Sueños que se hacen realidad
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por usagui.
Eric y yo nos conocímos cuando estabamos en la secundaria. Los dos hicimos amistad rapidamente. Él siempre ha dicho que fue porque se dio cuenta que eramos iguales, yo más bien pienso que fue una coincidencia de la vida, el caso es que a los 15 años y teniendo una amistad más que consolidada (pasabamos mucho tiempo juntos y nos contábamos todo) los dos nos dijimos mutuamente lo que ya sospechabamos: eramos gays.
Y bueno, que tampoco fue la gran confesión, en realidad era algo que ambos ya sabíamos pero se sintió bien decirlo con todas sus letras. Así fue como además de las cosas de la escuela y la familia comenzamos compartir secretos de amores.
Los dos estabamos en el closet, él porque no quería tener problemas en la escuela, ya que en su casa no había problema puesto que sólo vivia con su papá, que había enviudado cuando Eric tenía 10 años, y yo no quería decirlo porque en mi casa era una situación contraria, con 3 hermanos más (todos mayores) y mi padre siento el típico macho que espera que sus hijos dejen embarazadas a las mujeres sólo mirandolas, no era la mejor circunstancia para sincerarme y llega con mi padre un día con un: “hola papá! Soy puto!” Ni loco.
Y fue precisamente esa situación la que hizo que a los 17 Eric ya hubiera tenido relaciones sexuales y yo siguiera siendo una “virgen recatada”. Lo de recatada era una burla de Eric, porque decía que seguía así porque era demasiado callado, todo lo contrario a él que era muy abierto y le encantaba salir a los lugares de ambiente a los que sabía lo dejarían entrar aún siendo menor de edad. Yo en cambio no salía mucho, pero no porque no quisiera, sino que con mis hermanos era difícil porque en algún momento me preguntarían a que lugares iba.
Así que de ese modo estaba yo, disfrutando de mi miserable estado de virgen a los 17 cuando mi mejor amígo ya había tenido algunos encuentros bastante calientes, según me contaba. De hecho Eric salía con alguien en esos momentos, no era algo muy formal pero casi se podía decir que eran novios, y yo…machacándomela solo.
– Bueno amigo, lo que tu necesitas es coger y pronto, pero con esa actitud es difícil, no sales, ¿cómo esperas conocer a alguien?, pero para qué son los amigos sino es para compartir los problemas?- Eric estaba muy animado ese día, estabamos en su casa perdiendo el tiempo, ya que era el primer día de vacaciones
– Ya, lo dices como si fuera lo más fácil del mundo, además no se si me daría por hacerlo con cualquiera, me gustaría que fuera con alguien a quien ya conozca- todo sea dicho, yo era muy tímido para las cosas relacionadas con el sexo, si bien no era de esa idea del amor eterno ni nada, si quería que fuer algo especial, en donde el hombre con quien estuviera me hiciera sentir lo que quería, lo que yo sabía que necesitaba, esa dominación en la cama que me haría disfrutar plenamente
– Bueno, mientras pienso que hacer, lánzate por las chelas que estan en el refri, que seguro ya se enfriaron, mientras entraré un rato a Internet, quien quita y en el chat te encontramos galán- me dijo riéndose…
– Si claro, se nota que me pones atención- yo sabía que Eric tenía las mejores intenciones, pero no pensaba que diera sus frutos.
