Tan bello y traumatizado
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
A Norberto lo conocí, una noche que siempre, llevaré en mi memoria. Había cogido en aquellos días, de visitar a un amigo mio, que vivía en un complejo de apartamentos en mi ciudad, en la isla de Puerto Rico. No eramos pareja, solo dos amigos que nos contabamos todo, nuestras actividades diarias, nuestras aventuras y nos aconsejabamos mutuamentente, pues él, trabajaba en el mismo lugar que yo, aunque en diferentes departamentos. Residía ahí solo, pero entre ambos, nada que ver…
Yo venía de haber terminado una relación sentimental, con mi pareja de aquel momento y estaba muy triste y dolido, por esa ruptura, en fin muy vulnerable. Radámes mi amigo, me consolaba y me hacía olvidar esa pena, con sus chistes y consejos. "Sigue adelante me decía, no vale la pena sufrir ni marchitarse, por alguien que demostró, que no te mecerece" me decía él. Pues esa noche, luego de charlar y despedirnos, cuando voy a subir a mi auto, veo un hermoso ejemplar de hombre joven, que viene hacia a mi. Fui precavido, y puse los seguros, el chico se me acercó y me dijo que él, era una buena persona, que solo quería ver si yo lo podía llevar cerca de su casa, pues no tenía transportación. Pero en lo que él, me decía todo eso, yo lo estaba escudriñando (observándolo) de arriba a abajo.
Era esbelto de un cuerpo espectácular, bien cortado y en sus pantalones cortos, sobresalían, unos muslos bien torneados y unas piernas fuertes y bellas. Su cara era preciosa y unos labios, que invitaban a probar su néctar. Sube le dije. El joven entonces, comenzó a hablar conmigo, me dijo que me había visto ahí, par de veces, pues un amigo, que estudiaba con él vivía allí y siempre estudiaban juntos, que él era atleta, de pista y campo en la Universidad, que estudiaba, etc. Nos presentamos y seguimos conversando amenamente, hasta que Norberto me, cuenta que, estaba muy caliente porque él y su amigo habían visto una película XXX, y que eso lo había dejado, sumamente exitado y deseoso de tener sexo.
Yo me di mi lugar y le dije que no por eso, lo hiciera con cualquiera, que tubiera cuidado con las enfermedades. Eres muy buena gente, me dijo y noto, que eres alguien muy respetuoso. Al llegar a un paraje solitario, y bastante obscuro, nos detubimos a orinar, él chico me dijo, que era un sitio seguro, que él lo conocía desde niño. Pero luego que yo terminé, él seguía con su pene en mano y me decía, que la tenía parada y no podía orinar. Yo como quien no quiere la cosa, le dije que él, entonces lo que quería expulsar por ahí, era leche y no orin. Nos reimos y yo estaba nerviosísimo, este nene me tenía muy turbado. Mira como está, me dijo y como ya mis ojos se habían acostumbrado a la obscuridad, lo miré, era un pene hermoso de buen tamaño, de esos que se sufre y duelen al penetrarnos, y él se lo jugueteaba con ambas manos. No perdí tiempo y lo cogí con mi mano, él suspiró un ahhh, entonces me bajé, él se recostó sobre el auto, y yo comenzé a mamarle aquel, rico pene que estaba como piedra de duro .
Norberto me empujaba mi cabeza hacia él y gemía como un loco, disfrutaba de esa mamada, para esto yo me pajeaba mi pene, y él mismo me pidió, al rato, que me dejara mamarlo y entonces se la metíó a la boca, dándome una rica mamada. No era muy experto y me di cuenta, que él estaba, experiméntando conmigo, y su lujuria, lo tenía super-exitado. Nos abrazamos y nuestros penes parecían expadear, comenzamos a comernos a besos, esa boca de Norberto, era una fruta exquísita, no me podía creer, que estubiera gozando a tan rico ejemplar.
Nos la jalabamos uno al otro y acabamos en la boca de cada cual, pero yo le embarré toda la cara de mi leche, al ser primerizo, se la sacó de la boca, sin yo acabar completamente y lo sujeté, pasándole toda mi verga por su cara, llenándolo con el semen que me quedaba. Cuando retomamos fuerza, seguimos abrazándonos y yo lo puse en cuatro, dentro del auto y le mamé su culo, un trasero firme, virgen, de unas nalgas muy duras por el ejercicio y muy limpiecito; gimío y gozó, pero no me permitió penetrarlo, pues el no era gay, y esa su primer vez, le daba mucho temor. Me pidió que me dejara yo, y gustoso, me puse en cuatro en el asiento, recostado todo hacia atrás, me unté una crema de agua, que siempre tengo conmigo, y le pasé a Norberto en su vergota.
