Sueños de Pasión 1: Mi padrastro y mi virginidad ¿Quién diría?
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por EduardoCat1.
Hola, mi nombre es Carlos y tenía 9 años cuando paso todo esto, soy de Acapulco de Juárez Gro. Era un día común, mi mama se llama Susana ya hace años se había divorciado de mi padre, conociendo a Alberto unos meses después se casaron, mi mama y él tiene 35 años, aproximada mente 3 años, mi relación es buena con Alberto.
Una tarde mama se fue hacer las compras al supermercado, quedándome solo en casa puesto que Alberto trabajaba. Estaba aburrido, decidí ver unas películas, buscando encontré un disco en una envoltura de plástico, la coloque en el DVD para ver de que trataba, en ese entonces no me imaginaba que era pornografía. La pantalla se ilumina con imágenes de hombres y mujeres desnudos, yo sabía que estaba mal, en cambio me llamaba la atención decidiéndome por verla, la película transcurrió, todo era nuevo para mí, en un parte están don hombres, uno esta sentado en un sofá, mientras que el otro se va metiendo su pene poco a poco, el que se sentó le empieza a saltar cada vez más rápido y más, hasta que uno dijo que se venía, acelero el saca y mete cuando se detuvo de repente note que Alberto me miraba y tenía una mano tocándose su pene.
Alber: así que encontraste mi película ¿no?
No respondí, mi cara se puso roja de la vergüenza, él se acercó a mí levantando mi cara
Alber: No pasa nada pequeño, a mí no me importa que veas eso, pero tu madre no se debe de enterar ¿está bien?
Yo: si está bien.
Aun con un poco de vergüenza lo abrase y el a mí solo que me empezó a tocar más abajo casi donde esta mis pompas, pero no le tome importancia
Pasaron los días y yo me preguntaba qué era eso, ¿por qué el hombre se sentó?, ¿por qué me gustó tanto?
Era un domingo caluroso, y mamá tenía que salir de prisa porque una tía estaba mal, quedándome solo con Alberto, cuando mamá se fue unos minutos más tarde se me acerco Alberto
Alberto: Oyes Carlitos ¿no quieres ver la película de la otra vez?
Yo: no sé, no creo que sea bueno
Alberto: anda no está tu mamá y te tengo una sorpresa
Yo: bueno está bien
Le sonreí un poco y el a mí, ¿uno sorpresa? De que tratara, espero y sea algo rico un chocolate o un caramelo. Al llegar a la habitación Alberto ya tenía la película puesta, estaba acostado en la cama en bóxer unos muy ajustados, se veía tan bien, demasiado bien, hasta me sentía traído por él, pues Alberto mide casi los 1.80 m de altura y tiene buen físico no muy trabajado pero lo tiene.
Yo: Alberto ¿Por qué estás en bóxer?
Alberto: hace mucho calor ¿no crees? Deberías estar en bóxer para que estemos iguales
No le vi nada malo a su sugerencia, así que me quite la ropa quedando en bóxer como él. Estamos viendo la película, ambos acostado, bueno realmente yo lo estaba viendo a él pero intentaba disimular, aunque creo que se dio cuenta un par de veces, él se tocaba su pene una y otras vez hasta que se lo saco como si nada, era enorme bueno para mí lo era media como 18 cm de largo y una gruesa como 6 cm más o menos.
Alberto: ¿me quieres ayudar pequeño?
Yo: am no se ¿Cómo?
Alberto: mira ver acércate
Alberto tomo mi mano y la puso sobre su gran miembro, empezando a subir, bajar, subir, así sucesivamente.
Alberto: así se hace ahora tu solo
Yo: bueno pero no sé muy bien eh
Alberto: hazlo mas rápido pequeño
Le había cambiado la respiración, y soltaba uno que otro gemido, a mí me empezaba a calentar, quería meter eso en mi boca como lo vi en una escena y creo que él lo noto
Alberto: ¿no lo quieres chupar? Anda que sé que te gustara
Yo: bueno, pero me dices como
Acerque ese pedazo de carne a mi boca poco a poco, intente chupar como su fura una paleta, porque así me pareció que lo hacían en la película
Alberto: Ahora mételo en tu boca, sácalo y vuélvelo a meter
Empecé a gemir como él y mi respiración se dificultaba mientras lo así, esto realmente me gustaba, aunque no metía gran parte en mi boca.