En fin, que baje a la cocina, y cuando iba saliendo me encontré de frente con Gustavo, el padre de Eric. Era un hombre en sus cuarenta, había enviudado cuando Eric era muy niño y siempre me llamó la atención que no se casara nuevamente. Gustavo tiene ese magnetismo que llama tanto a hombres como mujeres, creo que de él heredó mi amigo su carácter, siempre con una sonrisa, y qué sonrisa!, era alto, delgado, iba al gimnasio por lo menos 3 veces a la semana por lo que se mantenía en forma. De cabello castaño claro y tez blanca, pero lo más impactante de él eran sus ojos y su voz. Tenía los ojos verdes, de un verde oliva muy raro. Y su voz…dios, si hay algo que nunca le he dicho a Eric es que la primera paja de mi vida fue con la voz de su padre. Me la machaque por primera vez con la voz del padre de mi mejor amigo!!!! Una voz fuerte, profunda, muy de hombre, incontables veces imaginé esa voz hablándome al oído, susurrandome cosas mientras…
– -Lolo!! Como estás? No sabía que andaban en la casa- Me sonrió con esa sonrisa que me derretía, y llamandome por el apodo por el que Eric siempre me había llamado desde que nos conocimos de adolescentes
– Hola Gustavo, que gusto verte, si pues, pensando que hacer el resto de las vacaciones… Dejame ayudarte – Gus venía entrando a la casa con bolsas y diversos paquetes en brazos
– Si bueno, toma las bolsas, gracias, las cajas están pesadas…
– O no importa, yo puedo…- Y estúpidamente me agaché a recoger una caja que evidentemente estaba muy pesada porque no la aguanté y la solté dando un grito
– ¡Lolo! – Gustavo corrió a ayudarme, y yo terminé en el suelo con un dolor de espalda impresionante, con el grito Eric bajó corriendo a ver que sucedía, yo quería que me tragara la tierra, el hombre que se había convertido en mi amor platónico me estaba viendo seguramente pensando lo patético que era. Por que era evidente que no habría podido cargar eso ni aunque me pagaran. Yo era de constitución más bien pequeña, delgado, de máximo 1.63 de estatura, con el cabello hasta la nuca, tenía una apariencia un tanto delicada, motivo de burla constante entre mis hermanos y mi padre. Gustavo fácilmente me sacaba por lo menos 20 cms. Y era mucho más corpulento que yo
– ¡Por Dios Lolo, te dije que dejaras eso!- Me sorprendió escuchar su tono de voz, ya que Gustavo nunca me había hablado de esa manera, incluso con Eric tenía una relación tan buena que rara vez se peleaban, no se que me pasó en realidad, que escuchar como me hablaba de manera tan dura me dejó helado y no pude decir nada, solo aparte la vista y juro que moría de ganas por llorar
– Papá porque no llevas a Lolo a que se acueste y lo revisas, probablemente fue un tirón muscular, iré a la farmacia a ver si encuentro algo vale?- Eric se fue antes de que su padre siquiera contestara, y de pronto lo impensable hizo que saliera del shock en que me encontraba, Gus … ¡me levantó en brazos! ¡al más puro estilo princesa!
– Gus… Gus qué, qué haces? Yo puedo caminar, no creo que …
– ¡Callate! ¡no debiste hacer algo así, pudiste lastimarte seriamente!- Cuando dijo esto me miró y yo sentí que moría. Tenía esos hermosos ojos verdes viendome intensamente y casi ni me di cuenta como iba subiendo la escalera llevandome hasta su dormitorio. Lentamente me depósito en la cama, la verdad es que ni dolor sentia casi, fue más el esfuerzo al momento lo que me causó dolor y ya casi no sentía nada.
– Date vuelta pequeño- que me hablara de esa forma me derretía, ya no alzaba la voz, sino que hablaba bajito, como si temiera que alguien escuchara, yo como un autómata me volví quedando boca abajo. Ese día vestía unos jeans muy ajustados, con los que mi culo quedaba más alzado, me encantaban, y Eric bromeaba dándome nalgadas cada que los usaba. Arriba sólo tenía una playera cualquiera de color blanco.
– No..nnoo te preocupes Gus, creo, cre cre creo que es estoy estoy bien-
– Tranquilo, voy a masajear tu espalda, no me gustaría que se inflame. Me asustaste Lolo, pensé que te habías lastimado seriamente-
– Yo… lo lamento – inconscientemente escondía mi cara en la almohada, me daba mucha pena haber hecho a Gustavo pasar por esto, seguramente pensaba que era un tonto, no pude evitar derramar una lágrima por eso – Perdóname, seguramente piensas que soy un tonto –
Él no respondió, de repente comencé a sentir como subia mi playera hasta sacarla por completo. En silencio, solo un susurro cortó el momento cuando me dijo: – alza las caderas pequeño- y yo lo hice, lo cual permitió que comenzara a quitarme el pantalón, sin embargo recordé de súbito que con esos pantalones no solía ponerme ropa interior…
– Espera, yo…- intenté retener los pantalones, pero Gustavo no me hizo caso y los bajó de un tirón
– Bueno, no te preocupes, yo también suelo ir así de vez en cuando
Y de lo más normal, doblo los pantalones y playera en una silla al fondo de la habitación. Era una escena irreal, yo estaba desnudo en su cama…en la cama del padre de mi mejor amigo!! Y mi amigo estaba por llegar de la farmacia!
