Sudados en amor
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Raider12.
Hola a todos en SST, este es mi primer relato (un poco largo), así que me presento: Me llamo Alan, tengo 32 años, alrededor de 1.78 m de altura, güero, pelo negro y un poco largo, buen cuerpo (amo el gym), calzo del 29 y un poco mas de 20 cm…. No me había animado a escribir algún relato, pero creo que mis experiencias les podrían gustar. En una de tantas, y en la que compartí uno de los mejores momentos de mi vida fue con Fernando, hace ya unos ayeres, cuando estaba en la universidad fuera del país (México).
Teníamos alrededor de 19 años cuando nos conocimos, mis padres habían comprado un apartamento no muy lejos del centro de Texas donde pase mayor parte de mi juventud estudiando y disfrutando del amor con hombres y mujeres. Una tarde de octubre lo conocí: alto (mas o menos de mi altura), moreno, con unos ojos café enormes y una boca pequeña, con un muy buen cuerpo, pies grandes (los amo) y un carácter excepcional; justo a mi medida. El se había mudado de un vecindario lejano con el fin de acortar distancia a la universidad, estudiaba historia y era amante de la fotografía. Después de alrededor de seis meses de conocernos, y ya sabiendo que ambos éramos bisexuales, supe que el y yo queríamos algo mas que una simple amistad.
Una mañana de un viernes de abril y como teníamos acostumbrados, salimos de nuestros respectivos departamentos, abordamos su auto el cual compartimos aquel día (un día usábamos el suyo y el otro el mío), al dejarme en la universidad me pregunto de una manera inusual si podía acompañarlo en la tarde al rancho de uno de sus tíos, alejado de la ciudad y donde tenia que pasar el fin de semana para cuidar de el, puesto que su familia saldría rumbo a Durango, México de donde el era originario. Yo presentía lo que pasaría. Después de las 4 de la tarde paso por mi a la universidad y 4 horas mas tarde llegamos a aquel cómodo y caluroso lugar. Nos instalamos después de despedir a su familia, quedándonos acompañados solamente de toros y mas animales de campo.
Nos subimos a bañar, el lo hizo primero, sin antes pasar a mi cuarto envuelto en una toalla blanca y sandalias del mismo color que empezaron a excitarme, no se si lo hizo para prepararme para lo que sucedería mas tarde pero al darme la espalda rumbo a la regadera se quito la toalla y la puso en su hombro, dejando al descubierto aquel gran trasero que había visto únicamente en shorts ajustados cuando hacíamos ejercicio juntos o íbamos a nadar. Para mi sorpresa regreso ya vestido con una playera sin mangas holgada que enseñaba su pecho con unos cuantos vellos, un short playero y aquellas sandalias blancas que me encanta verle puestas. Me aviso que me esperaba en el comedor para cenar. Me bañe, me cambie y baje. Quede anonadado cuando vi aquella escena romántica digna de un película, velas, una cena exquisita y por supuesto champagne. Sin mas rodeos y al terminar de cenar me digo todo lo que sentía por mi, me pregunto si yo quería salir con el. Por supuesto acepte. Éramos oficialmente novios. Lavamos los trastos y subimos a su alcoba, nos lavamos los dientes juntos y por fin el momento que siempre quise llego.
Me llevo a la cama, y sin mas, nos besamos desenfrenadamente, nuestros labios se movían si parar, nuestras lenguas se tocaban y luchaban una contra la otra, que con el sonido de nuestra saliva hacían el equipo perfecto. Empezó a quitarme la playera y a lamer mis pezones, pequeños mordiscos me llevaron a volar rápidamente. Nos dimos la vuelta, yo arriba y ahora el abajo, le quite su playera, empecé por besar su cuello y baje a su pecho que ya entonces empezaba a sudar, lamí sus pectorales bien formados y baje poco a poco por aquel camino velludo a su miembro, como me lo esperaba no llevaba ya bóxer así que todo fue mas fácil, su pene erecto media un poco menos que el mío, pero era delgado en la punta y grueso en la base, su vello estaba recortado, lo que me puso a mil. Empezó a chuparlo, desde la cabeza hasta sus testículos, su sabor aun a jabón disimilaba ese rico sabor que tiene por naturaleza la pija, estuve yo creo lamiendo aquel monumento unos diez minutos.
Termine por quitarle el short deteniéndome en lo segundo que mas me gusta de un hombre: sus pies: Los pies de Fernando eran grandes también, con unas uñas bien cuidadas y vello en ellos. Los lamí como una paleta. Dedo por dedo terminando con su planta. Regresamos después a nuestras bocas para que el me dijera que me pusiera en cuatro, yo hasta ese momento había tenido sexo con varias mujeres y solo con un hombre, que era pasivo. Me dio mucho miedo pensar en que dolería pero mis sentimientos por Fer eran mas fuertes que eso, así que accedí, empezó a pasar su lengua por mi ano velludo, era una sensación increíble, introdujo uno, dos y tres dedos.
Empezaba a doler, después de un rato, le puse el condón, me lubrico y empezó a introducir su pene en mi, su cabeza entro fácil, pero por la forma de su pene a la mitad del trayecto sentí que algo se rompía dentro mío, dolía mucho, quería llorar… Paro por un momento y besándome me penetro por completo, era lo mas rico y caliente que por primera vez sentí. Realizamos muchas posiciones hasta que se quito el condón e hicimos un sabroso 69, lamio mi pene como ninguna otra chica lo había echo antes, después me pidió que lo penetrara, se ve tenia ya experiencia porque a el no le dolió tanto como a mi. Lo monte igual de varias maneras. Yo me vine primero que el, en sus pies, después el lo hizo en mi boca, con la lengua lami y succione mi propia leche de aquellos lindos pies para unirnos en un espeso beso de amor. Nos dormimos así, desnudos y sudados. Sudados en amor.
Espero les haya agradado mi relato, que a mi en lo particular me sigue excitando y espero pronto contarles mas historias con Fernando, mi novio por mas de cuatro años…
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