete se dió Jorge Luis, al ser el primero, que rico….y se tocaba su verga desenfrenadamente, me tomó mi mano y me la puso en su bulto, no me hize de rogar y se la comenzé a sobar, a agarrarla, que tremenda verga se adivinaba detrás de aquel enorme bulto. Me indicó que fueramos a una división que tenía el salón con su puerta y todo, dónde guardaban ascesorios escolares. Fuimos, pero yo temblaba de miedo, mi mente era un caos! Yo quería y no quería a la vez…y si Jorge Luis se enteraba? Lo estaba yo traicionando? Por otro lado, cuantos o cuantas, darían por tirarse, al maestro de matemáticas, que estaba como quiere.
Nos encerramos allí y él me dijo que lo haríamos luego en su departamento, si yo quería y estaba de acuerdo, pero que no podía esperar más. Se bajó los pantalones con boxers y todo, de allí saltó una de las vergas más bellas, que he visto en mi vida, grande, gorda y recta, descapullada, wow que pollón! Perdí el miedo y me la llevé a la boca, mamé y mamé deseperadamente, me ahogaba y daban naúseas, pero me controlaba, Mr. Rivera gemía, gemía: Así mi niño hermoso, que rico mamas, es toda tuya, comemela así. De repente me la sacó y me pidió que me bajara los pantalones verdes de mi uniforme, yo sabía lo que quería y yo también quería, no lo niego, me puse contra la pared y Mr. se eñangotó trás de mi a mamarme el culo; con mis manos yo me abría y él me decía que eso era la gloria, que mi culo era un encanto y tan limpio y oloroso, su lengua me hacía suspirar y gemir. Cuando lo creyó prudente, me pidió que me relajara y me la metió poco a poco. Me dolía pero con mi mano hacia atrás, lo aguantaba para que no me la metiera de cantaso y me doliera mucho. Cuando entró toda, se quedó quieto, ya no te duele mucho? Y cuando le dije que el dolor pasó, comenzó a metermela y a sacarmela, que rico sentía yo y él también. Paré más mi culo y me entraba todo, pero me dolía. Mr. decía tras de mi que yo estaba casi virgen aun, que lo sentía bien estrechito mi hoyito. Me mordisquiaba por el cuello y busqué yo su boca…él como que titubió, pero me permitió besarlo tiernamente, un beso de lengua, hermoso, que se convirtio al rato en un beso apasionado y de gozo. Estaba yo a punto de venirme, cuando lo sentí a él darme más duro y su respiración agitada…me estaba dejando toda su leche adentro y yo exploté como un volcán toda la mía. Cuando me la sacó, me dice: Zach, pero que tu tienes, es como si me hubiera comido una crica (vagina) pero bien estrecho. Me has echo gozar, como nadie.
Desde ese día fui de aquel maestro y de Jorge Luis, que por cierto, sospechaba pero fui muy discreto, nunca se lo dije, ni
a él, ni a nadie. Que buenos días pasé! Me veía con mi maestro en su departamento y me enseño mil cosas del sexo, que luego las aplicaba con Jorge Luis. Si se puede amar a dos personas a la vez, yo fui uno de ellos. Tengo tantas anécdotas de estas relaciones, de como un adulto, puede ceder a los deseos de un adolescente y de heterosexual, pasar a ser amante de este, su otro macho. Gracias a todos por sus lindos comentarios, de la primera la parte, por eso continúe con la II. Siempre agradeceré a la vida por estos dos seres tan ricos, que puso en mi camino.
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