Y como si lo invocara, Eric atravesó el umbral y se quedó como estatua en la puerta del cuarto…
– Pasa hijo, y quita esa cara, necesitaba quitarle la ropa a Lolo, y no me dirás que nunca lo has visto así verdad?
– Eeee, si bueno si, pero, vaya hombre que uno no todos los días entra al cuarto de su padre para encontrarlo en la cama con otro, jajaja, que si querian coger avisarme y me quedo fuera del cuarto…
– Erick!!!!!- yo no podía tener un color rojo más profundo en la cara…
– Ya, ya amigo, tu tranquis, aquí esta la pomada, pero que si necesitan lubricante me dicen jajaja- y dale con la broma, Eric se quedó viendo fijamente a su padre y sonrió- bueno, me voy para mi cuarto, tu dale papá que Lolo necesita una buena tallada…
– Eric!!-
– Jajaja, por el tirón amigo, por el tirón – y echandome un guiño salió rapido del cuarto
– Tu tranquilo Lolo, que no te voy a comer…todavía-
Y bueno, que esos dos disfrutan haciendomela pasar mal. Yo ya no sabia que hacer ni que pose tomar, pero Gus se encargo de eso
-Bueno Lolo, bien estiradito en la cama-
Yo solo me deje ir, me estire en la cama boca abajo, consiente de mi desnudez ante los ojos de Gustavo. Era un momento impensable, con ese hombre que había sido mi amor platonico durante años, detrás mio, pasando sus manos por mi espalda, de repente sentí una palma fría sobre la curva entre mi espalda y el culo y no pude evitar gemir quedito
– Aaaah-
– Shhhh, ¿está muy fría pequeño?- Gus susurraba
– Sssí, sí algo…-
– Ya se pasa, hay que frotar muy bien el área, no pienses en el frío, piensa en otra cosa, vaya Lolo, te noto más delgado, incluso un poquito más alto…
– Yo, yyoo, no soy tan alto como Eric- Mi mente comenzaba a salir de mi, solo sentía las manos de Gus masajeando lentamente
– Bueno, eso es cierto, pero aún así, cada quien tiene lo suyo, imagino que ya tus novios te lo habrán dicho-
A mi casi me da algo en ese momento, en mi vida habría pensado que el padre de Eric me diría algo así de manera directa, el sabía perfecto que tanto su hijo como yo eramos gays, incluso llegó a pensar que eramos pareja hasta que Eric le dejo claro que sólo somos amigos. Yo sentía que mi verga poco a poco respondía con sus caricias y el morbo de la situación fue lo que me impulsó a decir lo siguiente…
-Yo no, no he tenido novio, de hecho yo… nunca he estado con nadie- Hubo un silencio total después de mi confesión, y lo que pasó después casi me hizo saltar. Gustavo se montó detrás mio, pasó sus piernas a mi alrededor encerrándo mis caderas entre sus muslos y siguó la conversación como si nada..
– Bueno, pero eso es increíble Lolo – sus manos masajearon desde mis hombros y fueron bajando por toda la espalda, cuando llegó a la cintura se recargó levemente y sentí su aliento en mi oreja derecha- Con todo esto yo no dudaría en levantarte precioso- y así como vino se fue, de pronto se quitó de encima y yo sentí más frío que nunca.- ¿Te molesta si me quito la ropa? Así estaré más comodo, sigo teniendo la camisa y el pantalón de la oficina y no puedo moverme bien para masajearte
– Sí claro- Y si, seguramente más de uno pensará que era un ingenuo, porque yo imaginaba a Gus en boxer, y tal vez con una camisa de interior masajeándome, pero cuando me di cuenta, ese macho hermoso estaba parado completamente desnudo. Y dios! como agradezco esa vista de la cual no me olvidaré aún estando viejito y senil… el hombre era absolutamente hermoso, era un sueño, su pecho estaba totalmente lampiño, después me enteré de que era porque a él así le gustaba llevarlo, porque en realidad no lo era. En la base del pene tenía una considerable mata de vellos que se ensortijaban a su alrededor. Tenía un largo normal, como la media de los hombres, pero su grosor si era considerable. Ese pene hermoso, grueso, que tantas veces había imaginado se encontraba en semierección justo ante mis ojos.
– Bueno Lolo, deja de mirarme y volteate como estabas- y se acercó para ponerse otra vez sobre mí.