Me clavó, que vi las estrellas, pero cuando me aclimaté a semejante vergota, gozé todo aquel polvo, que aquel muchacho, me estaba echando. El no hablaba, solo me la metía una y otra vez, y su respiración, era muy fuerte y entrecortada…tardó mucho en venirse y yo estaba feliz de que así fuera, pues gozé, gozé y gozé! Luego gimió bien duro y me llenó todo de su leche, diciéndome, cogela toda mi amor, es tuya, cogela.
Cuando nos repusimos y nos limpiamos, él se quedó muy callado y pensativo. Y yo le pregunté, que si le había gustado, lo que había pasado. Si mucho me dijo, pero secamente. Mira amigo, es que yo siempre, me había prometido, que jamás tendría sexo con otro hombre y falté a mi promesa, me espetó Norberto y yo me quedé de una pieza. Son cosas que ocurren, sin uno planearlo le contesté. Pero él, seguía recriminadose por lo ocurrido, y hasta me decía, que ahora él era una loca más. Yo lo calmé, le dije que eso, no era así, que los hombres podíamos tener sexo entre nosotros discretamente, y seguir normal nuestra vida, que loca sería, prostituirnos o vestirnos, de mujer, y estar, en una esquina, eso sí que no! No podia, creerlo, a mi mismo me decía: viste lo que hize? Fallé como hombre, si mi madre sabe esto, se muere. Ella siempre me dice, que no me masturbe, que es malo, que nunca me revuelque con otro hombre, que es malo, me tumba la puerta del baño, si me tardo allí, y me acusa de me estoy pajeando…asi siguió todo el camino, hasta que llegamos, dónde se bajaba, y yo no hablé nada mas, ni un ápice; pero me sentía mal, me sentía sucio, como su hubiese echo, algo malo, que no fue así, porque él fue, él que me tentó, a tener relaciones.
Me dijo adiós, y no lo miré, me fui, y las lágrimas rodaban por mi rostro. Yo que estaba pasando una desilusión y pasarme eso, fue la gota que colmó el vaso. Pasaron unos días y vuelvo y me lo encontré cuando, salía de casa de mi amigo. Me pidió hablar conmigo, lo acepte, pero ahí mismo; perdóname me dijo, yo estoy loquito, desorientado, disculpame si te dañé…(dijo esto, útimio, porque notó que mis ojos ya estaban aguados). Le dije que lo dejara así, que ya todo había pasado. Lleváme a casa por favor, no seas malito, me dijo. Y yo tan tonto, le dije que si…al rato ya estabamos ensartados nuevamente. Por el camino, me bajó el ziper (cremallera), sacó mi pene y yo guiando y él mamando. Ese día fuimos a un motel…y lo penetré, se lo metí con rabia y lo partí en dos, descansamos y me lo volví a coger, esta vez yo no me dejé, solo se lo mamé. Lloró, gritó, me pedía que se lo sacara, pero menéaba el culo como puta, y me lo exprimía con su hoyito ardiente, que cosa tan fabulosa era eso, como dije, dos veces lo llené de mi leche.
Por el camino, a su casa volvió, con el mismo sonsonete, que mirara lo que él hizo, que ya no era virgen, que le había desbaratdo el culo, que le dolía mucho, que si lo rompí….mira pay, no jodas mas le dije, tu eres gay como yo, aceptalo, eso no es nuevo, bajo el sol! Tu madre te traumatizó, abrumandote con tu sexualidad, si quieres seguir conmigo, buscame si no, no nos veremos, ya más. Existen reacciones de la psiquis humana, que a veces son muy díficiles de comprender. Y tenemos que actuar prudentemente, aunque con ello nos tengamos que alejar, de ese ser que tanto nos gusta y tanto placer nos ha dado.
Me alejé de Norberto y en esa soledad, él entendió mi proceder y su actitud enfermiza. Dejé de visitar a mi amigo, para exquivarlo, pero en mi corazón, lo deseaba, lo quería tener nuevamente. Al paso de unos meses, nos volvimos a reencontrar, y estubimos gozandonos una noche completa en nuestro motel de la primera vez, ya cambiado, me confesó que me quería, que me deseaba y soñaba día y noche que yo lo penetraba y él a mi. Le di una oportunidad y estubimos mucho tiempo saliendo, hasta que yo por motivos de trabajo, me cambié de ciudad. Pero siempre conservo su amistad. Creo que todo se resuelve hablando y teniendo paciencia…hay que perseverar!
Por: Inefable
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