Alberto: ya pequeño, ahora voltéate y ponte como perrito
Yo: ¿Para qué?
Alberto: tu solo hazlo sin rezongar
Me levante y me voltee dando mi trasero así él, de repensé sentí su casa en mis nalgas, con sus manos las fue abriendo, metiendo su lengua en mi anito, de verdad lo disfrutaba mucho, y me preguntaba si se siente rico que me meta su lengua como se sentirá si me mete su paquete como el chavo lo hacía con el otro en la película, creo que realmente lo deseaba.
Yo: Alberto métemelo
Alberto: ¿Qué quieres que te meta bebe?
Yo: tu pene Alberto, métemelo, lo deseo.
Alberto: si eso quieres bebe, te voy a complacer en todo.
Se levantó y fue por una crema, me dijo que era para que no me doliera tanto y me entrara más fácil.
Alberto: bebe esto te da a doler un poco pero lo are con cuidado, si te duele me dices para que me detenga ¿está bien?
Yo: si, confío en ti, mételo todo
Alberto: así me gustan
Me dio una nalgada, causando que gimiera, poco a poco unto crema en mi culito y fue metiendo un dedo, luego otro hasta que se hicieron tres, con la ayuda de la crema y su saliva de antes no me lastimaba mucho, me dije que era necesario dilatar primero para que así entrara más fácil.
Alberto: bebe baja tu pecho asiendo que tu culito quede levantado, te lo voy a meter despacio dolerá un poco pero te gustara mas
Yo: ya mételo Alberto, lo deseo
Alberto: eres muy hambriento nene, ya, ya voy
Empieza a hacer presión su cabeza contra mi culito, pone un poco de resistencia y al fin entra, doy un grito, se detiene.
Alberto: mira bebe cambiaremos de posición, ¿recuerdas la parte de la película donde el señor se sienta sobre el otro?
Yo: si ¿por qué?
Alberto: aremos lo mismo para que tú puedas meter cuando puedas y tomar un descanso
Yo: está bien
Alberto se acuesta en la coma boca arriba y me acomodo frente a él, pongo mi colita arriba de su trozo de carne, la cual deseo y empiezo hacer presión, poco a poco voy bajando, incluso llegar a tener dos terceras partes de su paquete dentro de mi
Alberto: bebe ya te comiste mucho ¿aun puedes mas?
Yo: no Alberto ciento que me parte en dos
Alberto: queda quieto un rato para que te acostumbre
No pasaron unos minutos para que no doliera tanto y Alberto se dio cuenta de eso, tomo mis caderas, empezó a meter, sacar, meter, eso me gustaba realmente, daba vueltas a su cadera, era delicioso aunque aún dolía un poco, el si lo disfrutaba al mil
Alberto: oh nene estas tan apretadito, tan calientito, hay nene me vengo
Empieza a moverse mas rápido, sus envestidas son más seguidas y me duele
Yo: Alberto para me duele, me duele para por favor
Alberto: no putita querías verga ahora te aguantas
Yo: Alberto por favor duele
Alberto: aguanta un poco, hay, hay me vengo bebe, eres tan delicioso
Yo: haaaaay, Alberto
De repente siento como la respiración de Alberto aumenta, toma mis caderas fuerte y se viene dentro de mí
Alberto: ya nene tranquilo ya paso lo mejor
Yo: hay me duele
Alberto: ya pasara, ¿te gusto no?
Yo: si y ¿a ti?
Alberto: me encanto nene eres especial, pero bueno quítate de encima y vete a bañar que tu mama no tarde en llegar y nada de esto a nadie ¿entendido?
Yo: si Alberto
Me levante poco a poco y sentí como escurría liquido por mis pompas, después del baño me dormí profundamente…
CONTINUAR
Dejen sus comentario y si es la primera vez que escribo, sean amables, besos a todos esos sexy que checaron mi relato 😉
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