Las cosas habían cambiado totalmente. Ni siquiera mi ingenuidad era capaz de pasar por alto lo que estaba pasando allí. Y la verdad es que con todo y los nervios, yo ansiaba eso. Gustavo era el macho ideal al que entregarme por primera vez. Mi deseo por él era más que evidente, así que decidí que él llevara las riendas de todo. Comencé a sentir nuevamente sus manos por mi espalda, y ahora su pene en semierección se recostaba levemente sobre el canal entre mis nalgas. Yo comencé a emitir gemiditos cortos y bajos cuando sentía sus manos llegar a mi cintura y sus pulgares rosar mi culo.
-Así Lolito, flojito, eeeso, relájate, ya vas a ver lo bien que vas a sentirte. Te pondré un poco más de aceite para que resbale mejor ¿Te parece?-
-Ssssí- contesté bajito
-No te escuché hermoso, habla fuerte quieres?- su voz variaba entre esos momentos casi susurrados y la voz fuerte y potente
-Sí está bien Gustavo- respondí un poco más firme
– Muy bien lindo, pero porqué tan serio? No me digas “Gustavo” llamame Gus como sueles hacer, o bien de alguna otra manera que te guste…-
-Yo…puedo…puedo decirte…pap…papi?- No podía creer que me atreví a decir eso
– Claro que sí precioso, sabes que puedes hacer lo que quieras, dime, ¿te duele todavía? Quiero asegurarme de que te masajeo bien, pero mira nada mas…no entiendo como no has tenido a nadie Lolito, si estas nalgas están para comerse- y a la par de eso último comenzó a lamer lentamente mis nalgas una a una
-AAAAAh, papi, si, te juro, nadie ha tenido eso, soy virgen papi-
– Mi Lolito hermoso, dime chiquito, quieres que arreglemos eso?- me dijo mientras masajeaba mis nalgas lentamente. Abarcaba cada una con cada mano.
– Ooooh Papi siii, lo deseo-
– Sí chiquito? Quieres que papi te enseñe? Quieres que te desflore?- poco a poco Gustavo iba apoyandose a todo lo largo encima de mi.
– sSSsí, sí Papi, por favor…
– Bien, chiquito, dimelo, dimelo con todaas sus letras, no quiero lastimarte Lolito, dime pequeño, quieres que papi te posea? Quieres que yo sea tu primer macho? Tu hombre?- lentamente pasaba su nariz por mi cuello, Gustavo sabía que hacer y qué fibras tocar para que por mi cuerpo sintiera como si pequeñas descargas lo recorrieran
– Si, por favor Gus, te lo ruego papi, he soñado con esto desde que te conocí, yo…- pequeñas lágrimas de desesperación iba soltando- yo…has sido mi sueño papi, he soñado con tus brazos abrazándome, con tu boca besándome, te he imaginado tantas veces recorriendo mi cuerpo, saciandote conmigo…
-Dios!! hermoso, no sabes como me pones, desde que eras un crío que te veo, mme senti tan mal tantas veces por pensar en tenerte, por recorrer tu cuerpo, besarte, acariciarte, he imaginado mi boca recorriendo tu espalda mientras esas nalgas redondas se abren poco a poco para mi…
Yo vivía en una nube para ese momento. Mi erección estaba encajada totalmente contra el colchón, dolía pero era un dolor que me provocaba muchas cosas. Gustavo me abrazó, y fue tan hermoso eso, ansiaba sentirlo, pero ese abrazo era íntimo, personal, fue un momento para compartirnos mutuamente en cuerpo y alma, nunca sentí tanto cariño de parte de alguien.
-Yo nunca habría imaginado…-
-Sssshh, lo se precioso. La verdad es que desde muy joven me relacione tanto con hombres como con mujeres, después la madre de Eric quedó embarazada y nos casamos, yo la quise, mucho, y lloré su muerte, pero después de ella la verdad es que mi hijo fue lo primero, de vez en cuando salia con amigos y amigas, y cuando lo necesitaba pues tenía algo con alguno, pero cuadno Eric te trajo por primera vez…Dios! me sentia tan mal! Eras un niño, de hecho ahora…
-Sssssh, ahora no importa Papi…no soy un niño, y ansío sentirte, por favor, no hablemos más, dejame sentirte, quiero tenerte muy dentro de mi-
– Sí mi niño, tu tranquilo, relajate y veras como lo disfrutas- mientras decía esto, Gustavo comenzó a ir hacia abajo – Ahora chiquito, vas a extender tus manos y tomar el barandal de la cama, entiendes? No lo suelte, sujetate fuerte y levanta un poco el culo-
Yo hice rápidamente lo que mi hombre me indicó, me tomé fuertemente de las barras del cabecero de la cama, impulsandome con las rodillas pare un poco el culo, y casi inmediatamente senti las manos de Gus abriendo mis nalgas y claramente escuché como aventaba una escupida en mi fruncido agujero…
-Aaaah!!- Un dedo comenzó a esparcir la saliva, rosaba mi ano suavemente y de repente comenzó a entrar lentamente. Era una sensación rara. Mas que dolorosa era molesta
– Chiquito, estas muy cerrado mi amor-
– Eso es porque nadie ha entrado antes papi, por favor, ten piedad y hazlo ya…
– Estas muy estrecho mi vida, te puedo lastimar…
– No…no importa yo lo quiero ya!!- de repente sentí el ardor de una nalgada fuerte en mi lado derecho, eso me cortó cualquier cosa que quisiera decir…
– Mi niño necesita aprender a tener paciencia…será cuando yo diga, se entendió??? – Había regresado ese tono duro que tanto me exitaba, mi pene había cmenzado a gotear la cama con el precum, así que decidí seguir así, explorar a donde me llevaba…
– NO!
– ¿Disculpame?- Gustavo se había detenido un momento, al parecer muy sorprendido
– Lo quiero y lo quiero ya! Quiero que…- zaz!!! Otras dos nalgadas esta vez seguidas, además de un jalón del cabello que hizo que arqueara mi espalda y que Gustavo pusiera su boca en mi oreja
– ¿Qué dijiste hermoso? Aquí…quien…decide…soy…yo!- Y sin esperarlo Gustavo comenzó a nalguearme una y otra vez, eran golpes fuertes que fueron enrojeciendo el área, y cuando a punto estaba de empezar a llorar paró.
– ¿Quieres verga realmente mi amor? Mmmmm?? Sientela – y me la comenzó a restregar por todo lo largo- Notas lo dura y gruesa que está? Así la quieres hermoso?
– Por…por favor Papi, te lo ruego-
– Así lindura, así se piden las cosas, siente mi cabeza, siente como punteo tu agujero…- daba golpes continuos en mi culo, Gustavo comenzó a alternar entre pegar con la punta y deslizar un dedo dentro, no paso mucho rato cuando comenzó a meter tres dedos. Mis nudillos estaban blancos de lo fuerte que me aferraba, de pronto jaló mi cabello con una mano mientras con la otra metía y sacaba lentamente los tres dedos
– Sienteme pequeño, sienteme!!!!- y los dedos comenzaron a entrar y salir muy rápido, dolía, pero a la vez mi culo palpitaba en la espera por sentir su verga, así que comence a gritar sin poder evitarlo, cuando el borde de su uña alcanzó a rosar algo dentro de mi
– aaaaaaaaaaaaaah!!!! Aaaaaay Dios, si!!! Siiiii, asíiii más!!-
– ¿Me quieres Lolo? ¿Quieres sentirme? – Gus jadeaba, él tampoco podía esperar más
– Síiiiiii si, por favor Gustavo hazlo, te lo ruego papi, hazmelo!
– Muy bien mi chiquito, mi Lolito, voy a hacer que no olvides este momento, aferrate fuerte y no te sueltes, relaja el culo mi amor, estas listo?- apenas había dicho eso cuando sentí como mi culo se partía, mi macho había entrado de una sola estocada, se aferró a mi cintura y me atravesó fuertemente
– AAAAAAAAAAAAAH!!!! AAAAAAH!!! – Las lágrimas escurrian por toda mi cara, parte de dolor, parte de felicidad, apenas y fui consiente cuando la puerta de la habitación se abrió. Era Eric, estaba parado en la puerta del cuarto mirandonos, se fue acercando poco a poco a la cama con pasos cortos..
– Dios papá, perdóname, no pude evitar venir, el grito de lolo se escuchó por toda la casa- estaba allí junto a la cama viendo el lugar en que su padre y yo nos uníamos
– Hijo…dios…es…es magnífico. Es tan apretado- Gustavo sudaba a mares, se veía que le había costado entrar y le costaba mucho estar dentro de mi con lo apretado que seguía
Eric se agachó y me limpio las lágrimas con sus manos, me sonrió dulcemente, tal como su padre
– Oh Lolito, te ves tan lindo así, estiradito, sientes la verga dentro de ti? Verdad que es una sensación maravillosa? No llores lindo, pronto pasará, papá cuidará bien de ti, verdad papá?- y volteó a ver a su padre
– Si hijo, Dios…no se como nunca lo has probado, es tan rico, mato por empezar a moverme
– Por…por favor papi, mue…muevete, yo, quiero sentir más…me has desflorado mi amor..
– Oh Lolito…mi amor…mi chiquito, estas tan estrecho, tu culo aprieta mi verga fuertemente, sienteme mi niño, siente como te parto…- y tomando impulso, se apoyó en los dos brazos y se dejó ir.
Gustavo entraba y salía de mi jadeando fuertemente, su verga era como un pistón que entraba y salía de mi culo, mi ano estaba rojo y muy estirado, yo no coordinaba nada, me sacudía entre gemidos. Mientras, Eric se sentó a mi lado en la cama y mientras se masturbaba acariciaba mi espalda y mi cabello, estaba presenciando como su padre me desvirgaba! Y la vdd es que su presencia allí en lugar de incomodarme hacía todo más especial. De repente Gustavo dejó caer su peso sobre mi y el cambio de posición hizo que su verga presionara mi próstata.
– Aaaaah!!! AHÍ!! AHÍ MI AMOR!! Sigue pegando ahí! Más más más!!! AAAAAAAAAAAAAAAAAH!!!!!!!- mis ojos se pusieron blancos y comencé a entrar en un extasis del que no había vuelta
– Lolito…mi lolito…voy a llenarte chiquito, mi leche va a entrar duro y profundo, voy a marcarte precioso, no aguanto más, no aguanto, nooo…NOOOOOOO! YA NOOOO!! YAAAAAAAA-
Mientras eyaculaba, Gustavo me mordió en la parte detrás del cuello, fuertemente, y eso aunado a su corrida me hizo dar con lo último y me vine fuertemente, eso hizo que alzara mi cabeza y Eric aprovechó para besarme profundmente introduciendo su lengua dentro mío. Por un lado, tenía a su padre profanando mi ano, y mordiendo mi cuerpo para marcarme como suyo y por otro tenia a mi mejor amigo besandome como poseso.
Cuando comencé a reaccionar, Eric estaba acostado a lo largo a lado mío mirándome con una sonrisa y una mirada de tranquilidad en el rostro. Gustavo seguía sobre mí y daba pequeños besitos en mi cuello y hombros.
-Como te sientes lolito? – Me preguntó Eric
– Bien, me siento…completo…tú…no estás molesto conmigo?- tenía miedo que después del placer Eric se enojara por haberme acostado con su padre
– Molesto? DIOS! jajaja, Lolo, te adorooo eres como un hermanito, te quiero muchísimo hombre, gracias por no pedir que me fuera, quería estar contigo en un momento tan importante
– Dios Eric!! Te quiero mucho mucho!- y entre lágrimas y con el peso de Gustavo detrás, logre estirarme un poco y comencé a repartir besos en el pecho de Eric, que era lo unico que alcanzaba.
-Bueno, que yo me voy a poner celoso- Dijo Gustavo y volvió a jalarme del cabello fuertemente, fue cuando me di cuenta que su pene seguía dentro de mi, y apenas comnzaba a ponerse flácido
– Mi amor…mi Gus, gracias, muchas gracias, o, soy tan feliz-
– Mi precioso, gracias a ti por permitir que fuera tu primer hombre chiquito, eres una cosita hermosa, sentir mi verga siendo presionada dentro de ti fue sublime, sientes como se pone dura otra vez sólo de recordar?
– Y ahora?- yo tenía miedo de sentirme echado y utilizado después del sexo, la experiencia había sido maravillosa
-Ahora? Ahora tienes mucho por aprender hermoso, y yo me voy a encargar de enseñartelo, además, Eric también debería demostrarte su amor no crees?
– Te gustaría Lolito? Te gustaría compartir con ambos estas nuevas experiencias? Yo nunca he estado con papá, pero lo amo Lolito, como te amo a ti, son las personas más importantes de mi vida-
-Claro que quiero, Dios si, por favor…
-Muy bien mis niños, esto es sólo el principio…
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